MUNDO
Previsiones económicas para el 2022: Controlar la inflación se convierte en el gran desafío

Economía Global, por Alberto Gómez-R. //
2022 representará importantes retos para el mundo, tanto para los individuos como para los gobiernos y, debido a la oleada de inestabilidad e incertidumbre, la gente buscará seguridades y firmeza. Grandes cambios en la economía, las finanzas, la tecnología, la geo-política y el consumo, se verán acelerados en el año que recién inicia, y reconformarán al mundo como ahora lo conocemos.
El alza en las tasas de interés en Estados Unidos seguirá creando un efecto en cadena que afectará al resto de las economías mundiales, y esto, aunado al crecimiento de la inflación, provocará una recesión económica prolongada, que impactará en el posicionamiento de aquel país como potencia económica dominante.
Michael Burry advirtió que el aumento de la inflación en EE. UU. no es simplemente un subproducto de la economía que se está abriendo nuevamente después de las restricciones pandémicas, y asintió con el hecho de que predijo el aumento, en un tweet ahora eliminado a las pocas horas.
«La inflación… ya no está reabriendo, amigos», tuiteó. «No es que nadie pudiera haber visto venir esto», agregó con sarcasmo.
El inversionista que saltó a la fama por «The Big Short» (el filme sobre la crisis financiera mundial del 2008 iniciada en EE.UU.) compartió un gráfico que muestra la inflación mes a mes y la división entre los factores de reapertura y no reapertura subyacentes a los aumentos de precios.
La mayor inflación en mayo, junio y julio fue impulsada por aumentos más pronunciados de los precios de vehículos usados y de arrendamiento, seguros de automóviles, alojamiento, tarifas aéreas y comidas en restaurantes a medida que la economía se reabrió, mostró el gráfico de Burry.
Mientras tanto, el aumento sostenido en el Índice de Precios al Consumidor los últimos meses del 2021 -su mayor aumento desde 2008- fue impulsado en gran medida por los precios más altos de la energía y sectores que no reabrieron. (markets.businessinsider.com)
En otras palabras, la inflación se disparó en el verano porque la gente volvió a conducir, reservar vuelos y hoteles, y comer fuera después de los cierres durante el brote de COVID-19 en 2020 y 2021. Pero los precios subieron a la tasa anual más rápida en casi cuarenta años en octubre y noviembre, porque otras partes de la economía se recalentaron, como los picos de demanda de productos de consumo, lo que generó una escasez de estos y que contribuyó a la llamada “crisis de los contenedores” –cuellos de botella en la logística internacional-.
Burry, quien anticipó el colapso de la burbuja inmobiliaria de mediados de la década de 2000, destacó el riesgo de la inflación posterior a la reapertura ya en abril de 2020, semanas después de los primeros cierres en los EE. UU. debido a la pandemia.
Se puede comparar la trayectoria de inflación actual de Estados Unidos –que cerró con 6.8% en 2021- con el camino de la Alemania de Weimar hacia la hiperinflación en la década de 1920, luego de la derrota del Imperio alemán en la Primera Guerra Mundial, y la sobreimpresión de papel moneda para financiar la contienda; había una manía de mercado y una especulación desenfrenada entre los inversores de la nación europea antes de que los precios se elevaran incontrolablemente, un escenario muy similar al presente; en los últimos 20 meses el gobierno de Estados Unidos inyectó más de 11 billones de dólares entre estímulos para las empresas y cheques de ayuda para sus ciudadanos para aminorar el impacto en su economía por la pandemia del Covid-19, lo que incrementó el furor de las personas y las propias compañías por la compra de acciones y bonos, generando una espiral especulativa que ha elevado sus precios más allá de su valor real.
