JALISCO
Pragmatismo por ideología: La danza de las lealtades
Crónicas de Pacheco, por Daniel Emilio Pacheco //
En el teatro político jalisciense, un espectáculo de cambios de chaqueta y lealtades volubles ha desplegado su más reciente acto, desdibujando las líneas entre ideologías y exponiendo el voraz apetito de poder que alimenta a sus actores.
Bajo el telón de las elecciones de junio, se teje una crónica de traiciones, ambiciones y desencuentros, donde los principios parecen ser meras prendas intercambiables según la oferta del momento.
«Estos son mis principios. Si no le gustan, tengo otros.» Esta frase atribuida al actor Groucho Marx resume de manera perfecta la actitud de muchos “liderazgos” políticos hacia los principios o postulados partidistas. Para Groucho reconocido ícono del cine y la comedia, famoso por su ingenio y humor ácido, según la frase, los principios eran maleables y podían ser modificados de acuerdo con la situación o conveniencia personal, para los siguientes personajes del espectáculo político, ¡También!
Salvador Caro, figura central de este drama, abandona Movimiento Ciudadano para unirse a Morena, provocando un temblor en la estructura alfarista que aún resuena en los corredores del poder. Este movimiento, lejos de ser un acto aislado, es el preludio de una serie de deserciones que revelan la fragilidad de los lazos partidistas.
Por otro lado, Toñita Cárdenas Mariscal, envuelta en aires de agravio por no haber sido elegida para contender en estas elecciones por Morena, opta por unirse a Movimiento Ciudadano. Su partida ilustra la ironía de una carrera política marcada más por el azar de una tómbola que por logros tangibles o el trabajo con las bases.
Yesica Zatarain, otro nombre en esta lista de transfuguismo, abandona el proyecto de la 4T en Puerto Vallarta, buscando refugio en Movimiento Ciudadano, mientras que Lulú Barrera, al ser ungida candidata por Sigamos Haciendo Historia en Tlajomulco, provoca la huída de Jorge Leal hacia Movimiento Ciudadano, evidenciando un patrón de decisiones más ligadas al beneficio personal que al compromiso ideológico.
Oscar Vásquez, diputado supuestamente fiel a Morena, decide abandonar el barco, en un gesto que destila desilusión y rompe con la imagen del militante leal, mientras que David García Camarena, figura prominente de Tlaquepaque, renuncia a Movimiento Ciudadano sin concretar un puesto en las regidurías municipales que lidereará Laura Imelda Pérez, su incorporación a Morena deja un halo de misterio sobre su próximo paso.
Las regidoras de Guadalajara Kehila Kú, Cecilia Haro, y Paty Meza de Tlaquepaque -si otro liderazgo más que deja Movimiento Ciudadano en Tlaquepaque- en un acto de deserción colectiva, se suman a Morena, en un claro indicio de que la balanza política se inclina según soplen los vientos de oportunidad, mientras que figuras como Manuel Alfaro -exsecretario particular de Aristóteles Sandoval- y Lupillo Fletes -diputado federal priista que fue el más votado en Jalisco- , abandonan sus antiguos estandartes para respaldar a Claudia Delgadillo, evidenciando que incluso en el PRI, la lealtad es un bien escaso y más cuando se trata de apoyar a una expriísta.
Armando Orozco, Itzi Lozano, José Ávila, e Iván Gallardo, en una deserción que parece orquestada, dejan atrás sus raíces priistas para apoyar, también ellos, a Claudia Delgadillo en Morena, a quien conocieron cuando Claudia era secretaria del gobierno del difunto gobernador Sandoval.
Eduardo Almaguer Ramírez, esta semana se une al equipo de la candidata de MORENA como coordinador electoral y vocero, el exfiscal y exsecretario del Trabajo en el gobierno de Aristóteles Sandoval, se unirá al ya abultado grupo de funcionarios del anterior gobierno priista que llegaron para “apoyar” a Claudia Delgadillo, su excompañera secretaria precisamente en ese mismo gobierno.
Finalmente, la alcaldesa de Yahualica, Daniela Vázquez, renuncia a Movimiento Ciudadano y se suma a la coalición Fuerza y Corazón por Jalisco, cerrando esta lista de cambiantes alianzas por hoy, más no el espectáculo de cambio de roles en los actores políticos de Jalisco, en una política donde la constancia parece ser la excepción y no la regla.
Así pues, en estos cambios de máscara política, vemos el reflejo de un sistema político donde la supervivencia y la ambición eclipsan muy a menudo los ideales partidistas y los compromisos con la ciudadanía.
Los actores de este drama, en su danza de lealtades cambiantes, quizás olvidan que al final del día, son ellos quienes deben rendir cuentas no ante los partidos o las ideologías, sino ante el pueblo, el verdadero espectador soberano de esta tragicomedia política, quien con su voto puede premiar su actuación o castigar su desvergüenza.
¿Usted qué hará con estos actores políticos? ¿Votarlos a favor o en contra?
En X @DEPACHECOS
