JALISCO
La dolorosa tragedia de las jóvenes de Colotlán: Planes de vida desaparecen en la carretera federal 23
Crónicas de Pacheco, por Daniel Emilio Pacheco //
La noche del pasado 18 de enero, la Fiscalía General de Justicia del Estado de Zacatecas dio a conocer que, “En el Rancho Monte de la Presa Vieja, en la comunidad de El Cuidado perteneciente al municipio de Tepetongo, Zacatecas se ubicó una zona de inhumación irregular, localizando distintos indicios, cuyo análisis preliminar de antropología forense, arroja que puede tratarse al menos de cuatro víctimas diferentes, tres mujeres y un hombre y que es necesario realizar una confronta de perfiles genéticos para determinar su identidad por la condición en que fueron localizados los cuerpos humanos en reducción esquelética”.
Con esta confirmación del hallazgo de los restos de cuatro cuerpos empezaba a verse el final de la búsqueda de Daniela (31 años) y Viviana Márquez Pichardo (26 años) quienes el 25 de diciembre de 2022, regresaban a su casa en Colotlán, Jalisco después de visitar Jerez, Zacatecas, en una camioneta con su amiga Irma Paola Vargas (27 años) y José Melesio Gutiérrez (36 años) prometido de Daniela.
Al circular por la carretera federal 23 Jerez-Jalisco, a las 23:41 horas, Daniela decidió hablarle a su mamá para informarle que ya van pasando por la comunidad de Víboras, en el municipio de Tepetongo, Zacatecas y, que en una media hora estarían en casa. Ninguno de los jóvenes ni la mamá de Daniela y Viviana sabían que era la última vez que tendrían comunicación entre ellos.
El 23 de diciembre pasado, que José Melesio Gutiérrez Farías, llegó a Colotlán procedente de Cincinnati, Ohio, Estados Unidos, para reunirse con su prometida Daniela Márquez Pichardo y pasar las fiestas navideñas, la ilusión de revisar los avances de su boda que se realizaría en octubre de este año daba un toque especial a su visita, hasta el cierre de esta edición, no se sabe oficialmente qué ha sido de él.
Fueron los familiares de las hermanas Márquez Pichardo y de Irma Paola Vargas Montoya, quienes luego de pasar una noche de angustia al no saber de sus hijas, el 26 de diciembre, presentaron una denuncia de desaparición ante la Fiscalía General de Justicia del Estado de Zacatecas, donde se emitió la ficha de búsqueda y se activó el protocolo Alba, iniciaba con esto la carpeta de investigación y se implementaban las acciones de búsqueda de los 4 jóvenes.
La primer acción de activación social fue en el Boulevard Colotlán, el 29 de diciembre, más de un centenar de personas caminaron por la avenida principal de la población que sobrepasa los 17 mil habitantes y registra en los últimos días más de 17 desapariciones, la mayoría en el mismo tramo vial, la fatídica carretera federal 23 Jerez-Jalisco, una población que cuenta con 3 bases de la Guardia Nacional, pero, que debe parar sus actividades al ponerse el sol, pues la inseguridad en la zona tiene asustados a sus pobladores.
Con la desesperación en sus rostros y mostrando ya el cansancio de la búsqueda, los familiares y amigos de Daniela, Viviana y Paola, llegaron a Guadalajara, se manifestaron en la glorieta de los Niños Héroes, que cada vez es más conocida como la glorieta de los desparecidos, y después llegaron hasta la valla metálica que protege desde el 1 de mayo de 2022 el Palacio donde se supone debería despachar el gobernador de Jalisco.
Los gritos de los manifestantes causaban asombro en los turistas y visitantes al Festival Ilusionante, pero, no en los funcionarios de primer rango, pues los familiares de los desaparecidos, como es costumbre en este gobierno, no fueron recibidos por el gobernador, ni por el secretario general, se supone un empleado operativo les atendió.
La necesidad de ser escuchados lleva a los familiares de Daniela, Viviana y Paola a manifestarse en la capital de Zacatecas el 4 de enero, y luego el 5 de enero buscan en la Ciudad de México ser escuchados, necesitan la atención de las autoridades que se supone pueden dar con el paradero de sus familiares desaparecidos.
Los trayectos de traslado a las diferentes ciudades que los padres de Daniela, Viviana y Paola visitan para pedir la intervención de las autoridades, les abren los ojos, no son solo sus hijas, no son solo vecinos de Colotlán, ni siquiera son solamente jaliscienses o zacatecanos los que están desapareciendo, son hombres y mujeres de todo el país los que no llegan a sus destinos. Y no son unos cuantos, no son decenas, ni cientos, son MILES los desparecidos en México.
Ahora los padres de las jóvenes Daniel, Viviana y Paola, ya conocen de las asociaciones surgidas por iniciativa de los propios familiares que buscan a sus desaparecidos; ya saben del poco interés que muestran las autoridades ante este problema social, y como en el caso de Jalisco, ni siquiera mostraron una solidaridad cercana cuando lo único que tenían que hacer era escuchar y estar ahí; ahora ya no podrán dejar de prestar atención a los papeles que hacen las veces de cédulas de búsqueda pegados en los postes, en la paredes, en los parques, en las redes sociales que ellos mismos utilizaron para pedir ayuda por medio de videos e imágenes.
Desde el 19 de enero, Colotlán está de luto, el Kiosco luce veladoras encendidas; en la unidad deportiva Tenamaxtle los altares cubiertos de fotografías realizados por los familiares y amigos de Daniela, Viviana y Paola les dan el último adiós, con rezos y oraciones piden por su descanso; en los traslados de los cuerpos los pobladores de Colotlán salen a la calle con globos blancos y velas para dar el último adiós a las tres jovencitas.
En casa de la familia Márquez Pichardo, está guardado el vestido de novia que Daniela iba a usar en octubre, los planes de boda desaparecieron en la carretera federal 23 Jerez-Colotlán, igual que los planes de más de 60 personas, habitantes de 11 municipio limítrofes entre Jalisco y Zacatecas, desaparecidos el año pasado en el mismo tramo carretero.
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