OPINIÓN
La vacuna del COVID-19
Luchas Sociales, por Mónica Ortiz //
Jalisco está en la recta final del año 2020 y a menos días de que al país llegue la vacuna de COVID-19, en un año que resultó sumamente difícil para el mundo y a la expectativa de lo que pueda vencer al coronavirus, viviendo diversas crisis y daños colaterales por casi un año de esta terrible y catastrófica pandemia.
Sin embargo nuestros gobiernos son tercos y persistentes en mantener sus objetivos político-gubernamentales por encima de la responsabilidad que los obliga al cuidado de la salud y la vida de sus ciudadanos, en ese argumento Jalisco sigue activo en cifras de contagio y muertes, sin que se advierta otro cierre en época navideña y anexa el regreso a clases presenciales, nuestro gobierno estatal piensa en economía, acuerdos comerciales y en ganarle a la federación con la anticipada planeación del regreso a clases de nivel básico.
Previo a tener en el país la tan esperada vacuna que combata esta pandemia y regrese un poco la normalidad a las sociedades en el mundo, en México no se debate el resguardo parcial y controlado de sus ciudadanos o bien en generar la prevención a la espera, aun estando obligados a que la mayor parte de la población tenga acceso a dicha vacuna y no muera precisamente a días de que llegue a México, en contrario la competencia política hace que los gobiernos no vean por sus sociedades humanamente o en materia de salud, trabajan arduamente en sacar ventaja de la percepción política a nivel nacional, sin importar que este último mes la prudencia, el cuidado y el cierre parcial de las ciudades debiera ser primordial y prevalecer la cordura en espera de las primeras dosis de vacuna.
Jalisco, tendría que estar en un cierre parcial de lugares en donde evidentemente existan aglomeraciones por época navideña, compras, posadas, festejos de todo tipo, los números de la pandemia en Jalisco no son a la baja, sin embargo para el gobierno del Estado mantener los acuerdos con los grandes comerciantes y ciertos sectores industriales resulta más importante que la salud de sus ciudadanos, en la recta final del tiempo en que los números volverán a ser alarmantes llegando la última semana de diciembre debido a que no se mantuvieron lineamientos preventivos adecuados en épocas de convivencia navideña.
No obstante, de dejar al libre albedrío de la sociedad las fiestas navideñas, el gobierno estatal anuncia regreso a clases presenciales del nivel básico, en una competencia por ser de los primeros en la federación a los que se les pueda atribuir la planeación estratégica del regreso a clases presenciales y que sirva a su vez para marcar su posición política de reto constante y arriesgue controversial, habrá que analizar un sinfín de circunstancias elementales para poder evaluar si es correcto un regreso a clases de los niños el 25 de enero del 2021 o podríamos esperar un mes más a la llegada de la vacuna y a la evaluación de cifras de contagio y muertes después de esta navidad, pero sabemos que no va a pasar así ya que no es la prevención lo que le importa al gobierno del Estado, sino su instaurada competencia política de percepción electoral en el país.
En este contexto, y a prácticamente un mes de la aparición de pocas dosis de vacunas en el país, las cuales serán para ciertos sectores vulnerables de la sociedad y en medio de la constante lucha de poder que tiene nuestro gobernador Enrique Alfaro Ramírez con la presidencia de la república, en ocasiones de manera unilateral, pero siempre en busca del reflector político nacional y en estos tiempos en los que el mundo en general se traza para evaluación personal todas las circunstancias de vida, gobierno y política, deberíamos tener la madurez de un resguardo parcial que inteligentemente nos permita llegar a las campañas masivas de vacunación de COVID-19 y no las urnas del 2021 y 2024, es en esta parte donde podremos notar el rendimiento real de nuestros gobiernos en materia de salud y en la prevención en tiempos pandémicos, haciendo un gran análisis de los verdaderos intereses de nuestros gobiernos todos.
Habremos entonces como sociedad qué preguntarnos después de que la pandemia pase, el verdadero papel de nuestros políticos y de los gobiernos, sí en el 2018 hubo un cambio nacional histórico por hartazgo, el 2020 nos debe dejar una sociedad madura y consiente de las necesidades de ponderar gobiernos efectivos generadores de todas las garantías que tenemos como seres humanos, respetuosos de nuestros derechos humanos más importantes la vida, la salud, la educación, no de sus propios intereses competitivos políticos y electoreros, si la pandemia de coronavirus no nos hace una sociedad más exigente después de haber sobrevivido al 2020 y a estos gobiernos, no imagino cuánto más nos debe pasar.
