OPINIÓN
Guadalajara debe cambiar
Opinión, por Miguel Ángel Anaya //
Guadalajara es como ciudad, uno de los más grandes referentes de nuestro país. Cuando la gente piensa en el concepto de mexicanidad, la mayoría se remite a aspectos culturales como el mariachi, la charrería, el tequila, bailes regionales como el jarabe tapatío, etc. Conceptos que nacieron o se popularizaron en nuestro Estado. No solo eso, ya son varios años en que las y los deportistas más exitosos y artistas reconocidas de México salen de aquí, tales son los casos del “Canelo” Álvarez, Lorena Ochoa, Rafael Márquez (tapatío por adopción), Ximena Navarrete,” Checo” Pérez, entre otros. Guadalajara es mucha pieza.
El atractivo de Guadalajara recae (o recaía) en aspectos como su belleza arquitectónica, su buen clima, la amabilidad de su gente, la seguridad de sus calles y las oportunidades económicas pues históricamente ha sido el punto comercial del occidente del país. Hoy algunas de esos atractivos se mantienen; por citar algunos, tenemos la Expo Guadalajara que es uno de los centros de negocios más importantes de América Latina, también contamos con centros joyeros y plazas comerciales que siguen reproduciendo la naturaleza comercial de nuestra ciudad. Guadalajara cuenta con estadios de fútbol y béisbol históricos y modernos, tiene centros de espectáculos que reciben artistas de talla internacional, etc. Por si fuera poco cuenta con uno de los mejores zoológicos del continente americano.
Todos estos aspectos hicieron que nuestra ciudad creciera abruptamente, sus más de cinco millones de habitantes la colocan como la segunda urbe más poblada de nuestro país. Esto acarrea una serie de problemas que hacen cada día más complicado transitar y vivir en un lugar como este. Actualmente Guadalajara presenta problemáticas de cualquier gran ciudad –tráfico, contaminación, inseguridad, desempleo, falta de áreas verdes, ente otras- y a veces las visiones para resolverlos no van de la mano con las nuevas realidades.
Los problemas son muchos y todos son urgentes de resolver, pero hay aspectos que son vitales para el desarrollo de una mejor ciudad. La gran tarea pendiente de todo México y consecuentemente de Guadalajara es la seguridad, y aunque los datos de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública muestran que la percepción de seguridad de los tapatíos ha mejorado, los niveles de violencia e inseguridad aún son muy preocupantes, se ha avanzado, pero es necesario no aflojar el paso.
En el tema económico nos falta mucho por mejorar, el año pasado en medio de la pandemia había 156 mil jaliscienses sin empleo, 33 mil de ellos se sumaron a este sector poblacional en el año 2020. Estas cifras preocupantes son entendibles debido a la crisis sanitaria que atravesamos, sin embargo, la seguridad, la tasa de empleo y el bienestar social son indicadores que van de la mano.
Necesitamos más y mejores empleos para vivir en un entorno más seguro. Hay mucho trabajo por hacer si se quiere recuperar la dinámica económica de nuestro estado y nuestra ciudad. Si queremos que Guadalajara siga siendo un muy buen lugar para vivir, debemos mejorar muchos aspectos. Paradójicamente debemos cambiar para mantenernos.
Para lograr llevar a cabo programas transversales de mejora es necesario trabajar en cuatro aspectos:
Gobiernos eficientes, que enfocados en el servicio profesional de carrera, cuenten con servidores públicos constantemente capacitados, con iniciativa para mejorar su entorno. Empresas socialmente responsables: que, enfocadas en sectores específicos, ofrezcan puestos de trabajo especializados que presenten mejores ofertas laborales, además, que sean cuidadosas con el medio ambiente.
Universidades: que con programas profesionales o técnicos actualizados coadyuven a satisfacer la demanda de puestos especializados. Preparadas con estudios de vanguardia que permitan a los tapatíos acceder a un mejor nivel de vida. El último punto es el más importante, necesitamos mejores ciudadanos, personas interesadas en involucrarse, en capacitarse, en conocer al vecino y dispuestas a trabajar en construir un mejor entorno. Necesitamos construir comunidad.
Estos 4 puntos parecen sencillos pero requieren muchísimo trabajo. Si logramos, desde cualquiera de estos cuatro sectores -en el que nos corresponda- poner nuestro granito de arena, Guadalajara será la ciudad que soñamos. Habrá altibajos, mucho esfuerzo de por medio, frustraciones y obstáculos en el camino, pero, el buscar una mejor ciudad es un sueño que vale la pena perseguir.
