LOS PELOTEROS
Tres veces bateó arriba de 400 milésimas en MLB: Bateadores de muy alta expresión, Rogers Hornsby

Al bat, por Jesús Alberto Rubio //
Hablar de los grandes bateadores de todos los tiempos en el beisbol de Ligas Mayores conlleva un tema por demás formidable. Hacerlo, sin duda representa una profunda evocación y admiración/reconocimiento a quienes trascienden con gran esplendor beisbolero en esa especialidad.
En efecto, significan palabras de mucho peso mencionar Babe Ruth, Lou Gehrig, Ted Williams, Joe DiMaggio, Hank Aaron, Willie Mays, Mickey Mantle, Duke Snider, Stan Musial, Roberto Clemente, Carl Yastrzemski, Tony Oliva, Pete Rose, Mike Schmidt, George Brett, Reggie Jackson, Wade Boggs, Barry Bonds, Miguel Cabrera e Ichiro Suzuki.
Si nos vamos al túnel del tiempo, deber llama honrar la memoria de Ty Cobb, Joe “Descalzo” Jackson, Sam Crawford, Honus Wagner, Dick Sisler, Tris Speaker, Jimmie Foxx, Hack Wilson, Hank Greenberg, Jackie Robinson, Ernie Banks, Frank Robinson, Orestes “Minnie” Miñoso, Rod Carew, Fred Lynn, Tony Gwynn y Ken Griffey Jr., entre otros notables del pasatiempo del mismo calibre.
En ese rico túnel del tiempo, qué decir de Joshua Gibson, Martín Dihigo (pitcher y bateador) y Buck Leonard, ubicados entre los más notables del beisbol de las Ligas Negras y a quienes la vieja afición de los años 40 disfrutó y admiró su juego en la Liga Mexicana.
De la misma estirpe y dimensión, también lo fueron Oscar Charleston, John Henry “Pop” Lloyd, Grant “Jonrón” Johnson, Burnis “Wild Bill” Wright, James “Cool” Papa” Bell, Frank Grant, Willie “Diablo” Wells, Ted “Double Duty” Radcliffe, Ray Dandridge, Alejandro Oms, Roy Campanella, William C. “Barney” Serrell, Jud Wilson, Monte Irvin, George “Mule” Suttles, Cristóbal Torriente, Buck O´Neil…
Y, en el presente, cuánto valor tienen, por ejemplo, los George Bell, Sammy Sosa, Manny Ramírez, Alex Rodríguez, José Altuve, Joe Mauer, Albert Pujols y los más recientes de la última década como José Abreu, Yoenis Céspedes, Mookie Betts y DJ LeMahieu.
No terminaría de mencionar a más granes bateadores de todos los tiempos que brillaron con luz propia en Ligas Mayores, Ligas Negras, México, Cuba, Puerto Rico, Venezuela, Dominicana y otros países hermanos de habla hispana.
¿Pero, a dónde voy con el inicio de este tema?
Verá qué cosa:
ROGERS HORNSBY
Hoy toca hablar de un excelso pelotero que también maravilló por su forma de bateo: Rogers Hornsby, de lo más notable por sus impresionantes registros.
“Rajah” Hornsy está catalogado en la Gran Carpa como uno de los mejores bateadores derechos de todos los tiempos.
Y es que mientras que en los años 20 las actuaciones de Babe Ruth sorprendían a la fanaticada, este jovencito texano que jugaba la segunda base para los Cardenales de San Luis, había empezado la década con un alto porcentaje de bateo de .370.
Dicen sus contemporáneos que Hornsby, tenía un carácter serio, reservado y “los ojos más fríos que alguien pudo ver en el beisbol”.
Cuando en 1924 terminó con .424 de bateo, (el récord en la Liga Nacional), el gran “Rajah” se aventó la puntada de decir: “No quiero ser pretencioso ni arrogante, pero cada vez que aparezco en el home bat en mano, no puedo evitar sentir lástima por el lanzador…”.
La pasión de Hornsby por el bateo, parecía intocable:
Un día antes de un juego contra Filadelfia, uno de los jugadores de ese equipo le preguntó sobre el arte de batear: Rogers recogió el bat para demostrarle vivamente la respuesta y, en pocos minutos, media docena de Filis estaban colocados en círculo junto a él para escuchar sus tips.
En su época, todos los peloteros gustaban de rodearle en el campo para aprender de sus enseñanzas de bateo, fuese de jugador o mánager.
NOTABLE BAT
Rogers Hornsby, tres veces bateó arriba de .400 jugando para Cardenales y terminó su carrera con un promedio impresionante: .358, el segundo mejor en toda la historia de Ligas Mayores, abajo del .367 de Ty Cobb, “el durazno” de Georgia.
