OPINIÓN
Tecnología y democracia: Forjando el futuro de las elecciones mexicanas de 2023

A título personal, por Armando Morquecho Camacho //
En el umbral de las próximas elecciones en México en 2024, se vislumbra un cambio de paradigma en el matrimonio entre la tecnología y la política. En esta era de hiperconexión, el rol de la tecnología en la esfera política no es solo una tendencia; es una necesidad imperante.
La capacidad de la ciudadanía para acceder, analizar y compartir información a través de plataformas digitales ha redefinido la dinámica de las campañas y la participación ciudadana. Es crucial explorar cómo esta simbiosis entre tecnología y política está transformando el paisaje electoral y cómo esta relación se traduce en una nueva era de democracia.
En el siglo XXI, la información se ha convertido en el activo más valioso. La instantaneidad y la globalización de la información a través de la red han revolucionado la forma en que los ciudadanos se involucran con la política. Las redes sociales, como Twitter y Facebook, se han convertido en verdaderos foros democráticos, donde las voces de la ciudadanía pueden ser escuchadas y donde los candidatos tienen una plataforma sin precedentes para comunicar sus propuestas.
Sin embargo, junto con esta nueva era de acceso a la información, surge la necesidad de desarrollar habilidades críticas de discernimiento. La proliferación de noticias falsas y desinformación en línea subraya la importancia de la alfabetización mediática y la capacidad de los ciudadanos para evaluar y verificar fuentes.
La tecnología también ha abierto las puertas hacia una mayor transparencia y rendición de cuentas en la política. La disponibilidad de información en línea permite a los ciudadanos rastrear las acciones de sus representantes, evaluar el desempeño de los gobiernos y participar en debates informados. Plataformas que ofrecen acceso a documentos oficiales, datos sobre gastos públicos y herramientas de seguimiento legislativo empoderan a los ciudadanos para exigir responsabilidad a sus líderes electos.
Además, la tecnología ha dado lugar a nuevas formas de participación ciudadana, como las peticiones en línea y las plataformas de participación ciudadana, que permiten a los ciudadanos influir directamente en la formulación de políticas y en la toma de decisiones gubernamentales.
Aunque la tecnología ha amplificado las voces individuales, también ha planteado el desafío de la participación ciudadana efectiva. La sobreabundancia de información puede llevar a la apatía o incluso a la confusión en el proceso político. Es crucial que los ciudadanos desarrollen habilidades críticas para discernir entre fuentes confiables y aquellas que no lo son. La educación cívica y digital se convierte, por lo tanto, en una piedra angular para una participación ciudadana informada y significativa.
Es importante destacar que la participación ciudadana no se limita a las redes sociales y plataformas en línea. Los ciudadanos también pueden aprovechar la tecnología para organizarse, movilizarse y abogar por cambios en su comunidad y país.
Las redes sociales, en particular, desempeñan un papel destacado en la formación de la opinión pública. Las tendencias y los debates en línea pueden influir significativamente en la percepción de los candidatos y las cuestiones políticas. Sin embargo, es importante reconocer que las redes sociales también pueden generar burbujas informativas, donde los individuos están expuestos principalmente a opiniones similares a las suyas. Esto resalta la importancia de fomentar el diálogo y la diversidad de opiniones en el espacio digital.
A medida que la tecnología se integra más profundamente en la política, surge la cuestión crítica de la privacidad y la protección de datos. Los ciudadanos deben tener la certeza de que su información personal no será mal utilizada con fines políticos. Los gobiernos y las instituciones deben establecer regulaciones y salvaguardias para garantizar la integridad y la seguridad de los datos de los ciudadanos.
Por su parte, las campañas políticas, gracias a la era digital, han experimentado una transformación sin precedentes. Ya no se limitan a mítines y discursos en plazas públicas, sino que se han adaptado al mundo digital de las redes sociales y el contenido multimedia. Los candidatos deben ser competentes en la utilización estratégica de plataformas como Twitter, Facebook e Instagram, donde comparten propuestas políticas y aspectos personales de sus vidas, estableciendo una conexión más cercana con los votantes.
La publicidad en línea se ha convertido en una herramienta esencial, permitiendo la segmentación de mensajes y la medición de su impacto en tiempo real. La interactividad también ha adquirido un papel destacado, con transmisiones en vivo y debates virtuales que permiten a los candidatos responder preguntas y dialogar directamente con el electorado. El contenido multimedia, desde videos hasta podcasts, se ha convertido en una forma efectiva de transmitir mensajes de manera atractiva y memorable, exigiendo a los candidatos habilidades creativas y narrativas más desarrolladas.