La hiperinflación de la República de Weimar (Alemania) ha sido considerada la mayor de la historia, pues durante la misma los precios de preguerra se llegaron a multiplicar por 14,000: una libra de pan llegó a costar 3000 millones de marcos; una libra de carne, 36 000 millones, y un vaso de cerveza, 4000 millones. Los salarios se cobraban en especie y los precios de los alimentos subían en muy poco tiempo: el de un café variaba entre el momento de pedirlo y el de pagarlo. (historia.nationalgeographic.com.es)
El gran reto que enfrentan actualmente los bancos centrales será el control de la inflación, que amenaza con disparase, en algunos casos a niveles impredecibles.
«La inflación que obtuvimos no es en absoluto la inflación que estábamos buscando», dijo el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell, en su conferencia de prensa después de que el comité de política monetaria de la Fed decidiera acelerar la ‘reducción’ de sus compras de bonos hasta finalizar el programa en marzo de 2022 y sugiriese que comenzará a subir su tasa de interés de política (la tasa de ‘fondos federales’) desde cero poco después de esa fecha.
En un análisis rápido sobre las declaraciones hechas a lo largo del 2021 de los bancos centrales de las principales economías del mundo, todas las proyecciones se han quedado cortas, incluyendo las del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial acerca del crecimiento económico global.
En este espacio de análisis se expuso hace meses lo que ahora se ve a todas luces: una rampante inflación mundial, que se agravará en 2022, lo que generará una mayor profundidad en el período recesivo del ciclo económico al acelerarse la caída de la aún reinante moneda de reserva, agudizado por la dolarización de muchas economías domésticas,.
El avance de China en el terreno geopolítico, tecnológico, militar y económico, pondrán a prueba las capacidades de su principal rival: Estados Unidos. El presidente Joe Biden tendrá que matizar su discurso respecto al gigante asiático, para intentar buscar un acercamiento que suavice las fuertes tensiones políticas iniciadas por su antecesor, Donald Trump.
El gobierno de Biden deberá tener mucho cuidado con sus próximos pasos hacia China, ya que el tema de Taiwán podría generar un conflicto bélico a gran escala, un escenario que nadie desea ver, pero que probablemente pueda suscitarse en algún momento antes del 2025 dadas las declaraciones del líder Xi Jinping acerca de la inminente “reunificación” de la isla al gobierno del Partido Comunista Chino, una guerra que, de presentarse, Estados Unidos perdería indudablemente por el declive de su poder militar ante la enorme capacidad armamentística china, y su insolvencia financiera para soportar un enfrentamiento de tal magnitud.
La dependencia de Estados Unidos y muchos de sus aliados a China, representa una gran fortaleza para el gobierno de Xi Jinping; el desarrollo de la tecnología 5G, la incorporación de los más avanzados logros tecnológicos a su aparato militar, así como la manufactura de la mayor cantidad de mercancías de consumo en los mercados occidentales, y ser ahora el más atractivo mercado de consumo a nivel mundial, colocan a China en un lugar privilegiado, con gran poder de negociación para cualquier aliado o rival.
Hacia el mes de noviembre, cuando se lleve a cabo la 20ª convención del Partido Comunista Chino, Xi Jinping buscará refrendar su liderazgo al frente del gobierno. Ningún otro líder chino desde Mao Tse-Tung ha logrado acumular gran cantidad de poder.
En el otro hemisferio, el mismo mes de noviembre, en Estados Unidos habrán de llevarse a cabo las elecciones intermedias, en las que, según se proyectan las encuestas, los demócratas perderán la mayoría, tanto en el senado como en la cámara de representantes, lo que debilitará aún más a la actual administración de Joe Biden; esto en medio de una gran inestabilidad político-social que seguirá creciendo a los largo del 2022, y con graves problemas económicos acentuándose.
Las predicciones económicas para 2022 son variadas y en algunos casos contradictorias, dependiendo de sus autores e intereses, pero lo cierto es que el año que inicia será disímbolo para las distintas regiones del planeta; mientras que para algunos bloques geo-económicos será una dura prueba que superar, en otros –y en específico para ciertos países- representará grandes oportunidades de crecimiento económico que, si se saben aprovechar, pueden ser el detonador para su desarrollo sostenido a largo plazo.
