OPINIÓN
Jalisco, tercer lugar nacional en feminicidios
Luchas Sociales, por Mónica Ortiz //
A un mes de cerrar el año y de evaluarlo, las cifras en Jalisco no son nada alentadoras en materia de violencia e inseguridad, ha sido un año extremadamente violento con sucesos fuera de control, hasta desbordarse dentro de la lógica jurídica, social y gubernamental de un estado de derecho supuestamente efectivo, en un moderno siglo lleno de tecnología, ciencia, derechos humanos, sociedad civil participativa, conciencia social activa y un gobierno democrático, sin embargo Jalisco es el tercer lugar a nivel nacional en feminicidios y violencia de género.
Según el INEGI, nuestro Estado está en la lista de los reincidentes en esta materia de violencia de género en contra de las mujeres, en el tercer lugar a nivel nacional somos clasificados como un Jalisco machista sin poder negarnos a nuestra realidad, debemos ser conscientes de que no existen políticas o estrategias de gobierno con la suficiente efectividad como para socializar y atacar el problema mediante la prevención y la impartición de justicia oportuna; vivimos una realidad social en la que no somos lo suficientemente valiosas como ciudadanas para que nuestros gobiernos de todos los niveles asuman su compromiso, ni para estar por encima de planes o políticas públicas que son generadas para temas superfluos que benefician grupos de poder y politiquería en Jalisco.
En este sentido, resulta incongruente todo discurso político de mejora y bienestar de los gobiernos municipales y estatal, ya que no puede existir mayor deber público que el de preservar la vida y los derechos humanos, resguardar mujeres y niños por igual es un asunto que requiere visión y misión social en el contexto gubernamental, sin embargo el fenómeno del feminicidio en el país sí es un asunto de cultura machista generalizada engendrada desde el seno familiar, visible hasta las altas esferas políticas y gubernamentales, se finge descaradamente que somos partícipes activos de la igualdad de género y que comulgan con la defensa de los derechos de las mujeres, los que existe es un pensamiento general de misoginia.
El feminicidio es una cuestión delicada, su alta incidencia y la falta de atención a un problema tan grave como debe ser asesinar por razón de género, implica una serie de situaciones que se crean alrededor de este vil acontecimiento que no están concurriendo de forma oportuna e interesada desde la impartición de justicia efectiva, la lucha por la defensa de las mujeres que viven en entornos violentos por cultura, educación familiar y el frío desempeño de los gobiernos, los legisladores y los tribunales en el combate a otro de tantos enemigos de la sociedad, la violencia de género hacia quienes histórica y culturalmente somos de menor valía que el género masculino y por lo tanto un blanco fácil de eliminar en esta sociedad insensible y auto solapada.
Los eslóganes en contra del feminicidio, la violencia y la inseguridad siguen siendo contenidos de poca difusión de escaso señalamiento, con evidente trato cuidadoso de los gobiernos, parece que sabemos bien por educación generacional voltear al otro lado cuando una mujer es asesinada, pide ayuda, expresa su temor a morir en manos de un hombre violento, machista e intransigente, conjuntamente las autoridades minimizan, re victimizan o tratan por todos los medios de dar vuelta a la hoja cuando estos casos ocurren, lo peor es que la violencia en todos los sentidos está desbordada y el tema se tiene que evadir todos los días en el Estado y en el país, mientras los gobiernos buscan tratar de colocar temas gubernamentales que disuelvan este penoso y deshumanizado escenario social.
Según las estadísticas el 2019 se perfila como el año más violento de la última década, con una cantidad aproximada de víctimas de homicidio doloso y feminicidio que asciende a 29,574 muertes. Los estados que aglutinan estos crímenes son: Edo. México, CDMX, Jalisco, Guanajuato, Veracruz, Guerrero, BC y Chihuahua, según las cifras de la organización de la sociedad civil ONEA (Organización Nacional Anticorrupción).
No estamos por conclusión en una franca sintonía social, política y gubernamental, no vivimos la percepción de los gobiernos con respecto a nuestras paupérrimas condiciones en todas las materias que implican violencia e inseguridad, nosotros de igual manera no auto evaluamos este escenario generalizado en el país del que somos uno de los más aplicados en Jalisco ocupando los primeros lugares, resulta absurdo que ni la sociedad ni el gobierno logre razonar el grado violento en el que habitamos y evitemos responsabilizar a quienes tiene obligación de atender, al mismo tiempo seamos una sociedad insensible, medio muda e ilusamente creyente de estar fuera de este horror de muerte, violencia e inseguridad en lo que escuchamos atentamente los discursos políticos fuera de congruencia y circunstancias, ponderemos una consciencia propia y social de la realidad de nuestro Estado, no hablamos el mismo idioma del gobierno, vivimos en un México que no está avanzando en los derechos humanos de las mujeres.
