NACIONALES
¿Qué hacer con Pemex? una empresa financieramente quebrada y deuda de 100 mil millones de dólares

Por Luis Manuel Robles Naya //
Pemex es una empresa productiva del estado. El dueño es el gobierno de México que ha manifestado a través del director designado, que la intención es fortalecer el papel de PEMEX como motor del desarrollo económico del país y para recuperar la independencia energética y la soberanía del Estado.
No son conceptos nuevos, son los mismos que dieron origen a la creación de la empresa después de la expropiación petrolera, y que en el contexto de ese tiempo tenían una vigencia indiscutible. Sin el control de los hidrocarburos que tomó el estado mexicano no se hubiera dado la expansión de la economía mexicana, el despegue industrial, la electrificación rural, la ampliación de la red carretera, el incremento de la planta automotriz, la creación de instituciones para atención de la salud y el bienestar y una larga lista de etcéteras.
Durante tres décadas (1940-1970), la función de Pemex fue satisfacer la demanda energética, sostener bajos precios y la producción de insumos para la industria nacional, sus ingresos fueron el sostén del desarrollo. En la década de los 70 -80, la economía se petrolizó, se volvió dependiente de los ingresos petroleros y vulnerable ante los efectos del voluble mercado internacional, eso motivó un cambio en la política económica favoreciendo la diversificación y disminuyendo la dependencia de la renta petrolera.
Ahora el gobierno pretende retomar el papel que la empresa tuvo en el pasado y reclamar independencia energética y soberanía, sin embargo, el contexto es diferente. Ahora no hay empresas que expropiar, ni las que participan están desafiando al gobierno, el dominio de la nación sobre el petróleo es absoluto y la independencia es un absurdo en una economía global y competitiva. Sin duda hay un empeño nacionalista, pero a la luz del orden mundial interdependiente en el cual el petróleo es parte del mercado de comodities, el término de soberanía adquiere otras connotaciones.
Es otro el contexto y Pemex es ahora otra empresa muy diferente. Cierto es que el país necesita recursos para reducir la lacerante desigualdad que ha generado el capitalismo de libre mercado, pero es evidente que no será esta empresa la fuente que los produzca, al menos en la presente administración.
Actualmente más que una palanca de desarrollo es un lastre debido al volumen de su deuda y a la carga financiera que le representan pensiones y pasivos laborales, además de enfrentar altos costos de producción que le restan competitividad. Pongámoslo en cifras:
Al 31 de diciembre de 2018, la deuda total de Pemex ascendía a 105,800 millones de dólares. En enero de 2019, el gobierno federal realizó aportaciones de capital por 6,200 millones de dólares que fueron usados para reducir su endeudamiento, (El Economista- Cartera 21/01/20) mismo que para septiembre de 2019 quedó en 99,600 MDD.
De este monto de deuda, aproximadamente el 30 por ciento 30 mil millones de dólares es de corto plazo pagadera en 2019 – 2021. Para aliviar la presión, en este año la Secretaría de Hacienda emitió dos bonos de deuda por la cantidad de 5 mil millones de dólares; un bono por 2,500 pagadero a 11 años con tasa de interés de 5.95 y otro por la misma cantidad pagadero a 40 años con tasa de 6.95%.
Adicionalmente, en 2019 se le dotó de cuando menos 90 mil millones de pesos; se proyectaron 47 mil millones para 2020 y 91.6 mil millones para 2021. Es decir que en transferencias directas Pemex ha recibido aproximadamente una quinta parte del ingreso nacional y todavía carga una deuda de 99.6 mil millones de dólares.
Sumemos a esto el costo de la rehabilitación de refinerías en busca de la independencia y no importación de gasolina, que ha requerido según declaración de la Secretaria de Energía en septiembre de 2019, la aplicación de 12,500 millones de pesos que se suman al costo de la construcción de la refinería de Dos Bocas, estimado en 8 mil millones de dólares.