Al margen de lo anterior, esta nueva era de campañas no está exenta de desafíos. La gestión de la reputación en línea y la respuesta a crisis de comunicación se han vuelto imperativas. Los candidatos deben ser conscientes de que los electores son cada vez más exigentes en cuanto a la coherencia entre lo que se dice en línea y las acciones en la vida real. Esta evolución continuará moldeando el panorama político en las próximas elecciones y más allá.
No obstante, con este poder surge una responsabilidad igualmente grande. Es esencial que los ciudadanos se empoderen con la educación digital y cívica necesaria para participar de manera efectiva en el proceso político. Los líderes políticos y las instituciones también deben ser guardianes de la integridad y la ética en el uso de la tecnología en la política.
En el umbral de las elecciones de México en 2024, es innegable que la tecnología está desempeñando un papel central en el paisaje político. Desde la forma en que los ciudadanos acceden a la información hasta la manera en que los candidatos se comunican, la influencia de la tecnología es omnipresente.
En ese contexto, el futuro de la democracia en México en 2024 y más allá, dependerá de cómo abrazamos y guiamos esta intersección entre la tecnología y la política. Es un desafío y una oportunidad que requerirá colaboración y visión de futuro para asegurar que la democracia siga prosperando en la era digital.
JALISCO
Morena Jalisco, números inflados y batallas internas

– Crónicas de Pacheco, por Daniel Emilio Pacheco
En política, los números no mienten… salvo cuando se usan para presumir. Morena anunció con bombo y platillo que en Jalisco ya supera los 267 mil afiliados, una cifra que, si se revisa con lupa, tiene más de propaganda que de precisión. La presidenta nacional del partido, Luisa María Alcalde Luján, vino a Guadalajara a exhibir músculo y a confirmar que la maquinaria guinda quiere instalarse en cada rincón del estado con 3,905 comités seccionales.
Pero detrás del triunfalismo de los números hay grietas, sospechas de manipulación y una lucha interna por el control del partido que amenaza con fracturarlo antes de 2027.
Alcalde Luján repitió una consigna que parece guion de campaña: Morena tiene más militantes en Jalisco que el PAN en todo el país. Un golpe mediático perfecto, diseñado para reducir al blanquiazul -principal partido opositor en Jalisco- a la insignificancia.
El detalle es que, haciendo cuentas, los 267 mil afiliados apenas representan el 3% del padrón nacional de Morena, estimado en más de 8 millones. Los números, en lugar de mostrar hegemonía, exhiben la debilidad real de un partido que, pese al arrastre presidencial, en Jalisco todavía no ha logrado derrotar al emecismo.
La meta de integrar 3,905 comités seccionales luce más como un mandato burocrático que como un esfuerzo auténtico de organización de base. Cada comité deberá tener al menos cinco ciudadanos, lo que significa movilizar a casi 20 mil personas solo para llenar la estructura mínima. ¿Convicción política o acarreo disfrazado de participación ciudadana? ¿Otra vez los miembros de la Sección 47 y 16 del SNTE, sindicatos y burócratas llenando lugares nada más por aparentar?
Los comités se anuncian como la puerta de entrada para la “Defensa de la Transformación”, pero en realidad se convierten en redes clientelares: células listas para la movilización electoral del 2027. No se trata de escuchar a la ciudadanía, sino de controlar territorialmente las colonias, replicando el modelo priista de los setenta que tanto dijo combatir Morena.
Otro frente abierto es el choque con el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC), que ordenó a los partidos postular únicamente mujeres en ocho municipios de Jalisco. Alcalde Luján calificó la medida como “manipulación”, acusando que en realidad favorece a Movimiento Ciudadano.
El discurso suena a defensa de la paridad, pero en los hechos Morena busca reservar candidaturas estratégicas para sus hombres fuertes en municipios clave como Zapopan, donde, por cierto, no destaca ninguna mujer morenista en este municipio y Mauro Lomelí, regidor de Zapopan, se trata de colar a la designación, luego que, en las últimas elecciones municipales, no ha habido un perfil morenista propio del partido.
La doble moral es evidente: cuando la paridad incomoda, se vuelve “manipulación”; cuando conviene, se presume como bandera progresista. Morena no se diferencia de los viejos partidos que instrumentalizaban el tema de género según sus intereses de coyuntura.
