LOS PELOTEROS
Julio no logró el Cy Young

Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac //
Aunque estaba muy cantado que el mexicano Julio Urías que fue el campeón con el mayor número de juegos ganados en Grandes Ligas en esta temporada 2021 difícilmente se llevaría el Premio Cy Young, la decisión aquí en México estuvo cargada de polémica.
El criterio de la Asociación de Escritores de Beisbol de América es en razón a los números personales y no el esfuerzo de conjunto a diferencia de otras épocas en que el criterio principal era el número de triunfos, sin importar si las victorias se lograban con el apoyo del equipo, particularmente el bateo.
En el pasado reciente además de los triunfos, se tomaba en cuenta los juegos completos, el porcentaje de carreras limpias, las blanqueadas, el número de ponches y entradas lanzadas.
La Asociación de Escritores de Beisbol de América sorprendió con su votación al resultar ganador en la liga Nacional el lanzador Corbin Burnes de Cerveceros de Milwaukee que tuvo una marca de 11-5 en ganados y perdidos con 167 entradas en 28 aperturas y encabezó el viejo circuito en promedio en carreras limpias con 2.43, ponches por nueve entradas (12.6) y menos jonrones por nueve innings (0.38); fue además segundo en WHIP (0.94), tercero en pasaportes por nueve entradas (1.83) y quinto en ponches totales (234).
El argumento que motivó a la Asociación de Escritores para otorgarle el Cy Young fue el que haya terminado de líder en estos tres campos: en K/9, BB/9 y HR/9.
Burnes lanzó la segunda menor cantidad de entradas para un ganador de Cy Young; en 1984, Rick Sutcliffe logró el trofeo en la Liga Nacional lanzando 150.1 innings con los Cachorros de Chicago, tras haber acumulado 94.1 innings con los Indios de Cleveland.
EL CY YOUNG PARA ROBBIE RAY
En la Liga Americana el Premio Cy Young fue otorgado al zurdo Robbie Ray de los Azulejos de Toronto, quien registró marca de 13-7 y fue el líder en aperturas del joven circuito con 32; WAR, 6.7; efectividad, 2.48; WHIP, 1.04; entradas, 193.1; ponches, 248. En 23 aperturas logró lanzar cuando menos seis entradas. Fue el cuarto en las dos ligas mayores en porcentaje de ponches con 32% y de bates abanicados con 32%.
LA OPINIÓN DE JC GONZÁLEZ IÑIGO
Obviamente que hay quienes no quedaron conformes con este criterio de quienes votan y deciden.
Un conocedor y estudioso de béisbol es Juan Carlos González Iñigo, Director de la Revista Cuarto Bat, quien hizo los siguientes comentarios:
“En lo personal yo también veo muy sesgada la votación por el Cy Young de la Liga Nacional. Tendencias o modas aparte. Julio sólo recibió 3 votos y los tres de 5to lugar. Extraño por decir lo menos, al ser el máximo ganador de las mayores.
Tener un ERA muy aceptable (abajo de tres) y cargar al equipo con las lesiones de los caballos. El objetivo del juego es ganar. No dominar, no ponchar.
Los pítchers que son hábiles lanzan “con el Score” se administran. Juegan para ganar hoy y su próxima oportunidad. No deben ir por números personales.
Los datos o estadísticas absolutas (juegos ganados, carreras anotadas, carreras producidas) tienen un valor directo.
Las estadísticas “relativas” son eso, se extrapolan con otras, para conocer su validez. Tienen un valor indirecto.
El Cy Young lo están entregando basándose en estadísticas relativas con un valor indirecto, como ERA, WHIP, %K/BB, etc”.
LA OPINIÓN DE MANUEL HERMOSILLO
Otro experto en béisbol es Manny Hermosillo, considera que no necesariamente ser el máximo ganador de 20 o más juegos, es determinante para que le otorguen el Cy Young y nos recordó que en 1996 Andy Pettitte ganó 21 juegos y perdió 8, con 3.87 en efectividad y 162 ponches; el Cy Young lo recibió el lanzador de Toronto, Pat Hengen con 20-10, con 10 juegos completos, 3 SHO, 265 innings y 177 ponches; visto entonces, q no fueron las victorias, sino la labor individual lo q le valió a Hentgen que le dieran el Cy Young.
O sea, ya había existido un antecedente de otorgar el Cy Young los números personales que los juegos ganados.
FOCOS ROJOS EN CHARROS
Por cierto de las tres primeras series de la segunda vuelta, no le ha ido bien a Charros, ganando la primera pero perdiendo dos en seguidas y caer a los últimos tres lugares del standing con Mayos (que quedó líder en la primera vuelta) y Cañeros de Los Mochis que anda arrastrando la cobija desde la primera vuelta.
