MUNDO
El impacto del confinamiento social: Avance del e-commerce, adiós a grandes centros comerciales

Economía Global, por Alberto Gómez R. //
La economía digital sigue avanzando y, al tiempo que se continúa conformando el contexto para el Gran Reseteo económico global, los modelos de negocio se transforman y otros desaparecen. Tal es el caso de los enormes centros comerciales (shopping malls) específicamente en Estados Unidos, donde se concentra la mayor cantidad de espacios comerciales de todo el mundo, con 2.2m2 por habitante; comparativamente, en China son 0.37m2 por persona –una sexta parte que EE.UU.- que ahora tiene en su territorio algunos de los más grandes centros comerciales a nivel mundial.
La desaparición de los centros comerciales estadounidenses -en serios problemas financieros a la par del crecimiento del e-commerce- se ha desarrollado durante décadas.
Pero después de años de especulación sobre cuál podría ser la causa última de su ruina, y cuándo, parece que la pandemia del coronavirus de 2020 parece marcar el punto de no retorno para cientos de centros comerciales en los EE.UU.
Esto se debe a que debido al confinamiento social, restricciones de proximidad y cierre de tiendas físicas durante muchos meses debido a la pandemia, obligaron a los consumidores a aprender a comprar más de las cosas que les gustan, quieren y necesitan en línea, luego de que se ordenaron estrictas restricciones de distanciamiento social para ayudar a detener una marea de casos crecientes de COVID-19.
Los propietarios de centros comerciales ya estaban lidiando con la caída de los alquileres minoristas y la migración de más compradores estadounidenses a las compras en línea mucho antes de la pandemia, que en la primera mitad de 2020 ayudó a acelerar la bancarrota de minoristas de Estados Unidos cuando los cierres de tiendas alcanzaron un récord: más de 8,700 tiendas de grandes cadenas minoristas cerraron durante 2020, entre estas: Stein Mart, Men’s Wearhouse, Lord & Taylor, Microsoft, GNC, JCPenney, Victoria’s Secret, Nordstrom, Sears, Ascena Retail Group (AnnTaylor, LOFT, Lou & Grey, Lane Bryant, Justice, Catherines), Pier 1 Imports, Forever 21, GAP (casi 400 tiendas cerradas), Macy’s, Bed, Bath & Beyond; Express, Neiman Marcus, The Frye; Walmart; y otras muchas.
El espacio vacante es difícil de llenar durante la peor crisis de salud mundial en un siglo, lo que ejerce una presión a la baja sobre los alquileres cobrados y podría significar el fin de aproximadamente el 30-35% de los centros comerciales de EE. UU., Según un equipo de analistas de Morgan Stanley dirigido por Richard Hill, jefe de investigación de bienes raíces comerciales de EE. UU.
Los alquileres de los centros comerciales ya cayeron un 42% estimado este año desde su pico de 2007 de $278 dólares por pie cuadrado según el área bruta alquilable, mientras que el comercio electrónico representó una participación del 44% de las ventas de tiendas en centros comerciales en 2020, contra solo el 8% en 2010, según el equipo.
Para 2021 anticipan una recuperación en los alquileres de los centros comerciales a aproximadamente el 24% de sus máximos históricos de 2007, pero no lo suficiente para evitar el cierre de más centros comerciales. (marketwatch.com)
En los últimos años, el comercio electrónico se ha convertido en una parte indispensable del marco minorista global. Como muchas otras industrias, el panorama minorista ha experimentado una transformación sustancial tras la llegada de internet y, gracias a la digitalización en la vida cotidiana moderna, los consumidores de prácticamente todos los países ahora se benefician de las ventajas de las transacciones en línea. A medida que el acceso y la adopción de internet aumentan rápidamente en todo el mundo, el número de compradores digitales sigue aumentando cada año. En 2020, más de dos mil millones de personas compraron bienes o servicios en línea, y durante el mismo año, las ventas minoristas electrónicas superaron los 4.2 billones de dólares estadounidenses en todo el mundo.
Los usuarios de Internet pueden elegir entre varias plataformas en línea para buscar, comparar y comprar los artículos o servicios que necesitan. Si bien algunos sitios web se dirigen específicamente a clientes B2B (empresa a empresa), a los consumidores individuales también se les presenta una gran cantidad de posibilidades digitales. A partir de 2020, los mercados en línea representan la mayor parte de las compras en línea en todo el mundo. A la cabeza de la clasificación mundial de sitios web minoristas en línea en términos de tráfico se encuentra Amazon: el gigante del comercio electrónico con sede en Seattle (EE.UU.) que ofrece comercio electrónico, servicios informáticos, electrónica de consumo y contenido digital registró más de 5.200 millones de visitantes únicos en junio de 2020, y tan sólo en el cuarto trimestre alcanzó ventas por más de 100 mil millones de dólares. Gran parte de su éxito es debido al estratégico manejo de la información que poseen de los consumidores (data), y a la inversión permanente en tecnología y la mejora continua en su cadena de suministro (logística).
