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OPINIÓN

El gran instrumento de poder y control: China lidera la digitalización del dinero centralizado

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Economía Global, por Alberto Gómez-R.

Cada vez se realizan más transacciones digitales, lo que significa que se usan más las tarjetas de crédito para realizar compras online, y menos pagos en efectivo, mientras tiendas minoristas y otras empresas de muchos países se adaptan, China está dando un paso más adelante.

El Partido Comunista Chino (PCCH) está impulsando una iniciativa única: instar a sus ciudadanos y empresas a cambiar el dinero físico por el digital.

El medio de comunicación digital Global Times afirma que las transacciones digitales en yuanes en China, ya superaron los 60 mil millones de yuanes, es decir, casi 10 mil millones de dólares (USD); al mismo tiempo se abrieron unas 140 millones de billeteras digitales en el país, lo que equivale a uno de cada diez ciudadanos chinos.

El yuan digital que se está poniendo en marcha –iniciando pruebas en 2020- funciona exactamente igual que los billetes o monedas físicas, pero además difiere de otras modalidades de pago digital, como por ejemplo PayPal. El yuan digital no necesita estar vinculado a una cuenta bancaria del usuario, en su lugar, el dinero se aloja en una aplicación digital (app) en el teléfono celular, que funciona como una billetera virtual; una transacción entre dos personas se completa simplemente poniendo en contacto sus teléfonos; en pocas palabras, esta moneda es como el dinero físico pero almacenado en teléfonos inteligentes.

El año entrante (2022), cuando Beijing sea sede de los Juegos Olímpicos de Invierno, las autoridades esperan dejar que el mundo pruebe sus logros tecnológicos.

Conocido como Pago Electrónico en Moneda Digital (DCEP, por sus siglas en inglés), se espera que sea un libro de contabilidad digital que reemplace las variantes de moneda china en RMB (renminbi, la moneda de curso legal) en papel, que irán cara a cara con el dólar estadounidense y diferentes criptomonedas.

El yuan digital también funciona de forma diferente a las criptodivisas; el uso de las criptomonedas puede ofrecer privacidad, ya que se inclinan hacia la descentralización, es decir funcionan fuera del control de una autoridad central y del alcance de instituciones financieras (bancos), por lo que resultan muy convenientes al no depender de un tercero, y no pagar comisiones por manejo de cuenta, transferencias, depósitos, retiros. Pero la moneda digital china es lo contrario, se inclina hacia la centralización del poder. El yuan digital será emitido por el Banco Popular de China. Esto significa que el dinero puede ser rastreado por el régimen comunista chino.

El yuan digital sería una de las consolidaciones de poder económico más agresivas que el mundo haya visto en el siglo XXI, quizás la más. Más de 1,300 millones de personas se verán potencialmente privadas de la capacidad de usar efectivo físico para preservar su privacidad mientras tienen que anclar su sustento económico a una aplicación granular controlada por el gobierno con un nuevo conjunto de poderes imposibles con efectivo. (forbes.com)

La billetera utilizada para acceder a los fondos tendría que estar autorizada por el Banco Popular de China, muy lejos del espíritu de código abierto que impulsa a los desarrolladores de criptomonedas a transmitir abiertamente su código para auditorías públicas y escrutinio, y para una comunidad de constructores donde cualquiera puede construir o contribuir al consenso global de la red de criptomonedas.

Estados Unidos, por el contrario, está teniendo problemas incluso para concluir su exploración de varios años sobre la posibilidad de un dólar electrónico. De hecho, un próximo documento de la Reserva Federal (Fed) sobre una posible moneda digital de EE. UU. no tomará una posición sobre si el banco central de los Estados Unidos creará, o incluso si debería de crearla.

Una vez líder mundial en pagos digitales e innovación tecnológica, Estados Unidos está siendo superado por su principal adversario global, así como por gran parte del mundo industrializado y en desarrollo.

