JALISCO
Feliz daño nuevo
Conciencia con texto, por José Carlos Legaspi Íñiguez //
Los renovados ánimos al comenzar un nuevo año obligan a restructurar los propósitos incumplidos y reactivar no pocos aletargados en el cajón de “cosas por hacer”, acumulados en el tiempo. Si “nada nuevo hay bajo el sol” y “la vida sigue igual”, ¿cómo vislumbrar lo que este 2025 nos depara?
Seguramente las circunstancias que emergen en este novel año nos pueden dar pistas de lo que se avecina. Sobre todo, con el “reprise” de Donald Trump en el gobierno estadounidense, al que sus malquerientes ya le “advirtieron” el mismísimo primer día de enero con estallidos, atropellamientos mortíferos, pero “sagrados”. Eso sí, sin “ninguna vinculación” entre New Orleans y Las Vegas (¡qué alivio!) según los sabuesos de Biden, que no de Trump.
Los agoreros catastrofistas y videntes de las redes sociales ya predijeron que con Trump se desatará la Tercera Guerra Mundial, por lo que Apatzingán ya solicitó la cambien nombre por “Bienestargán de la Constitución, para que no se confunda con Afganistán. Otras poblaciones preocupadas por la similitud de nombres con ciudades yanquis son: Gruyork; Michoacán con Míchigan; Ciudad Obregón con Óregon; Houstontipaquillo; Saint Paul Guelatao; Monterrey con Monterey; San Antonio de los Vázquez; Ayo el Chico con Albur-querque; Silao con Salem, Tijuana con Pasadera; San Francisco del Rincón quiere ser San Pancho; Tamazula con Temecula; Culiacán con Chicago, Ciudad de México con Utah y otras más.
Acámbaro, en Mexicotlán, no hay muchas diferencias con 2024. Sigue habiendo “mañaneras”, ejecuciones al por mayor, violencia por doquier a todas horas y…esperanza de que esto “cambie”.
Hay una inercia tal que resultan vanas las esperanzas para mejorar y se desvanece el sentimiento de cambio al avanzar este año. Tampoco hay varitas mágicas para transformar ipso facto las cosas, pero no se ve claramente qué nos acontecerá con una inflación galopante, la violencia incontrolable y las amenazas del próximo presidente de EEUU.
Para los muy optimistas el año 2025 será “muy bueno”. No dicen por qué o para quién, pero tienen esa expectativa y, ¿quiénes somos nosotros para quitarles esa posibilidad? Tampoco podemos sumarnos al ultra optimismo, porque ya estamos grandecitos y tenemos puntos de vista más realistas.
Uno qué más quisiera que las buenas nuevas fueran o se dieran desde el primer día del año nuevo. Pero no. Pasan los años y no hay cambios sustantivos, que se necesitan urgentemente, para que nuestro país abandone los sitios últimos de bienestar.
Dijo sabiamente José Feliciano, “ya veremos” cómo nos va en este 2025. Este año debiera ser de transiciones hacia el mejoramiento general. Pero no se ve cómo se pueda lograr si, como dijo Albert Einstein, “seguimos haciendo lo mismo, esperando resultados diferentes”.
En Jalisco tampoco se cantan mal las vernáculas. Para quienes van a recibir dinero (los gobiernos) por impuestos, derechos y demás obligaciones el panorama luce benévolo; para los de abajo, no hay salida. Si la hay no la han revelado aún quienes tienen la responsabilidad de conducir este carruaje llamado sociedad.
Lemus, ¡por fin!, anduvo codo a codo con la presidente Sheinbaum. Cumplió su desmedido afán de aparecer con ella, cuando la titular del Poder Ejecutivo vino a Jalisco a supervisar algunas obras, en visita PRIVADA, como se apuntó gráficamente en la bitácora de actividades divulgada públicamente.
Ahora se dice que la presidente no quería porras absurdas, falsas y de acarreados de su propio partido; también que, para no ofuscar a Lemus, no admitió huestes afines que -dondequiera que va- abuchean a los gobernantes no morenistas.
“Haiga sido como haiga sido” se dijo que habrá un BTR hacia el aeropuerto que tendrá ramal hacia el Estadio Chivas. Los malpensados afirman que esta obra se hará para los afliccionados futboleros, para el Mundial del año 2026, puesto, que la selección de TV Azteca y Trilevisa jugará un partido en el estadio de Vergara.
Mientras tanto, siguen los embotellamientos (de los pésimos) aún con sus contra carriles. El sistema de sincronización de semáforos no sirve; las líneas 1, 2 y 3 del Tren Ligero, son insuficientes y donde hacen más falta no hay ni visos de que aparezcan; los agentes viales siguen brillando… por su ausencia (excepto en diciembre, con$te) y ya se anunciaron nuevas formas de exprimir a los dueños de automóviles.
Para colmo, el SIAPA sigue cortando el suministro de agua y cuando la brinda es una agua puerca, maloliente, cafesosa y, seguramente, nada potable. Así que… ¿Feliz daño nuevo?
