JALISCO
Pablo Lemus y la neta social
De Frente al Poder, por Óscar Ábrego //
La sabiduría popular dice que la verdad es relativa pero que la neta es absoluta.
Esto significa que cuando alguien dice que habla con la neta es porque su verdad está fuera de cualquier cuestionamiento.
Decir la neta es una verdad que por su consistencia no amerita ninguna discusión.
Y aunque los puristas del lenguaje ponen en duda lo anterior, lo cierto es que hay sectores de la sociedad que a diario conviven con la neta de la realidad.
Es ahí, justo donde se aloja la neta, en que los colectivos, fundaciones y asociaciones civiles se dan cita para encontrarse con la verdad de a deveras.
Al margen de las luchas que abanderan y los fines que persiguen cientos de agrupaciones de esta naturaleza, lo cierto es que miles de adultos mayores, mujeres, hombres, jóvenes y niños, conforman un ejército de voluntades que están muy lejos de restar, por el contrario, aportan esperanza -en muchísimos casos- a los desvalidos, por lo que contribuyen a la despresurización colectiva que sufre enojo, dolor o tristeza.
Es por ello que en un entorno en el que el gobierno federal pretende destruir a todas aquellas organizaciones ciudadanas que no sean compatibles con sus axiomas, Pablo Lemus tiene a la mano una oportunidad histórica: convertir a Jalisco en un referente en el tema.
Nuestra entidad puede ser la meca de la sociedad civil si durante el siguiente sexenio se entiende y atiende esta asignatura.
En los gobiernos anteriores, en especial el de Francisco Ramírez Acuña, y el actual de Enrique Alfaro, se privilegió el vínculo con sindicatos, cúpulas empresariales y otros organismos que son buenos para la foto, el elogio, la genuflexión y el aplauso fácil; sin embargo no cubren –nunca lo han hecho ni lo harán- las expectativas de los sectores prioritarios, que francamente son más auténticos en su origen y naturaleza, pues representan causas específicas que la autoridad no alcanza a cubrir.
Por supuesto que no insinúo que las agrupaciones tradicionales carecen de utilidad, y más ahora que enfrentamos el desprecio de la presidente Claudia Sheinbaum.
Lo que sostengo es que al final sólo han servido para acuerpar al gobernante en turno, alejándolo de su convivio con los padecimientos y reclamos del resto de los mortales.
Si hay algún modo de librar con éxito los días oscuros que se avecinan, será estableciendo una poderosa alianza entre sociedad civil y gobierno.
Pablo Lemus requiere de un respaldo social capaz de soportar los golpes de la federación, mientras que la sociedad civil organizada necesita el apoyo del gobierno estatal para salir airosa en sus batallas.
Soy de los que cree que Jalisco es el último frente de resistencia ante el intento de someternos a un régimen autocrático con rostro dictatorial.
Si nos unimos eso no sucederá.
@DeFrentealPoder
*Óscar Ábrego es empresario, consultor en los sectores público y privado, escritor y analista político.