La visita de Alcalde Luján también sirvió como pasarela interna para medir fuerzas. Estuvieron los grupos de siempre: el del senador Carlos Lomelí, con estructura, pero cada vez más aislado —tal cual lo he visto en el Senado—; el de Favio Castellanos, más institucional, tirando a gris, pero firme por la comunidad religiosa que representa; y viejos cuadros como Miguel de la Rosa o Laura Imelda Pérez, los viejos, los fundadores, los puros… cuya presencia tendrá que luchar con la apatía que muchas de sus consignas provocan en los nuevos arribistas al morenismo práctico, los del beneficio del disfrute del poder. Chema Martínez también anduvo ahí tratando de convivir.
No podían faltar a la cita los diputados de HAGAMOS, Valeria Ávila, Tonatiuh Bravo y Enrique Velázquez; con el pretexto de la “unidad”, fueron mandados a cubrir el evento y mantener el acuerdo de Morena con la UdeG, donde se supone que la universidad pone la gente para trabajar y Morena la candidatura de Ricardo Villanueva al Ayuntamiento de Guadalajara.
La candidatura de Villanueva no va a pasar en el 2027, pero, el trabajo de la gente sí. Incluso en 2030, ya inventarán algo, con el pretexto de que: “El que es mandado no es culpado”; los liderazgos de la UdeG se seguirán disculpando de no obtener para todos lo que solo disfrutan unos cuantos.
También se vio muy sonriente y repartiendo abrazos a la diputada Mery Gómez Pozos, señalada por su cercanía a Ricardo Monreal, pero, con acceso directo a la propia Alcalde Luján, busca colocarse en la primera fila del círculo rojo morenista y hasta hoy, varios le siguen el juego.
Es curioso que solo algunos medios de comunicación tradicionales sigan buscando en estos eventos a la excandidata a la gubernatura, Claudia Delgadillo, y noten que brilló por su ausencia. En los liderazgos de Morena nacional que organizaron el evento, nadie la mencionó al momento de armar la lista de “invitados especiales”, entre el “pueblo” nadie la reclamó… Bueno, también influyo que el “pueblo”, “las bases” no tuvieron acceso a este evento, así que, nadie la extrañó.
Pero si, la ausencia de Claudia Delgadillo en medio del reacomodo interno de Morena confirma lo que ya era evidente: quedó fuera de la jugada. Morena , que la utilizó como carta electoral en 2024, ahora parece haberla borrado de su libreta de contactos. El olvido no es casualidad, sino estrategia: en un partido que vive de lealtades momentáneas, quien no aporta votos deja de existir.
Alcalde Luján intentó también disfrazar su gira partidista con un tono de rendición de cuentas gubernamental. Habló de reducción de la pobreza, aumento al salario mínimo, eliminación de abusos en la contratación.
El viejo truco de confundir partido y gobierno, como si Morena y la 4T fueran una sola cosa. Pero en Jalisco la narrativa suena hueca: los programas sociales llegan, sí, pero no logran convertir simpatía en votos masivos. La realidad es que la oposición emecista sigue controlando las principales alcaldías y la narrativa local.
El despliegue de cifras, la creación de comités, la movilización territorial, el pleito con el árbitro electoral y la lucha interna por candidaturas recuerdan demasiado al PRI de los setenta. Morena reproduce los mismos vicios de la maquinaria que alguna vez dijo querer desmontar: padrones inflados, dirigencias autoritarias y estructuras clientelares, ahora, más preocupada por quién controla las listas que por construir un proyecto político sólido.
Con 267 mil afiliados en el papel, Morena asegura tener todo para ganar. La realidad es menos generosa: sin resolver sus pleitos internos, sin figuras competitivas y con un árbitro electoral vigilado de cerca, el guinda sigue sin la fuerza suficiente para destronar al emecismo en su bastión.
Morena presume músculo, pero la pregunta es si no se trata solo de aire caliente. Porque en política, los números inflados dan titulares, pero no ganan elecciones.
En X @DEPACHECOS
JALISCO
Valle de los Molinos y la voracidad inmobiliaria

– Opinión, por Gerardo Rico
Se le llegó a considerar como una de las zonas de mayor producción de maíz en el país en la década de los 50, cuando el gobernador Agustín Yañez buscó que alcanzara el millón de toneladas y aunque no alcanzó la meta, las cifras rondaron las 750 mil toneladas. Los siguientes gobernadores mantuvieron esta dinámica y se afirma que el gobernador Juan Gil Preciado fue nombrado secretario de Agricultura y Ganadería del gobierno federal por el impulso dado a la producción agropecuaria.
Sin embargo, en los primeros años de la década de los 90 la historia cambió, el panorama agrícola se complicó frente a la presión urbana de la ciudad. La agricultura ya no fue una actividad primaria y de subsistencia para la mayoría de los campesinos del poblado de Tesistán, los habitantes se emplearon en la industria, en los servicios que se multiplican en el pueblo y en el área metropolitana de Guadalajara.
