OPINIÓN
La transición vertiginosa a una política digital: Reconstrucción, el reto para el 2024

Opinión no pedida, por Armando Morquecho //
Después del fuerte golpe que sufrieron muchos partidos políticos en las elecciones del 2018, muchos creían que este debacle sería la oportunidad perfecta para que los pocos espacios de representación obtenidos se usaran para construir una oposición crítica y constructiva que fuera capaz de desarrollar, de la mano de sus respectivos partidos, un proyecto político renovado que puediera reivindicar narrativas.
Lamentablemente para los partidos, del 2018 a la fecha mucho ha pasado, y la oposición, ha tenido que dejar en la congeladora esta misión de reconstrucción por muchas razones.
Primero, la condición humana ha jugado un factor en contra de los partidos políticos, que desde el 2018 no ha logrado encontrar un punto de estabilidad, ya que lo que comenzó meses antes de las elecciones, como una ola de renuncias, hoy se ha convertido en un tsunami que sigue arrasando con sus estructuras, demostrando así que este problema no fue solamente algo coyuntural, sino que es un fenómeno con raíces ideológicas ya que es cada vez más frecuente ver cómo un gran número de políticos utilizan a los partidos para continuar con un proyecto de alcanzar el poder per se, sin proyectos, sin ideologías y sin causas.
Pero probablemente uno de los factores que más afectó a los partidos fue la pandemia, ya que este fenómeno sanitario cambió la dinámica de prácticamente todas las actividades profesiones, sociales, culturales, académicas, y obviamente, también las actividades políticas.
La pandemia generada por el SARS-Cov-2, impulsó lo que yo considero uno de los cambios modernos y tecnológicos más bruscos de nuestra historia, ya que de la noche a la mañana un gran número de personas que apenas comenzaban a adaptarse a las nuevas tecnologías, se vieron obligadas a atender juntas online, a dar clases online y a desahogar conferencias y/o ponencias online, a través de una plataforma desconocida por muchos.
Asimismo, la pandemia cambió por completo nuestros hábitos sociales, ya que ahora, cualquier reunión presencial tiene un cierto grado de riesgo que pone en peligro la vida no solo de nosotros, sino también de nuestros seres queridos, obligando así a que la transición digital no se limitará únicamente a lo profesional, sino también a lo social, y en su defecto, a lo político.
Ahora, para muchos, puede que hablar de transicionar a una política digital sea un gran avance, ya que a través de Zoom, Facebook, Twitter e Instagram no solo puedes llegar a más personas, sino que puedes seleccionar las colonias y los rangos de edad a los que quieres dirigir un mensaje, pero claro, esto no es un gran avance para todos, ya que para muchos partidos ha sido un reto bastante grande debido a que sus estructuras, sus discursos y sus mecanismos de operación política están estancados en las herramientas del pasado, que si bien es cierto, aun no son obsoletas, también es cierto que hoy, en el contexto de una pandemia que ha costado la vida de 200 mil personas, no son viables.
Aunado a lo anterior, también ha significado un reto para algunos partidos por cuestiones de infraestructura, cuestiones económicas y de capital humano, ya que para los comités de los partidos y sus militantes en algunos municipios, hablar de llevar a cabo su labor política a través de medios digitales no es tan sencillo como parece, ya que la realidad del estado de Jalisco y obviamente, la realidad de México, va más allá de la realidad de zonas como Andares, la Condesa o San Pedro.
Estos han sido algunos de los fenómenos que han dificultado los procesos de renovación y reconstrucción de muchos partidos políticos que hoy llegan a las campañas con mucha improvisación y con trabajo que simplemente no logró penetrar en una sociedad que hoy en día, además de exigir nuevas formas de hacer política, exige también soluciones a problemas sociales para los que muchos partidos políticos, no están listos para enfrentar.
Es así, que tal y como lo mencioné en la columna en la que hablo acerca de la leyenda de Ícaro, este 2021 será un proceso para depurar pero no solo partidos del sistema, sino también, será un proceso para depurar estructuras, discursos, proyectos y al mismo tiempo, este proceso electoral puede ser el inicio de un verdadero proceso de transformación política para los partidos en todos y cada uno de los sentidos.
