CULTURA
El malinchismo no podía faltar: Los entrenadores mexicanos superan a los extranjeros
Futbol, por Esteban Trelles Meza //
México continúa como país de conquista para empresas extranjeras diversas desde petroleras, eléctricas, mineras, bancos, desarrollos inmobiliarios, hoteles etc., destacando las españolas con miles a lo largo del territorio nacional.
El malinchismo existe incluso en lo político. Importamos al austriaco Maximiliano con todo y su Carlota para dirigir los destinos de este país viviendo en el Castillo de Chapultepec, con todo el lujo y privilegio de la época en su estirpe monárquica.
En el futbol sucede enteramente lo mismo desde siempre, donde incluso competían en la “Liga Mayor”, arrasando los campeonatos mexicanos con el España y Asturias, a grado tal de suscitarse tremendas broncas en el “respetable” en tribunas, donde un Presidente de la República prohibió el exagerado número de extranjeros en los equipos, que astutamente los federativos se las ingeniaron para suscribir ese decreto en la capital del país, cuando la esencia y espíritu de competencia era para todos los equipos y regiones, que por cierto está vigente más no en la práctica, donde existen 10 extranjeros por equipo registrados jugando en cancha solo 8, dando como resultado que la selección nacional no tenga identidad y estilo propio por las pocas oportunidades de mostrarse.
La idiosincrasia e identidad del jugador mexicano se basa en la inteligencia, picardía, astucia y talento, entre otras condiciones, pero principalmente la disponibilidad y disciplina para llevar a cabo la estrategia adecuada y el orden táctico impuesta por los entrenadores, principalmente extranjeros con voluntad, atingencia y entrega absoluta.
Comúnmente la inmensa mayoría de directores técnicos (entrenadores) se iniciaron como futbolistas profesionales que al término de su ciclo activo abrazan la carrera de director técnico donde la FEMEXFUT aprovecha para obligarlos “a capacitarse profesionalmente”, a realizar el curso de entrenador que por supuesto tiene un costo económico, donde no propiamente los conocimientos se adquieren en ese referido requisito que es solamente recaudatorio sin proyectar absolutamente a nadie de manera relevante, el triunfo o el fracaso en sus carreras como entrenadores son netamente personalizadas, donde insistimos, tiene ventaja la experiencia propia como futbolistas, que definitivamente es un plus que no lo tiene otro individuo en esas características.
Nombres exitosos abundan refiriéndonos en este caso a los forjadores y hacedores no solamente de un estilo de juego sino en desarrollo de sus cualidades y condiciones naturales del futbolista mexicano, con la dupla exitosa de Diego Mercado y Alfonso Portugal quienes forjaron una camada de jugadores sobresalientes en un proceso de varios años, que al inicio de los 70’s llevaron a juegos olímpicos a generaciones importantes de un trabajo profesional amateur con giras y torneos en España e Italia, con un fogueo de partidos internacionales al por mayor, recordamos a los olímpicos de Múnich, Alemania 1972 el guardameta Horacio Sánchez (hermano de Hugo), con los Álvarez, Trejo, Rico, Manzo, Blanco, Hernández, Cuellar entre otros, sin olvidarnos de los tapatíos Enrique Martin del Campo, “El Botas” Márquez, Paco “Durito” Barba, David “Zacone” Regalado, Alejandro Peña, posteriormente aparecieron en Montreal Canadá 1976 los Gabriel Márquez, Eduardo Rergis, Bardomiano Viveros, López Malo, Mario Carrillo, Rafael Toribio, José Caballero, Ernesto de la Rosa, Guillermo Cosió y el tridente espectacular Héctor Tapia, el goleador Víctor Rangel y el mejor de todos los tiempos, Hugo Sánchez.
Años después aparecen Jesús “Chucho” Ramírez, campeón mundial juvenil sub-17, Raúl “El Potro” Gutiérrez, hacedores y forjadores en amateur y en Jalisco José Luis Real y Efraín Flores, como los mejores en fuerzas básicas, incluso “El Güero” Real tiene record de inicio de campeonato invicto en Liga y una final sudamericana con “Chivas” 2010 que entre paréntesis el finado Jorge Vergara renunció al Estadio Jalisco para adornarse con su estadio nuevo de pasto sintético, perdiendo lo “canchero” del Jalisco por la “vistosidad” del nuevo inmueble.
Destacamos a los entrenadores mundialistas Ignacio Trelles, Raúl Cárdenas, José Antonio Roca, Mejía Barón, Manuel Lapuente, Javier “El Vasco” Aguirre, Miguel “El Piojo” Herrera, sin olvidarnos de los campeones de Liga, Enrique “El Ojitos” Meza, Mario Carrillo, Víctor Manuel Vucetich, José Manuel ”Chepo” de la Torre, Fernando Quirarte, Alfredo Tena, Hugo Sánchez (el único bicampeón mexicano de torneos cortos), Alberto Guerra, Guillermo Vázquez, Benjamín Galindo, Luis Fernando Tena, Ignacio Ambriz, entre otros.
Extranjeros campeones, tenemos a Carlos Reynoso, chileno; Miguel Ángel “El Zurdo” López, argentino; Robert Dante Ziboldi, uruguayo; Antonio “Turco” Mohamed, argentino; Roberto Matosas, uruguayo; Pedro Caixinha, portugués; Ricardo “tuca” Ferreti, brasileño; Juan Reynoso, peruano; Diego Cocca, argentino, de los últimos tiempos.
El caso de Ricardo La Volpe engreído, prepotente, majadero, es muy peculiar con un solo campeonato de liga en más de 30 años en México, mundialista con la selección nacional que fracasó rotundamente con equipos importantes, América y Guadalajara y Boca Juniors en Argentina que, con solo un punto se coronaba faltando tres fechas y perdió todos, varios comentaristas lo tienen como Dios (José Ramón Fernández y Cía.) un personaje como diría el cantautor Ricardo Arjona, es más verbo que sustantivo, imitado por un mexicano que ni a las “canicas” jugó Michel Leaño, que como entrenador es excelente publirrelacionista (verbo).
“Petardos”, de entrenadores extranjeros llegaron muchos como lo fue Paco Jémez venido de la madre patria, con una retórica cantinflesca al estilo del mexicano José Luis “Chelis” Sánchez Solá excéntrico, ocurrente, atrevido, que se le sale lo “peladito”, incluso como comentarista deportivo (ESPN), que resulta cómico además de sarcástico, que en ese renglón las palmas se las llevaba los rojinegros del Atlas no solo con entrenadores sino con jugadores mismos, recordamos el caso de un compadre de Pelé muy limitado para decirlo elegante, donde los promotores hacían de las suyas vendiéndoles cada “bulto”, extranjero.
Por ultimo recordar a la dupla de brillantes entrenadores que ascendieron varios equipos en la segunda división que dominaron por muchos años como los mejores en esa categoría y merecen el reconocimiento del gremio futbolístico : Diego Malta y Jesús Trelles, por cierto ambos tapatíos.
