LOS PELOTEROS
Si el virus COVID-19 lo permite habrá temporada 2020 en la MLB: El rol se sujetará a 60 juegos por liga

Vuelacercas, por Salvador Cosío Gaona //
No obstante que finalmente se llegó a un acuerdo entre los jerarcas de Major League Baseball (MLB) y la Asociación de Jugadores de Grandes Ligas (MLBPA por sus siglas en inglés), con el cual los peloteros han accedido a reportar a pretemporada de primavera el 1 de julio, se ha fijado la fecha del 23 o 24 de ese mismo mes para la ceremonia de inauguración, y que está palomeado el manual con los protocolos de sanidad para la campaña, lo que no está pactado es el comportamiento de la pandemia que puede echar abajo todo el plan para la temporada 2020 de la Gran Carpa y obligar a que se decrete la cancelación de todos los cotejos.
Y es que a pesar de lo que han establecido propietarios y peloteros sobre la mesa, de ninguna manera se puede dar por salvado el tema de la pandemia, que sigue latente y como una amenaza constante a la concreción de la temporada. No se puede desestimar que al menos 40 jugadores de la MLB y miembros del personal de algunos equipos dieron positivo a la prueba de coronavirus en la última semana motivando el cierre de los campos de entrenamiento.
Y en ese sentido habrá que advertir que por más que en lo deportivo se tengan acuerdos, la última palabra la tendrá el sector sanitario. Dadas las circunstancias, no se puede ser muy optimista en un momento en que el vecino país del norte no solamente no ha logrado aplanar la curva de contagios sino que ahora se encuentra en medio de una serie de rebrotes de COVID-19 en estados como Florida, Arizona y California, solo por mencionar algunos.
Sin embargo, restará esperar a que las condiciones de salud mejoren entre los peloteros que han sido contagiados, y que en general se pueda avanzar hacia un entorno en donde se consiga amainar la pandemia por el bien del rey de los deportes y por el propio aficionado que está ávido de ver su deporte favorito, aún en las condiciones en que se tiene programado; una temporada reducida a 60 juegos en el calendario ordinario y en la gran mayoría de parques de pelota sin público en las tribunas, con excepción de Astros, Yankees y Red Sox, que podrían contar con fans en la gradería.
En este sentido, habrá que recordar que después de tres meses de infructuosas negociaciones, de discordia, y de agravios entre propietarios de franquicias y el sindicato de jugadores, y que éstos últimos rechazaran una tras otra las ofertas de los dueños para llegar a un arreglo, el comisionado de MLB, Rob Manfred, tuvo que tomar las decisiones en torno a la reanudación de la campaña regular, además del designado universal (ambas ligas jugando con bateador supliendo al pitcher) y playoffs expandidos para este año solamente, bajo los acuerdos del 26 de marzo, es decir, los jugadores tendrán el 100% de sus salarios prorrateados.
Una temporada normal de 162 juegos se reducirá a 60 y habrá de celebrarse en tan solo dos meses, pues se espera finalice el 27 de septiembre.
Según ha trascendido, el calendario establece que los clubes disputarán 10 juegos contra cada uno de los otros cuatro equipos de su división. Jugarán otros cuatro encuentros contra algunos de los cinco clubes en la división de la misma zona pero en la liga contraria.
En lo que será la temporada más breve desde 1878 en Grandes Ligas, un club tendrá que realizar sólo un viaje a cada ciudad que y el número de equipos en los playoffs seguirá siendo de 10 no 16 como se había planteado, aunque ello podría cambiar.
El 31 de agosto será la fecha límite para realizar canjes y el plazo para elegibilidad en postemporada vencerá el 15 de septiembre. Los equipos pueden reanudar los canjes el viernes, cuando se descongelarán las nóminas.
Las nóminas de peloteros en activo estarán conformadas por 30 integrantes durante las primeras dos semanas de la temporada, 28 en las segundas dos y 26 posteriormente. No se ampliarán a 28 el 1 de septiembre, como estaba contemplado originalmente este año.
Además, dada la cancelación en las Ligas Menores, cada equipo podrá tener 60 peloteros, incluyendo un plantel alterno. Hasta tres jugadores de ese plantel podrán viajar con el equipo a los juegos. Uno de los tres debe ser cátcher.
La liga también decidió mantener en 10 días el mínimo que un lanzador puede permanecer en la lista de los lesionados, en vez de volver a 15, como pretendían originalmente.