Sin embargo, no será sencillo, ya que este proceso de transformación va más allá de una transición digital que facilite las formas de hacer política y que permita innovar en el medio, de la misma manera, el proceso de transformación obliga a los jóvenes que forman parte de las instituciones políticas con más historia de México, a que se planteen muy seriamente las siguientes preguntas: ¿Qué partido quieren? ¿Qué partido necesitan? ¿Qué partido necesita la sociedad? y la más importante: ¿Cómo se puede transformar una institución que carga con un pasado oscuro?
Cuando hablamos de reconstrucción, no basta con agregar la palabra a todos los discursos que pronuncian los candidatos o los dirigentes, cuando hablamos de reconstruir, se necesita entender que implica un proceso a través del cual se suman esfuerzos para levantar aquello que ha sido deteriorado o dañado y también, se debe entender que la reconstrucción implica un proceso de autocrítica e introspección que permita recordar y tener presentes todos y cada uno de los hechos que han afectado a las instituciones políticas que se encargan de fortalecer tanto los valores democráticos de nuestro país, como nuestro sistema de participación ciudadana.
Por ello, la clave para lograr abordar los retos políticos del 2021-2024, la militancia juvenil, irreverente, disruptiva, accionaria y revolucionaria de los partidos políticos que hoy necesitan reconstruirse, tendrá que abordar este trabajo con mucha madurez tanto personal como política, sobre todo, porque deberán entender que el primer paso para iniciar con una verdadera reconstrucción es aceptar y asimilar que su institución está dañada y que sus cimientos son débiles, por no decir, que estos han desaparecido.
Posteriormente, y para cerrar la pinza, la juventud tendrá que entender que la clave para la reconstrucción no siempre está en la calle, sino que también, está en la literatura y en los grandes pensadores de nuestra era.
En virtud de lo anterior, quiero despedir esta columna con una reflexión de Yuval Noah Harari, que si no me equivoco, ya he compartido con anterioridad, solo que está vez, me parece muy ad hoc a los retos que están por venir.
A la hora de tomar las decisiones más importantes en la historia de la vida, yo personalmente confiaría más en quienes admitan su ignorancia, que en los que proclamen su infalibilidad. Si alguien quiere que su religión, su ideología o su visión de la vida guíen el mundo, la primera pregunta que le haría sería: ‘’ ¿Cuál es el mayor error que tu religión, tu ideología o tu visión de la vida han cometido? ¿En que se equivocaron?‘’. Si no es capaz de contestarme algo serio, yo, al menos, con confiaría en él.
LOS PELOTEROS
Charros domina a Sultanes con doble triunfo en el Palacio Sultán

-Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac
Charros de Jalisco sorprendió al líder de la Zona Norte, Sultanes de Monterrey, al llevarse una ventaja de 2-0 en la primera ronda de los playoffs de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB).
Con un pitcheo estelar, una ofensiva oportuna y un juego colectivo impecable, los jaliscienses vencieron 5-3 y 10-2 en el Palacio Sultán, silenciando a una afición regiomontana que abarrotó el estadio.
Ahora, los pupilos de Benjamín Gil regresan al Estadio Panamericano de Zapopan con el ánimo a tope, listos para consolidar su ventaja en casa y acercarse a las siguientes rondas en su búsqueda por la Serie del Rey.
Un pitcheo que marcó la diferencia
El primer juego, disputado el sábado, mostró el dominio absoluto del abridor Zac Grotz, quien lanzó seis entradas magistrales, ponchando a siete rivales sin permitir carreras. Su control frustró a la poderosa batería de Sultanes, favoritos junto a Diablos Rojos para llegar a la final.
Grotz contuvo a una ofensiva que lideró la Zona Norte durante la temporada regular, demostrando por qué Charros llegó a los playoffs como un equipo en ascenso.
En la tercera entrada, Mallex Smith rompió el empate con un jonrón solitario, poniendo el 1-0. En la quinta, la ofensiva jalisciense explotó con tres carreras: un imparable de Smith remolcó a Édgar Mendívil, un roletazo de Michael Wielansky permitió a Johneshwy Fargas anotar, y un hit de Kole Calhoun impulsó a Smith para el 4-0.
La séptima entrada trajo tensión. Grotz dejó un corredor en base, y Stephen Gonsalves, al relevar, otorgó un pasaporte. John Lester aprovechó y conectó un jonrón de tres carreras, apretando el marcador a 4-3. Sin embargo, Sasagi Sánchez subió al montículo y apagó la amenaza con un ponche clave a Casey, enfriando la ofensiva regiomontana.
