JALISCO
Presentan libro: La Guadalajara del Siglo XX revive entre las letras de Andrés Gómez

Por Francisco Junco //
Es El Siglo XX una obra que nos lleva a los años setentas y, sin embargo, sigue siendo actual, que retrata a una Guadalajara de luces y sombras, de personajes entrañables y submundos que laten con fuerza, antaño, de hace medio siglo, así fue como comenzó la voz de la periodista Esperanza Romero, para presentar la reedición de la obra literaria de Andrés Gómez Rosales.
El Siglo XX, es una cantina ubicada por la zona de la vieja central camionera, como otras muchas cantinas del corredor de San Juan de Dios, la influencia que ejercía sobre sus parroquianos era tan poderosa como una droga, era prácticamente imposible ir una vez y no regresar, era un acto inconsciente. Volver y pasar noches hasta el amanecer, bailando o viendo bailar, escuchar música, oír sandeces o ver a los ebrios hacer piruetas, ahí se organizaban ataques de pandilleros, asaltos, o el diseño de un mural o un proyecto político, un mundo en el que confluían personalidades de todo tipo.
El recinto, la Biblioteca Iberoamericana “Octavio Paz”, parecía insuficiente para albergar el buen ánimo de quienes acudieron a la presentación de El Siglo XX, entre los asistentes destacó la presencia del ex alcalde de Guadalajara, Eugenio Ruiz Orozco, quien acudió para acompañar a su amigo, admitió no haber leído la obra aún, pero que, sin duda, siendo de la autoría de Gómez Rosales, es un trabajo excepcional como “todo lo que ha realizado”.
Entre murmullos y luces tímidas, la audiencia escuchaba con atención, mientras Esperanza Romero delineaba el perfil de los invitados que estaban presentando el trabajo literario de Gómez Rosales. Tres tapatíos de corazón, aunque no todos de nacimiento, compartirían sus impresiones sobre una novela que, como dijo, uno de ellos, Juan Manuel Negrete, “es como un espejo que refleja lo que éramos, lo que somos y lo que tal vez nunca quisimos ser”.
AQUELLOS JÓVENES MAFIOSOS
El primero en tomar la palabra fue Juan Manuel Negrete, filósofo, músico y cronista del acontecer tapatío, quien abrió su intervención destacando la relevancia histórica y literaria de El Siglo XX y reflexionó sobre los acontecimientos en México con los estudiantes del 68 y 71, donde en nuestra Guadalajara, desde la FEG, también los estudiantes que protestaban terminaban en la cárcel, mientras los jóvenes que realmente eran “los mafiosos” podían caminar tranquilamente en las calles, incluso eran premiados, con algún Volkswagen o un Rolex, “les dieron metralletas, traían M1, pero sobre todo traían impunidad, y tenían carros chuecos que nunca los detenían y hacían destrozo y medio contra los demás estudiantes”.
“Andaban buscando estudiantes que habíamos sido los masacrados y a los que hallaban de San Andrés, de Analco, de Chapalita, en fin, de otros lados, eran los que iban a dar al bote. O sea, las víctimas iban a dar al bote. Y los criminales, matones, mafiosos, fueron premiados y andaban en la calle y los festejaban”, su relación evocó un pasado que, aunque lejano, sigue latente en la memoria colectiva.
Era una ciudad violenta, marcada por el conflicto, pero también llena de historias. Andrés Gómez, dijo el filósofo, reconstruye esas vivencias y las convierte en introspecciones literarias. No es un simple relato; es un monólogo interno que nos obliga a preguntarnos “¿Qué postura tomamos ante la muerte y la traición, incluso de nuestros propios camaradas?”
Juan Manuel Negrete subrayó la capacidad de la obra para transformar hechos históricos en reflexiones literarias, donde “nos lleva a un espacio de introspección. Es como si tomara las sombras de la Guadalajara de antaño y las colocara frente a un espejo. En ese reflejo, reconocemos nuestras propias contradicciones”, con estas palabras Juan Manuel Negrete dejó una estela de silencio pensativo en el público.