En términos del Valor Bruto de la Mercancía (GMV), sin embargo, Amazon ocupa el tercer lugar detrás de los competidores chinos Taobao y Tmall. Ambas plataformas son operadas por Alibaba Group, el principal proveedor de comercio en línea en Asia.
En 2020, el valor de las ventas minoristas de comercio electrónico en China ascendió a alrededor de 2.3 billones de dólares estadounidenses, frente a los 1.8 billones del año anterior. Se pronosticó que esta cantidad alcanzaría los 3.57 billones de dólares estadounidenses en 2024. Las proyecciones para 2021 son que al menos el 50% de las compras hechas en China se harán en línea. Tan sólo tres grandes empresas de ventas en línea (Alibaba, JD.com, y Pinduoduo) tienen casi el 80% del mercado.
La mayoría de los principales minoristas en línea ya se están preparando para el siguiente paso en las transacciones comerciales: la compra con criptomonedas como el Bitcoin (BTC). PayPal, una de las mayores compañías de pago por Internet del mundo ya acepta pagos hechos con Bitcoin y otras criptomonedas; de la misma manera, Visa y Mastercard aceptan ya pagos con BTC, con lo que se continúa fortaleciendo el ecosistema de las Finanzas Descentralizadas (DeFi); esto una de las razones por las que el Bitcoin ha alcanzado un nuevo histórico de precio: $64,600 dólares.
Al parecer las predicciones hechas por expertos comienzan a cumplirse, ya que algunas de ellas, las más conservadoras, dicen que el precio de la criptomoneda madre, el Bitcoin, alcanzará en 2021 un precio de al menos $100 mil dólares por unidad.
MUNDO
Rechaza ser deportado Hernán Bermúdez Requena de Paraguay

– Por Francisco Junco
Hernán Bermúdez Requena, el ex secretario de Seguridad Pública, nombrado por el entonces Gobernador de Tabasco, Adán Augusto López, ahora senador de la República, rechazó ser extraditado a México.
Durante la audiencia inicial, donde un juez dictó prisión preventiva, se le ofreció la extradición voluntaria, pero Bermúdez Requena, presunto líder del cartel de “La Barredora”, no aceptó.
Ahora se iniciará un proceso ordinario, que podría tardar hasta 60 días, en tanto, Bermúdez Requena, continuará bajo la custodia de la Secretaría Nacional Antidrogas de Paraguay.
En tanto, en México se informó que la Fiscalía General de la República ya presentó la solicitud de extradición contra Hernán Bermúdez Requena al gobierno guaraní.
“El Abuelo” o “El Comandante H”, como se le conoce al exfuncionario del gobierno del morenista Adán Augusto López en Tabasco, e identificado como el presunto líder del Cártel de “La Barredora”, fue detenido la madrugada del sábado, en Paraguay, en una residencia ubicada en la zona exclusiva de Marino Roque Alonso, donde permanecía escondido.
Este fin de semana, el presidente Santiago Peña, dio a conocer, en un pequeño video de 45 segundos, cómo fue el arresto de Bermúdez Requena.
En las imágenes, primero se ven aspectos de la residencia, se ve cómo las fuerzas especiales, revisaron la finca y derribaron la puerta, suben una escalera y someten a ex secretario de seguridad, lo encañonaron y lo tiraron al suelo, donde lo tenían sometido, bocabajo y un elemento le pone un pie en la espalda.
Después, el presunto líder de La Barredora, quien cuenta con una ficha roja activa de la Interpol, aparece sentado en un sillón con ropa deportiva, pelo más largo y canoso, barba larga.
Cuenta con una orden de captura en México por asociación delictuosa, extorsión y secuestro exprés.
En el video, se muestra que en la residencia, donde permanecía escondido, había fajos de dólares y guaraníes, moneda uruguaya, así como joyas, tarjetas bancarias, identificaciones y una camioneta de alta gama.
Manuel Doltane, titular de Asuntos Internacionales de la Fiscalía de Paraguay, reveló que Bermúdez, entró de manera ilegal al país.
Y es que en febrero de este año, después de hacer pública la orden de aprehensión en su contra, el ex funcionario estatal huyó del país.
De acuerdo con las autoridades, viajó primero a Panamá, después a España, más tarde a Brasil, para terminar en Paraguay.