Con los Cardenales bateó .424 en la campaña de 1924. Tuvo otras enormes temporadas de .370, .397, .384, .387, .380 y .403….
En promedio, entre 1921 y 1925, logró .402 de average.
Dos veces ganó la Triple Corona de Bateo: 1922: .401, 152 CP y 46 HR, además anotó 141; 1925: .403, 143 CP y 39 HR.
A partir del 20, el joven segunda base logró ¡seis títulos! consecutivos de bateo en la Nacional (del 21 al 25) y en la década acumuló un average por demás impresionante: .380.
Terminó su carrera con 301 jonrones y empujó 1,584 carreras. Su mejor año en jonrones fue de 42 en 1922.
LA CAPITAL DE BATEO
En 1922, San Luis fue la capital del bateo en el mundo:
George Sisler, con .420 jugando para los Cafés, y Hornsby .401. Entre los dos, coleccionaron un tremendo .496.
Obviamente, tiene desde 1942 un nicho de oro en el Salón de la Fama con sede en Cooperstown.
Más grande honor no podía recibir.
En el 26 fue mánager-jugador de San Luis y le ganó el clásico otoñal a los Yankees con todo y sus Babe Ruth, Gehrig, Earl Combs y el novato Tony Lazzeri.
En ese clásico, el Bambino pegó cuatro de vuelta entera.
Pero ni así ganaron los Mulos.
Durante trece años dirigió varios equipos; primero a Cachorros y luego a Cardenales, con quienes ganó su único título mundial en su carrera de estrella ligamayorista de 23 años.
Por ello, al combinarse como mánager-jugador (en sus últimos ocho años sólo vio acción en 294 partidos; 35 por año), finalmente se quedó con 2,930 hits de por vida, muy cerca de la cifra mágica de los 3 mil.
…EN MÉXICO Y SU OTRA PASIÓN
Su pasión, sin embargo, más allá del beisbol, lo fueron las apuestas en carreras de caballos.
Por ello, he aquí una faceta de su vida y ejemplo que lo pintaba tal cual:
Exacto: a Hornsby, la fanaticada mexicana le tocó admirarlo muy de cerca:
Primero, en 1935 cuando ya cifraba los 40 años de edad, jugó en el viejo Parque Delta del Distrito Federal en el Major League Stars, dando una excelente demostración de su poder al bat, especialmente con un cuadrangular que mandó entre los jardines izquierdo y central
Luego, en 1944, al aceptar la invitación del magnate Jorge Pasquel para venir a dirigir a los famosos Azules de Veracruz, ya se imaginará el gran revuelo que armó la presencia del gran “Rajah” del beisbol.
Sin embargo, no terminaría la campaña con los Azules:
De la noche a la mañana, anunció que se retiraba del juego para irse a su vicio de siempre: las carreras de caballos… caray.
Para cerrar, si gusta conocer la dimensión de su vida en el beisbol, lo invito a que acceda a mi blogspot redesbeisbol: http://beisbolredes.blogspot.com/
LOS PELOTEROS
Charros vs. Diablos: ¿Habrá de nuevo jarabe tapatío como en Monterrey?

– Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac
En una final de la Serie del Rey, cualquiera puede ganar. Cuando los Charros de Jalisco enfrenten a los Diablos Rojos del México a partir de este miércoles, el diamante será un campo de batalla donde el corazón, la estrategia y la pasión decidirán al campeón de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB).
Este duelo es inédito en la historia de las finales de la LMB, un choque de titanes que promete emociones al límite. Los Diablos Rojos llegan como favoritos. Campeones en 2024 y bicampeones de la Zona Sur, buscan su título 18 y el primer bicampeonato de la LMB en 15 años.
Con un récord arrollador de 63-25 en la temporada regular, liderados por figuras como Robinson Canó, Río Ruiz, José Marmolejos y el tapatío Julián Ornelas, los escarlatas, bajo la dirección del experimentado Lorenzo Bundy, son una máquina ofensiva.
Su fortaleza en el Estadio Alfredo Harp Helú, donde abrirán los juegos 1 y 2 (10 y 11 de septiembre, 19:00 horas), los respalda. Pero, como diría un viejo aficionado, “en el béisbol, la grandeza no basta si el corazón no late”.
Los Charros de Jalisco, en cambio, son la sorpresa de 2025. Con un récord modesto de 46-46, se colaron al playoff con el sexto boleto tras vencer a Saraperos de Saltillo. Nadie apostaba por ellos.
“Charros no tiene nada que hacer ante Monterrey”, decían.
