CULTURA
El triunfo de Seattle Sounders: CONCACAF, nada es para siempre
Futbol, por Esteban Trelles Meza //
Es indudable que en el deporte los dominios abrumadores de un liderazgo y control futbolístico no son para siempre en una zona geográfica donde se tenía el control.
En el área de la CONCACAF México marca supremacía no solo en representativos nacionales sino a nivel de clubes, donde prácticamente se disputan el liderazgo entre los propios equipos de su Liga, con cierto desdén alineando sus cuadros alternativos o de suplentes modificando los mismos conforme transcurre la competición y se acerca la obtención del título, que verdaderamente poco o nada trasciende solo para las estadísticas y la presunción de un logro que no tiene mayor relevancia.
Por supuesto que en el nivel de clubes los mexicanos demuestran su poderío, tal como sucedió en las participaciones de copa Sudamérica que el equipo Pachuca fue campeón (2006), así mismo las finales de Cruz Azul y Guadalajara que los cementeros incluso le ganaron al mítico Boca Juniors en su propio estadio para empatar el marcador global y definir en serie de penales el título de campeones, con la pasión de miles de fanáticos de la “hinchada” argentina y sus barras recalcitrantes de sus cánticos y leyendas en coros monumentales que influyen sobremanera en el ánimo y sentir de sus adversarios que desafortunadamente perdieron (2001) y las “Chivas” de Guadalajara que sucumbieron ante el Inter de Porto Alegre (2010), quedando a un paso de la gloria.
Mantener la supremacía desde siempre y ganar los torneos consecutivamente en CONCACAF es un espejismo intrascendente que si bien la ilusión es estar en el Mundial de Clubes donde Asia, África y Norteamérica gravitan sin mayor relevancia, dejando a los europeos y sudamericanos con sus equipos importantes que lo demuestran en cualquier competición tanto de clubes como sus representativos nacionales.
La influencia mediática de los comentaristas televisivos en nuestro país, son factor para adentrar al aficionado en torneos irrelevantes teniendo como consigna no solamente ganar sino golear a los equipos de zona que actualmente ya no es posible.
Muchos comentaristas son resultadistas que la mayoría son académicos de Universidad egresados de la misma apegados al “librito”, en contrapartida de los ex futbolistas que la inmensa mayoría, por no decir todos, son atinados, coherentes, mesurados, objetivos y verdaderos profesionales de la comunicación, que difícilmente se equivocan en sus apreciaciones, que lo hacen con seriedad y respeto, y los más importante, con conocimiento de causa.
Mucho se habla también de los aficionados y su influencia que cobijan verdaderamente a sus equipos de manera incondicional, donde los regios piensan que por llenar sus estadios son expertos en el tema futbolístico, lo cual no es así, donde los tapatíos son conocedores profundos, destacando los partidarios de “Chivas” de Guadalajara que cuando el equipo está mal lo reflejan en las tribunas con su inasistencia, donde paradójicamente la FIEL atlista es pasiva, masoquista y mediocre que se conforma con migajas de su equipo que en más de 100 años de existencia se motivan con campeonatos de liga cada 70 años (2), de su magra cosecha 1951, 2021.
Ahora bien, lo realizado por los “Pumas” de la UNAM contra el Seattle Sounders lamentablemente no le dio para llevarse el título de CONCACAF. Lo perdió en su propia casa de Ciudad Universitaria al no saber manejar un 2–0.
Se dejó empatar en el último tercio del encuentro, desaprovechando su localía contra un equipo americano de cierta manera ordenado, más no superior en nuestro punto de vista personal que argumentamos como “justificación” la ausencia del lateral Alan Mozo que en su parcela de carrilero es curiosamente el abastecedor de sus delanteros con sus pases y centros que incursionaba por su pradera, como un jugador clave en el esquema táctico del técnico argentino Andrés Lillini, que con un plantel muy corto, que por cierto cada temporada se lo desmantelan y aun así el equipo siempre lucha por los primeros lugares.
Los “genios” comentaristas villamelones televisivos queriendo manipular a la afición de la capacidad del técnico en cuestión, argumentando la llegada del ex técnico mundialista Mejía Barón, que la buena marcha del equipo se debe a él lo cual es además de absurdo ridículo y temerario, donde este personaje refugiado como auténtico “vividor”, en el cuerpo técnico de Ricardo “Tuca” Ferreti cobrando generosamente por años con los “Tigres” de la UANL que a ciencia cierta desconocemos su función específica (nunca estuvo en banca), que bajo esa lógica debemos establecer que él universitario Puma fue el artífice de la gloria de Ferreti, que por supuesto como diría el ciego, “nada que ver”.
La derrota del equipo universitario obedece más a los errores de ellos mismos y la falta de contundencia donde su goleador Juan Ignacio Dinenno, brasileño nadie lo abasteció de balones y gravitó solo, dejándose ver en un tiro libre que pasó lamiendo el ángulo de la portería contraria perdiéndose con una ofensiva gris y chata, es engañoso el 3 – 0 que no demeritamos el esfuerzo de los gringos que ganaron con todas las de la ley.
Los comentarios existentes de las prioridades de los torneos están fuera de lugar puesto que siempre se busca campeonar ya sea la liga o torneos internacionales.
Tenemos que aceptar que nuestros vecinos del norte nos tienen tomada la medida ganando todo tipo de competencia de selección o equipo locales, que las causas de la marcha de nuestro balompié obedece a los villamelones directivos de la FEMEXFUT donde los jugadores extranjeros desplazan a los mexicanos que cada equipo tiene 10 jugadores registrados y hasta por 7 en cancha lo que no permite que el jugador nacional, no solo destaque sino que tenga la oportunidad de hacerlo.
El flujo de jugadores nacionales son a cuenta gotas en detrimento del propio futbol nacional, principalmente en los jugadores de área los que definen los encuentros que dominan el campeonato de goleo al no surgir figuras de los nuestros.
En Europa para disfrazar el reglamento de extranjeros los tienen de comunitarios para que puedan jugar como oriundos del país en el que juegan.
Finalmente, se tiene que dar un golpe de autoridad entre los dueños de equipos, que su negocio llamado futbol no tiene la solvencia que antaño lo era, por decisiones cupulares de federativos inconscientes, que esto tiene que cambiar por el bien de todos.
