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OPINIÓN

La embestida a Padilla: Jalisco atribulado

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Opinión, por Pedro Vargas Ávalos //

Menudos problemas se encaran en Jalisco, cuando a nivel federal se comenta el tercer informe de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, que al margen de la sonora frase “tengan para que aprendan”, dedicada a los invariables críticos que tiene el mandatario, arranca su segundo tramo. En nuestra entidad federativa la situación es diferente.

En efecto. La problemática común de ambos órdenes gubernamentales (federal y estatal), es la pandemia del COVID19, la corrupción y la inseguridad pública, ésta por cierto gestada en la violencia, el crimen organizado y los desaciertos de las acciones oficiales enderezadas para combatir a unas y otros.

Un tema gravísimo que a los jaliscienses agravia, es el del agua. Ciertamente también la federación en este asunto tiene responsabilidad, pero a quien de primera mano le atañe es a la administración local. Recordemos la reciente sequía que flageló a la zona metropolitana de Guadalajara y otros lugares del Estado durante meses, crisis que exhibió la incompetencia del SIAPA y organismos del ramo. Al respecto, en marzo pasado dijo la doctora Valentina Davydova, investigadora del Departamento de Ciencias Ambientales, del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA) de la UdeG: “Desde el punto de vista del clima, el pronóstico actual es sequía severa… a mediano plazo, en los próximos tres o cuatro meses es que puede llegar a una sequía severa extrema en gran parte de nuestro Estado, en particular en las regiones de Los Altos, Centro-Sur y Sureste, …”. Agregamos nosotros, que, sí pronto no se encuentran remedios, cada año la tribulación será peor.

LA PRESA DE EL ZAPOTILLO

La presa del Zapotillo, con una cortina de máximo 80 metros, podrá ser el salvamento de los tapatíos si fructifica la propuesta de AMLO, hecha en su reciente visita a Temacapulín: en este mes de la patria, se sabrá si prospera, lo cual en caso de ser afirmativa la respuesta de los lugareños, no solo amparará a Guadalajara y Los Altos, sino al ejecutivo estatal, cuyo compromiso de resolver este tremendo reto es fenomenal.

Chapala se inscribe también en esto de la escasez de agua, pues aunado a la sobre explotación que padece y lo veleidoso de los temporales, Guanajuato amenazó con no aportar torrentes de la presa de Solís, vaso que retiene mucha más cuantía del vital líquido, de la que tiene derecho sobre el río Lerma, alimentador permanente de nuestro hermoso mar chapálico.

Pero el problemón no para en la insuficiencia del fluido, sino en su exceso, como se ve en las inundaciones registradas tanto dentro de Tlaquepaque y Zapopan, como en Cihuatlán, Puerto Vallarta y una veintena de municipios jaliscienses. La cuestión rebasó al Estado y ya se pidió a la Federación se declare zona de desastre a la región, para recibir los auxilios suficientes.

Las tribulaciones antedichas son formidables, requieren que el gobernador Alfaro se aplique al cien por ciento, que la sociedad en su conjunto lo respalde y el gobierno federal se sume; solo de tal manera se podrán resolver tales sinsabores. Por fortuna, a últimas fechas los desafíos del gobernador hacia el presidente, parece que se han superado, por lo que se pueden esperar articuladas operaciones de dichos políticos en estas materias.

EL CHOQUE ALFARO- PADILLA

Lamentablemente, se ha venido gestando un enfrentamiento entre los mandamases del Estado y de la máxima Casa de Estudios, es decir entre el primer magistrado estatal y el líder indiscutible de la Universidad de Guadalajara, Raúl Padilla López. Y este lance, de no tener final diligente y feliz, llenará de pesadumbres a Jalisco.

Según Diego Petersen, esos dos personajes “se preparan para una guerra larga y con consecuencias políticas importantes”. (El Informador, 23-VIII-21). Zacapelas han sido las divergencias sobre el regreso presencial a clases, el desahucio de gente de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU) del parque La Resistencia en Huentitán (19 de agosto), donde tiene muchos intereses quien edifica ICONIA, y sobre el que Alfaro indicó que nada justifica se involucren dichos feuístas.

CERCENAR 140 MILLONES DE PESOS

De más calado resultó cercenarle 140 millones de pesos a la casa de estudios, que asegura ya estaban comprometidos para el Museo Ambiental del Centro Cultural Universitario, lo cual obligó al Rector Ricardo Villanueva (que algún comentarista bautiza como mero gerente de la UdeG), pedir y sostener cita con el Ejecutivo, sin mayores resultados hasta la fecha. Dicho Rector declaró que el jefe de gabinete de Alfaro, Hugo Luna, es quien orquesta los ataques contra el centro de estudios que representa.