Pero, liderados por Benjamín Gil, considerado el mejor timonel del béisbol mexicano, dieron la campanada. Con cinco banderines en la Liga Mexicana del Pacífico (cuatro con Tomateros y uno con Charros en 2024-2025), Gil transformó un equipo inconsistente en una fuerza imparable.
En los playoffs, con 19 juegos (12 victorias, 7 derrotas), vencieron a Unión Laguna en un séptimo juego épico y humillaron a los Sultanes de Monterrey, líderes de la temporada con 55-37, en dos rondas (4-3 y 4-1). “El béisbol no miente: premia al que lucha”, diría Gil.
La hazaña de los Charros trasciende los números. Rompen una sequía de 54 años sin llegar a la Serie del Rey (desde 1971), su tercera final en la LMB (1950, 1971, 2025).
Son el único equipo que este año disputó la final de la Liga Mexicana del Pacífico, la Serie del Caribe y ahora la Serie del Rey, un logro histórico que los consagra como élite.
“Jalisco no juega solo por un trofeo; juega por su gente, por los que llenan el Panamericano con cánticos y banderas”, escribiría un cronista tapatío.
La serie, que continuará en el Estadio Panamericano de Zapopan (13 y 14 de septiembre, 18:00 y 17:00 horas, con un posible juego 5 el 15) y podría regresar a la capital (17 y 18 de septiembre), será una batalla épica.
Esta final es una fiesta nacional. El duelo enfrenta dos estilos: la solidez de Bundy, con su experiencia, contra el ímpetu de Gil, un motivador que levanta la autoestima de sus jugadores. En el diamante, como en la vida, gana quien entiende el alma de su equipo.
Este choque es más que deportivo; es una metáfora de México. Los Diablos representan la tradición y el poderío de la capital, un equipo que no admite derrotas. Los Charros encarnan la rebeldía tapatía, un conjunto que desafía pronósticos con garra.
La afición será clave. En Guadalajara, el Panamericano roza el lleno, respondiendo al llamado de Gil para hacer del estadio un volcán.
En la CDMX, los Diablos cuentan con un público leal que llena el Harp Helú. El béisbol es el pulso de un pueblo que se juega la gloria en cada lanzamiento. Los Charros necesitan consistencia en pitcheo y bateo oportuno para superar la historia de los Diablos. Los escarlatas deben evitar la complacencia ante un rival que crece bajo presión.
Cada juego será un capítulo de esta narrativa, donde el orgullo regional de Jalisco choca con la hegemonía capitalina. En esta Serie del Rey, el centenario de la LMB se celebra con un duelo que trasciende el marcador. Charros y Diablos nos regalan un espectáculo donde la estrategia, la pasión y el coraje decidirán al rey.
Diablos llega como favorito, como lo fue Monterrey ante Charros en los playoffs. “Sultanes no tiene rival”, decían, pero Jalisco bailó el jarabe tapatío en el Palacio Sultán. Con Gil al frente, Charros juega inspirado.
¿Lograrán los Diablos su corona 18 o veremos nacer a un nuevo titán de la LMB, como ya lo es Charros en el Pacífico?
El béisbol no tiene guion escrito; es un juego de valientes donde cada batazo escribe la historia.
Este miércoles es el primer juego, comienza esta leyenda. Que el diamante hable y que el corazón tapatío, con su afición rugiendo, deje una huella imborrable en esta batalla por la eternidad.
LOS PELOTEROS
Charros vs. Diablos: Viviremos la Serie del Rey soñada

– Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac
¡Qué manera de pelear la de los Charros de Jalisco en los playoffs de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) 2025!
Su campeonato en la Zona Norte, bajo la dirección de Benjamín Gil, marca un hito histórico que enciende el orgullo tapatío.
Nadie daba un peso por ellos. Entraron al playoff de panzazo, con el sexto boleto tras vencer a Saraperos de Saltillo, y un récord regular de 46-46 frente al imponente 55-37 de los Sultanes de Monterrey.
“Charros no tiene nada que hacer”, sentenciaban los escépticos. Pero Guadalajara, como su mariachi, no se rinde: canta hasta el amanecer.
Con 19 juegos en tres series (12 victorias, 7 derrotas), los Charros desafiaron todos los pronósticos. Remontaron contra Unión Laguna en un séptimo juego cardiaco y vencieron a los Sultanes en dos rondas, mostrando temple y estrategia.
Incluso tras desperdiciar una ventaja de 3-0 en la Serie de Campeonato, cerraron con fuerza en el Juego 5 (6-4, con un out polémico en la décima entrada).
