JALISCO
Sobran dudas sobre aseveraciones de Alfaro de rescate del Río Santiago

Por Francisco Junco //
Aunque el programa “Revivamos el Río Santiago”, fue presentado por el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, con “bombo y platillo”, a unos días de concluir su gestión, éste tiene muchos huecos que resolver, además de que no incluyó voces expertas y requiere, para su éxito, de la participación del Gobierno federal, así es como lo observa la especialista en temas hídricos, la doctora Raquel Gutiérrez Nájera, profesora investigadora de la División de Estudios Jurídicos del CUSH de la Universidad de Guadalajara.
Para la investigadora, el plan tiene aspectos positivos, pero adolece de una visión integral, pero aunque reconoció que es un proyecto ambicioso, faltó incluir a otros sectores productivos y ambientalistas.
“Está hablando de contaminación vía descargas con impactos en la salud de la gente, lo cual es cierto. Pero me parece que si queremos revivir el río Santiago, la estrategia tiene que ser más amplia”, subrayó.
Y es que el gobernador de Jalisco, presentó el pasado 13 de noviembre, el programa para sanear el río Santiago, donde recordó que se había comprometido, desde el inicio de su sexenio, limpiar el Río Santiago, el cual aseguró estaba clasificado como el más contaminado del país.
Entre las principales acciones para su saneamiento, informó Enrique Alfaro, está, entre otras, la construcción de 59 kilómetros de colectores, además 20 estaciones de monitoreo de la calidad de agua y el desazolve y control de maleza acuática.
Los principales avances que se han tenido, informó el mandatario de Jalisco, además de tener una mejora considerable en la calidad del agua, es la disminución de contaminantes y aseguró que se redujo la concentración de sulfuro de hidrógeno en la Presa Derivadora de El Salto – Juanacatlán.
“Nos pusimos como objetivo que al final del sexenio íbamos a llegar a tratar 10 mil litros por segundo, ese fue el objetivo. El río ya comenzó su recuperación, dejamos una ruta clara, desde una visión colaborativa e incluyente para su recuperación integral”, así lo aseguró Enrique Alfaro.
“Esto fue lo que hicimos durante seis años y que nos llena de orgullo el poder entregar resultados y demostrar que lo que nos comprometimos a hacer no fue un discurso de campaña, ni un planteamiento de intenciones, sino un compromiso claro para no fallarle a las y los jaliscienses”.
MUCHAS DUDAS
Pero, para Gutiérrez Nájera no se puede hablar sólo de saneamiento, se necesita una estrategia más amplia que contemple la restauración del ecosistema ripario del río y las fuentes que lo nutren.
“Tenemos que restaurar todo el ecosistema, todo el ecosistema ripario del río Santiago y las fuentes que lo nutren. Para efectos de que toda la reconfiguración de toda la riqueza en vida silvestre, en biodiversidad, en bosques, etc., que había asociada al río Santiago, se restaure para que pueda servir también como un filtro de calidad del agua del propio río y además de brindar todos los servicios ecosistémicos que brindaba anteriormente”, afirmó la académica.
Gutiérrez Nájera fue asesora de una ley especializada para toda la región hidrológica Lerma-Santiago-Pacífico, la cual fue aprobada por el Congreso de la Unión durante el sexenio de Vicente Fox, pero éste, en el último día de su mandato, vetó esta iniciativa. Además, la académica ha publicado algunos libros sobre la contaminación de la región, en específico la del río Santiago, así como el estudio de políticas públicas sobre la región hidrológica Lerma-Santiago-Pacífico, en su primera edición en el 2015 y este año está actualizando esta información.
En entrevista con Conciencia Pública, Gutiérrez Nájera destacó que para revivir al río Santiago, es esencial reconfigurar la biodiversidad y los servicios ecosistémicos que alguna vez existieron, ya que, de acuerdo con la experta, estos elementos no sólo mejoran la calidad del agua, sino que también ayudan a mitigar los impactos ambientales.
Uno de los puntos críticos del proyecto es la regulación de las descargas industriales y agropecuarias, un tema que, en palabras de Raquel Gutiérrez, no está suficientemente abordado, ya que, señaló, al “río no sólo llegan descargas domésticas, sino también industriales y público urbano, también van todas las descargas de la industria y de la agropecuaria. Sobre todo aquella que es de alta intensidad, como podrían ser la cuestión del agave, todas las granjas, porcícolas, avícolas, etcétera. Todos los arrastres que hace en temporadas de lluvia o con vientos atípicos que se han estado dando este año, por ejemplo”.
La investigadora cuestionó la falta de una estrategia específica para alcanzar un nivel de descarga cero en estas actividades, ya que “sin este control, difícilmente podremos lograr un saneamiento total del río”.