El mercado inmobiliario fue el factor principal para la transformación del entorno físico y cultural. Para que los ejidatarios pudieran enajenar sus derechos sobre la propiedad, tenían que contar con el dominio pleno de la misma y se originó la especulación. De este modo, el poblado de Tesistán como efecto de la metropolización y expansión de la ciudad de Guadalajara, acumuló procesos que incrementaron la vulnerabilidad y precariedad de la calidad de vida de sus habitantes.
Durante la semana que recién pasó nos enteramos que el Tribunal de Justicia Alternativa (TJA) aprobó la construcción de 17 mil viviendas en Valle de los Molinos. Las diferencias legales se originaron en la primera administración del actual gobernador Pablo Lemus Navarro, como presidente municipal de Zapopan cuando frenaron a la constructora Casas Javer, orignaría de Monterrey Nuevo León, el proyecto de construcción de vivienda.
A través de la Sextra Sala del TJA que encabeza Paloma Romana Magallanes de la Rosa, se otorgó el permiso para un desarrollo más que consta de miles de viviendas en esa zona. De proceder la mencionada urbanización, se afectarían dos áreas naturales como el bosque del Nixticuil y cerros que se encuentran dentro de la zona de la barranca del Río Santiago.
Impactaría de manera directa en el cerro del jacal de Piedra, parte del corredor metropolitano que une el área natural protegida del bosque del Nixticuil, San Esteban. El Diente, con los ecosistemas del área protegida de la barranca de los ríos Santiago y Verde y la sierra de Tesistán, de acuerdo al Comité de Defensa del Bosque del Nixtiquil.
Hay que destacar que con el cambio de uso del suelo, la dispersión de la forma urbana, la terciarización de la actividad económica, la distancia y acceso a la ciudad y la diversidad de apropiarse del territorio, originaron que se triplicara la población en las últimas décadas, precisa el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropologia Social Occidente (CIESAS)
En el poblado el uso mixto del suelo (agrícola, urbano-privado-social) creó un entorno propicio para la especulación. El mercado inmobiliario compuesto de actores locales (ejidales y pequeña propiedad) y metropolitanos (inmobiliarias) transformó las dinámicas económicas de la zona periurbana. Los campesinos no tuvieron más que entrar a las dinámicas de la vorágine del mercado inmobiliario, en términos de “ganar, ganar”.
La contaminación de agua
La demanda de agua actualmente es crítica pues cada vez es más escasa su disponibilidad en cantidad y calidad, condición que empeora por la mala gestión del agua por parte del SIAPA. Esta situación trae por consecuencias la contaminación del agua subterránea y manantiales, el agua se contamina con lixiviados, se secan e interrumpen las corrientes superficiales, se desecan cuerpos de agua, se construyen pozos clandestinos.
Urgen atender la condición de escasez de agua, debido a la presencia de contaminación en niveles altos de las aguas superficiales del Río Blanco y del Arroyo Milpillas trayendo afectaciones al ciclo hidrológico. En la actualidad estas condiciones de contaminación afectan a la mayoría de los arroyos y barrancas que son tratados como vertederos de aguas negras y residuos sólidos, tanto de usos domésticos como industriales.
La extracción excesiva de agua subterránea en Tesistán, impulsada por el crecimiento urbano e industrial, ha sobreexplotado acuíferos, reactivado grietas en Nextipac y contaminado cauces usados para riego, según el Estudio Justificativo para la declaratoria de área de protección hidrológica de Zapopan.
Más allá de dictámenes jurídicos, de posicionamientos políticos y de intereses inmobiliarios, la situación en Valle de los Molinos tiende a convertirse en un caos, si es que aún no se llega a eso. Cifras actualizadas contabilizan a más de 90 mil habitantes, más los que se acumulen. La especulación inmobiliaria simplemente ha llevado al límite a quienes habitan en esa zona del área conurbada de Guadalajara.
NACIONALES
Lujos obscenos y pobreza extrema

– Conciencia con Texto, por José Carlos Legaspi Íñiguez
Le tomamos la palabra a Fernández Noroña para descubrir qué es o a qué le llamamos lujo y, en contraparte, qué es la pobreza extrema. Según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) la pobreza debe medirse con enfoque multidimensional. No se trata sólo de la carencia de liquidez económica, como nos tienen acostumbrados a considerarla.
Claro que el ingreso económico influye para ser pobre o darse algunos lujos. El ingreso mensual por persona debe ser suficiente para cubrir el costo de la canasta básica, que incluye: vivienda, alimentos, salud, educación, transporte y vestido, entre los más importantes.
