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MUNDO

La huella ecológica del cambio climático que nos aplasta

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Por María Luisa Ramos Urzagaste // (Cortesía Sputnik Mundo)

Si todos y cada uno de los habitantes del planeta tuviésemos un estilo de vida como lo hace EEUU, necesitaríamos cinco planetas Tierra. Este desmedido e insostenible consumismo de algunas sociedades genera gases de efecto invernadero que trae como resultado el cambio climático.

A diario escuchamos sobre el cambio climático, pero poco se habla sobre las causas del mismo. Los esfuerzos mundiales están más dirigidos a atenuar las consecuencias y peor aún, hay políticos que se niegan a aceptar que el cambio climático es una realidad y que es consecuencia del actual modelo socioeconómico.

Del 19 al 23 de agosto, en Salvador de Bahía (Brasil), los gobiernos de los países latinoamericanos y caribeños tuvieron la oportunidad de discutir y elaborar posiciones conjuntas sobre el cambio climático, durante la llamada Semana del Clima de América Latina y el Caribe 2019.

Las noticias no son las más optimistas, más aún después de la cumbre del G20 en Japón, que afirmó que «Estados Unidos es un líder mundial en la reducción de emisiones» y que «sigue comprometido con el desarrollo y la implementación de tecnologías avanzadas para continuar reduciendo las emisiones y proporcionar un medio ambiente más limpio».

Un reciente informe de la ONU sobre el Cambio Climático prevé que las enfermedades transmitidas por el agua como la diarrea, se incrementarán y aumentarán las enfermedades transmitidas por vectores como la malaria debido a temperaturas más altas.

El mismo informe afirma que la humanidad sufrirá mayor hambre y desnutrición y la agricultura experimentará un aumento de la frecuencia y gravedad de las enfermedades de los cultivos, un incremento de la erosión del suelo y pérdidas en el rendimiento de los cultivos debido al clima extremo.

¿QUÉ DICE EL ACUERDO DE PARÍS?

El Acuerdo de París sobre el cambio climático (AP), al ser un tratado internacional legalmente vinculante, crea obligaciones y dispone de mecanismos para asegurar que los países cumplan con sus compromisos.

Esta es una razón más que suficiente para que los gobiernos de la región se involucren a fondo en el diseño de mecanismos y políticas para la aplicación del acuerdo.

Lamentablemente, durante la negociación del Acuerdo de París, los países afectados consintieron la aprobación de un acuerdo sin que se concretice la compensación por las pérdidas ni por el desplazamiento de poblaciones, que tienen como origen este fenómeno antropogénico.

El AP indica que, para mantener el aumento de la temperatura media mundial por debajo de 2ºC con respecto a los niveles preindustriales, es preciso reducir emisiones mundiales de gases desde 55 gigatoneladas a 40 gigatoneladas en 2030. El AP apela, entre otros, a un mecanismo denominado REDD+.

REDD+, PAGAR PARA SEGUIR CONTAMINANDO

La reducción de emisiones derivadas de la deforestación y la degradación forestal, REDD+, es un mecanismo que crea un «valor financiero para el carbono almacenado en los bosques», es decir, les pone un precio.

Lo cierto es que se trata de un mecanismo de mercantilización de la naturaleza, el mismo que podría exacerbar aún más la actual situación y la razón es la siguiente:

REDD+ viabilizará que los países en desarrollo que posean bosques puedan recibir pagos por no deforestar y cuidar los bosques, lo que permitiría que los países y empresas contaminadores sigan intoxicando nuestra atmósfera, pues tendrán la opción de «comprar permisos» en los llamados mercados de carbono.

Lo perverso de este tipo de mecanismos es que no abordan el problema de fondo, que es el extremo consumismo de unos, a costa de otros.

LOS CONTAMINADORES NOS APLASTAN

Un interesante indicador de la contaminación es la llamada huella ecológica del consumo, que mide la cantidad de área de tierra y agua biológicamente productiva que requiere un individuo, población u otra actividad, para producir todos los recursos que consume y para absorber los desechos que genera y se mide en hectáreas globales (gha).

