JALISCO
Después de ser ignoradas y agraviadas por Alfaro, feministas confían tener diálogo y otro trato con Lemus
Por Mario Ávila //
El ex gobernador Enrique Alfaro Ramírez, se fue del estado con la gran deuda pendiente de dejar de atender a las mujeres víctimas de la violencia, pese a que la ley estatal y federal lo obligaba desde el 2016 y el 2018; se fue sin atender ni dialogar con las mujeres; se fue dejando una estructura ineficiente y burocrática para atender los casos de violencia feminicida y se fue marcado su sexenio por la misoginia, la indolencia y el machismo.
Así se expresaron las integrantes del Colectivo Fortaleza, quienes a través de un comunicado lamentan el legado que dejó Alfaro Ramírez, quedando a deber mucho a las mujeres de Jalisco y dejando la imagen de un edificio de Casa Jalisco y Palacio de Gobierno, cercado por las fuerzas policiacas para impedir que los ciudadanos y particularmente las mujeres se acerquen a solicitar apoyo.
En Jalisco, dijo Mara Andrea Guzmán, fundadora del Colectivo Fortaleza, se incumplió con los dos mecanismos de alerta que se tienen, la Alerta de Violencia contra de las Mujeres a nivel estatal, una norma oficial que data de febrero de 2016 y la Alerta de Violencia de Género contra Mujeres, emitido en noviembre de 2018, los cuáles son un conjunto de medidas y acciones emergentes para enfrentar y erradicar la violencia feminicida, los cuáles en palabras de la propia Andrea Guzmán, no fueron suficientes para que el Gobierno saliente actuara y erradicara la violencia feminicida.
Explicó que en Jalisco, el dolor y las peticiones no fueron escuchadas durante el gobierno de Alfaro Ramírez, además de que no contaron con ningún espacio para poder transitar seguras.
Tenemos en el estado -dijo-, un Centro de Justica para la Mujer, que es ineficiente, indiferente ante los procesos de denuncias, y que además son revictimizantes, cansados y terminan con un carpetazo más; la Institución se ha visto rebasada por la gran cantidad de mujeres que necesitamos atención, además se han llenado de conductas burocráticas innecesarias que más que ayudar a la agilidad sólo nos revictimizan, haciéndonos pasar por un proceso que más que un levantamiento de denuncia de una víctima, podría compararse con un proceso interrogatorio hacia un criminal, además de durar de 8 a 12 horas en el proceso.
También tuvimos -abundó-, una Secretaría de Igualdad Sustantiva entre Mujeres y Hombres, gris, sin ninguna acción a favor de las mujeres de Jalisco.
A la vez, las integrantes del Colectivo Fortaleza a través de una carta abierta a la ciudadanía, acusaron al ex mandatario estatal Enrique Alfaro Ramírez, de haber aplicado una justicia selectiva, protegiendo des caradamente a los funcionarios que fueron públicamente acusados como violentadores de las mujeres.
Expusieron que particularmente les brindó protección a dos personajes denunciados por hostigamiento sexual y acoso laboral, sin embargo, nunca dejó de hacer sus actividades en la dependencia y despachar y cobrar de acuerdo a su nombramiento.
“Nunca se les investigó y menos se le sancionó, el gobernador se dedicó a declarar que solo eran chismes y mitotes, abusando aún más de su poder, demandando a la víctima y limitando la libertad de expresión, tanto a medios de comunicación, como a la víctima denunciante; para agravar el cuadro de misoginia, el gobernador saliente se atrevió a mencionar que solo eran cuentos de la víctima, respaldando así el comportamiento machista del agresor denunciado, sin estar enterado de lo sucedido, fomentando y alentado así el comportamiento violento de sus funcionarios agresores”, planteó en su desplegado la activista feminista, Mara Andrea Guzmán.
Explicaron así mismo, que “ante la indolencia, el machismo y la misoginia del gobernador saliente, le solicitamos al gobernador entrante, Jesús Pablo Lemus Navarro y a su equipo de trabajo, que se informen, capaciten y sensibilicen con los colectivos feministas, las activistas, y mejoren la situación de las mujeres y niñas en Jalisco, además de que se deben retirar los cercos de Casa Jalisco, del Congreso del Estado y del Palacio de Gobierno, para tener una cooperación conjunta, en la que tenemos toda la disposición de trabajar a la par con su gobierno”.
Y en el caso particular del funcionamiento de los Centros de Justicia para la Mujer, “haría falta más personal en primer lugar y en segundo lugar, debe haber una capacitación extensa a todos los agentes del Misterio Público, jueces a todo el personal, una capacitación estricta en defensa de los derechos humanos, una capacitación en sus tareas, en su desempeño y en una labor de sensibilización, porque puedo asegurar que hay muchas mujeres que son ministerios públicos y son peor que los hombres, no se sensibilizan con uno como mujer y uno pensaría que estando en manos de una mujer se pueden sentir con más confianza, pero definitivamente no es así”.