Resaltó, de la novela, como a través de las miradas de los personajes, especialmente aquellos que enfrentan sus temores más profundos, donde lo más revelador no es la lucha contra el enemigo externo, sino la batalla interna. “El Siglo XX nos muestra que la traición más dolorosa puede venir de aquellos en quienes más confiamos”.
La intensidad de sus palabras era palpable, y el público asimilaba cada frase como si fueran los compases finales de una melodía que lo abarca todo.
UNA OBRA ATEMPORAL: MIGUEL LAURE RUIZ
Miguel Laure Ruiz, radiólogo y músico, otro de los presentadores, con un tono más ligero, aunque no menos apasionado, compartió que la obra Siglo XX es una obra atemporal.
“Andrés pinta una Guadalajara mágica y contradictoria, donde artistas, delincuentes y bailarines convergen bajo un techo de humo y luces multicolores. En esas noches, se diseñaban murales, se planeaban asaltos o se improvisaban proyectos políticos. Es un retrato fiel de nuestra esencia” y con una sonrisa nostálgica, evocó “esa cantina, ese rincón de la Central Camionera, era más que un lugar de diversión. Era un microcosmos donde lo humano y lo divino se cruzaban. Cada rincón del lugar parecía susurrar secretos de una Guadalajara que pocos conocen, pero que todos llevamos dentro”.
El músico y empresario también destacó la universalidad de los temas abordados en el libro y “lo fascinante de esta obra es que podría situarse en cualquier época. Las emociones, las contradicciones y los deseos de los personajes son atemporales. Hablan de una Guadalajara que trasciende décadas, que evoluciona pero que conserva su esencia”.
Laure Ruiz cerró su intervención imaginando el lugar en su máxima vitalidad, “visualizo esa bodega con piso de cemento, llena de humo en los techos, donde las almas bailaban y conspiraban. Era un lugar donde todo podía pasar, desde el disfrute más genuino hasta los planes más oscuros. El Siglo XX captura esa magia como pocas obras lo logran”.
UNA GUADALAJARA DIVIDIDA: JOSÉ ALDFREDO SÁNCHEZ
El turno, de uso del micrófono, fue para José Alfredo Sánchez Gutiérrez, cronista de músicas y barrios, quien inició con una reflexión, muy personal, donde una vez hubo una Guadalajara que parecía tranquila y provinciana, pero que vivía sus propias convulsiones.
“Andrés la retrata desde la penumbra, con sus antros, salones de baile y zonas rojas. Nos recuerda que esta ciudad no es ni ha sido perfecta, pero siempre ha tenido alma”.
Sánchez Gutiérrez detalló cómo la obra captura una Guadalajara dividida, desde que se entubó el río San Juan de Dios, la Calzada marcó una línea invisible entre la opulencia y la pobreza. Ese contraste es el telón de fondo de los personajes de Andrés Gómez Rosales.
El también periodista, resaltó un fragmento de la obra, del capítulo “El Lugar”, donde se describe el lugar de baile, música y rituales nocturnos de personajes que enseñan las múltiples facetas de la debilidad humana.
“Al penetrar por la pequeña puerta se sentía la impresión de entrar a otro espacio. No era una sensación que sobrecogiera o que asustara, sólo era un lugar extraño de luces multicolores y acogedor. Se presentían mil sorpresas que implicaban aventura o placer o bien el gusto de tomarse una copa en un lugar con olor a desodorante. Ahora que lo pienso, nunca lo sentí real. Tenía la impresión de estar en un sueño, desde luego agradable”, citó.
El cronista recordó su propia llegada a Guadalajara, en sus años adolescentes, allá en los setenta, donde Guadalajara era una ciudad inmersa en su propio ritmo alejada de la Ciudad de México, una urbe llena de contradicciones, a la vista, era hermosa y apacible, pero bajo esa calma latía una sociedad convulsa, llena de desigualdades y tensiones.