En el noveno, Wielansky produjo la quinta carrera con un hit que permitió a Fargas anotar, asegurando el 5-3. Trevor Clifton cerró el juego, no sin drama: “El Chule” llegó a segunda con un hit, pero una jugada espectacular de Josh Fuentes en primera selló el out 27 y la victoria.
El domingo, Luis Iván Rodríguez, orgullo de Ocotlán, brilló en el segundo juego. Durante 4.2 entradas, permitió solo tres hits sin carreras, con dos bases por bolas y dos ponches. Relevado por Gonsalves, quien se llevó la victoria, Charros mantuvo el control.
Los relevistas Rafael Córdova, Miguel Aguilar, Andrew Pérez (quien permitió las dos únicas carreras de Sultanes), Sasagi Sánchez y McKinley Moore fueron intratables, limitando a Monterrey a un 10-2.
La estrategia de Gil, con cambios oportunos, mantuvo a Charros en control, vapuleando a un equipo que no esperaba tal exhibición.
OFENSIVA OPORTUNA Y JUGADAS CLAVE
La dupla de Mallex Smith y Michael Wielansky fue un dolor de cabeza para el pitcheo de Sultanes. En el segundo juego, Josh Fuentes y Drew Stankiewicz destacaron tanto en el bateo como en la defensiva. Fuentes empujó a Fargas en la segunda entrada para abrir la pizarra, mientras Garlick conectó un roletazo productor en la tercera y un “sac-fly” en la cuarta.
En el quinto inning, Sultanes amenazó con casa llena, pero Gonsalves resolvió con maestría. En el sexto, Stankiewicz brilló con una jugada defensiva espectacular y luego conectó un hit que remolcó a Calhoun, seguido por un imparable de Fuentes que llevó a “Stankie” al plato, poniendo el 5-0.
El séptimo inning marcó el rumbo del juego. Kyle Garlick conectó el primer jonrón de Charros en la postemporada, con Wielansky a bordo, para un 7-0 que parecía definitivo. Aunque Lester rompió la blanqueada con un jonrón de dos carreras (7-2), Sasagi Sánchez contuvo el daño con casa llena.
En la octava, un machucón de Donny Sands permitió a Fargas anotar, y un doblete de Mallex Smith remolcó dos más. En la novena, Charros agregó tres carreras, sellando el 10-2 que enmudeció al Palacio Sultán, un escenario donde Sultanes rara vez sufre derrotas tan contundentes.
UN EQUIPO MOTIVADO RUMBO A CASA
Clasificados como sexto lugar en la temporada regular, Charros ha sorprendido con un juego completo y motivado. Su hambre de triunfo los llevó a superar al líder de la Zona Norte en su propio estadio, un logro que pocos anticipaban. La afición regiomontana, conocida por su lealtad, quedó atónita ante la exhibición jalisciense, especialmente en el segundo juego, donde la diferencia fue abrumadora.
Con la serie al mejor de siete, Charros regresa a Zapopan con una ventaja sólida, listo para aprovechar el apoyo de su afición en el Estadio Panamericano.
El martes, la serie continuará con Luis Armando Payán como probable abridor por Charros, enfrentando a Justus Sheffield de Sultanes. La novena albiazul buscará mantener su racha, combinando pitcheo sólido, bateo oportuno y una defensa que no da tregua.
Este arranque fulgurante demuestra que Charros no solo quiere competir, sino pelear por el título. La pregunta es si podrán sostener este nivel frente a un Monterrey herido que intentará revertir la serie en Jalisco. Con un equipo afinado y un mánager como Gil, que ha sabido leer los momentos clave, Charros tiene todo para soñar en grande.
JALISCO
¿Qué hará Pablo Lemus con el SIAPA?

-Los Juegos del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac
El problema del agua en la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) ha alcanzado niveles críticos, y el Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA) está en el centro de la controversia.
Durante décadas, este organismo ha sido un reflejo de la negligencia gubernamental, convertido en un botín político y rebasado por una infraestructura obsoleta. El gobernador Pablo Lemus enfrenta ahora el desafío de rescatar al SIAPA, un reto heredado de administraciones omisas que descuidaron la gestión hídrica mientras la metrópoli colapsaba.
Pronto, Lemus presentará una reingeniería integral, elaborada con expertos y consultores externos, para modernizar el organismo y abordar el desabasto, las inundaciones y la ineficiencia operativa que afectan a millones de jaliscienses.