Según Footprintnetwork, un ciudadano estadounidense tiene una huella ecológica promedio de 8,1 hectáreas globales gha; un boliviano genera una huella ecológica de 3,2, en tanto que un ruso tiene una huella de 5,2 gha y un chino de 3,6 gha.

En el ranking general por países, sumados todos sus habitantes, las mayores huellas ecológicas son las de China, EEUU e India, con 5.200, 2.200 y 1.500 millones de gha, respectivamente, y muy de lejos se puede observar a México con 332 millones, Bolivia con 34 millones, Uruguay con 6 millones de gha, por mencionar algunos ejemplos.

¿CUÁNTOS PLANETAS TIERRA NECESITAMOS?

Un cálculo realizado para Corea del Sur encontró que dicho país utiliza ocho veces más de la naturaleza de lo que sus ecosistemas pueden reponer. Si todos en el mundo consumiéramos recursos al mismo ritmo que lo hace Corea, se requerirían 3,3 planetas Tierra.

Si nos comportásemos con un ciudadano de Catar, entonces necesitaríamos 8,8 planetas Tierra. Si consumiéramos como EEUU, necesitaríamos cinco planetas, y si lo hiciéramos como en Uruguay, necesitaríamos 1,18 planetas.

Si se calcula un promedio de todos estos comportamientos, entonces el resultado es sorprendente, pues necesitaríamos 1,69 planetas Tierra.

Un aspecto interesante de este indicador es que nos alerta que estamos consumiendo recursos naturales más rápido de lo que pueden regenerarse; nos estamos hundiendo cada vez más en una impagable deuda ecológica.

HABLAR DE PROMEDIOS PUEDE SER ENGAÑOSO

Si bien es necesario trabajar con cifras y datos concretos, también es cierto que el uso excesivo de los promedios puede distorsionar la realidad.

Esto justamente sucede con el tema del cambio climático, cuando se atribuye emisiones de gases en promedio a ciudadanos que apenas tienen para comer, pero que en promedio contaminan por gasto de electricidad, generación de basura, uso de transporte, etc., cuando nunca lo hicieron.

Es de esperar que, en los foros venideros, tanto en Brasil y Nueva York como en Chile, los ministros de Medio Ambiente y Recursos Naturales de la región latinoamericana y caribeña, y las organizaciones de la sociedad civil asistentes, aborden los temas de fondo y no solo las consecuencias del cambio climático.

No es éticamente correcto exigir a países que hagan sacrificios y frenen su desarrollo para que otros sigan consumiendo como lo hacen hasta hoy. Cabe aclarar que no se propone que los países afectados emulen los comportamientos consumistas de quienes están acabando con el planeta.

No es justo que la factura del cambio climático la paguen los que no lo ocasionan, peor aún menos los que ahora sufren sus embates.

En estos foros es necesario ir más allá de la cantidad de almacenamiento de carbono en cada árbol; es clave hablar de la gran deuda ecológica que tienen unos países frente a otros.

No basta reciclar basura, no basta dejar de comer carne, no basta con dejar de viajar en avión, no basta cerrar el grifo al lavarse los dientes, hace falta reciclar mentes y corazones.

Hace falta recordarles a algunos líderes (que ahora quieren dar lecciones de comportamiento ecologista) quiénes son realmente los que subsidian hasta hoy sus insostenibles sistemas de vida.

Pero eso no sucederá automáticamente. Son los gobiernos latinoamericanos y caribeños y las organizaciones civiles acreditadas quienes deberán asumir la responsabilidad de refrescar memorias y plantear mecanismos reales de lucha contra las verdaderas causas del cambio climático.

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MUNDO

Bitcoin alcanza su máximo valor histórico en el mercado: Las inversiones especulativas crecen ante la crisis política internacional

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Economía Global, por Alberto Gómez R. //

El mes de marzo en curso se ha marcado como un hito histórico en lo que se refiere a la economía y las finanzas, específicamente a las finanzas descentralizadas, ya que la primera y más importante moneda digital basada en la tecnología blockchain, el Bitcoin (BTC), rebasó su máximo valor anterior ($60 mil USD), situándose durante un par de días por arriba de los $73,500 dólares.

