OPINIÓN
Hasta cuándo se hablará con la verdad
 
																								
												
												
											Tercera Instancia, por Modesto Barros González //
Ya es hora que los políticos y sobre todo quienes gobiernan, hablen con la verdad y no oculten sus decisiones para lograr mantenerse en el poder sin importarles llegar al grado de esconder sus acciones y recurrir al mayor escondite “legal”, denominado “reservar la información” por los años que les convenga para no hacer pública la información.
Bien es cierto que el pueblo es sabio y no se equivoca, por eso los gobernantes también deberían de hacer correctamente lo que les toca hacer y máxime cuando se trata de recursos que siempre representan miles de millones de pesos.
Para algunos gobernantes ha sido una práctica muy usual y la utilizan desde hace muchos años, cuando les puede “tronar” la información y así se cubren por largo tiempo de la falta de “transparencia” que tantos años han pregonado.
Uno de quienes han utilizado el “obscuro” recurso de “reservar” es el actual Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, quien hace años se desempeñó como Jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal y durante su flamante gestión ordenó la construcción de las vías elevadas y ante el millonario gasto que representó y la dudosa asignación, decidió “olímpicamente” reservar la información por 10 (diez) años y así poder tapar cualquier problema que le afectara en su carrera política o de sus más cercanos colaboradores.
Tal parece que le ha dado excelentes resultados al Señor Presidente (AMLO), el lograr no licitar obras y adjudicarlas por vía directa, lo cual ha sido seriamente criticado por constructores que no cuentan con la “amistad” y “simpatía del titular del ejecutivo, pero ahora también ha llegado a lo que se puede calificar como el mayor ocultamiento de la historia reciente y es el ordenar “ocultar” o como dicen “reservar” toda la información del manejo de vacunas ante la grave crisis que existe de la pandemia del Coronavirus o Covit-19.
Todavía no se tiene conocimiento del manejo y aplicación de las tan anheladas vacuna y la población continúa viviendo con el “Jesús en la boca” por no saber cuándo serán inmunizados.
También es muy extraño y dudosa la información que una empresa tan seria y acaudalada como es Pfizer, de repente decide cerrar su planta de producción de los biológicos y así poder elevar la cantidad de productos para vender en el mundo y tan necesarios que se han registrado por la pandemia.
El cierre de producción de Pfizer, ha afectado directamente a México, donde se había comprometido a entregar el químico en “tiempo y forma” como debiera de ser y debe de estar estipulado ampliamente en el contrato respectivo celebrado por directivos de la empresa y representantes del actual Gobierno Federal, pero eso está en el total ocultamiento y la población no puede saber y conocer bajo qué términos y montos se comprometieron las partes en la importante y costosa operación.
Para colmo de lo que está ocurriendo se tiene que la mayoría de las operaciones y construcciones de la enormes obras que ha emprendido el flamante Gobierno de la llamada 4T como son el nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México en lo que se conoce como Santa Lucía, el desplante del llamado Tren Maya, que se estima una vía férrea de 830 kilómetros y el costo de casi 65 mil millones de pesos.
Otra de las “faraónicas” obras que se ha echado a cuestas AMLO está la construcción de la nueva refinería en Dos Bocas, Paraíso, Tabasco y se dijo que se ha apoyado el apoyo del Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) y que se calcula que en tres años sea autosuficiente, de los cuales ya va un año de lo estimado.
También se dijo en su momento por AMLO, que destinaría ocho mil millones de dólares para la modernización de las refinerías de Minatitlán, la de Cadereyta y la de Ciudad Madero, y agregó que el gasto será aproximadamente de 50 mil millones de pesos y que aplicaría 25 mil millones de pesos en 2019 y otros 25 mil millones pesos en 2020, pero hasta el momento no se ha conocido si realmente lo han hecho y menos si ya se gastaron esos miles de millones de pesos.
Otro de los proyectos del Presidente, es la construcción y operación de 100 Universidades Pública en las regiones pobres y apartadas del país, pero todavía no se ha informado claramente los costos y mecanismos para financiamiento y operación de las mismas.
Hay que tomar en cuenta que el Gobierno Federal, ha gastado más de 130 millones de pesos en la construcción y operación de unas 30 mil personas denominadas como “Siervos de la Nación”, que es calificado ese grupo como redes de apoyo y operación política por parte del Primer Mandatario, los cuales se están utilizando en las llamadas brigadas de vacunación.
La danza de los miles de millones de pesos se gastan sin poder calificar y mucho menos saber el destino y resultado de los mismos para el bien de la población, y ya que la mayoría de los recursos son muy difíciles de detectar.