ELECCIONES EN BRASIL Y COLOMBIA
Para zonas de economías emergentes como Latinoamérica, será una oportunidad de crecimiento al aprovechar la alta demanda de alimentos, insumos y productos de manufactura externa de los países desarrollados. El crecimiento de la región dependerá en gran medida del logro de cierta estabilidad político-social de cada país.
El probable nuevo avance de los partidos social-democrátas marcaría una nueva agenda para América Latina si logran llegar al poder político en Costa Rica, Colombia y Brasil, países en los que se llevarán a cabo elecciones presidenciales, siendo estos dos últimos de gran peso en la región, y de gran importancia geopolítica. Un factor de suma importancia para el avance de las economías latinoamericanas será sin duda el control sanitario de la pandemia, y evitar nuevos cierres de negocios.
Asimismo, otro gran reto será el aumento en la factura por la importación de los alimentos que en 2021 afectó a los países en desarrollo, que gastaron en promedio 20 por ciento más por esas compras, indicó el último informe semestral de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Aunque el mercado global alimentario “muestra signos de una notable resistencia a las perturbaciones a lo largo de la pandemia covid-19”, según la FAO, el rápido aumento de los precios de los alimentos, de la energía y de la logística, plantea importantes problemas a los países más pobres y a los consumidores.
La cifra global de importación de alimentos alcanzó un récord en 2021, llegando a 1,75 billones (millones de millones) de dólares, un incremento de 14 por ciento respecto a 2020 y 12 por ciento más de lo que se estimó a finales del primer semestre del 2021.
El aumento se debe a la subida de los precios de los alimentos comercializados internacionalmente, y a que los costos de transporte se multiplicaron hasta por cinco.
Solo en el mes de octubre los precios de los alimentos subieron en conjunto tres por ciento y su alza anualizada se ubicó en 31,3 por ciento.
Por ejemplo, el precio internacional de los cereales aumentó 22,4 por ciento (trigo 38 por ciento) en un año, los lácteos 15,5 por ciento, el azúcar 40 por ciento y los aceites vegetales subieron hasta 9,6 por ciento en un solo mes.
Son aumentos difíciles de asumir por las regiones en desarrollo, que concentran 40 por ciento del total de las importaciones de alimentos, y la FAO calcula que gastaron en esas compras 20 por ciento más que en 2020. (rebelion.org)
Esos países enfrentan fuertes aumentos de los precios de alimentos básicos como cereales, grasas animales, aceites vegetales y semillas oleaginosas, mientras que alimentos como las frutas y las hortalizas, los productos de la pesca y las bebidas representan la mayor parte de los incrementos en las naciones desarrolladas.
Los análisis de la FAO muestran que un aumento en los precios de los insumos, como la energía, fertilizantes, plaguicidas, piensos y semillas, se traduce inmediatamente en precios más altos para los alimentos; lo anterior, aunado al cambio climático que provoca sequías prolongadas por un lado, y torrenciales lluvias que acaban con cientos de miles de áreas de cultivo, y la contaminación de las cuencas de ríos y sobreexplotación de reservas acuíferas, acentuarán con mayor severidad la escasez de alimentos, que ya se manifiesta de manera preocupante en algunas latitudes.
Los cambios en el mundo ocasionados por la pandemia del Covid-19 han acelerado los cambios hacia la economía digital; a nivel global, los trabajos a distancia se verán colapsar por el regreso a la presencialidad, lo que llevará a la instalación de modelos híbridos, casa-oficina, y probablemente a marcar más las diferencias laborales entre hombres y mujeres, ya que será mayoritaria la presencia física de los hombres en las oficinas, mientras que las mujeres preferirán continuar mayormente en la virtualidad según lo demuestran encuestas llevadas a cabo en distintos países del mundo; por otra parte, los empleadores prefieren tener a sus empleados la mayor parte del tiempo en la oficina, por lo que se tendrá que llegar a un punto medio en la nueva realidad laboral.
