OPINIÓN
Fidelidad
Opinión, por Miguel Ángel Anaya Martínez //
Hoy toca hablar de futbol. Se escriben estas líneas a falta de unas horas para definir al campeón del futbol mexicano. El primer partido nos dejó un buen sabor de boca a los aficionados de este deporte que, llevábamos tiempo sin presenciar una final por el campeonato de liga que fuera bien jugada y donde los equipos salieran a proponer.
Al momento de redactar esta columna, León se ve con mayores posibilidades de ser campeón, para los que somos aficionados del Atlas, se tiene que decir que llegamos con más fe que probabilidades, como ha sido siempre. Veremos qué pasa.
Parece que en los últimos días la ciudad ha cambiado un poco, los tapatíos (o una buena parte) vamos por ahí orgullosos de que hoy, nuestros deportistas se encuentran en lo más alto. “Canelo” Álvarez y “Checo” Pérez han obtenido victorias importantes el último año y los que vivimos en esta ciudad asumimos esos triunfos como nuestros, sin embargo, llevábamos mucho tiempo de no ver a algún equipo del futbol tapatío trascender; la mala racha de Chivas se ha alargado y del Atlas que decir… 22 años para verlos llegar a una final y 70 años sin título de liga no cualquiera los aguanta. En lo personal tengo compañeros de oficina que aún no nacían cuando los rojinegros llegaron a su última final. La falta de título es para los libros de récords.
Después de 70 años sin obtener el ansiado trofeo surge la pregunta obligada: ¿Qué lleva a una persona a inclinar su afición por el Atlas? Muchas cosas, comenzando porque este club representa una serie de valores con los que la gente se identifica, apoyar a un equipo de futbol que pocas veces logra obtener campeonatos para algunos representa fidelidad, lealtad, compromiso… para los de enfrente seguramente eso se traduce en mediocridad.
Al Atlas no se le va porque gane o no, se le va por tradición, por la pasión que desborda su afición, por lo colores, por el estilo de juego, por el apoyo a la cantera o porque simplemente resulta imposible la idea de apoyar a ese otro equipo que juega solo con mexicanos pero que añora a un técnico argentino.
Atlas es mucho más que un equipo de futbol, en sus clubes se han formado grandes deportistas, desde tenistas, golfistas, maratonistas y que decir del equipo de natación que tiene su sede en Atas Chapalita, este seguramente es de los mejores del país. El papel de los clubes en esta ciudad es tan importante como lo que haya sucedido ayer en el Estadio Jalisco. En esta noble institución se forma tejido social, se enseñan valores a los niños, se promueve la unión familiar, entre muchas otras cosas de las que se carecen en la sociedad actual.
Ojalá que el triunfo de ayer (¡Te lo pedimos Señor!) se goce o que la derrota se sufra sin mayores contratiempos, que se respeten a los rivales, a la afición, al estilo de juego… Que en los festejos se respete el monumento de los Niños Héroes (también conocido como La Glorieta de los Desaparecidos) ya que en él están contenidos los recuerdos de esos que hoy ya no están con nosotros y que en muchos casos su búsqueda sigue. Que se demuestre empatía con los familiares y amigos que aún sufren por aquellos que nos hacen falta.
En fin, lo acontecido el día de ayer ya forma parte de la historia de la ciudad, los números quedarán ahí y el festejo o sufrimiento durará varias semanas. Para los que no comparten el gusto por este deporte, habrá que recordarles que los juegos de futbol siempre son una buena oportunidad para reunirse con amigos y familia, para alentar la sana competencia, para promover al deporte y que este nos lleve a una vida más sana, para fomentar el trabajo en equipo, la disciplina, etc. Como diría el campeón mundial Jorge Valdano: «El fútbol es la cosa más importante entre las cosas menos importantes de la vida».
