JALISCO
Foro sobre la reforma al sistema de pensiones del Ipejal: Si persiste modelo pensionario actual se avecina un «Fobaproa»
Por Mario Ávila //
Con la experiencia obtenida en su época de rector general de la UdeG, Trinidad Padilla López, director de la Biblioteca Bública del Estado “Juan José Arreola” y en su calidad de anfitrión del foro, lanzó la advertencia de que no hay matemática financiera que pueda soportar un mecanismo de jubilación como el que hoy se tiene en el Ipejal, por lo que el fantasma de la quiebra estará cada vez más cerca.
Incluso advirtió que si se sigue jubilando con altos sueldos a funcionarios que la mayor parte de su vida laboral tuvieron cotizaciones muy bajas, en comparación con los últimos años en el servicio público, se habrá necesario recurrir a un “Fobaproa” para rescatar al Ipejal, lo que convertirá el problema de solo 160 mil trabajadores en activo y jubilados, en un grave problema para más de 8 millones de jaliscienses, porque se requerirá de recursos públicos para su rescate.
Recordó Padilla López, que este problema se enfrentó dos décadas atrás en la UdeG. Y expuso: “Yo tuve la suerte de ser uno de los promotores e impulsores desde la rectoría general, de una reforma a fondo del sistema de pensiones que tenía la UdeG, había una serie de vicios derivados de una legislación demasiado laxa, que permitía por ejemplo, que un trabajador que hubiera cotizado normalmente al sistema de pensiones durante más de 20 años y que en el último tramo de su vida laboral pudiera ser nombrado como directivo, si cumplía los requisitos para jubilarse que en aquel tiempo eran simplemente 30 años de antigüedad laboral sin importar la edad biológica que se tuviera, podría jubilarse con el salario de directivo, más el salario de su plaza que tuviera en aquel momento”.
“De tal suerte que si por ejemplo había una persona que era profesor de asignatura o de carrera que hubiera cotizado durante veintitantos años, pero que en los últimos años antes de que llegara a la situación en la que se podía jubilar, era nombrado director, de una prepa o rector de un centro, hay casos así, tenía el derecho de jubilarse con el salario de directivo más el salario de profesor”.
“Para decirlo rápido, no hay sistema de pensiones que aguante una legislación de esa naturaleza, no hay sistema de pensiones basado en el principio de fondo compartido en el cual en realidad los trabajadores activos son los que sostienen el sistema de pensiones, de los que ya se pensionaron; pero con esas cantidades que son estratosféricas no hay manera de sostener un sistema de pensiones. No dan las matemáticas, financieramente no se puede hacer”.
“Nosotros tuvimos que hacer un sistema en nuestra universidad, a partir del cual solamente prevalece el derecho de los trabajadores a pensionarse, con la plaza de base que hayan tenido a lo largo de toda su vida. Si al final de su carrera cuando llegan a la edad de jubilarse tienen un nombramiento directivo o como funcionarios de la administración general, solamente según la ley, como la dejamos, puede ser jubilado con su plaza, lo cual hace realmente sustentable un sistema pensionario.
“Este sistema que tenía la Universidad hace 20 años, es un sistema similar al que hoy tiene el Gobierno de Estado, ya se habrán dado cuenta que puede ser 25 años como profesores en alguna secundaria o servidores en alguna institución del Estado, pero si de repente en los últimos años de su vida laboral son nombrados funcionarios o diputados, magistrados y llega el momento en el que se puedan jubilar, lo hacen con el salario de directivo que tengan en ese momento. Y esa es la razón por la que se nota una enorme diferencia entre quienes tienen salarios modestos toda su vida y que se jubilan con su digno salario, contra pensiones de más de 200 mil pesos que llegan a tener ex funcionarios simplemente porque les tocó jubilarse en el momento en el que tenían pocos años en el cargo directivo”.
INDISPENSABLE LA REFORMA
El ex rector de la UdeG, Trinidad Padilla López refrendó su opinión de que no hay matemática financiera que pueda sustentar un sistema de pensiones de esa naturaleza y por lo tanto dijo que es indispensable reformarlo, darle viabilidad, darle congruencia y darle al sistema de pensiones del IPEJAL el marco jurídico que brinde la seguridad y las garantías de que será un sistema equitativo y justo para los trabajadores; pero por otro lado se tiene que garantizar que los recursos de los trabajadores que está en el sistema público de pensiones, sean intocables.
No se puede jugar con ese recurso –apuntó-, no se puede apostar a ver si lo metemos en algún negocio que nos pueda dar rendimientos. Hay un periodista, Gabriel Torres, que ha bautizado en sus columnas estos negocios que se han realizado con el dinero público, como negocios “al estilo Jalisco”, negocios que se realizan con dinero público y cuyos rendimientos son privados, van para los cuates, para los compañeros con los que emprenden ciertas aventuras, como el famosos desarrollo que todavía no lo hemos visto florecer, el de Chalacatepec y el de las Villas Panamericanas.
Ha llegado el momento –sentenció-, de ponerle un alto a esta situación, hay que pensar seriamente qué se tiene que hacer con el sistema de pensiones, hay que darle seriedad a este asunto, hay que atenderlo y hay que darle una viabilidad financiera que garantice que los trabajadores que toda la vida han aportado para poder tener una pensión digna, tengan derecho a esta pensión y que su derecho no pueda ser vulnerado el día de mañana o que en el mejor de los casos si fracasa y termina por ser un sistema poco viable en términos financieros, siempre queda el recurso desde luego de hacer una especie de “Fobaproa”, para no lastimar los fondos de los trabajadores, se desvían recursos públicos, recursos de los contribuyentes para poder sostener los fondos de pensiones, es decir finalmente termina siendo esto a costa de programas sociales, a costa de los programas públicos.
Esto es –vaticinó-, si fracasa o truena el sistema de pensiones, de todas maneras los que vamos a terminar pagando este sistema de pensiones, vamos a ser los contribuyentes del estado de Jalisco y esto tampoco es justo, porque creo que si todo está ordenado, si todo está en un marco de derecho y además bien administrado, el tema tiene que funcionar sin necesidad de recurrir a esos financiamientos de los cuales, muchas personas cuando se dan cuenta que sus impuestos están siendo utilizados para financiar aventuras de gobernantes con pocos escrúpulos, nos deja un mal sabor de boca y los ciudadanos siempre nos quedamos un poquito con esa idea de que hemos sido timados.