No sabemos si el susodicho Villanueva, se refiera a una serie de videos que por internet circulan profusamente, en los cuales se apuntan actos de nepotismo padillista, abusos lucrativos de una constructora que al parecer maneja el mentor udegeísta multicitado, o aluda los cambios repentinos y masivos que perpetró el Consejo de la Judicatura (se dice que perjudicando a jueces udegeístas) o incluso, viejos señalamientos que forjara el desaparecido Rector General Carlos Briseño. O quizá se refiera a la auditoría que se le pretende hacer al museo citado, impulsado en su mayoría por la fracción emecista: estos diputados destacaron buscar una supervisión con el fin de que investigue, los posibles actos u omisiones que impliquen alguna irregularidad o, en su caso posibles conductas ilícitas en el manejo y aplicación de los recursos, incluyendo dar vista a la Fiscalía Anticorrupción. Todo ello, el Rector afirma es de tinte político. (El Informador, 30-ago-21).

Para ciertos analistas o simples ciudadanos, tras varias alusiones poco amables de AMLO hacia el “líder histórico” de la Universidad, creen que ahora es el momento para embestir a Padilla y reducir su poder en lo universitario, económico, cultural y político, área en que para colmo hasta un partido local tiene (Hagamos). Los que conocen a Alfaro, certifican que todo aquel que le contradiga es una especie de adversario, y en la relación de ambos protagonistas se registran desaires de toda índole.

Ahora bien, los dos virtuales contendientes saben luchar y por lo general triunfar. Eso augura un “choque de trenes” que los precedentes gobernadores de Jalisco evitaron sucediera, temerosos de salir perdiendo o al menos envolver al Estado en un vértigo terrible, porque el combate incluye a la administración pública, la academia, los partidos y la sociedad casi por entero.

Finalmente brota una interrogación: el gobernador, conforme a lo expuesto por el presidente, tendrá su conformidad e incluso, influiría para que en la confronta tomaran parte, la SEP, la Fiscalía General de la República, con la poderosa Unidad de Inteligencia Financiera y la rediviva Secretaría de Gobernación ¿?

Usted, cordial y ducho lector, vislumbre el desenlace.

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JALISCO

Transparencia en Jalisco: El costo político de extinguir el ITEI

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Los Juegos del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac //

El 10 de junio de 2025, el Congreso de Jalisco aprobó con 27 votos a favor de Movimiento Ciudadano (MC), Morena, Hagamos, Futuro, PT y Verde, y 8 en contra de PAN y PRI, la desaparición del Instituto de Transparencia e Información Pública de Jalisco (ITEI), cuyas funciones fueron transferidas a la Contraloría del Estado.

Esta decisión, que armoniza la legislación local con la reforma constitucional federal de 2024 impulsada por Morena para eliminar organismos autónomos como el INAI, ha desatado un debate crucial: ¿fortalece o debilita la transparencia en Jalisco? La medida, aunque obligada por la federación, revela tensiones políticas, contradicciones ideológicas y un pragmatismo que podría costarle caro al gobierno de Pablo Lemus.

¿Cómo lo va a tomar el elector local? ¿Qué tanto le va a afectar a Movimiento Ciudadano ir con Morena en esta decisión de desaparecer al ITEI? Pablo sacrifica parte de la autonomía regional que demandó en campaña contra el centralismo chilango -así le llamó- para evitar conflicto con la presidenta Claudia Sheinbaum

La reforma federal, respaldada por el expresidente Andrés Manuel López Obrador y la presidenta Claudia Sheinbaum, extinguió el INAI y reasignó sus tareas a la Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno, una dependencia del Ejecutivo.

En Jalisco, el Congreso tuvo hasta el 18 de junio de 2025 para alinear su marco legal, optando por disolver el ITEI y crear un órgano desconcentrado dentro de la Contraloría. Aunque Lemus no inició esta reforma, su decisión de alinearse con Morena en el Congreso local contrasta con la postura combativa de su antecesor, Enrique Alfaro, quien desafió al gobierno federal en defensa de la autonomía estatal. Este pragmatismo sugiere que Lemus prioriza la gobernabilidad y una relación tersa con Sheinbaum, pero a un costo político que aún está por definirse.

Movimiento Ciudadano enfrenta una contradicción evidente. En el Senado, su coordinador, Clemente Castañeda, defendió con vehemencia la autonomía del INAI durante las discusiones de 2024, calificando su eliminación como un retroceso democrático que socavaría la rendición de cuentas y la lucha contra la corrupción.

En el foro “Diálogos Abiertos por la Transparencia” de noviembre de 2024, Castañeda respaldó a expertos que alertaron sobre los riesgos de centralizar funciones en el Ejecutivo, como la pérdida de la Plataforma Nacional de Transparencia y la falta de independencia en la gestión de información pública.

