MUNDO
La huella ecológica del cambio climático que nos aplasta

Por María Luisa Ramos Urzagaste // (Cortesía Sputnik Mundo)
Si todos y cada uno de los habitantes del planeta tuviésemos un estilo de vida como lo hace EEUU, necesitaríamos cinco planetas Tierra. Este desmedido e insostenible consumismo de algunas sociedades genera gases de efecto invernadero que trae como resultado el cambio climático.
A diario escuchamos sobre el cambio climático, pero poco se habla sobre las causas del mismo. Los esfuerzos mundiales están más dirigidos a atenuar las consecuencias y peor aún, hay políticos que se niegan a aceptar que el cambio climático es una realidad y que es consecuencia del actual modelo socioeconómico.
Del 19 al 23 de agosto, en Salvador de Bahía (Brasil), los gobiernos de los países latinoamericanos y caribeños tuvieron la oportunidad de discutir y elaborar posiciones conjuntas sobre el cambio climático, durante la llamada Semana del Clima de América Latina y el Caribe 2019.
Las noticias no son las más optimistas, más aún después de la cumbre del G20 en Japón, que afirmó que «Estados Unidos es un líder mundial en la reducción de emisiones» y que «sigue comprometido con el desarrollo y la implementación de tecnologías avanzadas para continuar reduciendo las emisiones y proporcionar un medio ambiente más limpio».
Un reciente informe de la ONU sobre el Cambio Climático prevé que las enfermedades transmitidas por el agua como la diarrea, se incrementarán y aumentarán las enfermedades transmitidas por vectores como la malaria debido a temperaturas más altas.
El mismo informe afirma que la humanidad sufrirá mayor hambre y desnutrición y la agricultura experimentará un aumento de la frecuencia y gravedad de las enfermedades de los cultivos, un incremento de la erosión del suelo y pérdidas en el rendimiento de los cultivos debido al clima extremo.
¿QUÉ DICE EL ACUERDO DE PARÍS?
El Acuerdo de París sobre el cambio climático (AP), al ser un tratado internacional legalmente vinculante, crea obligaciones y dispone de mecanismos para asegurar que los países cumplan con sus compromisos.
Esta es una razón más que suficiente para que los gobiernos de la región se involucren a fondo en el diseño de mecanismos y políticas para la aplicación del acuerdo.
Lamentablemente, durante la negociación del Acuerdo de París, los países afectados consintieron la aprobación de un acuerdo sin que se concretice la compensación por las pérdidas ni por el desplazamiento de poblaciones, que tienen como origen este fenómeno antropogénico.
El AP indica que, para mantener el aumento de la temperatura media mundial por debajo de 2ºC con respecto a los niveles preindustriales, es preciso reducir emisiones mundiales de gases desde 55 gigatoneladas a 40 gigatoneladas en 2030. El AP apela, entre otros, a un mecanismo denominado REDD+.
REDD+, PAGAR PARA SEGUIR CONTAMINANDO
La reducción de emisiones derivadas de la deforestación y la degradación forestal, REDD+, es un mecanismo que crea un «valor financiero para el carbono almacenado en los bosques», es decir, les pone un precio.
Lo cierto es que se trata de un mecanismo de mercantilización de la naturaleza, el mismo que podría exacerbar aún más la actual situación y la razón es la siguiente:
REDD+ viabilizará que los países en desarrollo que posean bosques puedan recibir pagos por no deforestar y cuidar los bosques, lo que permitiría que los países y empresas contaminadores sigan intoxicando nuestra atmósfera, pues tendrán la opción de «comprar permisos» en los llamados mercados de carbono.
Lo perverso de este tipo de mecanismos es que no abordan el problema de fondo, que es el extremo consumismo de unos, a costa de otros.
LOS CONTAMINADORES NOS APLASTAN
Un interesante indicador de la contaminación es la llamada huella ecológica del consumo, que mide la cantidad de área de tierra y agua biológicamente productiva que requiere un individuo, población u otra actividad, para producir todos los recursos que consume y para absorber los desechos que genera y se mide en hectáreas globales (gha).
Según Footprintnetwork, un ciudadano estadounidense tiene una huella ecológica promedio de 8,1 hectáreas globales gha; un boliviano genera una huella ecológica de 3,2, en tanto que un ruso tiene una huella de 5,2 gha y un chino de 3,6 gha.
