CULTURA
Reconocerlos en vida: La ingratitud e indiferencia hacia los deportistas ejemplares

Futbol, por Esteban Trelles Meza //
En la vida existen personajes sobresalientes en diversos rubros y actividades que bien merecen la distinción y el reconocimiento de todos, perpetuando su memoria para la posteridad que resulta más gratificante en vida de los protagonistas referidos.
El futbol como disciplina deportiva la practican miles de millones en el mundo y muy pocos tienen el privilegio de llegar a profesionales, y mucho menos mantenerse activos por diversas circunstancias entre lesiones, abandono de la actividad, faltas de oportunidades, animadversión, “grilla”, displicencia de los propios jugadores, etc.
La inmensa mayoría de políticos en sus tres niveles de gobierno (municipal, estatal y federal), generacionalmente desde siempre le ponen los nombres de personajes históricos a sus calles y avenidas edificando monumentos, que por supuesto tienen todos los merecimientos y forman parte de un legado histórico cultura que no tiene discusión alguna.
Los municipios políticamente son federalistas, no confundir el termino con federación, que la primera menciona la independencia de su soberanía con cuestiones regionalistas de interés político social a conveniencia propia y la federación son una serie de estados que rigen un país e incluso se constituyen para formar una unidad internacional definida a la que corresponde la soberanía externa.
El punto es destacar a un político visionario (Ricardo Chávez, Pérez Presidente Municipal de Zapopan 1980 – 1982), del partido y color que sea para tener la voluntad y determinación para implementar en una colonia de su municipio para reconocer el mérito deportivo personalizado con sus nombres de calles y avenidas de la colonia Paseos del Sol al poniente de Guadalajara en el segundo municipio más importante jalisciense con mayor plusvalía que la propia perla tapatía, con sus edificaciones vanguardistas y espectaculares de sus rascacielos incluyendo el propio estadio de “chivas”, modernista de los más bellos y funcionales del país, que refiriéndonos al alcalde en cuestión es significativo y meritorio que hubiese determinado homenajear no solo circunscribiéndonos al futbolista sino a otras disciplinas y actores destacados con su nombre acuñado.
En alguna ocasión lo mencionamos en este propio semanario el caso del “pentapichichi” Hugo Sánchez Márquez, el mejor futbolista de todos los tiempos nacido en CU no solo como futbolista, sino como profesionista mismo de la UNAM como médico odontólogo. Su institución educativa tiene científicos, investigadores, catedráticos y demás, su estadio llamado MEXICO 68 debería llamarse Hugo Sánchez Márquez como un homenaje en vida a una gloria deportiva.
Como futbolista nos puso en la vitrina internacional emigrando hacia España y contratándose con el Atlético de Madrid quedando campeón goleador y pasar al mítico Real Madrid con 4 títulos más de goleo de torneo de liga, que en uno de ellos marco 38 dianas para considerarlo el mejor goleador europeo ganador del botín de oro, que en su retiro como director técnico fue bicampeón con el equipo universitario, siendo el único mexicano en hacerlo en torneos cortos.
Actualmente Hugo es asesor del equipo merengue en su directiva, que es analista deportivo en la cadena internacional de ESPN México, como un triunfador indiscutible en estas especialidades referidas.
El caso de Rafael Márquez Álvarez nacido en Zamora Michoacán, que debutó con Atlas para emigrar a Francia y ser campeón con el Mónaco para después ir a España y hacer lo propio con el Barcelona ganando todo, mundialista por su país en 5 copas, quien por cierto en su equipo militaron los mejores futbolistas del mundo con los argentinos Diego Armando Maradona y Leonel Messi, así como el brasileño Ronaldinho.
El primer boxeador campeón del mundo jalisciense José “Veneno” Becerra.
El ciclista olimpico Ángel Romero Llamas por cierto ex Alcalde de Zapopan (1974 – 1976) .
José “Veneno” Becerra, homónimo del boxeador campeón olímpico 1968 de exhibición de pelota Vasca, y campeonatos mundiales de la misma especialidad del Club Deportivo Guadalajara.
Lorena Ochoa Reyes, la mejor golfista del mundo, tapatía.
Dr. Ramiro “Genio” Vázquez Gutiérrez, mejor entrenador de Basquetbol en Jalisco.
Oscar “El flaco” Romo, el “arquitecto” del basquetbol de la UdG.
Luis Gilberto Plascencia Ascencio, máximo goleador de Leones Negros de la UdG, anotando 2 goles en menos de 1 minuto de juego contra correcaminos de la UAT en primera división, un record mundial; subcampeón mundial sub-20 en Túnez, anotador de un gol olímpico en el Estadio Jalisco.