Respecto al tema sanitario, ya anteriormente se había llegado a acuerdos entre dueños y peloteros con autoridades de salud en torno a los protocolos de salubridad y los planes de contingencia en medio de la pandemia.
Ahora bien, tenemos que hablar de claroscuros en este asunto; es cierto que ávida como está la fanaticada de ver béisbol la campaña reducida resultará insuficiente, pero por otro lado, es predecible que el nivel de competencia será intenso de principio a fin, ya que los escuadrones saldrán a jugar cada cotejo como si fuesen de postemporada, y el nivel y la calidad serán un condimento adicional en esta atípica campaña 2020 de Grandes Ligas.
Además, de acuerdo a una encuesta realizada por ESPN publicada el sábado, más de tres cuartas partes de los aficionados al béisbol apoyan el plan de los 60 juegos.
En la encuesta, el 77% que dijeron ser fanáticos del béisbol expresaron su apoyo a la cantidad de juegos en esta temporada, y el 23% se opuso. Entre los fanáticos encuestados de todos los deportes, el 73% apoyó y el 27% se opuso al plan de MLB.
Los encuestados señalaron que se perdió tiempo, con un 58% de ellos de acuerdo en que el lento retorno de MLB fue una «oportunidad perdida».
Aun así, la mayoría de la gente dijo que el enfrentamiento público no afectará sus hábitos de visualización del béisbol, ya que el 64% de los fanáticos del deporte dijo que no cambiará la cantidad de deporte que ven. La mayoría (53%) tenía un conocimiento limitado de las negociaciones de todos modos, diciendo que no escucharon mucho o nada sobre ellas.
Por otro lado, para esta campaña reducida, cada juego contará para el equipo 2.7 veces más de lo normal, una situación que volverá más emocionante cada vez que se cante playball. Con un calendario recortado en lugar de los 162 juegos habituales, la oferta de televisión también será más reducida este año para nuestro país. De 422 encuentros que se transmitieron en señal abierta y de paga, este año los aficionados tendrán la posibilidad de ver un máximo de 70, de acuerdo con cifras del director de MLB México, Rodrigo Fernández, en entrevista con El Universal.
Con prácticamente sólo dos meses de campaña regular, los seguidores de Grandes Ligas contarán con ocho juegos en televisión por semana. “Nosotros en una temporada regular teníamos 422 juegos al año. Este año podemos alcanzar 60 o 70 juegos, más un incremento importante en el costo de MLB.TV”, declaró Fernández.
El directivo también admitió que las Grandes Ligas tenían planeado visitar la Ciudad de México con un par de juegos oficiales entre los Diamondbacks y los Padres, pero la pandemia provocó que se cancelaran. Mencionó que seguirán trabajando para traer encuentros oficiales a nuestro país por lo siguientes 10 años, pero por el momento sus activaciones principales serán en redes sociales.
Nos queda pues esperar a que las condiciones de salubridad mejoren en el país de las barras y las estrellas para que volvamos a ver el mejor béisbol del mundo, que según ha trascendido, arrancará con el duelo entre Nationals de Washington, actuales campeones de la Serie Mundial, recibiendo en su campo del Nationals Park a los Yankees de Nueva York en el inicio de la temporada. Por lo pronto, los aficionados nos frotamos las manos en espera de cantar también ese día el ¡play ball!
E-mail: opinión.salcosga@hotmail.com
Twitter: @salvadorcosio1
LOS PELOTEROS
Charros vs. Diablos: ¿Habrá de nuevo jarabe tapatío como en Monterrey?

– Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac
En una final de la Serie del Rey, cualquiera puede ganar. Cuando los Charros de Jalisco enfrenten a los Diablos Rojos del México a partir de este miércoles, el diamante será un campo de batalla donde el corazón, la estrategia y la pasión decidirán al campeón de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB).
Este duelo es inédito en la historia de las finales de la LMB, un choque de titanes que promete emociones al límite. Los Diablos Rojos llegan como favoritos. Campeones en 2024 y bicampeones de la Zona Sur, buscan su título 18 y el primer bicampeonato de la LMB en 15 años.
Con un récord arrollador de 63-25 en la temporada regular, liderados por figuras como Robinson Canó, Río Ruiz, José Marmolejos y el tapatío Julián Ornelas, los escarlatas, bajo la dirección del experimentado Lorenzo Bundy, son una máquina ofensiva.
Su fortaleza en el Estadio Alfredo Harp Helú, donde abrirán los juegos 1 y 2 (10 y 11 de septiembre, 19:00 horas), los respalda. Pero, como diría un viejo aficionado, “en el béisbol, la grandeza no basta si el corazón no late”.