Las criptomonedas, también conocidas como activos o monedas digitales, son una evolución del dinero y una gran novedad para el sistema financiero. Y, como toda novedad, siguen provocando muchas dudas.

El concepto básico de las criptomonedas es ser, por lo general, dinero digital descentralizado que está diseñado para utilizarse en internet. Bitcoin, que se lanzó en 2008, fue la primera criptomoneda y sigue siendo la más grande, influyente y conocida por encima del resto. Desde ese entonces y en solo diez años, bitcoin y otras criptomonedas como Ethereum surgieron como alternativas digitales al dinero que emiten los gobiernos.

Las criptomonedas están basadas en desarrollos informáticos utilizando la criptografía, que consiste en la codificación para ocultar los datos de forma que sólo tenga acceso la persona adecuada, se utiliza para mantener tanto la privacidad en la red abierta que habitan, como la seguridad.

Para entender mejor qué es la criptomoneda, es necesario hablar de la innovación que suponen estos activos digitales.

La primera moneda digital que se lanzó con éxito fue el Bitcoin. Sus principales innovaciones ilustran el concepto principal de las monedas digitales:

  • Es un activo internacional: puede utilizarse en cualquier parte del mundo.

  • No depende de los bancos ni de los gobiernos para su emisión: está descentralizado y gobernado por la comunidad.

  • Su existencia es 100% digital, transparente y de código abierto: cualquiera puede comprobar los registros, pero las personas permanecen anónimas.

Las criptomonedas aportan esta gran innovación de ser monedas digitales descentralizadas. Esto significa que no se emiten desde bancos ni gobiernos, y, por eso, necesitan la parte “cripto”, de “criptografía”, para añadir la capa de seguridad a su funcionamiento. (bitso.com)

Las criptomonedas más populares, por capitalización de mercado, son Bitcoin, Ethereum, Tether y Solana. Otras criptomonedas muy conocidas son Tezos, EOS y ZCash. Algunas son similares a bitcoin. Otras se basan en tecnologías diferentes, o tienen nuevas funciones que les permiten hacer algo más que transferir valor.

Las criptomonedas posibilitan la transferencia de valores en línea sin la necesidad de un intermediario, como un banco o un procesador de pagos, lo que permite que los valores se transfieran en todo el mundo casi al instante, las 24 horas del día, los 7 días de la semana, con comisiones muy bajas.

Por lo general, los gobiernos o las autoridades centrales no emiten ni controlan las criptomonedas. Quienes las administran son redes de ordenadores peer-to-peer (par a par) que funcionan con software de código abierto y gratuito. Por lo general, cualquier persona que quiera participar puede hacerlo.

Si no hay ningún banco ni gobierno involucrado, ¿cómo es que las criptomonedas son seguras? Son seguras porque todas las transacciones son examinadas por una tecnología llamada cadena de bloques (Blockchain).

La cadena de bloques de una criptomoneda se parece al libro de contabilidad o al balance general de un banco. Cada moneda tiene su propia cadena de bloques, que es un registro en el que se verifica continua y constantemente cada una de las transacciones que se han hecho con esa moneda.

A diferencia del libro de contabilidad de los bancos, una cadena de bloques de una criptomoneda se distribuye entre los participantes de toda la red de dicha moneda digital.

Ninguna empresa, país o tercero tiene control sobre ella y cualquier persona puede participar. La cadena de bloques es una tecnología de vanguardia que se hizo posible hace poco tiempo, gracias a décadas de innovaciones informáticas y matemáticas. (coinbase.com)

En medio de la grave incertidumbre política internacional actual con una conflagración mutinacional en puerta -que probablemente pueda desencadenar la Tercera Guerra Mundial- las criptomonedas han surgido como una opción de inversión cada vez más popular. Estos activos digitales, como el Bitcoin y Ethereum, ofrecen una alternativa descentralizada al sistema financiero tradicional y han capturado la atención de inversores en todo el mundo. Sin embargo, su naturaleza volátil y especulativa plantea preguntas sobre su papel durante períodos de crisis política.