Las Bahamas anunciaron recientemente la integración de su Sand Dollar en una bolsa de valores, mientras que Australia, Malasia, Singapur y Sudáfrica están avanzando con el primer programa mundial de cambio de moneda digital transfronterizo de un banco central, liderado por el Banco de Pagos Internacionales (BIS), que es conocido como el banco central de los bancos centrales.

Tales desarrollos han sido algo eclipsados ​​por la reciente decisión de El Salvador de hacer de bitcoin (BTC) una moneda legalmente aceptada, que pocos esperan que tenga un impacto significativo en el espacio de pago. Pero fuera del espacio de las criptomonedas, las naciones de todo el mundo están logrando avances significativos en el desarrollo del futuro digital del dinero, con el apoyo de los gobiernos y el respaldo de poderosos bancos centrales.

El liderazgo en este espacio tendrá implicaciones para algo más que los pagos: las ambiciones geopolíticas, el crecimiento económico, la inclusión financiera y la naturaleza misma del dinero podrían ser dictadas por quién lidere el cargo y el cómo.

Las monedas digitales son la próxima ola en la «evolución de la naturaleza del dinero en la economía digital», dijo a TIME Hyun Song Shin, asesor económico y codirector del Departamento Monetario y Económico del Banco de Pagos Internacionales. (time.com)

A medida que una mayor parte de nuestro mundo migra de las instalaciones físicas a las inalámbricas y basadas en la nube, la forma en que pagamos también está cambiando. La moneda digital de un banco central funcionaría igual que el efectivo, pero en lugar de tener que llevarla en una billetera física o ponerla en una cuenta bancaria, se almacenaría y accedería digitalmente. La moneda digital respaldada por Estados Unidos no solo podría facilitar la banca moderna y más fácil, sino que podría resultar vital para proteger la influencia internacional estadounidense.

La digitalización del yuan no acaba ahí, parece que China tiene planes aún mayores para su moneda digital. El medio estatal chino -también conocido como CGTN- promueve la internacionalización de la moneda china. CGTN explica que China puede estar impulsando el yuan digital para que compita con el dólar estadounidense como una moneda para el comercio internacional.

Al parecer la carrera por ser la principal moneda para el comercio mundial se encontraría entre el yuan digital y el bitcoin, ambas monedas digitales, la primera centralizada y la segunda todo lo contrario, un proyecto de finanzas tecnológicas que pretende arrancar el control del dinero a los bancos centrales e instituciones privadas para regresar ese poder a sus tenedores y usuarios.

Bitcoin podría ser el inicio de una “transformación masiva” en la corriente principal de las finanzas, según un informe de Citi. Incluso podría convertirse en la moneda del comercio mundial.

Los analistas de Citi especularon que un aumento en otros productos similares a Bitcoins, como las “monedas estables” privadas (stablecoins) y las monedas digitales del banco central, agregaría legitimidad al mundo de las criptomonedas. Esto generaría al mismo tiempo que dichas tecnologías fueran más fáciles de usar y más integradas en las economías.

En este escenario, Bitcoin puede estar en una posición óptima para convertirse en la moneda preferida para el comercio mundial”, dijo un equipo de analistas de Citi liderado por Sandy Kaul, jefe global de servicios de asesoría comercial del banco, en el informe.

Es inmune a la política fiscal y monetaria, evita la necesidad de transacciones de divisas (FX) transfronterizas, permite pagos casi instantáneos y elimina las preocupaciones sobre incumplimientos o cancelaciones. Las monedas deben estar en la billetera del pagador antes de que la transacción sea iniciada”, agregó. (businessinsider.mx)

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MUNDO

Nominar a Trump, la devaluación del Premio Nobel de la Paz

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Los Juegos del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac //

¿Hay similitudes entre Donald Trump, la Madre Teresa y Nelson Mandela?

La pregunta, lanzada con sarcasmo por un colega, apuntaba a la reciente nominación de Trump al Premio Nobel de la Paz. La respuesta: Trump podría unirse a este selecto grupo.

