MUNDO
Exigencia e millennials y centennials: El comercio justo, una tendencia que avanza
Economía Global, por Alberto Gómez-R. //
El comercio justo es una solución real a las problemáticas globales en términos económicos, sobre todo para los países en desarrollo, con la gran ventaja que muchos de estos poseen gran cantidad de materias primas sin depender de terceros.
El cambio en las estrategias económicas marcarán la diferencia para las próximas décadas, olvidando las nefastas y anacrónicas políticas neoliberales y el capitalismo a ultranza, que sólo han generado una mayor desigualdad y aumentado el número de pobres en el mundo.
Desde 2002 se celebra el Día Mundial del Comercio Justo, una iniciativa que busca asegurar un trato justo y equitativo para los productores y trabajadores de los países en desarrollo. Este movimiento tiene como objetivo crear conciencia sobre las desigualdades económicas impuestas por el sistema económico y comercial global a los pequeños productores y comerciantes, quienes luchan por obtener un precio justo por sus productos.
El comercio justo busca mejorar las condiciones de los productores y trabajadores de los países en desarrollo. Se basa en el principio de que los productos deben ser comercializados a precios razonables, que cubran los costos de producción y permitan a los productores obtener un ingreso digno.
La historia del Día Mundial del Comercio Justo se remonta al establecimiento de la Organización de Etiquetado de Comercio Justo (ahora conocida como Fairtrade International) en 1989.
La Organización Mundial del Comercio Justo establece los 10 principios que las organizaciones de Comercio Justo deben seguir y cumplir en su trabajo:
Crear oportunidades para organizaciones productoras marginadas económicamente: la organización busca reducir la pobreza a través del comercio, apoyando a trabajadores y productores.
La transparencia y responsabilidad: la organización es transparente en su gestión y relaciones comerciales, involucrando a todos los eslabones de la cadena de suministro.
Prácticas comerciales justas: buscando el bienestar social, económico y medioambiental de las personas productoras y trabajadoras económicamente marginadas.
Pago justo: el objetivo es el pago del salario mínimo vital establecido localmente. El pago justo se compone de precios justos y salarios justos.
Garantizar la ausencia de trabajo infantil y de trabajo forzoso.
Compromiso con la no discriminación, equidad de género y el empoderamiento económico de las mujeres, y la libertad de asociación.
Buenas condiciones de trabajo: garantizar salud, horarios y condiciones de trabajo seguras para organizaciones productoras y proveedoras.
Desarrollo de capacidades: mejorar el desarrollo de las personas productoras y trabajadoras que se encuentran en una situación de marginación económica, a través del Comercio Justo.
Promoción del comercio justo: fomenta la concienciación sobre los objetivos del Comercio Justo y la necesidad de una mayor justicia en el comercio mundial. Defiende los objetivos y prácticas del Comercio Justo en su ámbito de actuación.
Respeto al medio ambiente: esto incluye el abastecimiento y la producción sostenibles, la minimización de los residuos, el embalaje y el transporte y, como aspecto más destacado, la ayuda a las personas para hacer frente a la crisis climática. (antena3.com)
Los hábitos de compra están cambiando en las nuevas generaciones, ahora los millennials y centennials se fijan mucho en el origen de los productos, dónde están fabricados, y si tienen la certificación de Comercio Justo, más allá de las etiquetas que contiene sus componentes, valor calórico, nutrientes, etc. (en el caso de los productos alimenticios); por lo tanto, es una tendencia que hay que observar, ya que estas certificaciones tienen ahora la predilección de nuevos consumidores.
El cacao, por ejemplo, se ha consolidado ya como el producto sostenible Fairtrade, sello líder mundial que certifica productos de Comercio Justo, preferido por los españoles. Y es que el crecimiento acumulado de este producto ha experimentado un incremento del 600% en los últimos 5 años y su consumo representa unos 2 euros de media por habitante en España.
Con un valor de más de 94 millones de euros en 2021, supone ya más del 60% de las ventas de los artículos certificados por Fairtrade en nuestro país. Así, el volumen de este producto ‘estrella’ alcanzó cerca de 20.000 toneladas, con 63 marcas y 897 referencias presentes durante 2021.
En México, el comercio justo es promovido desde la academia, en universidades, organismos públicos del Gobierno Federal, asociaciones de comercio, cooperativas de productores, y algunos gobiernos locales.
En la República Mexicana los inicios del Comercio Justo estuvieron muy relacionados con el café, ya que era uno de los productos con mayor volumen de venta para exportación, sin embargo en la actualidad se han unido a estas prácticas productores de cacao, miel, frutas y verduras.
Las comunidades productoras mexicanas han ido desarrollando mejores estrategias de comercialización para poder alcanzar otros mercados donde se valore su trabajo, ya que la venta de su producto suele representar la principal fuente de ingresos para la economía familiar.
En México existen iniciativas que fomentan el consumo de productos que ejercen el comercio justo, entre ellas, está el directorio de “Mercados por un futuro sostenible”, el cual tiene como objetivo:
• Capacitar, fortalecer y trabajar con pequeñas comunidades productoras
• Disminuir a los intermediarios de la cadena de valor
• Vincular a las empresas y organizaciones con una imagen de sostenibilidad real hacia sus consumidores.
• Apoyar a las empresas en la transformación de su cadena de valor hacia uno más responsable. (mercadosporunfuturosostenible.org)
El comercio justo, para países como México, puede ser la diferencia entre quedarse estancados en un sistema que sólo busca beneficiar a los intermediarios y a las grandes empresas –con la consabida inequidad de las ganancias que se generan- o evolucionar hacia sistemas económicos en los que prime el respeto a la naturaleza (sostenibilidad) y hacia los demás, con una justa distribución de la riqueza.
