Connect with us

OPINIÓN

La apropiación del espacio público en Guadalajara

Publicado

el

Opinión, por Iván Arrazola //

La presencia de baldes o conos en la vía pública son parte de una imagen cotidiana en las grandes ciudades de México, por las mañanas en las calles aledañas a las oficinas públicas o por las tardes y las noches en los sitios cercanos a restaurantes o bares, es común encontrar la presencia de este tipo de objetos o de personas que con trapos en las manos indican que hay un espacio disponible en la vía pública para estacionarse, todo a cambio de una propina o de una cuota , Guadalajara y su zona metropolitana no es la excepción a esta práctica.

En días pasados una persona relataba como en Avenida Chapultepec, una zona emblemática del centro de Guadalajara, que está llena de bares y restaurantes, es común que por las noches las calles de esta zona se conviertan en territorio exclusivo de los franeleros, que cuidan los vehículos a cambio de una determinada cantidad. Esa cantidad se debe de pagar en muchas ocasiones por anticipado, para “cuidar” el vehículo y que no le pase nada, el modo o el tono amenazante de los franeleros es lo que finalmente obliga a las personas a pagar la cuota.

Otra imagen que también resulta cotidiana es la de los servicios de valet parking de diferentes restaurantes o bares, es peculiar la forma de proceder de los encargados de brindar este servicio, resulta curioso observar cómo es que el propio personal es el que coloca los conos o los baldes en las banquetas de los alrededores para estacionar los vehículos de los clientes, nuevamente otra forma de apropiación.

Está también el caso de los tradicionales tianguis, espacios que ayudan a la economía popular y que permiten acercar al consumidor productos frescos, estas bondades también tienen un costo para la ciudadanía, para las personas que viven en las calles donde se instalan los tianguis, saben que una vez a la semana necesitan sacar el vehículo desde temprano para no verse atrapados por la instalación de los tianguis o se privan de realizar ciertas actividades porque el tianguis dificulta su movilidad.

En eventos deportivos o en eventos artísticos sucede una situación similar, se puede observar como en un día de partido en el Estadio Jalisco, la Calzada Independencia se convierte en uno de los estacionamientos más caros del país, no solo franeleros, también vecinos de la zona, rentan las banquetas de sus casas y la tarifa se establece dependiendo de la trascendencia del partido.

Ante esta situación se podría pensar que la solución para no pagar la cuota que cobran los franeleros es utilizar menos el vehículo y más el transporte público, eso indudablemente es una medida que muchas personas apoyarían, sin embargo, el sistema de transporte público de la Zona Metropolitana de Guadalajara, no es necesariamente el más eficiente, sobre todo a altas horas de la noche no se puede tener la certeza de que el camión pasará, ni se cuenta con un servicio de transporte que funcione en horario nocturno, eso seguramente ayudaría a muchas personas que se quieren acercar de la periferia al centro o viceversa.

Estas imágenes tan peculiares de la forma de apropiarse del espacio público van acompañadas de la omisión o de la complicidad de las autoridades que ante la presencia de estas prácticas se hacen de la “vista gorda”, o bien toman medidas de mano dura que tienen un efecto temporal.

Se han realizado distintos operativos en Guadalajara para detener a franeleros, a los detenidos se les impone una multa de aproximadamente 1000 pesos o bien pueden optar por cumplir 72 horas de arresto, una vez cumplido el castigo probablemente vuelven a las calles a seguir trabajando.

Posiblemente este es el precio por vivir en una gran metrópoli en la que todo tiene un precio, tal vez es el impuesto que hay que pagar por la desigualdad que hay en las ciudades, lo que no se puede pasar por alto es la responsabilidad de la autoridad que ante su ausencia o su complacencia provoca que el espacio público de la ciudad se convierta en una selva en la que priva el interés del más fuerte, no por nada Guadalajara se encuentra entre las ciudades donde más inseguridad percibe la gente.

Si bien las soluciones no se encuentran en la mano dura porque los franeleros no son los únicos responsables de la apropiación del espacio público y las sanciones no desincentivan que sigan realizando sus actividades, lo que si se puede hacer es incrementar la presencia de la autoridad en diferentes situaciones desde regular y vigilar que el espacio público no se convierta en propiedad exclusiva de un particular.

Continuar Leyendo
Click to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Copyright © 2020 Conciencia Pública // Este sitio web utiliza cookies para personalizar el contenido y los anuncios, para proporcionar funciones de redes sociales y para analizar nuestro tráfico. También compartimos información sobre el uso que usted hace de nuestro sitio con nuestros socios de redes sociales, publicidad y análisis, que pueden combinarla con otra información que usted les haya proporcionado o que hayan recopilado de su uso de sus servicios. Usted acepta nuestras cookies si continúa utilizando nuestro sitio web.