La idea me dejó atónito. ¿Ha caído tan bajo la credibilidad de este galardón como para premiar a un líder cuya retórica se nutre de confrontación, cuya política persigue a migrantes y carece de un ápice de humanismo?

Hoy martes este debate resuena mientras el mundo observa el conflicto Israel-Irán, donde la autoproclamación de Trump como nominado expone las tensiones geopolíticas y mediáticas.

La nominación, promovida por congresistas republicanos como Buddy Carter y respaldada por Pakistán, parece más un ejercicio de autopromoción que un reconocimiento genuino.

En redes sociales, como X, las reacciones son polarizadas: partidarios de Trump celebran el “logro” con hashtags como #TrumpForPeace, mientras críticos lo tildan de “cínico” y “absurdo”, citando su historial belicista.

Trump prometió evitar “guerras eternas” tras su victoria en 2024, pero autorizó ataques a instalaciones nucleares iraníes el pasado sábado, usando B-2 y misiles Tomahawk. Este acto contradice su discurso, y el supuesto “acuerdo de alto el fuego” con Irán, presentado como mérito, ya muestra fisuras, según posts en X que reportan nuevos enfrentamientos.

La nominación parece un intento de blanquear su imagen tras decisiones controvertidas.

El Nobel de la Paz, históricamente un bastión de humanitarismo, ha perdido brillo. La entrega a Barack Obama en 2009, sin resultados concretos en paz, marcó un precedente de devaluación. Nominar a Trump, conocido por su retórica agresiva y políticas antiinmigrantes, refuerza la idea de que el premio se ha convertido en una herramienta de legitimación política. En X, usuarios ironizan: “¿El Nobel para Trump? ¡Solo falta nominar a Kim Jong-un por sus sonrisas!”.

Esta percepción se agrava por el contexto: el ataque a Irán, justificado por la supuesta inminencia de una bomba nuclear, evoca el engaño de Irak en 2003 bajo Bush, cuestionando la transparencia de EEUU.

Los méritos alegados incluyen el “acuerdo de alto el fuego” y su giro diplomático con Corea del Norte en 2018-2019, aunque este último colapsó. Sin embargo, su intervención en Irán, alineada con Israel, sugiere una agenda de poder más que de paz. En redes, analistas como

@GeoPoliticaMX destaca que la nominación coincide con la presión de Trump para reafirmar la hegemonía estadounidense ante China y Rusia, aliados cautelosos de Irán.

La posibilidad de que Donald Trump reciba el Premio Nobel de la Paz, pese a su retórica de combate y confrontación, plantea un dilema ético y simbólico que erosiona la esencia del galardón. Este escenario no solo reflejaría una devaluación histórica del premio, sino que legitimaría una narrativa donde el poder y la autopromoción prevalecen sobre los principios humanitarios que han definido a figuras como Mandela o la Madre Teresa.

Si el Nobel cae en manos de un líder cuya trayectoria contradice la paz, el desafío será redescubrir su propósito original, promoviendo un diálogo global que priorice la humanidad sobre la hegemonía. Solo así se podrá contrarrestar la ironía de un mundo al revés, donde la confrontación se corona como virtud.

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MUNDO

Sensacionalismo mediático: Alimentando el miedo a una Tercera Guerra Mundial

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Los Juegos del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac //

El sábado pasado, el mundo despertó con la noticia de que Estados Unidos bombardeó instalaciones nucleares cerca de Teherán, utilizando bombarderos furtivos B-2, bombas antibúnker GBU-57 y misiles Tomahawk lanzados desde submarinos y destructores.

Este ataque a tres puntos estratégicos intensificó la tensión global en un contexto ya marcado por la incertidumbre del gobierno de Donald Trump. Sus políticas, desde aranceles arbitrarios hasta conflictos comerciales con aliados como México y Canadá, han generado inestabilidad, amplificada por medios sensacionalistas que, a través de redes sociales, alimentan el miedo a una tercera guerra mundial entre audiencias influenciables.