“Andrés habla de ese tugurio, El Siglo XX y dice un día desapareció y nadie supo que había sucedido. No es posible localizar la puerta por la que se entraba. Era una puerta pequeña, por donde se pasaba con cierta dificultad que se cerró y no se volvió a abrir. Quiero pensar que Andrés se refiere lo mismo a aquel antro y a la propia ciudad, que hoy es ya muy otra y acaso también al mismo Siglo XX, el siglo pasado, ese espacio temporal que se mira tan lejano y tan desconocido a estas alturas”, acotó el filósofo.
Destacó la habilidad del autor para retratar esos contrastes. Donde la vida nocturna, los salones de baile y los barrios populares son el escenario perfecto para explorar las emociones más intensas como el amor, la desesperanza, la violencia. “Andrés captura todo eso con una sensibilidad extraordinaria”.
Sánchez Gutiérrez también elogió cómo la novela utiliza los espacios urbanos como metáforas, donde lugares como El Siglo XX, la cantina, se convierten en personajes por sí mismos. Son testigos de vidas que se cruzan, de sueños y fracasos, de luchas individuales y colectivas.
Para cerrar, reflexionó sobre el significado de la obra en el presente, donde “El Siglo XX no es sólo un retrato del pasado; es un recordatorio de las historias que construyen nuestra identidad. Es una invitación a mirar más allá de las fachadas y entender de dónde venimos para saber hacia dónde vamos”.
COMO EL BOLERO DE RAVEL…
Finalmente, Andrés Gómez Rosales, el autor, explicó, con una mezcla de modestia y orgullo, que el método que siguió para escribir este libro fue similar, al que siempre le ha gustado, el Bolero de Ravel.
“El bolero de Ravel es obsesivo, alucinante. Y la información que yo traía, que venía cargando, era obsesiva y alucinante. Y en un momento también medio complejo, porque yo pasaba, eso llevó a producir esto. No sé si del nivel de calidad, no podría decirlo. Pero ese es el origen, el método, la forma de construir esto. ¿Qué es Guadalajara? La información que cargaba era así, y necesitaba darle forma. El Siglo XX no es sólo un lugar físico; es un estado de ánimo, una forma de vivir y de resistir”.
A su entender, Guadalajara si ha cambiado, pero también sigue siendo la misma, su conservadurismo y su doble moral son parte de su esencia, pero también es una ciudad creativa, llena de arte y de historias y amplió su reflexión sobre los elementos culturales que marcaron la época, destacando la importancia de los símbolos tapatíos en el imaginario colectivo.
“Ojos Tapatíos, la canción que Jorge Negrete hizo famosa, captura algo que no sólo es música, sino identidad. Habla de nuestras raíces árabes, sevillanas, y cómo eso se mezcla con lo que somos. Esas canciones, como nuestras historias, definen a Guadalajara”.
Sobre la construcción de los personajes en su obra, mencionó que “el narrador regresa obsesivamente a los mismos temas: los ojos; el aroma de los naranjales, que es el recuerdo en el subconsciente de los tapatíos, de los naranjales del convento del Carmen; las calles silenciosas al amanecer. Todo eso es una forma de decir que la ciudad, aunque cambiante, conserva una memoria que trasciende generaciones”.
Pero, dijo, por ejemplo, San Juan de Dios fue objeto de intensos cambios, lo quisieron quitar de donde estaba, cambiar su gente, concretamente en los tiempos de “Arnulfo Villaseñor y Flavio Romero, creo que hicieron muchas cosas importantes los dos, pero creo que allí les faltó algo para lograr el propósito”, ya que tenían que cambiar la cultura de la ciudad o incluso del Estado.
“Debíamos de cambiar la economía del Estado, la forma de producir. Eso nos iba a llevar a un cambio social. En ese momento, que fue por ahí en 78, 79, lo que se logró fue trasladar también el San Juan de Dios, ubicado física y geográficamente en una zona, a distintas zonas de la ciudad, con todas sus características positivas y negativas”, dijo el autor.
Para cerrar su intervención, Andrés Gómez Rosales reflexionó sobre el propósito de su obra y aseguró que El Siglo XX es un intento de preservar lo efímero, de darle voz a quienes habitaron esos espacios y vivieron esas noches.
“Es mi manera de agradecerle a esta ciudad lo que me ha dado y de invitar a otros a descubrirla desde sus rincones más profundos”.