GOBIERNOS OMISOS Y POLITIZACIÓN DEL SIAPA
El tema del agua no figuraba entre las prioridades del gobierno anterior, encabezado por Enrique Alfaro, quien afirmó haber resuelto el abasto hasta 2050 con proyectos como la presa El Zapotillo. Sin embargo, las señales de colapso eran evidentes: tuberías de hasta 80 años, fugas que desperdician el 40% del agua, socavones recurrentes y un desabasto que deja a colonias sin servicio durante semanas.
Los gobiernos municipales de Guadalajara, Zapopan, Tlaquepaque y Tonalá, que históricamente gestionaban el SIAPA mediante convenios, también relegaron el tema, y las circunstancias los han forzado a prestarle atención. La reforma de 2013 marcó un punto de inflexión. Al convertir al SIAPA en un organismo público descentralizado del Ejecutivo estatal, el gobierno de Jalisco asumió el control con 8 de los 12 votos en su Consejo, marginando a los municipios.
Esta centralización, aprobada el 24 de diciembre de 2013, abrió la puerta a la politización, con contrataciones basadas en cuotas en lugar de méritos. Alfaro no corrigió esta dinámica, y el organismo se deterioró aún más.
Ahora, Lemus enfrenta un problema estructural que explotó bajo su mandato, con una ciudadanía exigiendo soluciones urgentes.
UN LEGADO DE VISIÓN HIDRÁULICA
En el último medio siglo, solo dos gobernadores abordaron el tema hídrico con visión de Estado: Alberto Orozco Romero (1971-1977) y Enrique Álvarez del Castillo (1983-1988). Orozco impulsó el Colector Intermedio del Poniente, un túnel de 15,931 metros que alivió inundaciones al desahogar el saturado Colector San Juan de Dios. Construido con ingeniería avanzada, incluyó tramos de drenaje profundo adaptados a la topografía de Guadalajara, beneficiando a la metrópoli por décadas.
Por su parte, Álvarez del Castillo, con apoyo del gobierno federal de Miguel de la Madrid, lideró la construcción del Acueducto Chapala-Guadalajara, una obra de 42.6 kilómetros que garantizó el abasto desde el lago más grande de México.
Estas iniciativas reflejaron una planificación a largo plazo, pensando en las generaciones futuras.En contraste, los últimos tres sexenios, encabezados por Emilio González Márquez, Aristóteles Sandoval y Enrique Alfaro, se enfocaron en debates estériles, como la altura de la presa El Zapotillo (fijada en 60 metros, sacrificando el suministro a León, Guanajuato).
Durante 18 años, se ignoraron las necesidades de colectores metropolitanos y la modernización de la red hidráulica, dejando que la infraestructura colapsara bajo el crecimiento poblacional y la falta de mantenimiento.
EL DESAFÍO DE LEMUS: UNA REINGENIERÍA INTEGRAL
Pablo Lemus ha reconocido la magnitud del problema y anunció una reingeniería profunda del SIAPA, respaldada por auditorías externas para transparentar su operación. La propuesta, que se presentará a los alcaldes de la ZMG, incluye reducir la nómina inflada, modernizar drenajes y plantas de bombeo, y mejorar la calidad del agua.
Lemus rechazó incrementos tarifarios excesivos, como el propuesto de hasta 200% para 2026, limitándolos a ajustes por inflación. Además, se elaborará un plan a 90 días para mejorar la eficiencia operativa, acompañado de un diagnóstico técnico que revele la gravedad del colapso: tuberías obsoletas, pérdidas masivas y una gestión administrativa deficiente.
Resolver esta crisis requerirá una inversión millonaria y varios años de trabajo. Expertos estiman que modernizar la red hidráulica de la ZMG podría costar miles de millones de pesos, superando las capacidades del presupuesto estatal actual.
Lemus deberá decidir si opta por una solución de fondo, como una refundación del SIAPA, o un parche temporal que postergue el problema. Algunos proponen disolver el organismo y crear uno nuevo, pero la viabilidad depende de la coordinación con los municipios, que históricamente han delegado la responsabilidad al estado.
LA CORRESPONSABILIDAD DE TODOS LOS ACTORES
El éxito del Plan Integral de Rescate del SIAPA dependerá de la participación de todos: gobierno estatal, municipios, sociedad civil, académicos y medios de comunicación. Los alcaldes de la ZMG, quienes forman parte del Consejo del SIAPA, deben asumir un rol activo en lugar de ceder el control al Ejecutivo.
