Connect with us

OPINIÓN

En la Mira: Torpeza cósmica

Publicado

el

Por Óscar Constantino ///

La ficción es una forma inteligente de ridiculizar la realidad. Así lo hizo George Orwell con el totalitarismo estalinista o Nicole Perlman con el techo de cristal y el machismo insípido.

Así como Animal farm hizo mofa del socialismo soviético, Captain Marvel justificadamente expone al menosprecio a la misógina sociedad vigesémica, aquella que el genial José Emilio Pacheco señalaba como integrada por salvajes y primitivos. Perlman, junto con Meg LeFauve, Anna Boden, Ryan Fleck y Geneva Robertson-Dwore, retratan la condición común de las mujeres occidentales: la de ser sobajadas, discriminadas y marginadas, incluso cuando son mucho más talentosas y capaces que los hombres de su entorno.

Y esa realidad la comparten tanto las pilotos de la Fuerza Aérea estadounidense como las millones de mujeres valerosas, brillantes y competentes que en este país soportan la doble regla del trato diferenciado, la invisibilización, el mansplaining y el techo de cristal.

Las formas arcaicas y taradas de los vigesémicos se traducen en sueldos menores para las mujeres, restricciones de ascenso (o sea, «mejor un jefe incompetente, pero hombre, que una mujer capaz») y hasta en la aceptación cínica de la ignorancia masculinano le entiendo, ni me importa, lo que diga esa mujer»).

Lo peor es que pareciera que autoridades de los tres niveles de gobierno juegan competencias para tener las conductas más discriminatorias y torpes. Una de dos: o en verdad asumen que las mayorías les dan para el autoritarismo sin consecuencias; o están probando la paciencia de la gente. En cualquiera de los dos casos, la visión del Ejecutivo unitario que enarbolaba Dick Cheney está superada por los discípulos mexicanos de ese político estadounidense —sugiero ver la película Vice, El vicepresidente: Más allá del poder, que explica esa teoría de una forma clarísima—.

En pocas palabras, la teoría del Ejecutivo unitario plantea que el presidente debe gobernar como los reyes absolutistas: ubica al titular del Ejecutivo «por encima de la Constitución y lo convierte en su intérprete» —como resume Lluis Bassets, en su columna de 11 de marzo de 2009 en El País, titulada «Desmontando a Bush»—.

Esta perspectiva no es nueva: Nixon la utilizó cínicamente cuando invocaba el privilegio ejecutivo para sostener que todo lo que hace el presidente es legal. Lo sorprendente es que en México, luego de 70 años de autoritarismo hegemónico, se haya abrazado con locura el regreso del Ejecutivo absolutista, que hace de la división de poderes y el respeto a los derechos individuales una cuestión innecesaria (y no, no es un tema exclusivo de algunos voceros federales, esta práctica se imita en los gobiernos locales del país, a veces con una intensidad mayor que en la Administración nacional).

Y, como siempre, los que más sufren con esta torpeza cósmica son los grupos vulnerables: las mujeres, los de pensamiento crítico, los diversos y los que no dicen «sí, señor, el cielo es amarillo porque usted lo dice». La defensa de la acumulación de poder, del silenciamiento y de la exclusión de los grupos de pensamiento crítico, afecta más a los ignorantes autoritarios que a los marginados, porque la cantidad de errores gubernamentales se incrementa día con día, en proporciones muy preocupantes. La mejor forma de evitar los gobiernos de ocurrencias es escuchar a los especialistas, aunque digan a los hombres del poder lo que ellos no quieren oír.

Todo hombre —igualitario o no— debería ver Captain Marvel, pero son los gobernantes actuales a quienes les urge analizarla. Apenas van 100 días de las nuevas administraciones y pareciera que la película que los guía no es una de heroínas esforzadas y brillantes, sino una cinta dirigida por Sam Mendes en 2002: Camino a la perdición.

Conclusión: autoridades, dejen de inventar el hilo negro y el agua tibia, escuchen a las mujeres y hombres que, en sus equipos, tienen el valor de decirles «no, esa decisión no es adecuada» y consulten a gente que no está dispuesta a vender su dignidad por un hueso. Les hace falta ese tipo de expertos y especialistas en su cotidiano, háganlo antes de que despeñen al país…

Continuar Leyendo
Click to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Copyright © 2020 Conciencia Pública // Este sitio web utiliza cookies para personalizar el contenido y los anuncios, para proporcionar funciones de redes sociales y para analizar nuestro tráfico. También compartimos información sobre el uso que usted hace de nuestro sitio con nuestros socios de redes sociales, publicidad y análisis, que pueden combinarla con otra información que usted les haya proporcionado o que hayan recopilado de su uso de sus servicios. Usted acepta nuestras cookies si continúa utilizando nuestro sitio web.