LOS PELOTEROS
Fortalezas y debilidades de los Charros: Se acabó la fiesta en el Panamericano
Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac //
Se acabó la fiesta en el Estadio Panamericano, Charros hizo la lucha pero no pudo con Venados de Mazatlán, un conjunto que fue muy superior al de Jalisco y se convierte, junto con Naranjeros de Hermosillo, en uno de los favoritos para llevarse la corona de esta temporada 2023-2024 de la Liga Arco Mexicana del Pacífico.
Charros logró entrar a los play-offs con la dirección de Benjamín Gil, quien llegó de bombero a partir de la segunda serie de la segunda vuelta del calendario y logró que el equipo repuntara, al terminar la primera mitad en último lugar para quedarse con el primer lugar en la segunda mitad.
La verdad es que fue extraordinario el trabajo de BenGil al lograr números de excelencia como timonel con 24-8 que le valió fuera nominado como el manager del año de esta temporada. Deberá seguir la próxima temporada.
La reconstrucción del equipo le va a llevar más tiempo a la directiva de Charros, después que la edad alcanzó a la generación del conjunto que llegó de Guasave y que le dio al club dos campeonatos en ocho años, uno en la era de Armando Navarro-Quirarte y otro con la directiva de la familia González Íñigo. Y ya pasaron dos años del proceso de renovación.
LAS DEBILIDADES
Sin embargo, Charros en el play off mostró sus dos grandes debilidades: su infielder y su relevo intermedio. El equipo cometió muchos errores que gravitaban en el resultado final y que impactaba el ánimo del lanzador inicialista.
Hasta octubre próximo volveremos a ver a Charros en acción y en esos ocho meses de distancia, la directiva tendrá tiempo para trabajar para la temporada que viene. La reconstrucción del equipo les va a llevar tiempo, después que la edad alcanzó a la generación del conjunto que llegó de Guasave y que le dio al club dos campeonatos en ocho años, uno en la era de Armando Navarro-Quirarte y otro con la directiva de la familia González Íñigo. Y ya pasaron dos años del proceso de renovación.
El cuadro de Charros llegó a ser uno de los más completos y seguros de la LMP con Japhet Amador en la primera base; Manny Rodríguez en la segunda; Agustín Murillo en la esquina caliente y Amadeo Zazueta en el shortstop.
Sin embargo, la edad los alcanzó y tuvieron que jubilarse. El problema es que la nueva generación no termina de madurar, requiere aún más tiempo.
En la temporada fue evidente las deficiencias en la receptoría con dos catchers que mostraron sus puntos débiles, por un lado Sebastián Valle experimentado y voluntarioso, pero ya el dios cronos juega en su contra, aunque el bat sigue constituyendo su principal fortaleza; el otro receptor Fernando Flores cometió un buen número de pecados que gravitaron en el resultado adverso en play off. Se extraña el gran mascoteo de Gabriel Gutiérrez, cuyos zapatos nadie los ha podido llenar con Charros.
En la primera base un buen tiempo la defendió el cubano Félix Pérez, pero se lesionó y se estuvieron alternando Christian Villanueva y Japhet Amador; en el caso del tapatío, la estatura no le ayuda para poder hacer frente a los tiros altos.
En segunda base estuvo jugando Missael Rivera, pero no logró estabilizarse, además de la falta de entendimiento con Jared Serna en el shortstop, quien también mostró que aún le falta para dar certidumbre a los lanzadores, tal vez su mejor posición sea la segunda base o los jardines, pero en las dos posiciones Charros se muestra endeble.
Y en la tercera base el propio Christian Villanueva exhibió sus deficiencias ante la falta de brazo, en los últimos juegos los tiros no los llegaba a primera base y un equipo no puede jugar así. Luego estuvieron José Rojas y Jack Mayfield que se vieron muy forzados.
En el relevo intermedio Charros mostró su mayor debilidad, el tránsito de dos innings, de sexto y séptimo, habría que ponerse a pedirle a todos los santos que ayudaran al equipo, y más cuando la ventaja era muy corta. ¿Cuántos juegos se perdieron por las malas actuaciones de Anguamea, Sañudo y Cía?
De los inicialistas, Javier Solano creo que ya dio lo que tenía que dar. Charros debe de cambiarlo o jubilarlo. En la serie contra Mazatlán perdió dos de los cuatro encuentros, ayudado por el infielder, hay que decirlo, mientras que Orlando Lara es una incógnita, si seguirá o le llegó la hora del retiro.
LO POSITIVO
De los puntos buenos es la consolidación de los lanzadores Luis Iván Rodríguez y Alemao Hernández, quienes mostraron consistencia como inicialistas y representan un buen activo de Charros para la próxima temporada, pero tienen que reforzarse con dos inicialistas más al igual que su cuerpo de relevo.
Muy positivo es la consagración de Jared Serna, del joven maravilla de Guaymas, Sonora, quien se llevó la nominación del novato del año. El joven sonorense que apenas tiene 21 años de edad mostró lo que es tener un juego espectacular del beisbol, pues lo mismo batea, toca la bola, corre por todo el campo, roba, primera y tercera, convirtiéndose en un peligro para el equipo contrario como elemento desestabilizador.
Esperemos que el próximo año siga jugando con Charros porque existe la posibilidad que sea llamado a las Grandes Ligas en un futuro cercano, que podría ser los próximos dos y tres años, qué bueno para él que así resulte, pero por otro lado nos perderíamos su juego espectacular y tan intenso que lo distingue.
Muy bien también el jardinero Julián Ornelas que en la segunda vuelta se robó el espectáculo con el poder de su bat.
Nos quedamos con las ganas de ver jugar a Fernando Villegas que quedó de champion bat en el verano, pero que en este año pareciera que llegó agotado a Charros, a tal grado que hasta perdió la titularidad como jardinero.
Mucho trabajo tendrán Luis Alberto González y Ray Padilla para reforzar estos espacios que finalmente gravitaron en los play offs.
Por lo pronto, cambiaremos de liga y veremos a otros Charros jugar en el verano en sustitución de Mariachis, tema que abordaremos en la próxima edición.