Charros fue barrido en su propia casa por Aguilas de Mexicali, mostrando su gran debilidad, como lo habíamos señalado: su cuerpo de pitcheo, que ahora hasta el bullpen falló. Charros había perdido la serie anterior ante Algodoneros de Guasave.
De lo malo lo bueno es que la segunda vuelta va empezando, pero se tiene que proceder a los ajustes y evitar caer en el hoyo negro.
CARTÓN POLÍTICO
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LAS NOTICIAS PRINCIPALES:
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LOS PELOTEROS
Charros se quedó sin gas: Diablos, digno campeón

– Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac
Diablos Rojos es un digno y gran campeón. Logró ganar la Serie del Rey, venciendo en la final a Charros de Jalisco, jugando un beisbol de alto nivel al barrer al conjunto tapatío en cuatro juegos.
La superioridad de los capitalinos quedó demostrada. Los escarlatas fueron muy superiores con un equipo muy balanceado, con un juego explosivo, sólidos tanto en la ofensiva, defensiva, corriendo las bases, como su cuerpo de inicialistas y relevistas, mostrando no solo su superioridad, sino pasar a la historia como uno de los mejores clubes en los últimos 50 años al obtener su corona número 18.
Diablos con este campeonato del 2025, no solo es bicampeón de la LMB, sino que además se convierte en el club con más cetros acumulados con 18, superando a Naranjeros de Hermosillo que tiene 17 en la Liga Mexicana del Pacífico.
Una felicitación a Diablos Rojos del México, a su timonel, el norteamericano Lorenzo Bundy, y a su presidente, Alfredo Harp Helú, quien no tuvo reparo en ofrecer los apoyos requeridos —abrir la chequera— para integrar un conjunto de extraordinarios peloteros que venció a todos los rivales que se encontró en el camino.
CHARROS
Terminó el sueño de Charros de Jalisco con el manager Benjamín Gil de timonel de lograr la hazaña de ser el primer equipo campeón de las dos grandes ligas del beisbol en México: Liga Mexicana del Pacífico (LMP) y Liga Mexicana de Beisbol (LMB).
La afición jalisciense al rey de los deportes abrigaba la idea de que su equipo fuera campeón de la liga de verano, después de haber entrado de panzazo a los play-offs de esta temporada 2025, pero llegando a y haber eliminado al gran favorito Sultanes de Monterrey, que había quedado de gran líder en el rol regular, mientras que Charros en la última serie antes de que cayera el calendario, logró colarse a la postemporada.
No fue así. Fue un gran mérito que Charros lograra el Campeonato de la Zona Norte de la LMB, venciendo a Sultanes en dos ocasiones, que era el gran favorito.
Por cierto, el equipo regiomontano el pasado año fue el campeón de la Zona Norte y, al igual que Charros sucumbió en la Serie del Rey en cuatro partidos, lo que nos muestra el poderío de Diablos, convertido en un tremendo trabuco en el beisbol mexicano.
GRAN TEMPORADA DE CHARROS
El conjunto tapatío tuvo este año su segunda participación en la LMB en la era de la familia González Íñigo que adquirió la franquicia que antes perteneció a Mariachis, para convertirlo en Charros. El haber logrado ser campeón de la Zona Norte y disputar con Charros la Serie del Rey en este aniversario del centenario de vida de la LMB, ha permitido vivir semanas muy intensas, con juegos que llevaron las emociones al clímax.
En los dos últimos partidos disputados en el Estadio Panamericano fue muy grato verlo repleto, donde no cabía un alfiler, con la afición empujando al equipo.
Si bien no se logró el campeonato, el equipo cumplió sobremanera, un grupo de peloteros que habían vivido una temporada de altibajos logró sublimarse al final de la temporada con ese espíritu de lucha para lograr que la afición acudiera a darle el apoyo.
Así, termina un ciclo de ensueño para la organización albiazul, que incluyó su tercer trofeo de campeón en la Liga ARCO Mexicana del Pacífico –en enero pasado frente a los Tomateros de Culiacán–, y el pase a la Final de la LMB, fruto de su campeonato en la Zona Norte.
No hay descanso para Charros de Jalisco, que ya se prepara para iniciar la defensa de su título en la LMP: este lunes reportan los primeros invitados al roster para la campaña invernal, que arranca el próximo 16 de octubre, recibiendo a los Águilas de Mexicali, en el Panamericano.
LOS PELOTEROS
Charros vs. Diablos: ¿Habrá de nuevo jarabe tapatío como en Monterrey?

– Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac
En una final de la Serie del Rey, cualquiera puede ganar. Cuando los Charros de Jalisco enfrenten a los Diablos Rojos del México a partir de este miércoles, el diamante será un campo de batalla donde el corazón, la estrategia y la pasión decidirán al campeón de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB).
Este duelo es inédito en la historia de las finales de la LMB, un choque de titanes que promete emociones al límite. Los Diablos Rojos llegan como favoritos. Campeones en 2024 y bicampeones de la Zona Sur, buscan su título 18 y el primer bicampeonato de la LMB en 15 años.
Con un récord arrollador de 63-25 en la temporada regular, liderados por figuras como Robinson Canó, Río Ruiz, José Marmolejos y el tapatío Julián Ornelas, los escarlatas, bajo la dirección del experimentado Lorenzo Bundy, son una máquina ofensiva.
Su fortaleza en el Estadio Alfredo Harp Helú, donde abrirán los juegos 1 y 2 (10 y 11 de septiembre, 19:00 horas), los respalda. Pero, como diría un viejo aficionado, “en el béisbol, la grandeza no basta si el corazón no late”.
Los Charros de Jalisco, en cambio, son la sorpresa de 2025. Con un récord modesto de 46-46, se colaron al playoff con el sexto boleto tras vencer a Saraperos de Saltillo. Nadie apostaba por ellos.
“Charros no tiene nada que hacer ante Monterrey”, decían.
Pero, liderados por Benjamín Gil, considerado el mejor timonel del béisbol mexicano, dieron la campanada. Con cinco banderines en la Liga Mexicana del Pacífico (cuatro con Tomateros y uno con Charros en 2024-2025), Gil transformó un equipo inconsistente en una fuerza imparable.
En los playoffs, con 19 juegos (12 victorias, 7 derrotas), vencieron a Unión Laguna en un séptimo juego épico y humillaron a los Sultanes de Monterrey, líderes de la temporada con 55-37, en dos rondas (4-3 y 4-1). “El béisbol no miente: premia al que lucha”, diría Gil.
La hazaña de los Charros trasciende los números. Rompen una sequía de 54 años sin llegar a la Serie del Rey (desde 1971), su tercera final en la LMB (1950, 1971, 2025).
Son el único equipo que este año disputó la final de la Liga Mexicana del Pacífico, la Serie del Caribe y ahora la Serie del Rey, un logro histórico que los consagra como élite.
“Jalisco no juega solo por un trofeo; juega por su gente, por los que llenan el Panamericano con cánticos y banderas”, escribiría un cronista tapatío.
La serie, que continuará en el Estadio Panamericano de Zapopan (13 y 14 de septiembre, 18:00 y 17:00 horas, con un posible juego 5 el 15) y podría regresar a la capital (17 y 18 de septiembre), será una batalla épica.
Esta final es una fiesta nacional. El duelo enfrenta dos estilos: la solidez de Bundy, con su experiencia, contra el ímpetu de Gil, un motivador que levanta la autoestima de sus jugadores. En el diamante, como en la vida, gana quien entiende el alma de su equipo.
Este choque es más que deportivo; es una metáfora de México. Los Diablos representan la tradición y el poderío de la capital, un equipo que no admite derrotas. Los Charros encarnan la rebeldía tapatía, un conjunto que desafía pronósticos con garra.
La afición será clave. En Guadalajara, el Panamericano roza el lleno, respondiendo al llamado de Gil para hacer del estadio un volcán.
En la CDMX, los Diablos cuentan con un público leal que llena el Harp Helú. El béisbol es el pulso de un pueblo que se juega la gloria en cada lanzamiento. Los Charros necesitan consistencia en pitcheo y bateo oportuno para superar la historia de los Diablos. Los escarlatas deben evitar la complacencia ante un rival que crece bajo presión.
Cada juego será un capítulo de esta narrativa, donde el orgullo regional de Jalisco choca con la hegemonía capitalina. En esta Serie del Rey, el centenario de la LMB se celebra con un duelo que trasciende el marcador. Charros y Diablos nos regalan un espectáculo donde la estrategia, la pasión y el coraje decidirán al rey.
Diablos llega como favorito, como lo fue Monterrey ante Charros en los playoffs. “Sultanes no tiene rival”, decían, pero Jalisco bailó el jarabe tapatío en el Palacio Sultán. Con Gil al frente, Charros juega inspirado.
¿Lograrán los Diablos su corona 18 o veremos nacer a un nuevo titán de la LMB, como ya lo es Charros en el Pacífico?
El béisbol no tiene guion escrito; es un juego de valientes donde cada batazo escribe la historia.
Este miércoles es el primer juego, comienza esta leyenda. Que el diamante hable y que el corazón tapatío, con su afición rugiendo, deje una huella imborrable en esta batalla por la eternidad.