OPINIÓN
El gobernador que prometió cambiar la historia de Jalisco
Mujeres y Hombres del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac //
No se qué tienen algunos políticos que cuando llegan al gobierno -se convierten en alcaldes, gobernadores o presidentes de México- se suben al ladrillo y sufren mareo de montaña, como bien me lo decía mi maestro de periodismo José Luis García Montoya, se enferman con un gran exceso de soberbia y una alta carencia de humildad que los incapacita para ejercer la autocrítica.
En estos tiempos he visto esa grandilocuencia, de políticos que se sienten extraordinarios, fuera de serie, como si estuvieran tocados por el soplo divino.
Hace tres años, me hacía las siguientes preguntas a propósito de que Alfaro prometía cambiarnos Jalisco y habría que ver y reflexionar qué cambios se han registrado en nuestras vidas ahora que ya está inmerso su gobierno en el cuarto año que transcurre rapidísimo.
Aunque son muchos los problemas a resolver, algunas preguntas deberá responder el gobierno de Enrique Alfaro en el campo de los hechos: ¿Cambiará la realidad socio-económica y política de los jaliscienses? ¿La justicia dejará de ser anhelo? ¿La corrupción será desterrada de la administración pública? ¿Habrá mayores y mejores oportunidades de estudio y empleo para nuestros jóvenes y profesionistas? ¿Disminuirá la pobreza? ¿Derrotará a la violencia y regresará a Jalisco la paz y la seguridad?.
El triunfo de Enrique Alfaro a la gubernatura del Estado vino a sacudir las estructuras del poder en Jalisco para su recomposición.
En los últimos 25 años se han registrado varios vuelcos, con los reacomodos que aquí se registran. Política, negocios y religión son espacios de poder e influencia cuyas líneas se cruzan. Así sucedió durante los 18 años de gobiernos panistas, principalmente durante las administraciones encabezadas por Alberto Cárdenas Jiménez y Emilio González Márquez, un gran aliado fue el cardenal Juan Sandoval Iñiguez, quien durante cerca de dos décadas tuvo estrecha cercanía con los hombres del César. Hicieron equipo.
LOS NUEVOS TIEMPOS
En estos tiempos en la que la dinámica del poder está determinada por las nuevas tecnologías de la información y comunicación, el ejercicio de gobernar se vuelve cada vez más difícil y los gobiernos duran menos tiempo.
Jalisco es el mejor ejemplo de los cambios que estamos viviendo. Después de que el PAN sacó al PRI del gobierno del Estado y sus principales ayuntamientos en 1995, sus administraciones por tres sexenios permanecieron al frente del Ejecutivo. Hoy tenemos a una sociedad mejor informada y más exigente. Las expectativas que la sociedad tenía sobre el regreso del PRI no se cumplieron y adiós.
Simplemente el PRI con el joven político Aristóteles Sandoval al frente del gobierno no fue capaz de cambiar la realidad o al menos esa fue la percepción ciudadana.
(El problema de la inseguridad y violencia Aristóteles el gobernador no la logró resolver y al final se convirtió una víctima más de las miles que se han sumado cuando el gobierno ha sido rebasado por la criminalidad).
REFUNDAR JALISCO
Hacía referencia al proyecto de Alfaro de refundar Jalisco, de iniciar un nuevo ciclo político, quien en poco más de 20 años logró construir un proyecto político fresco con un discurso crítico hacia el sistema y los partidos políticos tradicionales, acompañado de un grupo de amigos que se articuló desde la preparatoria con hambre de trascender.
Ellos representan el cambio y la oportunidad de la renovación de liderazgos. Un nuevo ciclo inicia con un líder muy echado para adelante que rompe paradigmas con formas diferentes a las tradicionales para hacer política. Es un gobernante rebelde y contestatario que se enfrenta al Presidente de la República cuando se trata de defender los intereses de Jalisco, sin la sumisión de bajar el tono de la voz y aceptar las disposiciones del poder central como se ha acostumbrado.
Y me refería a la alianza Alfaro-Padilla que le permitió al líder de Movimiento Ciudadano llegar a la gubernatura del Estado. La alianza entre los dos personajes iba viento en popa, ambos tenían a un enemigo común, lo que los unía para enfrentar sus embestidas.
Y esto escribí, preguntando, ¿cuánto tiempo permanecerá la alianza? Así uedó escrito:
En Jalisco hay un nuevo liderazgo político pragmático y paradójicamente aliado de otro poderoso liderazgo que encabeza al Grupo Universidad, como es el caso del licenciado Raúl Padilla López, que durante las últimas tres décadas tiene el control del gobierno de la institución educativa número dos en población estudiantil del país.
Enrique Alfaro y Raúl Padilla son los personajes de mayor poder político en Jalisco. La relación entre ambos no ha sido fácil, con encuentros y desencuentros, pero hoy las diferencias con el Presidente López Obrador los unen a ambos. ¿Cuánto tiempo permanecerá la alianza? El tiempo que a los dos les convenga.
¿QUIÉN ES MÁS PODEROSO?
Hace 13 años nos preguntábamos quién era más poderoso en Jalisco: ¿El representante del César o el representante de Dios? Y la conclusión fue que el representante de Dios con la influencia del cardenal Juan Sandoval. Pero ese tiempo ya pasó. El nuevo poder del César se llama Enrique Alfaro junto con otro poder muy cimentado como es el de Raúl Padilla que ha trascendido ya a 7 gobernadores, en tanto que el representante de Dios asume un papel más discreto.
¿Quién de los dos es más poderoso? Dicen que el poder no se comparte.
El joven gobernante es impetuoso y está obsesionado con cambiar la historia de Jalisco y que su nombre quede grabado para la posteridad. Sueña con la gloria y el poder. Habla de la “Refundación de Jalisco”, de convocar a un nuevo Constituyente que genere una nueva Constitución Política, cuyos antecedentes en México sus reformas están determinadas por circunstancias económicas, políticas y sociales muy singulares (Independencia, Reforma, Revolución).
Enrique Alfaro para hacer realidad sus sueños tiene primero que consolidarse como gobernador y para ello tiene que ofrecer resultados, más allá del discurso de cambiar la historia. El problema a enfrentar es que el tiempo es corto y los recursos limitados. Los ciudadanos de hoy exigen resultados y hechos, más rápido que en el pasado.
La respuesta nos la dará el tiempo.
Y en efecto, creo que el tiempo ya nos la está dando.
Correo electrónico: gabriel.ibarrabourjac@gmail.com