En el ranking general por países, sumados todos sus habitantes, las mayores huellas ecológicas son las de China, EEUU e India, con 5.200, 2.200 y 1.500 millones de gha, respectivamente, y muy de lejos se puede observar a México con 332 millones, Bolivia con 34 millones, Uruguay con 6 millones de gha, por mencionar algunos ejemplos.
¿CUÁNTOS PLANETAS TIERRA NECESITAMOS?
Un cálculo realizado para Corea del Sur encontró que dicho país utiliza ocho veces más de la naturaleza de lo que sus ecosistemas pueden reponer. Si todos en el mundo consumiéramos recursos al mismo ritmo que lo hace Corea, se requerirían 3,3 planetas Tierra.
Si nos comportásemos con un ciudadano de Catar, entonces necesitaríamos 8,8 planetas Tierra. Si consumiéramos como EEUU, necesitaríamos cinco planetas, y si lo hiciéramos como en Uruguay, necesitaríamos 1,18 planetas.
Si se calcula un promedio de todos estos comportamientos, entonces el resultado es sorprendente, pues necesitaríamos 1,69 planetas Tierra.
Un aspecto interesante de este indicador es que nos alerta que estamos consumiendo recursos naturales más rápido de lo que pueden regenerarse; nos estamos hundiendo cada vez más en una impagable deuda ecológica.
HABLAR DE PROMEDIOS PUEDE SER ENGAÑOSO
Si bien es necesario trabajar con cifras y datos concretos, también es cierto que el uso excesivo de los promedios puede distorsionar la realidad.
Esto justamente sucede con el tema del cambio climático, cuando se atribuye emisiones de gases en promedio a ciudadanos que apenas tienen para comer, pero que en promedio contaminan por gasto de electricidad, generación de basura, uso de transporte, etc., cuando nunca lo hicieron.
Es de esperar que, en los foros venideros, tanto en Brasil y Nueva York como en Chile, los ministros de Medio Ambiente y Recursos Naturales de la región latinoamericana y caribeña, y las organizaciones de la sociedad civil asistentes, aborden los temas de fondo y no solo las consecuencias del cambio climático.
No es éticamente correcto exigir a países que hagan sacrificios y frenen su desarrollo para que otros sigan consumiendo como lo hacen hasta hoy. Cabe aclarar que no se propone que los países afectados emulen los comportamientos consumistas de quienes están acabando con el planeta.
No es justo que la factura del cambio climático la paguen los que no lo ocasionan, peor aún menos los que ahora sufren sus embates.
En estos foros es necesario ir más allá de la cantidad de almacenamiento de carbono en cada árbol; es clave hablar de la gran deuda ecológica que tienen unos países frente a otros.
No basta reciclar basura, no basta dejar de comer carne, no basta con dejar de viajar en avión, no basta cerrar el grifo al lavarse los dientes, hace falta reciclar mentes y corazones.
Hace falta recordarles a algunos líderes (que ahora quieren dar lecciones de comportamiento ecologista) quiénes son realmente los que subsidian hasta hoy sus insostenibles sistemas de vida.
Pero eso no sucederá automáticamente. Son los gobiernos latinoamericanos y caribeños y las organizaciones civiles acreditadas quienes deberán asumir la responsabilidad de refrescar memorias y plantear mecanismos reales de lucha contra las verdaderas causas del cambio climático.
MUNDO
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Día de Apreciación de la Inteligencia Artificial: hitos y desafíos de la tecnología que revolucionó el mundo

-Por Redacción Conciencia Pública
Desde el año 2021 cada 16 de julio se celebra el Día de Apreciación de la Inteligencia Artificial, una fecha dedicada a reconocer los avances y el impacto transformador de esta tecnología.
Esta fecha fue impulsada originalmente por la empresa estadounidense A.I. Heart LLC como parte de la promoción de una película independiente llamada A.I. Eve. Con el tiempo, la iniciativa trascendió su origen comercial y se transformó en una oportunidad para reflexionar sobre los avances, desafíos éticos y el impacto social y económico de la inteligencia artificial en nuestras vidas.
Aunque no cuenta con el reconocimiento oficial de organismos internacionales como la ONU o la UNESCO, el 16 de julio ha sido adoptado por diversas compañías tecnológicas.
Además de resaltar sus beneficios en sectores como la medicina, la educación y la automatización, la efeméride busca fomentar una discusión ética sobre su desarrollo y uso responsable en la sociedad.
