El circo legislativo requiere diputados muy chiquitos

Opinión, por Daniel Emilio Pacheco //

Bastaron tres días, para que los escépticos confirmaran lo que otros ya habíamos dicho: Jalisco tiene los diputados más “chiquitos” de su historia.

Un grupo de ignorantes que no saben que como “Poder Legislativo” son el contrapeso del Poder Ejecutivo y el Poder Judicial. En su pequeñez son solo un grupo de serviles que atienden órdenes de su “jefe”.

Comparsas a modo que solo levantan la mano para autorizar los préstamos deseados por el Gobernador de Jalisco, a quien deberían de fiscalizar en sus onerosas licitaciones a modo, cuidando el dinero que vía impuestos aportan los ciudadanos que dicen representar.

Un grupo de deudores a la marca “Enrique Alfaro” que en su momento los llevó a ser considerados candidatos y luego diputados, una deuda tan pesada, que ahora no les permite tomar decisiones si el dueño del circo, en que han convertido el Congreso de Jalisco, no se los autoriza.

Traidores a los principios y votantes de sus partidos de origen que los llevaron a ocupar una curul y a quienes traicionaron por unas posiciones, dinero o el sueño de seguir en el poder.

Desinteresados en sus labores legislativas, pues son incapaces de leer lo que se supone proponen, sabiendo que ni siquiera fue escrito por ellos.

Pésimos en el debate legislativo son incapaces de ordenar sus ideas y pedirles una argumentación sólida de un tema, es pedir peras al olmo.

Inexpertos que a más de un año y medio siguen argumentando ser novatos, sin muestras de buscar una mejora.

Lavadores de cuentas publicas cargadas de señalamientos, eficaces limpiadores de secuaces y oportunos archivistas de “cuentas por revisar” de rivales políticos.

Desleales a los grupos y organizaciones sociales a las que les pidieron apoyo en campaña, mismas que ahora olvidan; en nada han beneficiado las agendas de desaparecidos, violencia contra la mujer, protección infantil, transparencia, lucha contra la corrupción, entre otros.

Rastreros de los funcionarios que son señalados por sus subordinados, como los responsables de desaparición forzada desde las instituciones de seguridad del Estado. Olvidando el daño hecho a la población que dicen representar, pero de quien en realidad están totalmente alejados.

Infractores de su propio proceso para nombrar Consejeros de la Judicatura, destruyen el trabajo de años que busca dar credibilidad a un Poder Judicial tan desacreditado como el mismo Poder Legislativo, al final los cuates y las cuotas siguen desprestigiando las maltrechas instituciones de Jalisco.

Alejados de organizaciones e instituciones que transparenten, revisen y validen, los viciados procesos del Poder Legislativo, desprecian el trabajo de las Universidades de Jalisco y del Comité de Participación Social que busca generar una credibilidad que se ha visto contaminada por los cuates y las cuotas. Es importante recordar que el proceso que violaron fue un acuerdo legislativo, por tanto, y a pesar de su trinquete legislativo, es difícil no verlos como transgresores de su propio acuerdo.

Amantes de lo oscurito, acuerdan, toman protesta y recortan tiempos de campaña electoral de acuerdo con los designios de quien manda, en beneficio de su mismo partido mayoritario, pero manteniendo todos sus beneficios económicos, esos beneficios que son los mejor defendidos a su favor por esta legislatura.

Legislatura formada por quienes traicionaron los argumentos y luchas de quienes les antecedieron, por cierto, mismos que en este momento no aparecen, no señalan las mismas malas prácticas que antes juzgaban: Augusto Valencia, Ismael del Toro, Clemente Castañeda, Fabiola Loya, ¿Dónde están?

Una Legislatura que contrariamente a lo dicho por algunos articulistas, no será para el olvido. Los jaliscienses la recordaremos como la Legislatura que marcó el retroceso a los avances que costaron años; que endeudaron Jalisco con más de 11 mil millones de pesos; que felicitaron los operativos de desaparición forzada desde las instituciones de seguridad del Estado; quienes ensuciaron más, el desprestigiado puesto de diputado.

Hombres amantes de sí mismos, lejanos al servicio en beneficio del pueblo; religiosos que al saber hacer lo bueno y no hacerlo, viene a ser sepulcros blanqueados por fuera, pero podridos y corruptos por dentro; mujeres que pudieron ser feministas ejemplo, pero que terminaron en sumisas levanta mano a favor de quien les da órdenes; excelentes actores ante medios de comunicación como líderes legislativos, pero al final, serviles lacayos del poder.

Queda claro que, en Jalisco, la estatura física no respalda la estatura moral, pues nuestros diputados… son muy, muy chiquitos.