La sociedad civil y los medios tienen la tarea de vigilar la transparencia y exigir rendición de cuentas, especialmente tras casos de contrataciones irregulares que convirtieron al SIAPA en una “agencia de colocaciones” para aliados políticos.
Lemus enfrenta una oportunidad histórica para actuar con la visión de Orozco y Álvarez del Castillo, priorizando el interés público sobre cálculos políticos. El plan debe incluir proyectos ejecutivos claros, con metas medibles y plazos definidos, para evitar que quede en promesas.
La ciudadanía espera un diagnóstico crudo que detalle el estado de la infraestructura y un compromiso para evitar inundaciones, garantizar el abasto y proteger un derecho humano fundamental: el acceso al agua.
UN LLAMADO A LA ACCIÓN
El colapso del SIAPA no se resolverá en un sexenio, pero Lemus puede sentar las bases para un cambio estructural. La reingeniería debe abordar no solo la infraestructura, sino también la corrupción y la ineficiencia administrativa. La participación de expertos, la supervisión ciudadana y la coordinación intermunicipal serán clave para salvar a la metrópoli de un problema que, por irresponsabilidad de gobiernos pasados, se dejó crecer hasta volverse insostenible. Jalisco observa: ¿será Lemus el estadista que enfrente este desafío, o solo ofrecerá soluciones temporales? El tiempo y los resultados lo dirán.
JALISCO
Construyendo capital político: Tlajomulco, la escenografía del poder

-Crónicas de Pacheco, por Daniel Emilio Pacheco
Por más que intenten disfrazarlo de ceremonia médica, lo ocurrido en el hospital de Tlajomulco no fue un simple corte de listón: fue un ensayo general de cómo la presidenta Claudia Sheinbaum y el gobernador Pablo Lemus pueden, o no, convivir en el mismo escenario político.
Desde temprano, la liturgia de la política mexicana desplegó sus símbolos -aunque los de ahora sean diferentes-. Los camiones comenzaron a llegar con la lentitud de un desfile organizado: bajaban niños, mujeres, ancianos con mochilas, bolsas y sombreros.
Caras cansadas, resignadas, y ese gesto que mezcla curiosidad y obligación. Afuera, los vecinos se asomaban para ver pasar a la procesión de acarreados, como si observaran una obra de teatro que se repite sexenio tras sexenio.
El hospital, blanco, limpio, recién pintado, se presentaba como la “primera etapa del Hospital Regional de Alta Especialidad del ISSSTE”, una inversión federal que promete beneficiar a siete estados. Pero el verdadero guion era otro: el encuentro político. Sheinbaum, líder morenista, y Lemus, gobernador de Movimiento Ciudadano, compartiendo templete, reflectores y discursos.
Lemus habló primero. “Este estado te respeta, te admira y va a seguir trabajando contigo…”, comenzó, con una sonrisa que no alcanzaba a tapar la tensión. Apenas terminó la frase, se desató el coro de “¡Fuera Lemus! ¡Fuera Lemus! ¡Fuera Lemus!”. La presidenta, rápida, cortó en seco: “Temas políticos, ahorita no”.
Fue más que un llamado al orden; fue un acto calculado de defensa pública hacia un opositor, un gesto que no pasó desapercibido, porque esa escena ya la vivimos con su antecesor muchas veces: defender al líder de oposición mostrándose magnánimo; la presidenta lo aprendió y ejecutó bien.
El evento, a diferencia de visitas anteriores, fue abierto al público. Se esperaban dos mil asistentes; llegaron cerca de cuatro mil. La explanada estaba ocupada por médicos, brigadistas del programa “Salud Casa por Casa”, funcionarios municipales y estatales, y sobre todo por un mar de camisetas guindas. En las primeras filas, alcaldes y diputados morenistas se apretaban para entrar en cuadro con la presidenta.
En medio del protocolo, Sheinbaum escuchó una retahíla de peticiones que convirtió la inauguración en una ventanilla única.
Laura Imelda Pérez (Tlaquepaque) pidió un hospital de alta especialidad y un cablebús de 5 mil millones de pesos.
Sergio Chávez (Tonalá) exigió concluir la Línea 3 del Tren Ligero y recursos para equipar el nuevo hospitalito municipal.