Los Charros de Jalisco, en cambio, son la sorpresa de 2025. Con un récord modesto de 46-46, se colaron al playoff con el sexto boleto tras vencer a Saraperos de Saltillo. Nadie apostaba por ellos.
“Charros no tiene nada que hacer ante Monterrey”, decían.
Pero, liderados por Benjamín Gil, considerado el mejor timonel del béisbol mexicano, dieron la campanada. Con cinco banderines en la Liga Mexicana del Pacífico (cuatro con Tomateros y uno con Charros en 2024-2025), Gil transformó un equipo inconsistente en una fuerza imparable.
En los playoffs, con 19 juegos (12 victorias, 7 derrotas), vencieron a Unión Laguna en un séptimo juego épico y humillaron a los Sultanes de Monterrey, líderes de la temporada con 55-37, en dos rondas (4-3 y 4-1). “El béisbol no miente: premia al que lucha”, diría Gil.
La hazaña de los Charros trasciende los números. Rompen una sequía de 54 años sin llegar a la Serie del Rey (desde 1971), su tercera final en la LMB (1950, 1971, 2025).
Son el único equipo que este año disputó la final de la Liga Mexicana del Pacífico, la Serie del Caribe y ahora la Serie del Rey, un logro histórico que los consagra como élite.
“Jalisco no juega solo por un trofeo; juega por su gente, por los que llenan el Panamericano con cánticos y banderas”, escribiría un cronista tapatío.
La serie, que continuará en el Estadio Panamericano de Zapopan (13 y 14 de septiembre, 18:00 y 17:00 horas, con un posible juego 5 el 15) y podría regresar a la capital (17 y 18 de septiembre), será una batalla épica.
Esta final es una fiesta nacional. El duelo enfrenta dos estilos: la solidez de Bundy, con su experiencia, contra el ímpetu de Gil, un motivador que levanta la autoestima de sus jugadores. En el diamante, como en la vida, gana quien entiende el alma de su equipo.
Este choque es más que deportivo; es una metáfora de México. Los Diablos representan la tradición y el poderío de la capital, un equipo que no admite derrotas. Los Charros encarnan la rebeldía tapatía, un conjunto que desafía pronósticos con garra.
La afición será clave. En Guadalajara, el Panamericano roza el lleno, respondiendo al llamado de Gil para hacer del estadio un volcán.
En la CDMX, los Diablos cuentan con un público leal que llena el Harp Helú. El béisbol es el pulso de un pueblo que se juega la gloria en cada lanzamiento. Los Charros necesitan consistencia en pitcheo y bateo oportuno para superar la historia de los Diablos. Los escarlatas deben evitar la complacencia ante un rival que crece bajo presión.
Cada juego será un capítulo de esta narrativa, donde el orgullo regional de Jalisco choca con la hegemonía capitalina. En esta Serie del Rey, el centenario de la LMB se celebra con un duelo que trasciende el marcador. Charros y Diablos nos regalan un espectáculo donde la estrategia, la pasión y el coraje decidirán al rey.
Diablos llega como favorito, como lo fue Monterrey ante Charros en los playoffs. “Sultanes no tiene rival”, decían, pero Jalisco bailó el jarabe tapatío en el Palacio Sultán. Con Gil al frente, Charros juega inspirado.
¿Lograrán los Diablos su corona 18 o veremos nacer a un nuevo titán de la LMB, como ya lo es Charros en el Pacífico?
El béisbol no tiene guion escrito; es un juego de valientes donde cada batazo escribe la historia.
Este miércoles es el primer juego, comienza esta leyenda. Que el diamante hable y que el corazón tapatío, con su afición rugiendo, deje una huella imborrable en esta batalla por la eternidad.
LOS PELOTEROS
Charros vs. Diablos: Viviremos la Serie del Rey soñada

– Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac
¡Qué manera de pelear la de los Charros de Jalisco en los playoffs de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) 2025!
Su campeonato en la Zona Norte, bajo la dirección de Benjamín Gil, marca un hito histórico que enciende el orgullo tapatío.
Nadie daba un peso por ellos. Entraron al playoff de panzazo, con el sexto boleto tras vencer a Saraperos de Saltillo, y un récord regular de 46-46 frente al imponente 55-37 de los Sultanes de Monterrey.
“Charros no tiene nada que hacer”, sentenciaban los escépticos. Pero Guadalajara, como su mariachi, no se rinde: canta hasta el amanecer.