No obstante estos apoyos la empresa tuvo pérdidas por 346 mil 135 millones de pesos en 2019 y tan solo en el primer trimestre de 2020 ya registra pérdidas por 562 mil millones. De acuerdo al Plan de Negocios de Pemex, el EBITDA, es decir los ingresos antes de impuestos, intereses, depreciación y amortizaciones es de 551 mil millones, y aun así pierde una cantidad similar en un solo trimestre, eso indica que es un hoyo imposible de llenar o es una pérdida muy difícil de explicar.
Con esos números podemos decir que el gobierno federal ha hecho un esfuerzo sin precedente para levantar una empresa que ya se reconocía insalvable y realizó inversiones cuya tasa de retorno es impensable, es decir a fondo perdido más del 20 % del ingreso nacional en solo un año.
La Comisión Nacional de Hidrocarburos estimó las reservas de petróleo crudo hasta el 1 de enero de 2018 en 6,464.2 miles de millones de barriles de reservas probadas (1P); 5,816.5 en reservas probables (2P) y 7,139.1 en reservas posibles (3P).
La Relación Reserva-Producción estimada por la propia CNH indica que las reservas de petróleo crudo equivalente son para 8.5 años, 16.1 años y 25.4 años para las categorías 1P, 2P y 3P, respectivamente. Es decir que estos serían los años en que Pemex puede sostener el ritmo de producción de 2018.
La decisión del gobierno federal es incrementar el ritmo de producción, lo que reduciría esta relación y el aumento de los ingresos por exportaciones no garantiza mejor salud financiera. Asegurar la operación futura requiere invertir en exploración para incrementar las reservas y en tecnología para explotar aquellas reservas que se encuentran en aguas profundas, ya que hasta ahora se enfoca en aguas someras y se niega a nuevas técnicas como el fracking.
Es evidente que con la excesiva carga de la deuda y las pérdidas de operación, la capacidad para nuevas inversiones es virtualmente nula. Perseverar en alcanzar los objetivos enunciados de recobrar la independencia y la soberanía y apoyarse en el petróleo para impulsar el desarrollo es un sueño demasiado caro y no solo eso, es una inspiración patriótica que lleva un riesgo alto para la salud de las finanzas nacionales. La cantidad de dinero que se le ha destinado en un solo año, deteriora fuertemente los presupuestos de Educación Pública y de Salud y ha ocasionado que otros proyectos e instituciones vean disminuidas o imposibilitadas sus funciones.
Entonces, ¿Qué hacer con Pemex? La respuesta no está dentro de la administración de la empresa que debe seguir buscando disminuir costos, aumentar producción y manejar inteligentemente su deuda. Es el gobierno de México el que debe redefinir sus prioridades y dejar que Pemex sea una empresa competitiva cuya recuperación a largo plazo, obedezca a sanas prácticas empresariales. Es una ruta larga que no embona con las aspiraciones políticas del régimen, pero que no compromete las posibilidades de ayudar efectivamente a los que menos tienen,
Pemex debe dejar de drenar las arcas nacionales y para ello se requiere que en el centro de la toma de decisiones se convenzan que la retórica de campaña no es compatible con la realidad y que perseverar en inyectarle recursos públicos afectará enormemente la capacidad del gobierno para proporcionar bienestar a los mexicanos.
La reconfiguración y recuperación de la empresa lleva a un horizonte más largo que el de esta administración y solo será posible si opera con criterios de rentabilidad económica y no de reivindicaciones nacionalistas.
La solución a la que se opone, la administración actual por querer borrar los símbolos de la que llaman era neoliberal, es la apertura a la inversión privada en los términos que se había planteado en la reforma energética anterior, es decir, conservando el Estado la propiedad absoluta de los recursos naturales, compartiendo riesgos y utilidades y cobrando impuestos a las empresas asociadas.
Se reservarán para la explotación exclusiva de Pemex, las áreas y campos que producen con bajos costos y compartir riesgos en las que requieren inversiones mayores. A estas alturas ya deben haberse convencido de que bajar el precio de la gasolina o impedir que suba no está en manos del gobierno sino del mercado y que mantener artificialmente bajos los precios implica subsidios que las finanzas nacionales no pueden soportar.