Sin embargo, en Jalisco, los legisladores de MC votaron junto a Morena para extinguir el ITEI, exponiendo una dualidad discursiva que podría confundir a su base electoral, especialmente en un estado donde MC ha construido su identidad en torno a la autonomía regional y la crítica al centralismo.

El ITEI, hay que reconocerlo, no era un bastión de imparcialidad. Durante el sexenio de Alfaro, expertos en transparencia acusaron al organismo de ser cooptado por el Ejecutivo, funcionando más como una extensión del poder estatal que como un contrapeso al servicio de la sociedad. Gabriel Torres Espinoza, académico y analista, cuestiona la utilidad de los Organismos Constitucionalmente Autónomos (OCA), describiéndolos como “burocracias politizadas, independientes solo en el papel”. En su opinión, muchos OCA, incluido el ITEI, se convirtieron en espacios para colocar aliados en la nómina o tejer redes de influencia con fines de lucro, desviándose de su propósito original. “Deben ser contrapesos reales, no simulaciones ni monumentos vacíos”, sentencia Torres, reflejando un escepticismo compartido por sectores críticos que ven en la extinción del ITEI una oportunidad para replantear la transparencia, siempre que se garantice su efectividad.

Consciente de las críticas, Lemus propuso un nuevo modelo dentro de la Contraloría, con participación de universidades, sociedad civil y actores independientes, para preservar la transparencia y el acceso a la información. Sin embargo, PAN y PRI han acusado al gobierno de convertirse en “juez y parte” al subordinar estas funciones a un organismo dependiente del Ejecutivo, lo que podría comprometer la imparcialidad.

La alianza de MC con Morena, su rival directo en las elecciones intermedias de 2027, añade una capa de complejidad. En campaña, Lemus prometió resistir el “centralismo chilango”, pero su voto conjunto con Morena podría alienar a votantes que valoran la autonomía regional, especialmente en un contexto donde la polarización política está en aumento.

El impacto electoral de esta decisión es incierto, pero significativo. MC ha dominado Jalisco en los últimos años, pero la percepción de que Lemus cede ante el gobierno federal podría erosionar su capital político, particularmente entre los sectores urbanos y jóvenes que apoyaron su discurso de independencia. Además, la transferencia de funciones a la Contraloría plantea desafíos operativos: ¿tendrá la capacidad técnica y la autonomía necesaria para manejar solicitudes de información y garantizar la protección de datos? La inclusión de la sociedad civil en el nuevo modelo es un intento de mitigar estas dudas, pero su éxito dependerá de la transparencia en su implementación y de la vigilancia ciudadana.

En última instancia, la extinción del ITEI refleja un dilema más amplio: cómo equilibrar la armonización con las reformas federales sin sacrificar los principios de autonomía y transparencia que Jalisco ha defendido. Lemus apuesta por un enfoque pragmático, pero el costo político y social de esta decisión podría manifestarse en las urnas y en la confianza ciudadana, especialmente si el nuevo modelo no logra desterrar las prácticas de control que marcaron al ITEI en el pasado.

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JALISCO

Un gobernador de redes sociales: La diplomacia según Lemus y el silencio que delata…

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Crónicas de Pacheco, por Daniel Emilio Pacheco //

Pablo Lemus quiso jugar a la diplomacia. Se colocó su traje de “estadista internacional”, abrió su cuenta de X y decidió pronunciarse —veinticuatro horas después— sobre un conflicto que ni le competía ni le concernía directamente, pero que olía a oportunidad política: una funcionaria menor de Morena, Melissa Cornejo, fue cancelada —en redes y en visa— por el exembajador Christopher Landau, actual vicecanciller estadounidense. Lemus, con más cálculo que convicción, tomó aire, y escribió: “Eso no es Jalisco”.

Pero, ¿qué es Jalisco para Lemus? ¿Es acaso ese estado ejemplar que presume ante los diplomáticos gringos mientras, al mismo tiempo, sufre una de las tasas más alarmantes de desapariciones en el país? ¿Es ese “pueblo hermano” que, según él, mantiene relaciones respetuosas con los Estados Unidos, mientras la impunidad se pasea libremente entre sus aliados políticos, como Enrique Alfaro en Madrid, sin rendir cuentas por los más de 17 mil desaparecidos?

En su intento por desmarcarse de Melissa Cornejo —una joven militante que se inmoló en un tuit rabioso contra el imperio migratorio estadounidense— Lemus no midió que estaba exponiendo su propia desnudez política. Porque es muy cómodo condenar un mensaje soez desde la altura del poder, pero es más difícil responder cuando la diputada Itzul Barrera le devuelve el golpe con los datos que Lemus no publica en sus redes: alcaldes de su partido presos por crimen organizado, crisis hídrica en medio estado, y una Mesa de Seguridad donde el gobernador prefiere scrollear a intervenir.