El conflicto comenzó con ataques israelíes contra Irán, basados en la supuesta inminencia de una bomba nuclear iraní. Irán respondió impactando misiles en el complejo militar Kirya en Tel Aviv, exponiendo la vulnerabilidad del sistema defensivo israelí, incluida su Cúpula de Hierro.

Trump, alineándose con Israel, decidió intervenir sin pruebas claras que justifiquen la acción, evocando el precedente de George W. Bush, quien en 2003 invadió Irak con falsas acusaciones sobre armas de destrucción masiva. Esta repetición de tácticas imperiales para preservar la hegemonía estadounidense genera escepticismo global. ¿Quién confía en Trump, cuya facilidad para distorsionar la verdad es bien conocida?

Tras ganar las elecciones en noviembre de 2024, Trump prometió evitar “guerras eternas”, pero su retórica belicosa, incluyendo amenazas contra el líder supremo iraní Ali Khamenei, contradice esa postura. Su decisión arriesga un conflicto de consecuencias impredecibles, especialmente si Irán contraataca bases estadounidenses en la región.

Los medios sensacionalistas, amplificados por plataformas digitales, convierten esta crisis en un espectáculo de paranoia, presentando el conflicto como el preludio de una guerra global. Sin embargo, un análisis racional sugiere que las condiciones para una escalada de esa magnitud son limitadas, particularmente por la postura de China y Rusia, aliados históricos de Irán.

CHINA: CAUTELA ESTRATÉGICA
China ha optado por posicionarse como mediador, proyectando una imagen de actor responsable en la escena global. Los aviones chinos detectados rumbo a Irán probablemente buscaban evacuar personal, no brindar apoyo militar. Una guerra prolongada elevaría los precios del petróleo, afectando la economía china, que depende de la estabilidad energética.

Pekín podría recurrir a presión diplomática o sanciones económicas contra Estados Unidos, pero una intervención militar es improbable, dado el riesgo de desestabilizar sus relaciones con Occidente. Los medios sensacionalistas, sin embargo, exageran el rol de China, generando temor infundado entre quienes consumen titulares alarmistas sin cuestionarlos.

RUSIA: OPORTUNISMO LIMITADO
Rusia, enfrascada en su conflicto con Ucrania, ve en la crisis una oportunidad para distraer a EEUU y debilitar su apoyo a Kiev. Sin embargo, su respaldo a Irán ha sido mínimo, sin evidencia de asistencia militar directa. Moscú podría negociar beneficios, como alivio en sanciones por Ucrania, a cambio de mantenerse al margen. Aunque podría ofrecer inteligencia o logística a Irán si el conflicto escala, una intervención activa es poco probable.

Los titulares que predicen una coalición Rusia-Irán son exageraciones mediáticas que alimentan la paranoia de una guerra global, ignorando los cálculos estratégicos de Moscú.

FACTORES QUE LIMITAN LA ESCALADA
Irán ha advertido que la intervención de EE. UU. podría desencadenar una “guerra total”, pero su capacidad militar está mermada tras los ataques israelíes a sus defensas aéreas y sitios nucleares. China y Rusia priorizan su estabilidad interna y económica, evitando un enfrentamiento directo con EE. UU. e Israel. Ambos países podrían buscar influencia mediante soluciones diplomáticas, no militares. Los medios sensacionalistas, sin embargo, capitalizan el miedo, magnificando la amenaza y omitiendo el contexto geopolítico que desinfla la narrativa de una guerra mundial inminente.

IMPLICACIONES PARA MÉXICO
Para México, el conflicto tiene repercusiones económicas y políticas significativas. Un aumento en los precios del petróleo por la guerra beneficiaría temporalmente a Pemex, pero elevaría los costos de combustibles, impactando la inflación y el bienestar de los mexicanos. Además, la presión de EEUU para alinear a México en su agenda podría complicar la política de no intervención del país, un principio histórico de su diplomacia.

