MUNDO
La supremacía racial
Opinión, por Gerardo Rico //
“Hace solo unos meses, en un hermoso campo de Pensilvania, la bala de un asesino me atravesó la oreja, pero sentí entonces y creo, aún más ahora, que mi vida fue salvada por una razón. Dios me salvó para hacer a Estados Unidos grande de nuevo”, una de las frases del Presidente Donald Trump durante su discurso de toma de posesión como el mandatario número 47 de la Unión Americana, que describe la visión que tiene del mundo
Más allá de la imposición de aranceles, las advertencias de bloqueos comerciales, de pretender la compra de Groelandía, de buscar apoderarse del Canal de Panamá, una de las amenazas que representa el Presidente de Estados Unidos, es la supremacía racial. Situación que se torna peligrosa cuando se creía superada.
Al analizar los nombres de los colaboradores en su gabinete y ver sus antecedentes, sobre todo el de Elon Musk, el multimillonario dueño de Tesla, CEO de la agencia espacial SpaceX, presidente de X Corp -la empresa que opera la red social X- de origen sudafricano y quien asumió como titular del Departamento de Eficiencia Gubernamental, al celebrar la investidura de Trump con un gesto como el saludo nazi, indica mucho de lo que nos espera con la supremacia racial.
El discurso de Donals Trump en su ascenso al poder me hizo recordar el famoso Mein Kampf aquél libro autobiográfico de Hitler, que en algunas de sus partes esenciales trata sobre su egocentrismo narcisista, Sus teorías son extremistas, inmorales y parecen prometer guerra y catástrofe si se las toma en serio. Destaca su programa de ultranacionalismo, racismo y expansionismo territorial,
El supremacismo blanco se ha enmarcado históricamente en una serie de movimientos sociales y políticos de la extrema derecha. Señalan que si bien no existe consenso en torno la definición de “extrema derecha” en nuestras sociedades, ésta se entiende antisocialismo, anti comunismo, anti inmigración, anti feminismo, islamofobia, antisemitismo, racismo, xenofobia y el uso de la violencia extrema.
Los movimientos sociales de extrema derecha presentan estas características en diferentes combinaciones y además se transforman en el tiempo y de acuerdo al contexto. Es una ideología racista basada en la idea de la superioridad de la “raza blanca”, donde se promueve la idea de que ésta debe tener la autoridad política, económica y social en la sociedad.
Algunas características:
1.- Es un fenómeno o constructo social histórico que se ha expresado como un movimiento ideológico y social fundamentado en creencias y prácticas específicas que subrayan la superioridad de la “raza” blanca y buscan mantener y ampliar sus privilegios sobre otras minorías.
2.- Sostiene y justifica la creencia en la amenaza que significan el resto de las “razas” para la “raza” y la cultura blanca.
3.- Como movimiento social, la supremacía blanca es parte de un sistema político, social, económico, filosófico y ético, pues es un proyecto político basado en el control del poder y los recursos por parte de la “raza” blanca (politización del racismo).
4.- Por lo tanto, como ideología, movimiento social, proyecto político y sistema complejo, la supremacía blanca funciona a nivel individual y colectivo.
A pesar de sus diferentes manifestaciones, la supremacía blanca se sostiene en 4 pilares ideológicos centrales:
1.- Los blancos deben dominar a las otras “razas”.
2.- Los blancos deben vivir únicamente en sociedades de blancos.
3.- Los blancos tienen una cultura propia superior al resto.
4. – Genéticamente los blancos son superiores al resto de las “razas”.
Una más: “Mi reciente elección es un mandato para revertir completa y totalmente una horrible traición, y todas estas muchas traiciones que han tenido lugar, y para devolver al pueblo su fe, su riqueza, su democracia y de hecho su libertad, a partir de este momento, el declive de América ha terminado. Las libertades y el glorioso destino de nuestra nación ya no serán negados, y restauraremos inmediatamente la integridad, la competencia y la lealtad del Gobierno de Estados Unidos”, otra parte de su discurso al asumir por segunda ocasión la presidencia de los Estados Unidos.
Peligroso para México y el mundo el populismo de derecha que observamos desde hace unas semanas en Washington.