Gerardo Quirino Velázquez (Tlajomulco) entregó el Plan de Recuperación de 10 mil viviendas abandonadas.
Alejandro Aguirre (Chapala) solicitó frenar el acueducto Solís-León por riesgo al lago de Chapala.
Héctor Raúl Pérez Gómez (Secretario de Salud) pidió garantizar el abasto de medicamentos oncológicos.
Todos buscaban la misma foto: la de la presidenta escuchando y asintiendo.
Mientras tanto, Lemus jugaba su propia partida. Llegó con una carpeta bajo el brazo: 15 asuntos pendientes para presentar a Sheinbaum. Entre ellos, dos prioridades que no figuran en el plan federal: la Línea 5 del Tren Ligero y el dique seco en Acatlán para desahogar el caos de la aduana de Manzanillo.
No improvisó. Ya había ensayado la conversación antes del evento. Aprovechó la comida —gorditas y aguas frescas servidas en el tercer piso del hospital— y, sobre todo, el trayecto casi sin comitiva hacia Acatlán. Viajaron apenas con un par de asistentes, lo que permitió un diálogo uno a uno, algo impensable en otras circunstancias.
El gran beneficiado del día fue el alcalde anfitrión, Gerardo Quirino Velázquez. Su plan de viviendas, que busca rescatar 10 mil casas abandonadas en Tlajomulco, recibió el respaldo público de Sheinbaum… y también de Lemus. Un raro momento de coincidencia entre presidenta y gobernador. Quirino aprovechó para posar con ambos y, de paso, con medio gabinete morenista.
La visita también sirvió para lo que pocas veces ocurre en Jalisco: reunir a todas las facciones de Morena en un mismo acto. Ahí estaban diputados federales como Merilyn Gómez Pozos, el senador Carlos Lomelí, alcaldes, regidores, operadores y líderes de base. Al menos por un día, todos parecían unidos, atrás de la reja de protección.
Pero la postal tenía grietas. Entre el público, cartulinas acusaban a Lemus y a otros emecistas de traicionar a la patria, vender el estado, privatizar servicios. Gritos y abucheos recordaban que, más allá del discurso de colaboración, hay un electorado que no olvida.
El acto dejó compromisos concretos: Lemus anunció 35 millones de pesos en vialidades para conectar el hospital, rutas alimentadoras desde la Línea 4 del Tren Ligero y apoyo para vivienda cercana para personal médico. Sheinbaum, por su parte, prometió respaldo a proyectos locales y destacó el modelo de salud de Jalisco, como gesto de apertura al diálogo.
También hubo gestos más sutiles. La defensa de Lemus frente a los abucheos marcó un punto de inflexión en la relación institucional. Y el hecho de que la presidenta recorriera la zona y atendiera peticiones in situ mostró una cercanía inusual, en contraste con anteriores visitas de guante blanco y agenda cerrada.
En Tlajomulco no solo se inauguró un hospital. Se midieron fuerzas, se tantearon alianzas, se enviaron mensajes cifrados. Para Sheinbaum, era la oportunidad de mostrarse como jefa de Estado capaz de tender puentes incluso con gobiernos opositores. Para Lemus, el momento de colocar en la agenda federal proyectos que Movimiento Ciudadano necesita vender como propios en la carrera política que viene.
Los otros alcaldes y funcionarios, conscientes de que no siempre tendrán a la presidenta en casa, aprovecharon para colar sus demandas. Algunos, con carpetas; otros, con discursos llenos de adjetivos. Todos, con la vista puesta en presupuestos y tiempos electorales.
EPÍLOGO: LA VUELTA A CASA
Cuando el acto terminó, los camiones se llenaron de nuevo. Afuera, el calor seguía, igual que las miradas curiosas de los vecinos. En el aire quedaba una sensación ambigua: por un lado, la narrativa oficial de colaboración y progreso; por el otro, los signos de desconfianza entre liderazgos morenistas que buscan la siguiente elección, las tensiones que ni las fotos conjuntas pueden borrar.
Tlajomulco fue el viernes la escenografía perfecta para el teatro del poder: un escenario donde se mezclaron aplausos, abucheos, promesas y cálculos. Donde se habló de salud, transporte, vivienda y medio ambiente, pero también —y, sobre todo— de política. Porque en este país, incluso cuando se inaugura un hospital, lo que se está construyendo es otra cosa: capital político.
En X @DEPACHECOS