Al abrir el espacio para preguntas, un joven asistente preguntó ¿cómo encuentra uno su estilo al escribir? y Gómez Rosales respondió con una sonrisa que el arte de escribir es infinito y la interpretación la realiza, la mitad el autor, pero la otra mitad la realiza el lector.
“Cada lector completa la obra a su manera. Mi consejo es discutir, reflexionar y nunca usar la violencia como solución. La literatura y el arte están para eso: para abrir caminos, no cerrarlos”.
La presentación concluyó con un brindis, mientras la audiencia se acercaba al autor para adquirir ejemplares firmados. Entre risas y reflexiones, quedó en el aire la sensación de haber viajado al pasado para comprender el presente. El Siglo XX no solo revive una época; nos invita a cuestionar qué hemos hecho con ella. En las palabras de Andrés Gómez Rosales:
“La ciudad que fue y la que es coexisten en nuestras memorias. Quizá, al final, todo sea un sueño, pero un sueño que merece ser contado”.
JALISCO
En el aniversario de su natalicio, PALMAC recuerda a Porfirio Cortés Silva

– Por Diego Morales Heredia
En conmemoración del 95 aniversario de su natalicio, PALMAC rindió homenaje al destacado político y líder sindical Porfirio Cortés Silva, cuya trayectoria pública y legado humano siguen presentes. El evento contó con la presencia de familiares, amigos y autoridades.
Cortés Silva, nacido el 27 de agosto de 1930, fue cuatro veces diputado local y cuatro veces diputado federal por Jalisco. Asimismo, se desempeñó como abogado egresado de la Universidad de Guadalajara, doctor en Derecho y presidente municipal de San Pedro Tlaquepaque.
Impulsado por su tío, don Francisco Silva Romero, se integró a la lucha sindical y se distinguió como dirigente de PALMAC, donde defendió los derechos laborales. Más allá de su labor política, es recordado por su generosidad, como cuando destinó íntegramente su salario para la construcción de escuelas y bibliotecas.
Durante el acto, se evocó también al hombre cercano y solidario. El periodista Gabriel Ibarra Bourjac, amigo personal de Cortés Silva, compartió unas palabras:
“Fue un gran ser humano, un político que dedicó su vida a compartir con los demás; lo hacía con pasión y honestidad. Lo recuerdo con gran cariño y admiración. Fue un gran amigo, su obra trasciende su vida y su dimensión social”, expresó, en medio de los aplausos de los presentes.
JALISCO
Desunión de diputados impidió frenar el aumento a tarifas del SIAPA

– Por Mario Ávila
Sin el ánimo de faltar al respeto a los diputados de Morena en Jalisco, para el legislador federal, Alberto Maldonado Chavarín, ha sido la falta de unidad y de talento, para mantener cohesionado al grupo parlamentario en la entidad, lo que ha impedido que pudieran frenar un golpe grave a los habitantes de la ZMG, que fue el incremento a las tarifas del agua en 9.65% para el 2025.
A la par de esta recriminación del diputado federal, Maldonado Chavarín, les sugirió también a los diputados locales de Morena y de los partidos aliados, no hacer caso ‘a los cantos de las sirenas’, incluso aseguró que a ellos también han llegado voces que los han querido dividir, “queriéndonos comprar o queriendo que caigamos en temas de corrupción y no lo vamos a hacer”.
Y abundó: “Yo soy muy respetuoso de los legisladores de nuestro movimiento en Jalisco; sin embargo, creo que ha faltado el talento para mantenerlos unidos, ha faltado un poco el talento para tener la cohesión y que no caigan en la tentación de los chiqueos y los halagos en lo oscurito, y que estén dejando pasar temas tan importantes como uno que nos dolió mucho a los jaliscienses, que fue el aumento a las tarifas del SIAPA, un problema que aquí donde estamos en Tlaquepaque, todos los días, porque el agua no nos llega y si nos llega, llega sucia, nos llega cochina”.