Reproducir el esquema nacionalista, cerrado, seguido por Pemex en las décadas 40 al 70 es imposible en las condiciones actuales. Los ingresos de Pemex dependen fundamentalmente de la venta de gasolina y diésel y de las exportaciones de crudo, y por más que se incremente la producción no es suficiente para redimir la situación financiera de la empresa en esta administración.
Puede ser difícil para la cuarta transformación claudicar de uno de sus principales postulados políticos, pero no hacerlo gravita adversamente sobre el otro y más importante objetivo trazado que es la atención a los que menos tienen. Haber destinado en solo un año dos billones de pesos a una empresa virtualmente quebrada, impidió que esos recursos fueran destinados a mejorar hospitales, escuelas, hacer caminos rurales, extender la cobertura digital, o seguir creciendo los programas de entrega directa de recursos. El estado de bienestar al que aspira el régimen de la 4T requiere de muchos recursos que Pemex no puede aportar, ni en esta administración ni en otra.
A los empresarios privados se les aconseja que quiebren si no encuentran viabilidad en sus empresas y se les niega apoyo y en cambio a Pemex los recursos fluyen a pesar de los vaticinios negativos de calificadoras y evidencias de perdidas constantes. No hay lógica pero si mucha ideología.
NACIONALES
Gobierno de México presenta plataforma para conocer abasto de medicamentos

-Por Redacción Conciencia Pública
El gobierno federal estrenó una plataforma digital que, por primera vez, pone en manos de la ciudadanía un “tablero de control” sobre el abasto de medicinas e insumos hospitalarios. Presentada en la conferencia matutina por el subsecretario de Salud, Eduardo Clark García Dobarganes, la página — http://entregamedicamentos.salud.gob.mx — permitirá consultar, cada lunes, qué fármacos están disponibles, cuánto se ha enviado a los estados y a qué costo fueron adquiridos.
Con ello, cualquier persona podrá darle seguimiento puntual al flujo de medicamentos en el sistema público. Detrás de este servicio online hay una compra consolidada: para el periodo 2025‑2026 ya se tiene comprometido el 96 % de los fármacos requeridos, gracias a una inversión récord de 284 mil millones de pesos.
El plan, subraya Clark, forma parte de la cruzada gubernamental por blindar al sector salud contra el desabasto y cerrar la puerta a la corrupción en adquisiciones, asegurando que los pacientes más vulnerables reciban tratamientos gratuitos o a bajo costo.
La estrategia ya se refleja en la última bitácora logística: solo entre junio y julio se entregaron más de 416 millones de piezas —un salto de 60 % respecto al bimestre anterior— a hospitales y clínicas de todo el país.
El objetivo es mantener ese ritmo para evitar vacíos en los anaqueles, y la nueva plataforma será el termómetro ciudadano que señale a tiempo cualquier retraso o falla en la cadena de suministro.
JALISCO
«Firme, gobernador» piden PT y colectivos para respaldar a las personas con discapacidad

-Por Francisco Junco
En Jalisco hay más de 380 mil personas con alguna discapacidad, las cuales no reciben la pensión universal del bienestar, por lo que la fracción parlamentaria del Partido del Trabajo (PT) y diversos colectivos alzaron la voz, para exigirle al gobernador, Pablo Lemus Navarro, firme el convenio de colaboración con el Gobierno Federal para garantizar la pensión universal a las personas con discapacidad.
“Nosotros no vamos a dar paso para atrás desde el Grupo Parlamentario a las peticiones que hacemos, nosotros no vamos a negociar prebendas a cambio de que se le garanticen sus derechos al pueblo de Jalisco, y al día de hoy lo que estamos pidiendo es que se respete el derecho de ustedes”, lanzó con voz firme Leonardo Almaguer Castañeda, coordinador del Grupo Parlamentario del PT.
“Hace dos meses se hizo un exhorto y se aprobó por la mayoría de los diputados y al día de hoy, no ha habido ni siquiera contestación, pero están preocupados lo que va a significar la FIFA”, ironizó, en referencia a la atención desmedida que, según dijo, se da a la preparación del Mundial de Futbol antes que a los derechos sociales.