De 2022 en adelante cobrarán aún mayor importancia los empleos y sectores económicos referentes a la gestión del conocimiento, nuevas tecnologías (blockchain, IA, IoT, Big Data, Cybersecurity, Quantum Computing), finanzas descentralizadas (DeFi) y tecnología financiera (FinTech), ingeniería industrial, ciencias del comportamiento, neurociencias, marketing y supply chain.
En lo relativo a las DeFi, se expandirá el uso de Bitcoin como garantía para las finanzas tradicionales, y el uso de las criptomonedas seguirá creciendo a nivel global, a la par de ir avanzando su regulación en países de los cinco continentes, incluido México, en el que ha crecido de manera exponencial el interés por el mundo cripto, lo que seguirá impulsando la creación de un marco regulatorio.
2022 será sin duda alguna un año de grandes cambios gestándose desde inicios del 2020, que verán la luz en medio de un escenario global de alta incertidumbre y desconcierto, pero también de gran esperanza de mejoría para los ciudadanos del mundo.
CARTÓN POLÍTICO
Edición 803: «Es válido levantar la mano»: Luisa María Alcalde da el grito de arranque, Morena va por Jalisco
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ENTREVISTAS
Lupita Ramos Ponce: Lidera la resistencia feminista en América Latina con CLADEM

– Por Mario Ávila
Un llamado a mantener viva la convicción de que ningún contexto político, económico o social, por adverso que sea, puede menoscabar el pacto político ético feminista que une a la red en América Latina y el Caribe, fue el primer mensaje que lanzó la nueva coordinadora de CLADEM, la abogada tapatía, Guadalupe Ramos Ponce.
Aseguró que el Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de las Mujeres (CLADEM), es un territorio de resistencia y esperanza y precisó: “Somos una red política feminista internacional, que articula nuestras diversidades sin diluirlas, construye consensos sin imponer silencios, nos cuidamos entre nosotras mientras combatimos al patriarcado en todas sus formas”.
Sentenció que las integrantes de la red en América Latina y el Caribe enfrentan a un patriarcado global que se reinventa con cada crisis, que se viste de democracia mientras les niega derechos, que habla de libertad mientras las reprime.
Y frente a eso, planteó: “Nuestra respuesta será más organización, más incidencia, más alianzas, más pedagogía feminista; seguiremos ocupando las calles, los tribunales, los parlamentos, las redes, y los organismos internacionales, porque nuestro derecho a existir y decidir no se negocia.
Sentenció que hay muchos desafíos por delante: “El avance voraz de las derechas; el recrudecimiento de los fundamentalismos religiosos y políticos; la violencia patriarcal que no cesa; el despojo de los territorios; el saqueo de nuestros cuerpos; el racismo estructural; el machismo impune y la misoginia institucionalizada. A pesar de ello, aquí seguimos, porque nuestra lucha no es una opción, es una urgencia ética, política y vital”.
Una vez que asumió el cargo y que participó en su primer evento con el nuevo cargo como Coordinadora Regional de CLADEM, en la reunión de la CEPAL efectuada en la Ciudad de México, explicó en entrevista para los lectores del semanario Conciencia Pública, que la fuerza colectiva que las une, es hoy más necesaria que nunca.
Ahora -dijo-, toca tejer fino entre nuestras agendas locales, nacionales y regionales, reconociendo nuestras diversidades y fortaleciendo nuestras coincidencias. Toca cuidarnos entre nosotras, no solo como una estrategia ética, sino como una táctica política que nos permita resistir y seguir luchando.
Somos una red feminista latinoamericana y caribeña -abundó-, con más de tres décadas de historia; hemos enfrentado dictaduras, golpes de Estado, persecución y criminalización y aquí seguimos, más fortalecidas que nunca. Nuestra historia nos recuerda que la resistencia no se improvisa: se organiza, se nutre de la memoria y se sostiene con la fuerza de la colectividad”.
