JALISCO
Qué después del triunfo de Lemus en Jalisco

Desde los campos del poder, por Benjamín Mora Gómez //
Aceptémoslo, hasta hoy, todo nos indica que Movimiento Ciudadano ganó la gubernatura de Jalisco en la persona de Jesús Pablo Lemus Navarro, y que, una vez más, quien sea presidente municipal de Guadalajara, muy probablemente, será el siguiente gobernador del estado.
Por los próximos seis años, Jalisco será una isla en el mar político nacional de Morena, y Pablo Lemus tendrá el deber de ser el mejor gobernador en la historia jalisciense, con resultados palpables desde el primer momento, o todos nosotros pagaremos sus devaneos, y los de su equipo de gobierno, con la honorabilidad y eficacia.
Desde ya, Pablo Lemus competirá con Claudia Sheinbaum en lo social, contando con un gran aliado: Las organizaciones de la sociedad civil (OSC) jaliscienses a las que Andrés Manuel López Obrador vilipendió y atacó sin misericordia. Fui responsable del Instituto Nacional de Desarrollo Social (Indesol) en el gobierno de Enrique Peña Nieto. Por seis años, las osc de Jalisco, a las que atendí, obtuvieron los mejores resultados en las convocatorias que el Indesol hiciera en el ámbito nacional; sus impactos siempre fueron superiores y recibimos, por ello, recursos adicionales. Así pues, Pablo Lemus tiene en las osc con quiénes trabajar la transformación social del Jalisco; deberá, sí, reorientar la visión asistencialista de Enrique Alfaro hacia una de menor dependencia de las OSC hacia los gobernantes.
Durante el gobierno de López Obrador y su cuarta transformación, la sociedad civil vivió “una luna sin miel” por las razones siguientes: 1) Su gobierno decidió restar presencia a las OSC desde un discurso de descrédito, acusándolas de engaño, malversación de recursos y conservadurismo; 2) Proscribió el acceso a recursos públicos mediante su primera circular de gobierno; 3) Para sobrevivir, las OSC debieron replantearse ampliamente: Hacía sí mismas, sus destinatarios, sus benefactores, el gobierno en sus tres órdenes y fuera de México y, 4) Las fundaciones internacionales se encuentran limitadas en su presencia y actuación.
Idealmente, el gobierno de Pablo Lemus debería estar, en lo social, con la gente que tiene interés y compromiso en superarse para alcanzar mejor calidad y forma de vida para sí y para los suyos gracias su esfuerzo personal, y en dónde la entrega y acción de las OSC alcancen los más altos impactos en el corto, mediano y largo plazos.
Desde su gobierno, Pablo Lemus debería orientar los recursos públicos a programas que conciten a quienes se suman al proyecto y planes estatales de desarrollo. Para ello, en el ejercicio de los recursos públicos estatales en materia social deberían considerar no solo el proyecto a evaluar sino, prioritariamente: ¿Quiénes son sus destinatarios y cuáles sus necesidades conscientes, inconscientes y latentes? ¿Cuál es el valor más alto que aportan a sus comunidades, municipios y estado? ¿Qué hace única y especial a la asociación en la solución del reto que se plantea en el proyecto a evaluar? ¿Por qué merecería ser electa sobre otras con igual propósito y experiencia? y ¿Qué se transforma en sus destinatarios y sus comunidades gracias a su trabajo? Como gobierno se debe tomar conciencia de que en cada decisión se escribe el futuro de todo una sociedad.
A Pablo Lemus le propondría preguntarse sobre cómo articular una oferta coherente y creíble de y para las organizaciones de la sociedad civil, respetando sus singularidades, particularidades, especificidades e identidades, al dar respuesta a su objeto social y atender los nuevos reclamos de igualdad y equidad en oportunidades que la realidad nos pone de manifiesto, ampliando, enriqueciendo y reconociendo nuevos derechos humanos, sociales y ambientales.
Aprendí que, en cosas de gobierno a nivel estatal, hay, al menos, seis preguntas que se deben responder: 1) ¿Qué podría suceder en los próximos seis años si no cambiamos las estrategias y los paradigmas se mantienen iguales; 2) ¿Qué podría suceder en cada posible cambio en las estrategias sociales, económicas y políticas… visión prospectiva y post prospectiva?; 3) ¿Cómo debería ser el gobierno estatal en una realidad nacional?; 4) ¿Qué de lo local podría ser importante en el ámbito nacional?; 5) ¿Cómo podríamos atraer a nuevos inversionistas nacionales en algo que podríamos llamar “relocalización nacional segura”? y, 6) ¿Qué sucedería si el nuevo gobierno solo fuera de continuidad y “tapadera”?
Concluyo con una propuesta de Objetivo Social General para Pablo Lemus: “Gestionar, desde perspectivas conscientes e integradoras, el bienestar de las personas, las comunidades y la sociedad, el desarrollo sustentable, el ejercicio honesto de la política y el manejo responsable de los recursos públicos, de manera integral, al promover la colaboración y fomentar mejores actitudes cívicas en servidores públicos, iniciativa privada y ciudadanía”, y dentro de ello, cuatro Objetivos Específicos: 1) Fortalecer y vincular a las OSC entre sí y con órganos de gobierno al formar ciudadanía y construir comunidades; 2) Propiciar la cohesión y el capital social desde las inteligencias sociales competitivas, y valores como la tolernacia y respeto mutuo desde el discernimiento consciente; 3) Promover la igualdad y equidad desde un enfoque transveral y con perspectiva de género, especificidades sociales y culturales y edades y, 4) Tejer redes locales, nacionales e internacionales.
Ojalá interese.