En medios locales del país sudamericano, como el diario ABC, informaron que la detención del ex funcionario de Adán Augusto López, se logró, gracias a que en el mes de julio se detuvo a Gerardo Bermúdez Arreola, sobrino del presunto líder de “La Barredora”.
CARTÓN POLÍTICO
Edición 807: Magistrada Fanny Jiménez revoca rechazo de pruebas y defiende Bosque de Los Colomos
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LAS NOTICIAS PRINCIPALES:
Crónica de una semana tensa en la UdeG: La rebelión estudiantil que desafía a la FEU
MUNDO
Tolerancia en tiempos de algoritmos

– Opinión, por Miguel Anaya
¿Qué significa ser conservador en 2025? La etiqueta, lejos de significar a una persona o grupo de ellas, aglutinadas en torno a la Biblia o valores cristianos, se ha vuelto un acto de rebeldía. El conservadurismo pareciera significar a una nueva minoría (o una mayoría silenciosa) que enfrenta un prejuicio constante en redes sociales.
En sociedades donde la corrección política dicta el guion, ser conservador implica defender valores tradicionales —para algunos valores anacrónicos— en medio de un mar de redefiniciones. La sociedad dio un giro de 180 grados en tan solo 20 años y aquellos que señalaban hace dos décadas, hoy son señalados.
¿Y ser liberal? El liberalismo que alguna vez defendió la libertad frente al Estado hoy se ha transformado en progresismo militante: proclamar diversidad, reivindicar minorías, expandir derechos. Noble causa, sin duda.
El problema comienza cuando esa nobleza se convierte en absolutismo y se traduce en expulsar, callar o cancelar a quien no repite las consignas del día. El liberal de hoy se proclama abierto, pero con frecuencia cierra la puerta al que discrepa. Preocupante.
He aquí la contradicción más notable de nuestro tiempo: vivimos en sociedades que presumen de “abiertas”, pero que a menudo resultan cerradas a todo lo que incomoda. Lo que antes era normal hoy puede costar reputación, trabajo o, en casos extremos, la vida. Hemos reemplazado la pluralidad por trincheras y el desacuerdo por el linchamiento mediático (“funar” para la generación Z).
La polarización actual funciona como un espejo roto: cada bando mira su fragmento y cree que posee toda la verdad. Los conservadores se refugian en la nostalgia de un mundo que quizá nunca existió, mientras que los liberales se instalan en la fantasía de que el futuro puede aceptar todo, sin limitantes.
Ambos lados olvidan lo esencial: que quien piensa distinto no es un enemigo para destruir, sino un ciudadano con derecho a opinar, a discernir y, por qué no, a equivocarse humanamente.
La violencia y la polarización que vivimos, no son fenómenos espontáneos. Son herramientas. Benefician a ciertas cúpulas que viven de dividir, a las plataformas digitales que lucran con cada insulto convertido en tema del momento.
El odio es rentable; la empatía, en cambio, apenas genera clics. Por eso, mientras unos gritan que Occidente se derrumba por culpa de la “ideología woke”, otros insisten en que el verdadero peligro son los “fascistas del siglo XXI”. Y en el ruido de esas etiquetas, el diálogo desaparece.
Lo más preocupante es que ambos discursos se han vuelto autorreferenciales, encerrados en su propia lógica. El conservador que clama por libertad de expresión se indigna si un artista satiriza sus valores; el liberal que defiende la diversidad se escandaliza si alguien cuestiona sus banderas.
Todos piden tolerancia, pero solo para lo propio. Lo vemos en el Senado, en el país vecino, tras el triste homicidio de Charlie Kirk y hasta en los hechos recientes en la Universidad de Guadalajara.
En buena medida, este mal viene precedido de la herramienta tecnológica que elimina todo el contenido que no nos gusta para darnos a consumir, solo aquello con lo que coincidimos: EL ALGORITMO.
El algoritmo nos muestra un mundo que coincide totalmente con nuestra manera de pensar, de vivir, de vestir, nos lleva a encontrarnos únicamente con el que se nos parece, creando micromundos de verdades absolutas, haciendo parecer al que piensa un poco distinto como ajeno, loco e incluso peligroso. Algo que debe ser callado o eliminado.
Occidente, en 2025, parece olvidar que lo que lo hizo fuerte no fue la homogeneidad, sino la tensión creativa y los equilibrios entre sus diferencias. Quizá el desafío es rescatar el principio básico de que la idea del otro no merece la bala como respuesta.
Solo la palabra, incluso aquella que incomoda, puede mantener vivo un debate que, aunque imperfecto, sigue siendo el único antídoto contra el silencio y la complicidad impuestos por el miedo o la ignorancia.