La intervención de Estados Unidos en Irán es un movimiento arriesgado de Trump para reafirmar la hegemonía estadounidense, sin evidencia sólida que lo respalde. Los medios sensacionalistas, amplificados por redes sociales, convierten esta crisis en un espectáculo de miedo, exagerando las probabilidades de una tercera guerra mundial y generando paranoia entre audiencias poco críticas.

China y Rusia, con posturas cautelosas, difícilmente escalarán militarmente, optando por maniobras diplomáticas para proteger sus intereses. En México, el conflicto amenaza con impactos económicos y diplomáticos, lo que exige un periodismo responsable que desmantele el alarmismo y fomente un análisis racional.

La ciudadanía merece información veraz, no narrativas que lucren con el temor.

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NACIONALES

Los juzgadores: Ley, justicia y pluralidad con democracia

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Por Pedro Vargas Ávalos //

A partir del cercano uno de septiembre, el Poder Judicial mexicano se renovará, a pesar de las oposiciones, las oligarquías privilegiadas, la mayoría de sus comentócratas y medios tradicionales, es decir, tope en lo que tope. Tendremos pues, juzgadores emergidos del voto popular y no de cúpulas de predominio.

Los enjuiciadores que integren el innovado ramo jurisdiccional (en Jalisco seguiremos en espera, pues nuestros legisladores -y quizás el ejecutivo- no tienen prisa y al parecer ni simpatías para remozar nuestro aparato judicial) tendrán como norte aplicar la ley, siempre procurando imponer la justicia, lo cual les será fundamental porque simbolizan la pluralidad nacional y surgen de la voluntad popular, o sea , de la democracia, lo cual se ajusta a lo que ordena el artículo 39 de la Constitución: Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste.

Ministros, magistrados y jueces siempre deben sujetarse, en el ejercicio de sus funciones, a la ley o más ampliamente al Derecho, pues aquella es el mandamiento obligatorio escrito (por lo que si no se cumple es sancionable) expedido por la autoridad competente, en tanto que este -el Derecho- implica el conjunto de normas y principios que regulan la convivencia de las personas, con el fin de que imperen la justicia -saber separar lo justo de lo injusto y que se otorgue a cada quien lo que legal y razonablemente le corresponde- y el orden con armonía social.

El aparato judicial, por tradición, siempre se integró con matices clasistas; de hecho, no encontrábamos en el cuadro de juzgadores, representantes de los pueblos originarios, y solo en exiguo porcentaje miembros del ámbito social más pobre o carentes de apoyos poderosos. En consecuencia, la carrera judicial no cumplía sus objetivos, debido a que ordinariamente se alteraba por influencia de los factores hegemónicos. Todo lo anterior es contrario a la pluralidad de la sociedad mexicana y al mandato constitucional que se funda indiscutiblemente en la soberanía nacional que reside en el pueblo.

Consecuente con lo antedicho, son los juzgadores resultantes de la reforma judicial que ahora es parte de la suprema ley de la república. Y si tales funcionarios no se ciñen al sentido de ley, derecho y justicia, para bien de la población, ahora habrá el Tribunal de Disciplina Judicial. Sobre el tema, declaró Celia Maya García, virtual presidenta de ese organismo: “se busca crear un nuevo sistema de justicia con juzgadores preparados, pero también con sensibilidad social y que sea cercana a la gente.” Agregando que, nunca serán persecutoras, pero eso sí: “El Tribunal de Disciplina Judicial, la única misión que tiene es que la justicia se imparta conforme a lo que dice la Constitución.

Entonces todo eso que ocurría antes de que había desviaciones, y siempre que te desvías de la ley implica una corrupción, pues que si eso se da se pare a tiempo, no se deje correr, no exista. Que se den resoluciones rápidas cuando haya quejas en este sentido para que no se hable de impunidad”. (El Universal, 16/06/2025).