LA ATRACCIÓN DE LAS CRIPTOMONEDAS EN TIEMPOS DE CRISIS

Durante momentos de crisis política internacional, los inversores a menudo buscan refugio en activos considerados seguros, como el oro o los bonos del gobierno. Sin embargo, las criptomonedas han emergido como una opción alternativa atractiva. Su estatus descentralizado y su falta de correlación con los mercados tradicionales las hacen atractivas para aquellos que buscan diversificar sus carteras y protegerse contra la volatilidad política.

Además, las criptomonedas ofrecen la posibilidad de realizar transacciones de manera rápida y eficiente en un entorno globalmente incierto. Para aquellos que buscan evitar las restricciones impuestas por los controles de capital o las sanciones internacionales, las criptomonedas pueden ofrecer una solución viable.

VOLATILIDAD Y RIESGOS ASOCIADOS

A pesar de su atractivo durante períodos de crisis, las criptomonedas también presentan riesgos significativos para los inversores. Su volatilidad extrema puede exacerbarse durante momentos de agitación política, lo que resulta en fluctuaciones de precios impredecibles. Esta volatilidad puede llevar a ganancias sustanciales para algunos inversores, pero también puede provocar pérdidas catastróficas para otros.

Además, la falta de regulación y supervisión en el mercado de las criptomonedas significa que los inversores están expuestos a un mayor riesgo de fraude, manipulación del mercado y robo cibernético. En un entorno político inestable, estos riesgos pueden intensificarse, ya que los actores malintencionados buscan aprovechar la confusión y la incertidumbre.

IMPACTO EN LA ESTABILIDAD FINANCIERA

La especulación en criptomonedas durante tiempos de crisis política también plantea preocupaciones sobre la estabilidad financiera.

A medida que más inversores se vuelcan hacia estos activos digitales en busca de ganancias rápidas, existe el riesgo de que se cree una burbuja especulativa que eventualmente estalle, causando daños en los mercados financieros globales.

Sin embargo, ante otras inversiones especulativas o de alto riesgo, las criptomonedas no podrían causar una hecatombe financiera como la sucedida en 2008, ocasionada por las hipotecas subprime (de alto riesgo) que primero hizo quebrar al banco Lehman Brothers (la cuarta entidad financiera más importante de Estados Unidos), y luego se extendió a los mercados financieros internacionales de todo el mundo, creando un caos que provocó que millones de personas alrededor del mundo perdieran todo lo que tenían.

La creciente popularidad de las criptomonedas podría socavar la capacidad de los gobiernos para mantener el control sobre sus sistemas financieros y monetarios. Esto podría tener ramificaciones significativas para la política económica y la soberanía nacional, especialmente en países afectados por crisis políticas internas o sanciones internacionales.

La Crisis Financiera del 2008 tuvo un impacto significativo en la percepción y la posición del dólar como el principal activo de reserva. Si bien sigue siendo una moneda dominante en los mercados internacionales, la crisis exacerbó las preocupaciones sobre su estabilidad a largo plazo y condujo a una mayor diversificación de las reservas internacionales por parte de los países.

Las inversiones especulativas en criptomonedas durante tiempos de crisis política internacional representan una oportunidad tentadora para algunos inversores, pero también conllevan riesgos significativos. Si bien las criptomonedas pueden ofrecer una alternativa atractiva en un entorno de volatilidad política, su naturaleza especulativa y falta de regulación las hacen particularmente vulnerables a la incertidumbre del mercado y a la manipulación externa.

Como tal, es fundamental que los inversores ejerzan la debida diligencia y cautela al considerar la inclusión de criptomonedas en sus carteras de inversión durante períodos de crisis política internacional.

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MUNDO

Microchips en el cerebro y riñón de puerco: ¡Qué semana! finalmente son realidad el homociber y homochoero

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Política Global, por Jorge López Portillo Basave //

La semana pasada se realizaron y publicaron de manera exitosa dos procedimientos médicos que serán sin duda, de los más importantes adelantos científicos de la medicina moderna.

Por un lado, el multimillonario Elon Musk y su empresa NeuraLink dieron a conocer con un video muy detallado que finalmente lograron implantar con éxito y hacer funcionar un microchip en el cerebro de una persona que por accidente había quedado paralizado de las cuatro extremidades, es decir sin control de piernas ni brazos hace años.

