LOS PELOTEROS
Las lesiones de Ramón y Luis Urías: El futuro de Julio Urías

Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac //
Vaya semana que vivió el lanzador culichi estelar de los Dodgers de los Ángeles, Julio Urías. Primero la señora paliza que le propinaron los Cardenales de San Luis, ya que en tres entradas le conectaron 4 jonrones, 3 de ellos en el tercer capítulo y uno tras otro. La peor salida de Julio en su carrera. 6 carreras le anotaron en un tercio del juego.
Vimos a un Julio desconocido. Parecía que era un juego de entrenamiento en el que el pitcher la pasa al centro para que el bateador de un palo largo.
Dos días después se da a conocer la noticia de que el culichi había sufrido una distensión en la corva.
Producto de esa desastrosa salida le sobraron críticas al lanzador mexicano, sus detractores se dieron vuelo, burlándose y señalando que no es un pitcher de elite, que es como muchos, restándole méritos, como el que en los últimos dos años simplemente es el lanzador que más juegos ha ganado en las Ligas Mayores, mostrando una gran consistencia.
Ahora, por una mala salida no se le puede juzgar, menos descalificar.
Seguramente Julio se recuperará y volverá a tener las actuaciones que le han permitido ser hoy por hoy uno de los mejores lanzadores de la Gran Carpa, a tal grado que el contrato que firmaría al final de la temporada los expertos estiman que sería de cuando menos 200 millones de dólares cuando se convierta en agente libre, si es que Dodgers lo deja ir. Ha trascendido que el equipo californiano buscaría el contrato con el japonés superstar Sohei Othani, que lo mismo batea que pitchea como los grandes. El contrato del nipón se habla que podría llegar a los 500 millones de dólares, una locura.
Julio estaría dos semanas fuera de acción con Dodgers, mientras se recupera de esa dolencia que trae en la corva.
¿Qué le pasó a Julio para tener un día tan de gatos negros? ¿Es cierto que reveló lanzamientos, como se especuló? Al respecto habló Julio habló de su fracaso. “Fue un mal juego, fue una mala entrada. Obviamente es preocupante, pero tengo que hacer un mejor trabajo ejecutando lanzamientos y trabajar sobre ellos”.
EL CONTRATO DE JULIO
Julio tiene en estos primeros dos meses de temporada una marca de 5-4 con un porcentaje de 4.39 en carreras limpias, por lo que se considera este año como uno de las más inestables en su carrera en Grandes Ligas.
¿Qué va a pasar con el futuro contrato de Julio? ¿Se le caerá el contrato?
Todo dependerá de cómo evolucione en los próximos juegos, porque si continúa con estos altibajos, difícilmente un equipo se arriesgaría a signarle un contrato de 200 millones de dólares.
Dave Roberts, manager de Dodgers, habló de la posibilidad que Cardenales le haya descifrado los lanzamientos de Urías, parecía que le adivinaban sus envíos al home, no obstante el timonel reconoció que el sinaloense no hizo buenos lanzamientos. Parecía que los lanzaba al centro del plato, o sea, se las ponía para que le pegaran.
Sin embargo, no hay lanzador que no haya tenido malos días, ojalá que esto sea simplemente una mala salida y no se vuelva algo frecurrente, ya que este año ha tenido dos malas salidas que se han traducido en dolorosas derrotas.
Dicen que del plato a la boca se cae la sopa. Sorpresas nos da la vida, la vida nos da sorpresas.
Julio no deja de ser un lanzador joven y que debe aprender de sus errores, actuando con humildad. Queremos tener un Julio triunfador por mucho tiempo en Grandes Ligas, que nos siga sorprendiendo y emocionando con sus actuaciones desde la loma de pitcheo, con esos lanzamientos que suelen desequilibrar a los bateadores.
¿QUÉ SUCEDE CON LOS HERMANOS URÍAS?
Extrañamos las actuaciones de los hermanso Urías, tanto de Luis como Ramón, que antes de lesionarse estaban de titulares en la antesala de Cerveceros y Orioles.
Desde el pasado 10 de mayo el ganador del guante de oro de Baltimore como tercera base en la Liga Americana y que juega su cuarta temporada en la Gran Carpa, quedó lesionado de una pierna y cuando menos, se dijo, estaría 10 días fuera de acción. No se tiene claro la gravedad de la lesión.
A su vez Luis Urías, el más joven de los hermanos orgullo de Magdalena de Kino, Sonora, tiene ya más de un mes fuera de acción y se dijo que había salido por una distensión del tendón de la corva izquierda, que podría estar fuera ocho semanas.
Como la lesión fue a principios del mes de abril, cuando eran los primeros juegos de la temporada, las ocho semanas están por cumplirse por lo que esperamos muy pronto verlo de nuevo en el terreno de juego y recupere la titularidad de la tercera base de los Cerveceros de Milwaukee.
Dedicamos esta columna a nuestro estimado Cuarto Bat, Juan Carlos González Íñigo, apasionado del beisbol, quien esta semana que pasó sufrió un problema de arritmia cardiaca que lo mandó al hospital. Por fortuna recibió atención rápida y ya está fuera de peligro. Bendito Dios, que nuestro querido JuanCa esté recuperando la salud.
CARTÓN POLÍTICO
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Segundo piso en López Mateos: ¿Solución rápida o error costoso?