ES MÉXICO EL PAÍS DE LA ESPERANZA
La académica e investigadora de la Universidad de Guadalajara, Guadalupe Ramos Ponce, dijo que hoy día, desde el contexto latinoamericano, se reconoce de México la problemática global de la violencia y en particular la problemática regional de las desapariciones de mujeres y los feminicidios, “pero al mismo tiempo hay un tema que me ha resultado muy interesante en las discusiones que se han dado ahora, y es cómo se ve desde el exterior a México, como el país de la esperanza”.
Y te diré por qué -abundó-, porque hay una narrativa, una construcción que se ha hecho desde el mundo global, por supuesto, pero también desde América Latina, con estos presidentes de derecha como Javier Milei, de Argentina y Nayib Bukele, de El Salvador, que junto con el grupo Vox de España y Donald Trump, de Estados Unidos, han impuesto una narrativa de una derecha fuerte y es real, una derecha fuerte, empoderada, que llegó al centro, al norte y al sur del continente, desmantelando instituciones de derechos humanos y haciendo una regresión en los derechos.
Y en el caso de México —sentenció—, es el único país en la región que rompe esa narrativa hegemónica de la derecha y no solo eso, sino que además tiene la virtud de que es el único que todavía sigue con los programas sociales activos y promoviéndolos, entonces claro que, visto desde el exterior, México sigue siendo el país de la esperanza.
POR UNA EDUCACIÓN NO SEXISTA Y NO DISCRIMINATORIA
Sobre la tarea que CLADEM, bajo su coordinación, puede hacer por México en el terreno de la educación, planteó que justamente en la reunión de la CEPAL, donde se encontraba al momento de la entrevista efectuada por la vía telefónica, tiene programada una reunión, “aprovechando que estamos todas las feministas de Latinoamérica y del mundo global, estamos trabajando y yo en un momento más, tengo una reunión con dos redes importantes para proponer la implementación de una campaña latinoamericana por el derecho a la educación popular también”.
Y detalló: “Nosotras, desde hace muchos años, articulamos una campaña que se llama ‘Por una educación no sexista y no discriminatoria’, en donde para nosotras es sustancial que, desde la educación formal, la educación que se recibe en las escuelas, pero también la que está en casa, en lo comunitario y demás, debemos buscar que la mujer reciba una educación no sexista, una educación no discriminatoria y que permita el desarrollo pleno de las niñas y de las mujeres en la región”.
Hemos trabajado mucho en los últimos años -insistió-, por la transversalidad en la expectativa de género en la educación, pero también por la transversalidad de esta perspectiva en los presupuestos, porque mientras no existan recursos suficientes destinados a esta incorporación de las niñas a la educación, a que no dejen los estudios de manera temprana, a que no tengan todo este sistema de cuidados, vamos a tener incompleto el apoyo. Nosotros en realidad estamos aportando mucho el tema educativo.
UN GRAN DESAFÍO COORDINAR CLADEM POR LOS PRÓXIMO 4 AÑOS
La responsabilidad que por los siguientes cuatro años le adjudicaron a la nueva Coordinadora Regional de CLADEM, Guadalupe Ramos Ponce, lo considera ella misma como un gran desafío y a la vez un compromiso.
De ahí que agradeciera el voto de confianza que le dieron sus compañeras de todos los países de América Latina y El Caribe, para seguir articulando y darle continuidad a estos procesos que han iniciado hace 35 años y que, a la vez, se han continuado en las siguientes generaciones.
CLADEM, red feminista presente en 15 países de América Latina y el Caribe desde hace más de 35 años, surgió para transformar el Derecho en una herramienta de cambio contra la subyugación de las mujeres. Inicialmente formada por abogadas y sociólogas, realiza lobby e incidencia política, incorporando luego diversas profesionales para promover leyes y normativas que empoderen a las mujeres y combatan su discriminación.
La posibilidad de crecer —sentenció—, de que hagamos esta sinergia regional, es muy importante, nosotras ahorita estamos en el marco de la CEPAL, que está conmemorando justamente 50 años de la primera conferencia que se dio en la Ciudad de México en 1975 y también hace 30 años nos reunimos acá por primera vez. Y hoy, aquí mismo, los 15 países, y tuvimos una asamblea el domingo pasado, donde se me asignó la responsabilidad que me enorgullece.