La exigencia no es nueva. Pero la indiferencia oficial, tampoco. El diputado, Sergio Martín Castellanos, lo dejó claro y se sumó a la exigencia de pedir que se firme el convenio con la federación.
“Si el gobernador dice tener buena relación con la presidenta Claudia Sheinbaum, aquí tiene una oportunidad de demostrarlo… es una obligación que debe cumplir. Y el porcentaje es mínimo”, apuntó.
Hoy, Jalisco es uno de los siete estados rezagados que no ha firmado el convenio con la federación. Y mientras el discurso se llena de “prioridades”, los derechos siguen esperando turno.
La activista Paula Andrade, del colectivo Equipo Fénix, habló por cientos de miles. Pero lo hizo con la dignidad de quien no se deja reducir a cifras ni discursos.
“Esta lucha no es de ayer ni de hoy, es de años… señor Pablo Lemus: por favor, firme este convenio, no somos personas que solo están para tomarse la foto. Somos personas con dignidad y derechos. ¿Por qué no colabora con el gobierno federal?», dijo en el patio central del Congreso, donde se realizó la rueda de prensa para manifestar la exigencia.
Antonio Ramírez, asesor del Grupo Parlamentario del PT, no dejó espacio para excusas y aseguró que sí se puede realizar esta firma, y comparó el estado de Jalisco con el Estado de México, con condiciones similares; allá, dijo, lo logró. “¿Cuánto se necesita? Mil 500 millones de pesos, que no representan ni el 1% del presupuesto total del estado”, explicó.
“¡Firme, gobernador!”, fue el eco de la conferencia de prensa, dijo el diputado Sergio Martín, porque esto va más allá de banderas, partidos o protagonismos; hay 380 mil vidas esperando no un discurso, sino un acto concreto de justicia.
Deportes
Chelsea, el orgullo de Londres

-Por Diego Morales Heredia
Después de coronarse en la primera edición del Mundial de Clubes, el Chelsea ha alcanzado un hito histórico que no tiene ningún otro equipo hasta el momento: conquistar todos los títulos principales del futbol a nivel nacional e internacional.
En este mismo año, el conjunto londinense también levantó la UEFA Conference League, poniendo el trofeo en sus vitrinas junto a la Premier League, la FA Cup, Carabao Cup, Champions League, UEFA Europa League.
Las hazañas de los blues se dieron en menos de dos décadas, desde su primera Premier League en la era moderna bajo la dirección técnica de José Mourinho en 2005, la Champions ganada con Tomas Tuchel y ahora con el italiano Enzo Maresca completando el palmarés del club inglés.
Con una construcción de identidad moderna basada en ambición e inversión, jugadores como Cole Palmer, quien ganó el Balón de Oro del Mundial de Clubes, une su nombre a grandes leyendas del conjunto azul, futbolistas como Didier Drogba y Frank Lampard, quienes son sinónimo de grandeza en la institución.
Los blues, fundados en 1905 en el corazón del barrio de Fulham, en una ciudad donde el futbol se vive con pasión y rivalidad, han escrito su nombre con letras doradas; este hito convierte al Chelsea en un referente del futbol mundial, un símbolo de orgullo de una de las ligas más competitivas del mundo. Tal cual está escrito en Stamford Bridge, son el orgullo de Londres.
UN MEXICANO EN EL CHELSEA
Entre los festejos del equipo sobresalió el gesto de Bernardo Cueva, integrante del cuerpo técnico del Chelsea. El coach salió a la cancha portando la bandera mexicana; rápidamente este gesto se viralizó en redes, pues el mexicano sumó un título más en su carrera.
Bernardo Cueva es un Pro Coach de la UEFA; también es entrenador mexicano especializado en análisis táctico y científico de futbol. Nació en Guadalajara, Jalisco, en 1987. Inició su carrera profesional en el Club Guadalajara como parte del área de análisis de rendimiento.
En el club británico trabajó en la preparación de estrategias, análisis de rivales y desarrollo de modelos de juego. Cueva es uno de los pocos entrenadores y analistas mexicanos que han trabajado en el futbol profesional de Inglaterra, lo que lo convierte en un referente para el desarrollo de áreas de inteligencia deportiva en equipos de alto nivel.