CULTURA
La Selección Mexicana: De puertas abiertas a los extranjeros
Miscelánea Deportiva, por Esteban Trelles Meza //
Todo un tema lo es la naturalización de jugadores para acceder al representativo nacional mexicano. Aquí no se trata de sentimentalismos nacionalistas empecinados solamente en futbolistas nacidos en México, que como excusa y pretexto viene el comparativo con las grandes potencias europeas Italia, Francia, España, etc., que ellos sí nacionalizan jugadores sin prejuicios y escándalos, que no tiene que ver con los llamados comunitarios, que estos juegan en sus clubes respectivos como nacionales.
Los máximos jugadores llegados a este país en nuestra historia, no fueron considerados por los federativos para naturalizarlos que el mejor de todos lo fue sin duda el brasileño Evanivaldo Castro “Cabinho”, con UNAM, Atlante y León, con 312 anotaciones en el futbol mexicano y 8 campeonatos de goleo.
Miguel “súperman” Marín, argentino fue un guardameta excepcional que implementó en sus despejes el pase al compañero de manera sesgada le daba la ventaja ofensiva en jugadas de gol, aparte de sus condiciones naturales de colocación, reflejos, elasticidad que lo hacían único en su puesto.
El chileno Alberto Quintano, zaguero central, elegante, fuerte, ubicado, marcador implacable, recio, un baluarte en la defensa, que entre paréntesis hacía mancuerna en selección de Chile con Elías Figueroa, considerado varias temporadas como el mejor jugador en Brasil, mundialistas ambos por su país.
Carlos Reynoso chileno también fue el mejor jugador extranjero en este país, mediocampista de una visión magistral, con clase de trazos de 30 – 40 metros al pie del compañero, con un fuerte disparo en tiros libres que convertía en gol (gol Interamericano en el estadio Azteca contra el guardameta argentino Hugo “El loco” Gatti), mundialista en su país, en nuestro concepto un peldaño arriba de nuestro compatriota el maestro Benjamín Galindo, los mejores de todos los tiempos.
La exageración de los extranjeros en cancha jugando en nuestro país es lamentable, que los villamelones serviles comentaristas malinchistas, tengan como tema actualmente al colombiano Julián Quiñones promoviendo su carta de naturalización como viles promotores, solamente por ser bicampeón con Atlas de Guadalajara, que para colmo lo tienen de titular indiscutible, aún que no está debidamente nacionalizado, que por las presiones el novato director técnico Jimmy Lozano lo tiene entrenando en selección nacional para supuestamente “ambientarse”.
El francés André Pierre Gignac, máximo goleador extranjero en los últimos tiempos, contemplado por muchos no apareció nunca en selección, que pareciera moda o tendencia determinado jugador para “sugerirlo” por México.
Jamás nunca en mundiales un extranjero marca diferencia, aun el propio Antonio Naelson Sinha brasileño, que cumplió con Ricardo LaVolpe como orquestador en media cancha (Alemania 2006).
Un extranjero insistimos debe ser infinitamente superior al jugador nacional, para ocupar un lugar en selección y no solamente en nuestro país, sino en el mundo.
Remontándonos al pasado con la selección española, vemos a la “saeta rubia” Alfredo Di Stéfano, argentino nacionalizado español, como un fuera de serie mundialmente, goleador implacable, auténtico “crack”, que tiene su nombre en letras de oro en los anales de la historia española, junto a su equipo Real Madrid, sin olvidarnos de Ferenc Puskás y Francisco Paco Gento.
España en clubes es potencia desde siempre con sus equipos Real Madrid y Barcelona, más no con selección nacional, que en los últimos tiempos logra su campeonato mundial (Sudáfrica 2010).
Los Maradona, Cruyf, Ronaldo, Ronaldinho, el propio Hugo Sánchez, que entre paréntesis jamás nunca fue diferencia en selección nacional, como sí lo fue indiscutiblemente con el Real Madrid, los últimos genios el portugués Cristiano Ronaldo, el argentino Leonel Messi y el brasileño Neymar (inferior a los primeros), los mejores jugadores del mundo que están todos en el ocaso de sus carreras,
Resulta subjetivo señalar quién es mejor individualmente cuando no estamos contemplando la eficacia en ellos, que realmente inclinen la balanza en selección nacional en el mercado mexicano, aunado a un sistema de juego del propio director técnico en turno, que justifican la inclusión de determinado jugador (Gabriel Caballero en la era Javier Aguirre Corea del sur –Japón, 2002 ), dentro de su esquema táctico – estratégico en beneficio de la selección nacional.
El desfile de extranjeros en selección nacional, ninguno de ellos fue extraordinario ni marcó diferencia en nada.
El colmo de los extranjeros lo fue el fracaso del argentino Funes Mori que jugó 8 minutos en el mundial pasado (Qatar 2022), que es una burla y ofensa para los nuestros, lo mismo que nuestro compatriota Raúl Jiménez con su deshonestidad al no estar físicamente al cien y ocupar un lugar que no le correspondía (Santiago “el bebo” Giménez), que fue de turista con la complicidad del técnico argentino Gerardo “Tata” Martino.
El fraude mayúsculo con la millonada que obtuvo lo fue sin duda alguna “Tata” Martino, quien cobró por nada, aparte de imponer su sequito imperial, que a los federativos mexicanos “les vieron los huaraches”, en el que coloquialmente “no es problema el indio, sino el que lo hace compadre”.
El título de nuestra columna es más que elocuente “la selección es puerta abierta para los extranjeros”.
Las predicciones y especulaciones son solo eso, pero qué pasa con Santiago Giménez, “que la rompe” en Países Bajos y al estar Quiñones, nos privaría de su consagración mundialista para el representativo nacional.
Invertir tiempo dinero y esfuerzo es mejor hacerlo con jugadores nacidos en este país, aunque irónicamente Giménez es argentino – mexicano, es preferible hacerlo junto a los noveles que tenemos, que lo siguen siendo como Diego Lainez que lo desperdiciaron en Europa con tamaños y condiciones del jugador mexicano, pícaro, gambetero, rápido, escurridizo, que de repente no culmina las jugadas, pero tiene condiciones excepcionales y es preferible proyectar a nuestros jóvenes, como el caso de Hirving “Chucky” Lozano, que el técnico Gatusso la tomó contra él banqueándolo y relegándolo, que afortunadamente otros técnicos (Milán) si le dieron su lugar (45 millones de euros su carta).
JJ Macías, delantero centro, es también una posibilidad después de su larga rehabilitación por culpa del cuerpo médico en una irresponsabilidad mayúscula, que deberían despedirlos e indemnizar ellos a Macías por forzar su rehabilitación con el resultado que todos conocemos (Un año inactivo), y así podemos enumerar varios prospectos del Rebaño Sagrado y varios equipos más.
Por último, la terna olímpica (Tokio 2020-21) de Antuna, Henry y Alexis es una alternativa, lo mismo que Hirving “Chucky” Lozano, Santiago Giménez y Jesús “Tecatito” Corona, entre otras variantes de mexicanos, sin olvidarnos de Orbelin Pineda, Sebastián Córdoba, Luis Romo, Jonathan Ozziel Herrera, entre otros, con tamaños para triunfar.
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