MUNDO
Entre la tiranía y el desprecio; Trump contra todos, la peligrosa ruta del mandatario

– Opinión, por Pedro Vargas Ávalos
Desde que llegó a la presidencia de los Estados Unidos de Norteamérica, el señor Donald Trump ha sido un dolor de cabeza no solo para los migrantes latinoamericanos, sino para el mundo entero.
Sueños de agrandar el territorio gringo, que ya de por sí es enorme debido a la rapaz actitud de los gobiernos yanquis; delirio de persecución contra los migrantes, especialmente los de origen latinoamericano; imponer una política de terror por medio de aranceles y mostrar una conducta intervencionista en cuestiones internacionales, como lo ha demostrado en la guerra ruso-ucraniana y las masacres israelíes en Gaza. Todo lo anterior, sumado a muchos otros rencores y afanes revanchistas, caracterizan al señor Trump en su segundo mandato.
Lo anterior se une a un maltrato injusto hacia los dos países colindantes (México y Canadá), con los cuales, por elemental principio, debería tratar con sumo respeto; es más, fraternalmente. Y dentro de este perfil de provocador impenitente, también se inscriben los demócratas estadounidenses y, muy particularmente, el estado de California.
Los norteños de la hoja de maple, por medio del primer ministro Mark Carney, se manifestaron sobre el arrogante pelinaranja; el canadiense fue caviloso al señalar que “quien venere a Donald Trump se arrodillará ante él” y luego expresó que la antigua relación de Canadá con Estados Unidos, “basada en una integración cada vez más profunda de nuestras economías y en una estrecha cooperación militar y de seguridad, se acabó”.
Por lo que ve a nuestra república azteca, es una ofensa que el dignatario del Tío Sam se exprese constantemente con falta de respeto al gobierno que encabeza la presidenta Claudia Sheinbaum, y babosee lluvias de señalamientos falaces, viles calumnias, hacia los mexicanos emigrantes.
A cada rato, el bocón de marras lanza improperios a todo mundo, pero se refina cuando toca a sus colindantes. Recordemos que desde el inicio de su mandato este año, no solo insultó a los migrantes paisanos nuestros, sino que en su desmedida ambición declaró que el Golfo de México se llamaría ahora Golfo de América, sinónimo, para los adeptos del trumpismo, de Golfo de Estados Unidos de Norteamérica. Y aunque eso fue en general reprobado mundialmente, o sea que “nos hizo lo que el viento a Juárez”, reveló cómo sería la política de este rabioso gringo.
La prensa nacional difundió lo que dijo Trump en su oficina de Washington: “México hace lo que le decimos, y Canadá hace lo que le decimos, porque tenemos dos fronteras. Tenemos la frontera norte y la frontera sur, y ambas eran horribles. Pero ahora, algunos dicen que es un milagro”.
La arrogancia del mandamás güero no tiene medida. Por ello, la jefa de la Cuarta Transformación inmediatamente enunció categórica respuesta: «En México, el pueblo manda». Al día siguiente, reiteró lo anterior: “El presidente Trump tiene una forma de hablar. Pero como lo dije ayer: El único que manda en México es el pueblo, así de sencillo y así de importante”.
Por lo que ve a los mismos estadounidenses, la mayoría asegura que ellos no votaron por este Trump jactancioso. El comentarista Ben Rhodes expuso que “meterse con Panamá y Groenlandia o amenazar con guerras comerciales con Canadá y México tiene el aspecto de un matón de patio de colegio que busca a alguien más pequeño a quien empujar.”
Y la idea que difundió Trump sobre que Gaza debería convertirse en la Riviera del Medio Oriente, no tiene comparación: “respalda implícitamente una visión de la política exterior que despoja a las naciones y pueblos menos poderosos de todo derecho a determinar su propio destino”.