Con 19 juegos en tres series (12 victorias, 7 derrotas), los Charros desafiaron todos los pronósticos. Remontaron contra Unión Laguna en un séptimo juego cardiaco y vencieron a los Sultanes en dos rondas, mostrando temple y estrategia.
Incluso tras desperdiciar una ventaja de 3-0 en la Serie de Campeonato, cerraron con fuerza en el Juego 5 (6-4, con un out polémico en la décima entrada).
La dirección de Gil forjada en la Liga Mexicana del Pacífico con cinco campeonatos, fue clave. Su enfoque táctico y motivacional transformó un equipo con altibajos en una máquina aceitada. “El béisbol es corazón y cabeza; Charros tiene ambos”, escribiría un cronista apasionado.
Este 2025, los Charros rompen una sequía de 54 años sin llegar a la Serie del Rey, su tercera final en la LMB (1950, 1971, 2025). Son el único equipo que este año disputó la final de la Liga Mexicana del Pacífico, la Serie del Caribe y ahora la Serie del Rey, un logro sin precedentes que los consagra como élite del béisbol mexicano.
Guadalajara no juega solo por un título; juega por su gente, por los que llenan el Estadio Panamericano con banderas y cánticos, respondiendo al llamado de “El Matador” Gil, quien pidió a la afición convertir el estadio en un volcán de apoyo.
Enfrentan a los Diablos Rojos del México, bicampeones de la Zona Sur y campeones vigentes, que buscan su título 18 y el primer bicampeonato de la LMB en 15 años. Con una ofensiva explosiva liderada por Robinson Canó, Río Ruiz (autor de un jonrón clave contra Campeche), José Marmolejos y el tijuanense Julián Ornelas, los Diablos salen como favoritos.
Su fortaleza en el Estadio Alfredo Harp Helú, donde abrirán los juegos 1 y 2 (10 y 11 de septiembre, de ser necesario), los respalda. La serie continuará en Zapopan (13 y 14 de septiembre de 2025, el 5 el 15) y, si es necesario, regresará a la capital (17 y 18 de septiembre).
Los Charros encarnan la rebeldía tapatía, un equipo que desafía las probabilidades con garra y corazón. Los Diablos, dirigidos por Lorenzo Bundy, representan la solidez de un equipo que no admite derrotas. “El béisbol, como la vida, no perdona a quien confía solo en su grandeza”, reflexionaría un observador.
El Matador, con su ímpetu, choca contra la experiencia de Bundy. La clave para los Charros será la consistencia en el pitcheo y el bateo oportuno; para los Diablos, evitar la complacencia ante un rival que crece bajo presión.
La afición es el alma de esta serie. En Guadalajara, el Panamericano roza el lleno, con una afición que ha respondido al llamado de Gil, convirtiendo cada juego en una celebración de la identidad jalisciense.
En la capital, los Diablos cuentan con un público leal que llena el Harp Helú. “El béisbol no es solo un juego; es el pulso de un pueblo que se juega la gloria en cada lanzamiento”, diría un cronista.
Esta Serie del Rey es una metáfora de México: la lucha entre lo regional y lo centralista, entre la ilusión de un equipo que resurge y la tradición de un gigante.
Los Charros, con su hazaña, han reavivado la pasión beisbolera en Jalisco. Su camino, lleno de remontadas y momentos épicos, los convierte en un símbolo de resiliencia. Los Diablos, con su historial, cargan el peso de la expectativa.
Los Charros vienen a hacer historia, ya lo dijo José Luis González Iñigo, el objetivo es convertir a Guadalajara en la capital del beisbol nacional.
La Serie del Rey 2025 no es solo béisbol; es el latir de un país que vibra con cada jugada. Charros y Diablos nos ofrecen un espectáculo donde el orgullo, la estrategia y la pasión decidirán al rey.
La afición de Charros de Jalisco, con su enjundia y espíritu indomable, impulsa al equipo en la LMB, creando una base leal que llena el Estadio Panamericano, según Íñigo González Covarrubias. A diferencia de la LMP, donde muchos apoyan a Naranjeros, Tomateros o Venados, los Charros han forjado una afición firme que vibra con el equipo local, llevando a Jalisco hacia adelante en la Serie del Rey 2025.
A disfrutar de una serie de platillos exquisitos de beisbol y nuestro deseo es que ganen los Charros y hagan historia, con dos campeonatos en un mismo año en las dos ligas mexicanas de beisbol.
Prepárense, porque esta batalla será leyenda.
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