El crecimiento acelerado de la inteligencia artificial, especialmente de los modelos generativos, ha traído consigo grandes oportunidades, pero también desafíos importantes. Problemas como la pérdida de privacidad, los sesgos en los algoritmos, el desplazamiento laboral y la manipulación de información requieren atención urgente para garantizar que esta herramienta beneficie a todos.
En México, la IA está revolucionando actualmente al entorno empresarial, con un uso creciente en la personalización de experiencias, la automatización de servicios y el análisis de datos. La meta es ofrecer respuestas más relevantes y contextuales a través de tecnologías como los agentes conversacionales inteligentes, que ya operan en múltiples plataformas como WhatsApp, correos electrónicos o audios.
Aunque América Latina se ha centrado más en aplicar que en desarrollar modelos de IA, la región tiene un gran potencial por su talento en ciencias exactas. Este día de apreciación se presenta como una oportunidad no solo para valorar el presente de la IA, sino para imaginar un futuro donde países como México jueguen un papel más activo en la evolución global del sector.
Un recorrido por la historia de la IA
Aunque muchos creen que la IA es un fenómeno reciente, sus raíces son mucho más profundas. Apareció por primera vez como un dispositivo narrativo en obras de ficción como Frankenstein de Mary Shelley, donde ya se exploraban las preguntas éticas que hoy son centrales.
Los hitos de la IA clave incluyen:
Principios de 1900: Filósofos y matemáticos estudiaron el razonamiento mecánico.
1950: Alan Turing publica Computing Machinery and Intelligence, donde propone el famoso Test de Turing para evaluar si una máquina puede “pensar” o simular inteligencia humana. Es uno de los textos fundacionales del campo.
1943: Se crea la primera IA reconocida en el diseño formal de McCulloch y Pitts para las neuronas artificiales Turing-completas.
1956: Nace el término inteligencia artificial en una conferencia de Dartmouth. John McCarthy, Marvin Minsky, Nathaniel Rochester y Claude Shannon usan por primera vez el término Artificial Intelligence. Se considera el nacimiento oficial de la disciplina.
1966: Joseph Weizenbaum desarrolla ELIZA, un programa capaz de simular una conversación con un terapeuta. Fue pionero en procesamiento de lenguaje natural y en interfaces conversacionales.
1997: La supercomputadora de IBM Deep Blue derrota al campeón mundial de ajedrez Garry Kasparov. Marca un punto de inflexión en la percepción del poder computacional y de la IA.
2011: Otro sistema de IBM, Watson, vence a los campeones humanos del programa de trivia Jeopardy! con un procesamiento de lenguaje natural, búsqueda semántica y aprendizaje automático. Impulsa el uso de IA en salud y empresas.
2022: En noviembre se presentó y abrió al público en general ChatGPT, el modelo de lenguaje generativo que revolucionó la forma de interactuar con la IA. Inicia la era de la inteligencia artificial generativa.
Deportes
Checo Pérez cerca de volver a la F1 con Cadillac como piloto en 2026

-Por Redacción Conciencia Pública
El regreso de Sergio «Checo» Pérez a la Fórmula 1 podría estar a punto de concretarse. Según el sitio especializado Autoevolution, el piloto mexicano habría alcanzado un acuerdo con la escudería Cadillac, que debutará en la máxima categoría en 2026.
El anuncio oficial estaría previsto tras el Gran Premio de Hungría, a celebrarse entre el 1 y 3 de agosto, lo que marcaría el fin del año sabático que tomó Pérez tras su salida de Red Bull Racing en 2024.
El medio señala que Pérez sería el piloto estelar del nuevo equipo y que el acuerdo incluye importantes beneficios económicos. También se menciona que el empresario Carlos Slim estaría involucrado en el proyecto como parte del respaldo financiero.
Entre los posibles compañeros de Checo destacan los nombres de Valtteri Bottas y Mick Schumacher, ambos con experiencia en la F1 y recientemente vinculados al equipo Cadillac.
Aunque aún no hay confirmación oficial por parte del piloto ni del equipo, de concretarse este movimiento, significaría una nueva etapa en la carrera de Pérez. Sería una oportunidad para liderar desde el inicio un proyecto ambicioso, aportando su experiencia y peso comercial para consolidar a Cadillac como una escudería competitiva en su debut dentro de la Fórmula 1.