Colomos III: La batalla por el patrimonio ecológico de Jalisco
Convención Estatal de MC: Asume Mirza Flores dirigencia estatal del partido naranja
Primer informe de labores legislativas de Claudia Salas: «La gente quiere resultados, no pleitos»
LOS PELOTEROS
Charros vs. Diablos: Viviremos la Serie del Rey soñada

– Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac
¡Qué manera de pelear la de los Charros de Jalisco en los playoffs de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) 2025!
Su campeonato en la Zona Norte, bajo la dirección de Benjamín Gil, marca un hito histórico que enciende el orgullo tapatío.
Nadie daba un peso por ellos. Entraron al playoff de panzazo, con el sexto boleto tras vencer a Saraperos de Saltillo, y un récord regular de 46-46 frente al imponente 55-37 de los Sultanes de Monterrey.
“Charros no tiene nada que hacer”, sentenciaban los escépticos. Pero Guadalajara, como su mariachi, no se rinde: canta hasta el amanecer.
Con 19 juegos en tres series (12 victorias, 7 derrotas), los Charros desafiaron todos los pronósticos. Remontaron contra Unión Laguna en un séptimo juego cardiaco y vencieron a los Sultanes en dos rondas, mostrando temple y estrategia.
Incluso tras desperdiciar una ventaja de 3-0 en la Serie de Campeonato, cerraron con fuerza en el Juego 5 (6-4, con un out polémico en la décima entrada).
La dirección de Gil forjada en la Liga Mexicana del Pacífico con cinco campeonatos, fue clave. Su enfoque táctico y motivacional transformó un equipo con altibajos en una máquina aceitada. “El béisbol es corazón y cabeza; Charros tiene ambos”, escribiría un cronista apasionado.
Este 2025, los Charros rompen una sequía de 54 años sin llegar a la Serie del Rey, su tercera final en la LMB (1950, 1971, 2025). Son el único equipo que este año disputó la final de la Liga Mexicana del Pacífico, la Serie del Caribe y ahora la Serie del Rey, un logro sin precedentes que los consagra como élite del béisbol mexicano.
Guadalajara no juega solo por un título; juega por su gente, por los que llenan el Estadio Panamericano con banderas y cánticos, respondiendo al llamado de “El Matador” Gil, quien pidió a la afición convertir el estadio en un volcán de apoyo.
Enfrentan a los Diablos Rojos del México, bicampeones de la Zona Sur y campeones vigentes, que buscan su título 18 y el primer bicampeonato de la LMB en 15 años. Con una ofensiva explosiva liderada por Robinson Canó, Río Ruiz (autor de un jonrón clave contra Campeche), José Marmolejos y el tijuanense Julián Ornelas, los Diablos salen como favoritos.
Su fortaleza en el Estadio Alfredo Harp Helú, donde abrirán los juegos 1 y 2 (10 y 11 de septiembre, de ser necesario), los respalda. La serie continuará en Zapopan (13 y 14 de septiembre de 2025, el 5 el 15) y, si es necesario, regresará a la capital (17 y 18 de septiembre).
Los Charros encarnan la rebeldía tapatía, un equipo que desafía las probabilidades con garra y corazón. Los Diablos, dirigidos por Lorenzo Bundy, representan la solidez de un equipo que no admite derrotas. “El béisbol, como la vida, no perdona a quien confía solo en su grandeza”, reflexionaría un observador.
El Matador, con su ímpetu, choca contra la experiencia de Bundy. La clave para los Charros será la consistencia en el pitcheo y el bateo oportuno; para los Diablos, evitar la complacencia ante un rival que crece bajo presión.
La afición es el alma de esta serie. En Guadalajara, el Panamericano roza el lleno, con una afición que ha respondido al llamado de Gil, convirtiendo cada juego en una celebración de la identidad jalisciense.
En la capital, los Diablos cuentan con un público leal que llena el Harp Helú. “El béisbol no es solo un juego; es el pulso de un pueblo que se juega la gloria en cada lanzamiento”, diría un cronista.
Esta Serie del Rey es una metáfora de México: la lucha entre lo regional y lo centralista, entre la ilusión de un equipo que resurge y la tradición de un gigante.
Los Charros, con su hazaña, han reavivado la pasión beisbolera en Jalisco. Su camino, lleno de remontadas y momentos épicos, los convierte en un símbolo de resiliencia. Los Diablos, con su historial, cargan el peso de la expectativa.
Los Charros vienen a hacer historia; ya lo dijo José Luis González Iñigo, el objetivo es convertir a Guadalajara en la capital del beisbol nacional.
La Serie del Rey 2025 no es solo béisbol; es el latir de un país que vibra con cada jugada. Charros y Diablos nos ofrecen un espectáculo donde el orgullo, la estrategia y la pasión decidirán al rey.
La afición de Charros de Jalisco, con su enjundia y espíritu indomable, impulsa al equipo en la LMB, creando una base leal que llena el Estadio Panamericano, según Íñigo González Covarrubias. A diferencia de la LMP, donde muchos apoyan a Naranjeros, Tomateros o Venados, los Charros han forjado una afición firme que vibra con el equipo local, llevando a Jalisco hacia adelante en la Serie del Rey 2025.
A disfrutar de una serie de platillos exquisitos de beisbol y nuestro deseo es que ganen los Charros y hagan historia, con dos campeonatos en un mismo año en las dos ligas mexicanas de beisbol.
Prepárense, porque esta batalla será leyenda.