Quienes no pueden satisfacer plenamente estas necesidades se hallan en la pobreza; quienes no tienen ninguno de estos satisfactores cubiertos están en pobreza extrema.
Quienes tienen más que satisfechos estos rubros, con residencias en cotos o colonias de privilegio y, además, pueden pagar servidumbre, guardaespaldas, automóviles del año, ropa de marca, relojes de pulsera de cientos de miles de pesos, teléfonos celulares de 50 o 60 mil pesos, comidas en restaurantes de platillos y vinos de miles de pesos, membresías de clubes exclusivos, viajes en primera clase, hoteles de 15 mil a 30 mil pesos por noche, tener acciones bursátiles o negocios de ingresos millonarios, están en la gama del lujo.
Cuando aquellos que cubren esos gastos con dinero no proveniente de sus salarios o negocios legítimos, sino de origen oscuro, turbio y, muy probablemente, por sus maniobras políticas, entonces caen en el renglón de la sospecha, por la dilapidación, el derroche y el desprecio a las personas que no pueden siquiera tener para alimentarse medianamente.
No solo es la falta de dinero lo que CONEVAL tiene como indicador de pobreza en México. Las carencias sociales son también parte de esta denominación: rezago educativo. Cuando en los hogares no hay, de acuerdo con las edades de los integrantes, niveles de educación, se entiende que hay pobreza en esas casas.
Si no hay seguridad, como indicativo de tranquilidad para transitar por las calles; para tener trabajo estable, para no ser víctimas de la violencia, tanto de delincuentes como de policías, entonces hay pobreza; cuando existen índices que sobrepasan las “tasas medias”, como las de los asesinatos, las desapariciones forzadas, los feminicidios, las extorsiones, los secuestros, los cobros de piso, los despojos de propiedades, las invasiones a fincas o terrenos, entonces hay pobreza.
La falta de atención médica de calidad, el nulo acceso a los servicios de salud pública, la escasez de medicinas, de camas en hospitales, de hospitales mismos y de prevención de enfermedades, deriva en la pobreza. La falta de vivienda de calidad, con servicios básicos como agua potable, drenaje, vías de acceso, transporte público, alumbrado o energía eléctrica, es sinónimo de pobreza y de pobreza extrema.
Para que Fernández Noroña no siga con sus preguntas estúpidas, para engañabobos, o sus peticiones cínicas sobre lo que debe o no considerarse “lujo”, está claro que todo lo contrario a las carencias que envuelven a la pobreza y a la pobreza extrema debe considerarse como “lujo”.
Hay personas que pueden darse esos y más lujos. Algunos por sus negocios lícitos. A quienes se critica acremente son a personajes que no hace mucho andaban casi de indigentes y hoy que ostentan algún puesto de poder no pueden ni han demostrado que, con sus ingresos, tengan la solvencia para pagar esos excesos.
Más bien, hay “sospechosismo” en torno a cómo hacen para tener esas cantidades exorbitantes de dinero que, por lo que se ve, no les preocupa dilapidarlo, despilfarrarlo y todavía, presumirlo como si procediera de ingresos legítimos.
O lo que es lo mismo actúan en contra de la ideología de su partido y sus guías morales al violar el principio aquel de “ejercer el poder con humildad y austeridad”, sino con la desvergüenza que caracteriza a los pillos, a los hampones, a los gandallas y, además, menospreciar las críticas sociales cuando se les “cacha en la maroma” y afanarse en minimizar y menospreciar las críticas generalizadas con planteamientos que, antaño, eran todo lo contrario a lo que hoy realizan sin recato alguno.
Los índices de pobreza sean de CONEVAL, del Fondo Monetario Internacional o de la ONU, pueden comprobarse o debatirse con un solo elemento: la realidad.
Nuestra verdad como país es que hay personas incapaces de cubrir sus necesidades básicas. Millones de mexicanos enfrentan pobreza, falta de servicios médicos, medicinas, educación y apoyo oficial, lo que provoca la muerte de niños, jóvenes y ancianos, y limita su desarrollo.
No tienen apoyo oficial para desarrollarse como mexicanos de bien, porque sufren discriminación por sus condiciones económicas, sociales o por su procedencia genética.
Hay cientos de miles de desaparecidos, de fosas clandestinas, de analfabetas, de desnutridos, de desempleados, de enfermos y de migrantes que prefieren buscar en Estados Unidos, aun con la campaña de Trump en su contra, lo que aquí no hallan.
Por eso, como dicen los enterados, las estadísticas son como los bikinis: muestran lo interesante, pero ocultan lo esencial.