Explicó que, en el caso de la bancada de Morena Federal, primero que nada, hay unidad, aquí no hay quien tenga la tentación de votar en contra del proyecto de nación que se ha planteado en Morena, ni mucho menos de ir en contra de las instrucciones de las directrices de nuestra presidenta de la República, Claudia Sheinbaum.
En segundo lugar, expuso que tienen un coordinador (refiriéndose a Ricardo Monreal), de primera, que también ha servido como factor de unidad y que les ha enseñado cómo mantenerla. «Tengan por seguro —abundó— que los diputados federales estamos primero en unidad, estamos alejados de las tentaciones, tenemos un coordinador que todo el tiempo nos da una atención increíblemente personalizada; lo hago patente y aquí están todos los compañeros de la circunscripción, que te lo pueden avalar».
«Tenemos una mujer que nos da un ejemplo de una gran calidad moral y no le podemos fallar a la presidenta de la República, no le podemos fallar a nuestro coordinador, no le podemos fallar a México, tampoco le podemos fallar a Jalisco, por lo que estaremos muy atentos de lo que sucede en Jalisco y que afecte a los jaliscienses», finalizó el diputado.
JALISCO
Congreso de Jalisco honra la memoria de Alejandro Góbel: Un reconocimiento ambiental con raíz social

Por Francisco Junco
El reconocimiento al Mérito Ambiental 2025 aprobado en la Comisión de Medio Ambiente del Congreso de Jalisco trasciende lo legislativo y se instala en el terreno social, pues significa un gesto de memoria y de dignidad para quienes han luchado por aire limpio en Guadalajara.
El colectivo “Afinación sí, verificación no” recibirá este galardón bajo el nombre “Ambientalista Alejandro Góbel”, un añadido que honra la vida del joven asesinado en noviembre pasado, cuya voz se volvió bandera contra las deficiencias del programa de verificación vehicular.
Alejandro Góbel, asesinado el 3 de noviembre de 2024, dedicó su tiempo a denunciar las fallas del programa de verificación vehicular y a luchar por un aire más limpio. Su asesinato, ocurrido mientras mostraba una motocicleta que tenía a la venta, convirtió su nombre en símbolo de la resistencia ciudadana y en un referente de las luchas ambientales en Jalisco.
En el dictamen que propone la lista de reconocimiento al Mérito ambiental 2025, también están los nombres de José Alexis Rojas Umanzor y Iván Ilich Vladimir Cisneros González, los jóvenes de Huentitán que fueron encarcelados por plantar árboles en un predio inutilizado de Guadalajara.
Durante la sesión de la Comisión de Medio Ambiente, su presidenta, Yussara Canales González del Partido Verde Ecologista, respaldada por legisladores del PT y Futuro, defendió que la convocatoria permite la participación de colectivos ciudadanos sin necesidad de constituirse legalmente como asociación civil.
Estos recordaron no solo la represión que han vivido activistas ambientales, sino también el asesinato de Alejandro, al que colocaron como símbolo de resistencia cívica en defensa del aire. En contraste, legisladores como Alejandra Giadans y José Guadalupe Buenrostro expresaron reservas sobre la documentación del colectivo, aunque la mayoría cerró filas en su favor.
La propuesta de modificación presentada por Giadans fue rechazada con 3 votos en contra y 2 a favor. Posteriormente, la lista original de galardonados fue aprobada con 4 votos a favor y 1 en contra, emitido por el diputado Buenrostro.
Se aprobó la lista de ganadores del premio, entre ellos: José Antonio Sánchez Ruvalcaba; Salvador González Palomares; José Alexis Rojas Umanzor; Iván Ilich Vladimir Cisneros González; Ana Luisa Santiago Pérez; Francisco Martín Huerta Martínez; Colectivo “Afinación Sí, Verificación No – Ambientalista Alejandro Góbel”; Patronato del Nevado de Colima y Cuencas Adyacentes A.C.
Ahora será en el Pleno del Congreso de Jalisco que se votará y, de ser aprobada, deberán publicar oficialmente a los ganadores del Mérito Ambiental 2025, que incluyen a ciudadanos, colectivos y organizaciones que han contribuido a la defensa del medio ambiente.