La dirección de Gil forjada en la Liga Mexicana del Pacífico con cinco campeonatos, fue clave. Su enfoque táctico y motivacional transformó un equipo con altibajos en una máquina aceitada. “El béisbol es corazón y cabeza; Charros tiene ambos”, escribiría un cronista apasionado.
Este 2025, los Charros rompen una sequía de 54 años sin llegar a la Serie del Rey, su tercera final en la LMB (1950, 1971, 2025). Son el único equipo que este año disputó la final de la Liga Mexicana del Pacífico, la Serie del Caribe y ahora la Serie del Rey, un logro sin precedentes que los consagra como élite del béisbol mexicano.
Guadalajara no juega solo por un título; juega por su gente, por los que llenan el Estadio Panamericano con banderas y cánticos, respondiendo al llamado de “El Matador” Gil, quien pidió a la afición convertir el estadio en un volcán de apoyo.
Enfrentan a los Diablos Rojos del México, bicampeones de la Zona Sur y campeones vigentes, que buscan su título 18 y el primer bicampeonato de la LMB en 15 años. Con una ofensiva explosiva liderada por Robinson Canó, Río Ruiz (autor de un jonrón clave contra Campeche), José Marmolejos y el tijuanense Julián Ornelas, los Diablos salen como favoritos.
Su fortaleza en el Estadio Alfredo Harp Helú, donde abrirán los juegos 1 y 2 (10 y 11 de septiembre, de ser necesario), los respalda. La serie continuará en Zapopan (13 y 14 de septiembre de 2025, el 5 el 15) y, si es necesario, regresará a la capital (17 y 18 de septiembre).
Los Charros encarnan la rebeldía tapatía, un equipo que desafía las probabilidades con garra y corazón. Los Diablos, dirigidos por Lorenzo Bundy, representan la solidez de un equipo que no admite derrotas. “El béisbol, como la vida, no perdona a quien confía solo en su grandeza”, reflexionaría un observador.
El Matador, con su ímpetu, choca contra la experiencia de Bundy. La clave para los Charros será la consistencia en el pitcheo y el bateo oportuno; para los Diablos, evitar la complacencia ante un rival que crece bajo presión.
La afición es el alma de esta serie. En Guadalajara, el Panamericano roza el lleno, con una afición que ha respondido al llamado de Gil, convirtiendo cada juego en una celebración de la identidad jalisciense.
En la capital, los Diablos cuentan con un público leal que llena el Harp Helú. “El béisbol no es solo un juego; es el pulso de un pueblo que se juega la gloria en cada lanzamiento”, diría un cronista.
Esta Serie del Rey es una metáfora de México: la lucha entre lo regional y lo centralista, entre la ilusión de un equipo que resurge y la tradición de un gigante.
Los Charros, con su hazaña, han reavivado la pasión beisbolera en Jalisco. Su camino, lleno de remontadas y momentos épicos, los convierte en un símbolo de resiliencia. Los Diablos, con su historial, cargan el peso de la expectativa.
Los Charros vienen a hacer historia, ya lo dijo José Luis González Iñigo, el objetivo es convertir a Guadalajara en la capital del beisbol nacional.
La Serie del Rey 2025 no es solo béisbol; es el latir de un país que vibra con cada jugada. Charros y Diablos nos ofrecen un espectáculo donde el orgullo, la estrategia y la pasión decidirán al rey.
La afición de Charros de Jalisco, con su enjundia y espíritu indomable, impulsa al equipo en la LMB, creando una base leal que llena el Estadio Panamericano, según Íñigo González Covarrubias. A diferencia de la LMP, donde muchos apoyan a Naranjeros, Tomateros o Venados, los Charros han forjado una afición firme que vibra con el equipo local, llevando a Jalisco hacia adelante en la Serie del Rey 2025.
A disfrutar de una serie de platillos exquisitos de beisbol y nuestro deseo es que ganen los Charros y hagan historia, con dos campeonatos en un mismo año en las dos ligas mexicanas de beisbol.
Prepárense, porque esta batalla será leyenda.
CARTÓN POLÍTICO
Edición 806: Segundo piso en López Mateos: ¿Solución rápida o error costoso?
Si prefiere descargar el PDF en lugar de leer online: CLICK AQUÍ
Lectores en teléfono celular: Para una mejor lectura online, girar a la posición horizontal.
LAS CINCO PRINCIPALES:
Segundo piso en López Mateos: ¿Solución rápida o error costoso?
Colomos III: La batalla por el patrimonio ecológico de Jalisco
Convención Estatal de MC: Asume Mirza Flores dirigencia estatal del partido naranja
Primer informe de labores legislativas de Claudia Salas: «La gente quiere resultados, no pleitos»