Por último y no menos importante, los 8 títulos de liga de Chivas de Guadalajara de campeonatos anuales bautizados por el mote del “campeonísimo”, en una proeza que jamás nadie igualará en México con jugadores jaliscienses a excepción de Jaime “Tubo” Gómez (Colima), base de los mundiales de Suecia 58, Chile 62 e Inglaterra 66. Donde lamentablemente cronológicamente van desapareciendo físicamente y no tienen un monumento, letras de oro en el H. Ayuntamiento de Guadalajara o en el propio Congreso del Estado, que en este momento (2021), quedan vivos algunos y bien merecerían una pensión económica como seguridad social en el ocaso de sus vidas que servirían para el pago de medicamentos (octogenarios la mayoría), como héroes deportivos y ejemplo de los jóvenes, que todos como sociedad se las debemos.
CARTÓN POLÍTICO
Edición 807: Magistrada Fanny Jiménez revoca rechazo de pruebas y defiende Bosque de Los Colomos
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LAS NOTICIAS PRINCIPALES:
Crónica de una semana tensa en la UdeG: La rebelión estudiantil que desafía a la FEU
CULTURA
Premios Ariel, la magia del cine mexicano: Jalisco es epicentro del evento

– Conciencia en la Cultura, por Luis Ignacio Arias
Los Premios Ariel, máximo reconocimiento de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC) se entregarán el 20 de septiembre. Por tercer año consecutivo, Jalisco ha sido la sede de los Premios Ariel, en esta ocasión se celebran en Puerto Vallarta.
La AMACC impulsa una política de itinerancia para que los Ariel dejen de celebrarse exclusivamente en la Ciudad de México, buscando y fortalecer la conexión entre la industria cinematográfica nacional y los diversos estados. Jalisco ha mostrado una receptividad notable a esta política, ofreciendo no solo capacidad logística e infraestructura adecuada, sino también apoyo institucional y económico.
A través de la Secretaría de Turismo y FILMA Jalisco, el estado ha otorgado incentivos para atraer producciones, políticas públicas de cine y recursos concretos para la realización de la ceremonia, como los más de 10 millones de pesos destinados a la producción del evento 2025. Además, la elección de Puerto Vallarta como sede se vincula con un interés estratégico por consolidar un polo cinematográfico dentro del estado.
Con apoyos como el “cash rebate”, la comisión de filmaciones y la existencia de festivales de cine consolidados como el Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG), demuestra que puede ofrecer garantías logísticas y técnicas para eventos de gran magnitud, al mismo tiempo que refuerza su visibilidad cultural y turística.
El gobierno del estado ha buscado que los Ariel sirvan también como plataforma de promoción turística, vinculando cine, cultura y visitantes; la cobertura mediática que genera el evento, junto con los atractivos turísticos de Puerto Vallarta, amplifica la proyección del estado en el ámbito nacional e internacional.
Esta política contempla además la diversificación dentro del propio territorio jalisciense: si bien los premios se han celebrado en Guadalajara y ahora en Puerto Vallarta, la intención es rotar la sede dentro del estado en futuras ediciones, mostrando así la variedad de escenarios y consolidando a Jalisco como un punto neurálgico del cine mexicano contemporáneo.
Entre las películas nominadas, Pedro Páramo de Rodrigo Prieto se consolidó como una de las favoritas, obteniendo 17 nominaciones. La ópera prima de Prieto es una adaptación de la emblemática novela de Juan Rulfo que fusiona el realismo mágico con una estética cinematográfica contemporánea, aprovechando la experiencia del director como director de fotografía.
Su propuesta visual busca capturar la atmósfera surrealista de la obra literaria, y cada encuadre, cada composición lumínica, remite a la memoria de un México lleno de fantasmas y ecos del pasado. Prieto logra, con sorprendente soltura para un debut en la dirección, trasladar la intensidad emocional y la ambigüedad de los personajes a la pantalla, mostrando un cine que dialoga tanto con la tradición literaria como con el lenguaje cinematográfico moderno.
La Cocina, dirigida por Alonso Ruizpalacios, también acaparó la atención de la crítica y del público, con 15 nominaciones en diversas categorías. Ruizpalacios, conocido por su capacidad de mezclar humor, crítica social y frescura narrativa, invita a explorar las dinámicas de poder y género en un contexto culinario, donde la cocina se convierte en un microcosmos de tensiones, aspiraciones y secretos.
La dirección de Ruizpalacios se distingue por su ritmo ágil, su atención al detalle y la manera en que los personajes se despliegan en un espacio aparentemente cotidiano, transformando lo familiar en un escenario de reflexión sobre la sociedad contemporánea mexicana.
Sujo, codirigida por Fernanda Valadez y Astrid Rondero, recibió 13 nominaciones y ofrece una mirada íntima y profunda a la búsqueda de identidad de una joven que enfrenta los retos de la migración y la pertenencia. Valadez y Rondero despliegan un estilo cinematográfico sensible, que combina la narrativa íntima con un fuerte compromiso social.
La película se mueve entre el drama personal y la denuncia de condiciones sociales, logrando un equilibrio entre emoción y reflexión, mientras invita al espectador a contemplar los dilemas humanos y la construcción de la identidad frente a contextos adversos.