Advirtió que el programa “Revivamos el Río Santiago”, del gobernador Enrique Alfaro, el cual plantea acciones hasta el año 2050, no debe limitarse a soluciones hidráulicas, como las plantas de tratamiento, que en muchas ocasiones terminan siendo “elefantes blancos”.
Por un lado, admitió, esta bien que sea un programa transexenal, para evitar que cambios de gobiernos comiencen de “la nada” o con estrategias diferentes, sin embargo, aseguró que el proyecto se quedó corto.
“Hay tecnologías más económicas y verificables, como los humedales, que pueden ser alternativas viables, especialmente en comunidades pequeñas. Es un mérito que el documento pueda retroalimentarse, pero necesita una mayor integración de especialistas y un enfoque más amplio”, indicó, “lo que no me parece que está bien claro y visualizado son todos los componentes que lleva una estrategia o un programa de Revive Río Santiago”.
A pesar de las limitaciones del programa, la académica reconoció que el proyecto abre la puerta a colaboraciones con el gobierno federal, cuya participación es indispensable, y apuntó que “el río Santiago es un cuerpo de agua federal, y su saneamiento requiere de un monitoreo e inspección más allá de las capacidades del gobierno estatal”.
Sin embargo, apuntó, la relación entre el gobierno estatal y el federal podría ser un obstáculo para el avance del proyecto, ya que “me parece preocupante que, mientras el gobernador saliente plantea iniciativas, como salir del Pacto Fiscal, el gobierno entrante deberá tender puentes con la federación para evitar que los esfuerzos realizados sean ignorados”.
“Lo que va a ocurrir es que el gobierno federal va a otra vez a recabar su propia estrategia completa, siguiendo a toda la región hidrológica Lerma-Chapala-Santiago, y no va a tomar en cuenta los esfuerzos que se han realizado aquí en Jalisco, lo cual me parecería también como algo muy grave. Porque yo creo que en el ámbito de competencias sí necesita haber un acuerdo de colaboración y coordinación y diálogo, necesariamente”, advirtió la experta.
El presupuesto para este proyecto, de acuerdo con el informe entregado por Alfaro Ramírez, se estima en más de 7 mil millones de pesos, pero para la especialista, no hay una claridad en base a que se realizó ese cálculo.
“No vi el anexo en base a que se hizo ese cálculo. No viene, supongo que deben de estar en toda la propuesta completa, pero a mí me parece que no podemos basarnos en una visión hidráulica, la recuperación de la cuenca del río Santiago, porque está visto que esto no ha funcionado”, dijo.
Por otro lado, la académica puso en duda el avance en el saneamiento del río, que presumió el gobernador jalisciense, del 75 por ciento, ya que los datos proporcionados no son verificables y los niveles de contaminación indican lo contrario, como lo evidenció la mortandad de peces registrada este año, todos los datos que tenían en su página, agregó, no hay indicadores ni forma de verificar esa información.
“Tan no es verificable, que entonces cómo nos explicamos que en este año, en meses pasados, hubiera miles de peces sobre el río Santiago muertos por falta de oxígeno. Y la falta de oxígeno es por contaminación, no por el viento”, observó.
Además, aseguró que ella envió los datos que se obtuvieron por transparencia a una científica de la Alianza Mundial de Derecho Ambiental y le informaron que esos indicadores de contaminantes indica la presencia de metales pesados y orgánicos, en exceso, “¿cómo es que llevamos el 75%?”, además, señaló que la perspectiva de llegar al 99 por ciento de saneamiento del río, al final del sexenio de Pablo Lemus, no es factible, por lo que solicitó “datos duros” para verificar la información.
“Los datos duros que hay, y que fueron proporcionados por la CEA indica que el río Santiago tiene la misma contaminación. Tan es así que hubo una mortandad de peces”, insistió.
Otro aspecto que preocupa a la académica, quien desde finales de los 80’s ha estudiado la región hidrológica de Chapla-Lerma, es la limitada participación de instituciones académicas y de la sociedad en la formulación del plan.
“Tampoco hay como que ese anexo para decir participó la Secretaría de Economía, la Secretaría de Ordenamiento Territorial, la verdad no sabemos quiénes participaron, pero yo hubiera pensado que esas propuestas, que tuvieran el filtro no sólo de las secretarías, sino las hubieran tenido desde un cuerpo colegiado de expertos y gente afectada junto con las secretarías. Porque de otra manera, me parece que es la visión de este gobierno actual que no puede, que a lo mejor no es coincidente con otra visión más alta, que involucre a otros actores”, lamentó.
El documento presentado por el gobierno estatal incluye 66 acciones y 18 indicadores, pero la académica insistió en que los indicadores no están claros ni son verificables y señaló que “si realmente queremos revivir al río Santiago, necesitamos datos duros y estrategias más robustas”.
Para la académica, el saneamiento del río Santiago no sólo es un desafío técnico, sino también político y social, su recuperación requerirá no sólo recursos económicos, sino también voluntad política y la participación activa de todos los sectores.