Lemus no defendió a Jalisco. Se defendió a sí mismo. Se posicionó como el “buen mexicano”, el que sabe hablar inglés, el que presume relaciones internacionales y que, como todo buen político tecnócrata, se sube a los trending topics con frases bien medidas para caerle bien a los de afuera.

Pero en casa, su voz suena hueca. ¿Dónde está el mismo Lemus para condenar las ejecuciones extrajudiciales que policías municipales han protagonizado en su administración? ¿Dónde está para exigir justicia para las madres buscadoras hostigadas o desaparecidas? ¿Dónde estaba cuando Itzul Barrera le respondió con datos y él no supo replicar más que con silencio?

Este es el verdadero problema: Lemus no ve el fondo, solo la forma. Mientras Melissa Cornejo borra sus redes, él limpia su imagen con trapos ajenos. Mientras el vicecanciller Landau pontifica sobre los “glorificadores de la violencia”, el gobernador guarda silencio sobre los desaparecidos del 5 de mayo, los cuerpos embolsados en el río Santiago o los feminicidios en la zona metropolitana.

Y todo, para quedar bien con Washington.

Como decía un viejo columnista —al que esta pluma sigue rindiendo tributo—, “los políticos no son lo que dicen, sino lo que callan”. Y Lemus, al callar frente a los escándalos reales que le competen, pero alzar la voz solo cuando hay reflector extranjero de por medio, se pinta de cuerpo entero: es un gobernador de redes, no de gobierno.

En X @DEPACHECOS

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NACIONALES

La disfuncionalidad que viene

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Opinión, por Fernando Núñez //

Las elecciones judiciales, así como la marcha en contra de ellas, fueron un rotundo fracaso. Lo anterior nos dice que la lucha en torno a uno de los Poderes de la Unión es un proyecto –y contraproyecto– de las élites políticas del país, sin interés alguno por parte de la población. La cooptación de los juzgadores es un hecho consumado, y solo se habrá de revertir en un futuro un tanto lejano y después de una considerable e inevitable inestabilidad política.

“Nada es más peligroso que un pueblo que ha renunciado a su derecho a pensar por sí mismo”, afirmaba la estudiosa del totalitarismo político, Hannah Arendt. La desaparición de la capacidad crítica y la entrega ciega a un proyecto político, así como la instauración de la apatía y la indiferencia ante los sucesos políticos, son condiciones indispensables para la implantación de regímenes autoritarios/totalitarios.

La elección judicial en México deja claro que lo que existe no es una creencia ciega en un proyecto político, sino una muy peligrosa apatía política. Porque, por una parte, solo 13% de los electores mexicanos acudieron a votar, y el número sería considerablemente menor de no haber habido una operación nacional de acarreo político; pero, por otra parte, solo 3 mil personas se congregaron en el Ángel de la Independencia para protestar contra las elecciones, y en el resto de las principales ciudades del país los números fueron aún más raquíticos.

La lucha política en torno al Poder Judicial es un proyecto de las élites políticas. La captura de uno de los Poderes de la Unión no es un proyecto de las bases morenistas, porque estas no acudieron a votar. Pero mantener la independencia judicial tampoco es un proyecto de las bases opositoras, porque estas no acudieron a marchar. Tiene sentido: el Poder Judicial resulta muy abstracto –inclusive para las clases medias y medias-altas del país– como para querer ver su destrucción o su sostenimiento.

Lo anterior cobra más sentido aún ante el decrépito número de juzgadores que tenemos, y la falta de estado de derecho, trayendo como resultado una muy baja exposición de la población ante la impartición de justicia.

Y, sin embargo, el Poder Judicial resulta fundamental para el funcionamiento de la política, la economía y la sociedad. Además de la sepultura de la democracia y el fin de una era política, la elección judicial abrirá la puerta a los poderes fácticos, traerá aún más el debilitamiento del Estado mexicano y, con ello, la disfuncionalidad en el país. Eso ya lo vemos en una diversidad de indicadores que nos dicen que hay un continuo y creciente pesimismo entre la clase empresarial, y un constante y creciente estancamiento económico.

¿Cuándo comenzarán las protestas? Cuando comience a faltar dinero en los bolsillos de los mexicanos, y muy especialmente en los bolsillos de las clases medias del país. Eso, inevitablemente, viene.

Hay una peligrosa apatía política, y queda claro que las élites políticas son las únicas que se encuentran polarizadas. El sexenio de López Obrador comenzó con un capricho mayor al cancelar el NAIM, pero terminó con uno mayúsculo, sin precedente en la historia de la humanidad: la destrucción del Poder Judicial a través de elecciones populares. El futuro luce sombrío.

TikTok: @mxpatriota

Twitter: @FernandoNGE

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