La empresa ahora valuada en cinco mil millones de dólares informó que en septiembre pasado reclutó al sujeto que ahora goza de dicho equipo con el cual puede según se pudo ver, controlar una computadora e incluso jugar ajedrez sin problema alguno en dicha máquina. 

Neuralink tiene grandes proyectos para este tipo de microchips mismos que han dicho pueden ser utilizados en padecimientos tan diversos como bajar de peso, como pelear con enfermedades como el Alzheimer y en un futuro recuperar la movilidad de las extremidades en casos como el del actual sujeto.

Esto es genial porque según la Organización Mundial de la Salud, cada año algo así como medio millón de personas sufren accidentes o enfermedades que les causan parálisis de piernas o de ambas piernas y brazos. Como lo he mencionado, esta tecnología será un gran regalo del cielo para los que por alguna razón han quedado sin capacidad de mover a voluntad sus piernas y brazos. Yo mismo tengo un primo hermano que por culpa de un accidente se quedó sin movilidad en sus piernas desde los 20 años de edad. Por cierto, el costo de este equipo actualmente es de tan solo $10 mil dólares lo que seguramente bajará al generalizarse cuando esté realmente a la venta. 

Hemos de decir que el año pasado, en Suiza se logró instalar, de manera exitosa, un sistema externo a un paciente un equipo externo que le permitió levantarse, con sus propias piernas, con el uso de su cerebro como comando de la máquina digital conectada a sus piernas y a su cerebro de forma externa. Esta tecnología se le conoce como puente digital que pasa por fuera de la espalda la parte dañada de la columna y comunica el cerebro con las partes bajas de la columna. Genial, esto servirá también para la gente con parálisis por embolia.  No se dio a conocer el costo de este equipo, pero seguro es menos que el de las sillas y las molestias. 

De momento, ninguno de los tres adelantos está a la venta, pero esperemos que pronto ambos sean puestos a la disposición de millones de personas que con ellos podrían recuperar la movilidad y autosuficiencia que por una razón u otra han perdido. 

Esta empresa no es la única que está trabajando con esta tecnología, por ejemplo, en Australia la Universidad de Sídney está experimentando el uso de este tipo de tecnología para que soldados controlen robots a distancia del frente de batalla o en estaciones de policía.

Por otro lado, y no menos importante, esta semana también se dio a conocer que se realizó con éxito el primer trasplante de riñón de un puerco a un ser humano, dicho riñón fue crecido y modificado genéticamente para ser compatible con el paciente.

Esto es verdaderamente fascinante porque millones de personas por país sufren insuficiencia renal que en muchos casos culmina con la necesidad de cambiar riñones, mismos que son escasos o rechazados por los pacientes. 

El pasado jueves, Richard Slayman, de 62 años de edad, recibió el primer trasplante de este tipo. Así es, este señor ya hizo historia y su ejemplo podrá ser estudiado y seguido por millones para que en un futuro no muy lejano podamos gozar de riñones y de otros órganos de reemplazo en nuestra búsqueda por vivir más y mejor. Los números de enfermos es monumental, simplemente para el 2022 se decía que en el mundo dos millones de personas anuales padecen por la falla total en sus riñones y unos 800 millones de personas sufren de la enfermedad en sus riñones misma que es progresiva, por lo que eventualmente ellos también necesitarán riñones a menos de que fallezcan antes. 

El promedio es del 10% de la población total del planeta. No se dio a conocer el costo de crecer a un puerco con riñones humanizados, pero seguro es menos que las eternas diálisis y claro que estar en el difícil mercado de los riñones donados por vivos o por muertos que, después son rechazados por el cuerpo del beneficiario y ni hablar de los efectos de los medicamentos para no rechazar los trasplantes.

 Ojalá y pronto podamos presumir que en México ya tenemos este tipo de avances que permitan a la población tener una mejor calidad de vida. ¿Será que a nuestros políticos se les ocurra curar en lugar de solo calmar o aplazar? ¡Ojalá! Si los políticos del mundo gastasen menos en grilla y tonterías y más en estas tecnologías seguro la gente los valoraría mucho más. Por lo pronto el hombre con partes cibernéticas en su cerebro, es decir el homociber y el hombre con órganos de puerco, es decir el homochoero, hicieron su llegada en este 2024.