El forcejeo interno que inició Trump contra California es un ejemplo de lo que no debería suceder dentro de una nación. En su pleito contra el estado más rico de EUN, -que si fuera un país independiente seria de las primeras diez economías mundiales- los medios informativos nos hacen llegar noticias tremendas: Ordenó razias de migrantes; suspendió entrega de fondos federales; ignoró a la autoridad estatal y movilizó la Guardia Nacional; envió efectivos de las fuerzas armadas, como si el suelo californiano estuviese siendo atacado.
En fin, calificó de revoltosos y rebeldes a los miembros de ayuntamientos y el aparato estatal. En todo se advierte rencor grave del pelinaranja. Sus conciudadanos, después del error que cometieron cuando lo reeligieron, parece que reaccionan: En menos de dos meses, el índice de aprobación de Trump cayó por debajo de cero, donde se ha mantenido desde entonces. Su índice de aprobación neta actual -agosto 16- es de menos doce.
Por lo anterior, el gobernador californiano, Gavin Newsom, asumió la defensa no solo de su entidad federativa, sino de los migrantes, sector dominado por los de ascendencia mexicana. Trump lo amenazó con detenerlo, y el gobernante californiano no solo lo encaró, sino que promovió que California presentara el lunes 9 de junio una demanda contra el presidente de Estados Unidos por desplegar de manera ilegal a la Guardia Nacional “bajo el argumento de contener las protestas de Los Ángeles contra las redadas migratorias.”
Newsom es un demócrata de índole innovador y partidario del respeto a la Constitución, por lo que además es un defensor de los migrantes, factor determinante para consolidar la economía de su estado. En un reciente artículo que publicó, -La democracia en una encrucijada- sostiene que, por órdenes del presidente, se detiene indiscriminadamente a personas en la calle y se les persigue por los campos agrícolas.
Para Trump, son individuos de corte criminal, a lo que responde el gobernador: “Trump miente al decir que se centra en “los peores de lo peor.” Su administración “está impulsando deportaciones masivas, dirigidas a familias inmigrantes trabajadoras, sin importar sus orígenes o el riesgo que corren”. Por ello, “los californianos salieron a las calles la semana pasada, decenas de miles solo el sábado pasado, para protestar contra las acciones de su gobierno”, y con ello ejercen su derecho constitucional a la libertad de expresión y de reunión.
Trump ha condenado la posición de California, sus autoridades y ciudadanos. Empero, lo cierto es que él no se opone a la anarquía ni a la violencia, “siempre que le sirvan”. Su supuesta preocupación por los hombres y las mujeres uniformados no se basa en su lealtad a este país y su gente, sino a él y a su causa.
De forma contundente asegura el señor Newsom: “El despliegue de soldados federales en Los Ángeles no protege a nuestras comunidades, las traumatiza. Los jóvenes tienen miedo de asistir a sus propias graduaciones. La gente tiene miedo de ir a trabajar. Están arrestando a lavaplatos, jardineros y costureras. No son delincuentes, son familias; esto no es seguridad pública, es tiranía.” Más claro ni el agua.
En otro párrafo, asevera el californiano: “Tenemos a un actual presidente que cree no estar sujeto a ninguna ley, ni siquiera a nuestra Constitución. En poco más de 140 días, ha despedido a los organismos de control del gobierno que podrían exigirle responsabilidades por corrupción y fraude. Ha declarado una guerra contra la cultura, la historia, la ciencia; contra el conocimiento mismo… El poder judicial y el Estado de derecho están bajo asalto” y prosigue con la reflexión siguiente: Nuestro sistema democrático se creó en oposición directa a la monarquía y se diseñó para fortalecer la libertad individual y la autonomía, para que nunca más estemos sometidos a un rey. Es esa idea, ese valor sagrado, está siendo destruido.”
Los mexicanos y el mundo entero, debemos estar atentos y dispuestos a actuar, para que no suceda lo peor: que la oligarquía que encarna Trump, se apodere del destino de la humanidad.