Corina, de Úrsula Barba Hopfner, con 9 nominaciones, centra su historia en las complejidades de las relaciones humanas y la búsqueda de la verdad en la interacción entre sus personajes. Hopfner demuestra un manejo refinado de la introspección dramática y una capacidad notable para capturar la esencia de cada individuo, explorando cómo los deseos, miedos y secretos moldean las decisiones y la convivencia. Su dirección, delicada y precisa, pone en primer plano la psicología de los personajes y transforma la narrativa en un examen de la condición humana contemporánea.
Finalmente, Un actor malo, que obtuvo 5 nominaciones, se destaca por su reflexión sobre la identidad, la percepción pública y los conflictos entre la vida personal y la fama. La película combina elementos de comedia y drama con un estilo original y arriesgado, mostrando cómo la construcción de la imagen propia y la exposición ante los demás pueden convertirse en territorio de exploración artística y social. Su dirección, creativa y audaz, logra mantener la tensión entre humor, ironía y crítica, permitiendo al espectador identificarse con los dilemas del protagonista y reflexionar sobre el espectáculo de la vida pública.
El conjunto de estas películas refleja la diversidad y riqueza del cine mexicano contemporáneo. Cada una de ellas ofrece una perspectiva única sobre temas universales como la identidad, el poder, la migración y las relaciones humanas, evidenciando la capacidad del cine nacional para dialogar con su contexto histórico y social. La crítica y la audiencia han reconocido que, más allá de la técnica y la narrativa, estas producciones invitan a la reflexión y al cuestionamiento, ofreciendo miradas que son tanto íntimas como colectivas, particulares y universales.
Los nominados a los Premios Ariel ponen de manifiesto la evolución y el dinamismo de la industria mexicana. Las películas y sus directores son la muestra de que el cine mexicano continúa siendo un espacio de innovación, reflexión y expresión artística que resuena dentro y fuera del país, consolidando su relevancia en el panorama global.
CULTURA
México celebra el Día Nacional del Charro: tradición, deporte y orgullo patrio

– Por Redacción Conciencia Pública
Cada 14 de septiembre México rinde homenaje a una de sus tradiciones más representativas: la charrería.
El Día Nacional del Charro fue instaurado en 1934 como una manera de reconocer al charro como figura central de la identidad mexicana y al mismo tiempo consolidar este deporte ecuestre como una práctica cultural de enorme arraigo.
Esta celebración se vive en todo el país, desde los lienzos charros hasta las plazas públicas, con un ambiente que enlaza historia, destreza y orgullo patrio.
En redes sociales, la fecha adquiere una fuerza particular. Hashtags como #DíaDelCharro y #DíaNacionalDelCharro agrupan miles de publicaciones en X, Facebook, TikTok e Instagram.
Usuarios comparten fotos de trajes bordados, sombreros de ala ancha, montas de caballos y suertes espectaculares como manganas, coleaderos o el paso de la muerte.
También abundan los mensajes de autoridades, artistas y asociaciones que felicitan a los charros y escaramuzas, exaltando el valor de mantener vivas las costumbres.
La Federación Mexicana de Charrería y la Asociación Nacional de Charros son protagonistas en la promoción de actividades conmemorativas.
Desde sus cuentas oficiales en internet se difunden la agenda de charreadas, congresos y campeonatos que se desarrollan en distintos estados del país.
Las escaramuzas, grupos femeninos que ejecutan rutinas a caballo con precisión y estética, se han vuelto además un símbolo de inclusión y disciplina dentro de esta disciplina reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial desde 2016.
En municipios y capitales estatales (Guadalajara no es la excepción), el Día del Charro se acompaña de desfiles, exhibiciones y actos solemnes. No faltarán hoy los honores a la bandera ni los espectáculos ecuestres que refuerzan el vínculo entre tradición y mexicanidad.
La fecha, además, se sitúa estratégicamente en la antesala de las Fiestas Patrias, lo que le otorga un carácter doblemente simbólico: recordar el legado charro y enmarcar la conmemoración de la Independencia.
En la esfera digital, las publicaciones destacan tanto la herencia familiar como la profesionalización del deporte.
Muchos jóvenes charros y escaramuzas utilizan hoy en día redes TikTok e Instagram para mostrar rutinas, vestimentas y entrenamientos, contribuyendo a que nuevas generaciones se acerquen a la charrería.
Esa combinación entre tradición e innovación ha hecho que la conversación en línea sea particularmente activa, alcanzando públicos que van más allá de los asistentes habituales a los lienzos.
Así, el Día Nacional del Charro se mantiene como una de las celebraciones más singulares del calendario mexicano: una fusión de historia, arte ecuestre y pasión comunitaria.
La charrería no solo sigue viva, sino que se adapta a los tiempos modernos sin perder su esencia.
En cada suerte, en cada traje de gala y en cada caballo brioso, resuena el eco de una tradición que México reconoce como suya y que proyecta al mundo como parte de su identidad.