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Putin se reafirma como el gran poder de Rusia: Elecciones mundiales 2024, ¿qué sucederá en casi 100 países?

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Actualidad, por Alberto Gómez R. //

El 2024 tiene, entre otras peculiaridades, la de ser el súper año electoral, en el que cerca de 100 países de todo el mundo celebrarán comicios a lo largo de los próximos 12 meses. Y, de ellos, 50 serán presidenciales, según la base a datos oficiales de los organismos electorales, la Fundación Internacional para Sistemas Electorales (IFES) y la consultora Anchor Change.

Distintos países han celebrado ya elecciones desde los primeros días del año, como Taiwán, Comoras, Finlandia y El Salvador; en el caso de este país de América Latina, el resultado de los comicios del 4 de febrero tuvo una especial resonancia en Estados Unidos y en los detractores del presidente reelecto, Nayib Bukele, que obtuvo más de 2,7 millones de votos que representan el 84,6 por ciento de respaldo, según el acta de escrutinio final divulgada por el Tribunal Supremo Electoral (TSE), esto a pesar de las duras críticas de organismos internacionales supuestamente a favor de la democracia y derechos humanos, sobre las acciones contundentes del gobierno de Bukele para reestablecer la paz y el orden en el país, que se encontraba desde hace décadas en manos de la mafia de las “maras”, sembrando el terror en todos los rincones de El Salvador, que pasó de ser el país más peligroso del mundo, a uno de los más seguros, en cuestión de meses.

Para el resto del año, la agenda estará compuesta por algunas de las elecciones generales más relevantes de las siguientes décadas. Este será el caso para países de la región de América, como México, Venezuela y los Estados Unidos, así como para territorios más alejados, como la India, que concentra la mayor cantidad de habitantes en el mundo (más de 1,400 millones).

De acuerdo a los últimos datos del Banco Mundial, este escenario implica que la mitad de la población del planeta, un estimado de 4.000 millones de personas, vive en los países donde habrá comicios en 2024. De este total, según cálculos compartidos por el Foro Económico Mundial, alrededor de 2,000 millones estarán habilitadas para ejercer su voto.

Los ciudadanos de El Salvador, Panamá, República Dominicana, México, Uruguay y Venezuela irán a las urnas durante los próximos meses para elegir a sus nuevos gobernantes.

En Panamá, las elecciones presidenciales se realizarán el 5 de mayo. Una semana más tarde será el turno de República Dominicana (19 de mayo).

Por su parte, México se prepara para celebrar el próximo 2 de junio una elección que podría ser histórica. Por primera vez, 2 mujeres compiten por la presidencia: la ex jefa de gobierno de Ciudad de México (CDMX), Claudia Sheinbaum, aspirante por el partido oficialista Morena; y la ex senadora Xóchitl Gálvez, por una coalición compuesta por los opositores Partido Acción Nacional (PAN), Partido Revolucionario Institucional (PRI) y Partido de la Revolución Democrática (PRD). Casi 100 millones de habitantes podrán participar de la votación, según estadísticas del Instituto Nacional Electoral mexicano.

El 27 de octubre concluirá el cronograma establecido para toda la región, cuando los ciudadanos en Uruguay asistan a sus propios comicios para elegir al sucesor del presidente Luis Lacalle Pou (Partido Nacional).

En Venezuela, la votación está pactada para el segundo semestre de 2024. Así lo acordaron delegaciones del gobierno de Nicolás Maduro y de la oposición venezolana, en octubre del año pasado, durante una jornada de diálogo realizada en Barbados. Sin embargo, todavía no hay una fecha confirmada.

En este contexto, tienen especial atención las elecciones presidenciales de los Estados Unidos, a celebrase el 5 de noviembre próximo, en las que contenderán muy probablemente el ex presidente Donald Trump por el partido Republicano, y el actual presidente Joe Biden, por el Demócrata, buscando reelegirse para un nuevo período.