Por lo que ve a la pluralidad étnica de México, esta se reflejará en la Suprema Corte de Justicia luego de la histórica elección del uno de junio pasado, pues quien obtuvo la mayoría de los votos y que por ende será quien presida al más alto tribunal de la nación, es el jurisconsulto de raza mixteca Hugo Aguilar Ortiz; esto además de que fueron electos varios juzgadores de ascendencia indígena en varias entidades federativas.

El citado Aguilar Ortiz, se describe: “soy indígena mixteco del estado de Oaxaca, he dedicado mis conocimientos, ejercicio profesional y experiencia en la promoción y defensa de los derechos indígenas en los últimos 30 años, en los que, en conjunto con otros abogados, hemos sistematizado la realidad y aspiraciones de los pueblos, las hemos transformado en conceptos jurídicos que recientemente fueron incorporados en el artículo 2º de la Constitución Federal”. (Diario Red, 9/05/25).

El senador Antonino Morales Toledo, también de origen autóctono (zapoteco) declaró complacido: “Más de siglo y medio después, un hijo de los pueblos originarios, esta vez de raíz mixteca, asume la más alta responsabilidad del Poder Judicial. Su elección representa un paso firme hacia una justicia más incluyente, cercana al pueblo y con rostro indígena”. En cuanto a su actuación, indicó Aguilar Ortiz, en una entrevista, que él no había llegado con transacciones con alguna agrupación, sindicato, poder político, etcétera, enfatizando: “llego con los votos que la ciudadanía depositó el 1 de junio; no tengo más que compromiso con ellos, con la Constitución, con el marco jurídico, con garantizar certeza para todos, porque este para mí es el objetivo central.” (Público, 2025-06-18).

El experimentado letrado agregó, en el encuentro predicho, que estaba consciente del lugar al que llegaría, y del “reto que tenemos, las dificultades que ha tenido la Corte, por decirlo de manera suave, en los últimos años” así como de la condición que tienen grandes sectores de la ciudadanía en relación a la justicia.

Al respecto expuso: «Hay un sector de la población que cuenta con los recursos suficientes para contratar un abogado calificado y ellos seguirán llegando a la Corte y se les va a administrar justicia siempre que tengan la razón, pero también hay otro sector que no tiene esas condiciones; y para los cuales el sistema de justicia no ha existido, por lo que vamos a equilibrar ahora la condición de estos sectores sociales tradicionalmente excluidos para que accedan a la justicia». Seguidamente enfatizó que defendería la división de poderes, pero invariablemente atendiendo el bien de la República.

Finalmente precisó que será el enlace entre a los nueve ministros para “que tomemos decisiones trascendentes”; el objetivo es “darle un nuevo enfoque y visión a ese órgano y al sistema de justicia del país.” En cuanto al padrón que encontrará en la SCJ, dejó claro que “reconocerán la experiencia del personal que actualmente labora en la Corte y advirtió que a quien se detecte haciendo cosas indebidas, se dará vista al Tribunal de Disciplina Judicial… y tendrá que dejar el espacio, pero quien contribuya a encontrar una justicia real, verdadera, que realmente sirva a la nación, será bienvenido».

No dejaron de haber expresiones racistas sobre el virtual guía de la SCJ, (incluyendo temas anodinos como el uso de la toga) pero contra esas críticas, la presidenta Claudia Sheinbaum lo encomió:” Me da mucho gusto que el próximo Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación sea un indígena mixteco de Oaxaca, muy buen abogado, muy buen abogado; tengo el privilegio de conocerlo” y adicionó su comentario al asegurar que domina no solamente “temas relacionados con los pueblos originarios, sino en general, tiene un amplio conocimiento; es un hombre modesto, sencillo,…con una enorme inteligencia y sensibilidad social, entonces nos da mucho gusto” que sea quien presida la Corte. (Mañanera del pueblo, 04/06/2025).

Y junto a la mandataria de la patria, nosotros y millones de connacionales, nos congratulamos de la renovación democrática del Poder Judicial, lo cual anuncia una etapa en la cual, la justicia por fin estará cerca del pueblo, y será básica para edificar un genuino estado de derecho.

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