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OPINIÓN

¿Será venganza?

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Columna Tercera Instancia, por Modesto Barros González //

Tal parece que en acciones de gobierno el federal cambia de opinión cuando quiere y ahora resulta que para tener un “significativo” ahorro en las finanzas del país se dejarán de imprimir los libros de texto para el próximo ciclo escolar.

Se estima que dejarán de erogar alrededor de 220 millones de pesos, aunque vale la pena señalar que desde el nueve de abril pasado el portal CONTRALÍNEA.com.mx señaló que la Secretaría de Educación Pública (SEP) no tendría a tiempo los libros de texto para el ciclo 2019-2020, al caerse los dos procesos de licitación que entonces realizó la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (Conaliteg) con todo y que intentó salvar la producción de 220 millones de ejemplares que se requieren.

La publicación añade que “el pasado 8 de abril fueron diferidos los fallos de las licitaciones LA-011L6J001-E5-2019 y LA-011L6J001-E6-2019; ésta es la novena ocasión que se aplazan las resoluciones para evitar declarar desierto el proceso en espera de que haya alguna oferta”.

Con esas licitaciones, la SEP pretendía asignar contratos para producir 19 títulos de preescolar y primaria, al margen de los procedimientos que aún no convoca la Oficialía Mayor de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

Para colmo de males y más del Poder Ejecutivo Federal, el pasado 13 de abril se supo que se había descubierto el negocio que pretendía hacer la empresa Bio Pappel, propiedad del compadre de Andrés Manuel López Obrador, Miguel Rincón Arredondo, por un monto calculado de 220 millones de pesos.

Todavía un día anterior, el propio Presidente de la República reclamó el costo del papel para libros de texto, según una publicación del centenario periódico El Siglo de Torreón. «En el caso del papel para la edición de los libros de texto, es un tema que estamos tratando, donde se están poniendo de acuerdo y quieren vender más caro el papel», expuso AMLO.

Todavía dijo en su conferencia mañanera que no aceptarán el encarecimiento del papel y si eso continúa, podrían abrir las compras a proveedores de papel internacionales. «No vamos a aceptar eso, si es necesario se abre la compra a proveedores internacionales, pero se acabó la corrupción en obras y en adquisiciones, era mucho el abuso», indicó.

Eso ocurrió el pasado mes, sin embargo ahora las cosas cambiaron mucho y ya no quieren imprimir los necesarios libros de texto, no se sabe si es por mala planeación de tiempo de la Conaliteg, del coraje por haberle quitado el negocio al compadre o por el poco interés que tenga la SEP en el tema.

Todavía el 12 de febrero el portal Alto Nivel publicó que las nuevas escuelas mexicanas propuestas por el gobierno de la Cuarta Transformación, tienen como centro a la niñez y los jóvenes del país, y en el aula el libro de texto gratuito seguirá desempeñando el papel crucial como herramienta, acervo y fuente de referencias y compendio de conocimientos, según el Secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán, precisa la publicación.

El mismo funcionario recordó que el 12 de febrero de 1959, hace 60 años, “fue firmado el decreto que dio origen a uno de los grandes pilares del sistema educativo mexicano, el libro de texto gratuito”, pero ahora vemos que todo ha sido de dientes para afuera y de un plumazo para ahorrar dinero se dejarán de elaborar esas publicaciones.

Entonces dijo Moctezuma Barragán, según la publicación que “el trabajo realizado por esta institución debe ser digno de respeto y admiración de todos los mexicanos, pues hace posible la edición anual de 200 millones de libros para 25 millones de alumnos de educación preescolar, primaria, secundaria, telesecundaria, bachillerato y educación especial”.

Con todo y el esfuerzo y trabajo realizado el 16 de enero de 1960, siendo Secretario de Educación, Jaime Torres Bodet, se hizo la entrega del primer libro y del primer cuaderno de trabajo del grado inicial de primaria en una escuela de San Luis Potosí, con lo que arrancó la distribución que cada año se realiza de estos textos, pero ahora tal parece que ya no se otorgarán.

No cabe duda que es muy extraña la forma de gobernar del actual Presidente de la República o de los miembros de su gabinete, por una parte muy poco les importó que se perdieran miles de millones de pesos al cancelar la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México en Texcoco, Estado de México, que se gasten miles de millones de pesos en una refinería y otros más en un aeropuerto improvisado en Santa Lucía, el otro gran gasto en el Tren Maya y sin embargo se fijan en que es oneroso gastar alrededor de 220 millones de pesos en los libros de texto, así que como decía Pompín Iglesias “qué bonita familia, qué bonita, qué bonita”.

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