En Europa, habrá elecciones presidenciales en Finlandia (28 de enero), Eslovaquia (23 de marzo), Lituania (12 de mayo), Macedonia del Norte (24 de mayo), Islandia (1 de junio), Georgia (30 de noviembre), Moldavia y Rumania (noviembre), y Croacia (diciembre). Sin embargo, el principal evento para el continente será la votación del nuevo Parlamento Europeo. Entre el 6 y 9 de junio, alrededor de 400 millones de votantes de los 27 países miembros de la Unión Europea renovarán a los representantes del bloque.

Habrá también comicios en el país más poblado del mundo, la India. Más de 900 millones de personas, de una población total de 1.400 millones, votarán entre abril y mayo de 2024. La fecha estimada es el 30 de abril, aunque aún no está confirmada.

En África, se celebrarán la mayor cantidad de comicios del año: 18 territorios en total elegirán nuevos mandatarios. El foco estará especialmente puesto sobre Sudáfrica, cuyas elecciones presidenciales tendrán lugar entre mayo y agosto de 2024, según lo confirmado por su Comisión Electoral. Es uno de los territorios más habitados del continente africano, con alrededor de 60 millones de ciudadanos, entre los cuales hay más de 26 millones de votantes habilitados.

La votación presidencial en Rusia, del 15 al 17 de marzo pudiera haber tenido los rasgos de una carrera reñida, pero es más bien un referéndum, ya que su actual presidente, Vladimir Putin, sigue gozando del apoyo de la gran mayoría de sus gobernados.

El presidente Vladimir Putin, de 71 años, sin duda ganó un quinto mandato, sin que ninguno de los otros tres candidatos de las elecciones haya representado un verdadero desafío. Putin obtuvo más del 87% de los votos con una amplia mayoría de las papeletas escrutadas, según datos de la Comisión Electoral Central.

La participación se elevó al 74,22% del electorado, 7 puntos más que en los pasados comicios de 2018. «Por mucho que hayan intentado asustarnos, reprimir nuestra voluntad, nuestra conciencia, nadie lo ha logrado en la historia. Fracasaron ahora y fracasarán en el futuro», afirmó el líder ruso en un discurso tras confirmarse su victoria.

También expresó «un agradecimiento especial a nuestros guerreros en la línea de contacto», en referencia al frente de la guerra en Ucrania.

El presidente ruso se apresta iniciar un mandato de seis años hasta 2030 y puede volver a ser reelecto hasta 2036, tras reformar las reglas que limitaban el tiempo que permanecería en el cargo.

Algunos especialistas han advertido que Putin podría haber alcanzado recientemente su momento de mayor fortaleza y se espera que esta reelección sea utilizada por su gobierno para mostrarlo como un líder popular, con escasos críticos a nivel doméstico. (bbc.com)

Sin embargo, la votación es importante para Putin, ya que le permite consolidar su legitimidad y restaurar su imagen preferida como encarnación de la seguridad y la estabilidad. Esa imagen se vio empañada cuando la guerra, anunciada como una operación rápida para derrocar al gobierno de Kiev, se convirtió asunto complicado por los países occidentales, que ha causado cientos de miles de víctimas.

“El Kremlin necesita demostrar que cuenta con un enorme apoyo popular y que este ha aumentado desde el comienzo de la guerra”, afirma Nikolay Petrov, politólogo ruso del Instituto Alemán de Asuntos Internacionales y de Seguridad de Berlín.

La definición del rumbo político de Rusia es factor clave para lo que sucederá en Europa, al respecto de la guerra en Ucrania, con la interrogante de quién será el próximo ocupante de la Casa Blanca, en Estados Unidos. Si Biden fuera reelecto -escenario muy poco probable- se podría anticipar una escalada bélica en Europa y otras partes del mundo, como ha sucedido ya durante su primer mandato, con el alto riesgo del desenlace en una tercera guerra mundial. Si Donald Trump quien fuera electo presidente, muy probablemente desactivaría la intervención de la OTAN en Ucrania, ya que es un político pragmático, y tiene otra visión de lo que en Estados Unidos debe hacerse, para bien o para mal de muchos, entre estas las minorías étnico-raciales.

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