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OPINIÓN

Educación, pilar del desarrollo: Instituciones o personas ¿quién es el problema?

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A título personal, por Armando Morquecho Camacho //

Sin lugar a duda los modelos educativos forman parte fundamental del desarrollo económico, cultural y social de cualquier país del mundo, no por nada, los países con mayor índice de desarrollo pueden presumir que cuentan con los mejores sistemas o modelos de educación.

De hecho, estos modelos son tan importantes, que podemos encontrar casos de países como Alemania, Japón, Corea del Sur y Finlandia, en los que sus procesos de transformación social comenzaron con ambiciosos cambios en sus políticas educativas que al día de hoy, se constituyen como pilares fundamentales de sus proyectos de nación.

Los modelos educativos y la eficacia de las políticas públicas en este rubro siempre van a ser un parámetro para medir el nivel o fortaleza de una democracia, por eso, no debería sorprendernos que alrededor del mundo haya tantos gobiernos con el ánimo de innovar y mejorar en este aspecto.

Por ello, trabajar arduamente en este tema es un win-win ya que a través de la educación se puede aportar mucho a una sociedad. Por un lado, se brinda a los ciudadanos una serie de herramientas que a la larga les permitirá adentrarse en una economía de mercado, y por otro lado, también se pueden fortalecer temas más sensibles e igual de relevantes para la vida en sociedad como lo son la identidad nacional y los valores cívicos o bien, la consolidación de una sociedad más abierta y con mayor aceptación a la convergencia de ideas, estilos de vida y opiniones.

En el caso en concreto de nuestro país, aunque parezca increíble, nuestros últimos presidentes y representantes han estado más que conscientes de la importancia que juega la educación en el proyecto político de la nación.

Es así, que en los últimos 26 años, se han experimentado cuatro grandes reformas educativas (la reforma de Salinas y Zedillo, la de Vicente Fox, la de Enrique Peña Nieto y la de Andrés Manuel López Obrador), y aunque a primera instancia leer esto podría hacer a algunos pensar que esto es positivo, es importante señalar que si ponemos esto en números, en nuestro país el modelo educativo cambia cada 6 años y medio.

Ahora, para poder dimensionar un poco mejor lo que esta cifra implica, las autoridades especialistas en materia educativa señala que un modelo educativo tarda aproximadamente 20 años en materializar los resultados para los cuales fue diseñado, en virtud de esto, cuando hablamos del éxito de los modelos educativos de los países antes mencionados, es necesario ser puntuales al señalar que su éxito no se debe más que a la voluntad política de respetar acuerdos gubernamentales proyectados a largo plazo y que significan un impacto positivo en el desarrollo social.

Pero en el caso en particular de nuestro país, los debates sobre los cambios en materia educativa tienen un grado de complejidad mayor debido a que el debate acerca de ciertos temas de la agenda pública carece de objetividad y se ve rodeado de un juego de intereses que ven en temas sensibles como la educación una simple moneda de cambio, lo que ha llevado durante muchos años a que nuestros representantes dejen de preguntarse cosas tan fundamentales como: ¿Dónde estamos parados? y ¿hacia dónde vamos?

No obstante, otro de los problemas alrededor de este debate tan importante para el futuro del país, es que la narrativa acerca de la necesidad de realizar cambios en la política educativa es tan cambiante como las políticas mismas.

Y ahora, aunque no lo parezca, la inconsistente narrativa alrededor de este problema, es un tema de contraproducente ya que hasta la fecha, nuestras autoridades simplemente no terminan de ponerse de acuerdo si el problema con nuestro sistema educativo está en las personas que lo manejan, o en las instituciones mismas, y mientras este eterno debate que parece ser más que nada una moneda de cambio político, se perderá una oportunidad real de transformar los modelos que garantizan uno de los derechos humanos más importantes.

Ahora, no dudo que en algunos casos en concreto, cambiar de raíz el sistema o las instituciones sea más que necesario, de hecho en casos como Japón, se requirió de una guerra y un par de bombas nucleares entender que era necesario hacer un cambio total en su modelo educativo, especialmente en lo que respecta a la identidad nacional.

Pero por otro lado, no podemos ignorar que hay casos en que los modelos educativos aunque no son perfectos, sí son perfectibles y además cuentan con una importante base sobre la que se puede trabajar siempre y cuando la clase política sepa poner en primer lugar los intereses de la ciudadanía antes que los intereses partidistas o personales.

Ciertamente, no podemos tapar el sol con un dedo, y tal y como he señalado en más de una ocasión en este espacio, en palabras de Yuval Noah Harari, la principal condición para superar una condición adversa, es aceptarla, y en nuestro caso, es necesario reconocer que la educación y su posibilidad de progreso, están secuestrados, pero ojo, no cometamos el error de creer o asegurar que esto es un problema nuevo, porque ciertamente no lo es, y tal vez, la antigüedad de este problema es lo que debería de preocuparnos.

Dicho lo anterior y adentrándonos un poco más al caso de México, creo que valdría la pena entender que no en todos los casos, los gobiernos no necesariamente son malos por sus estructuras o instituciones, sino por quienes los manejan.

Y desgraciadamente en nuestro país se ha invertido una importante cantidad de recursos tratando de cambiar por completo todas y cada una de nuestras instituciones, dejando de lado que aquello que realmente debemos enfrentar con mucha seriedad, es la preocupante crisis de personas que ha sofocado y drenado a nuestras instituciones.

De esta manera, en la medida en la que seamos capaces de entender que muchos de nuestros problemas radican más en la clase política y no en nuestras instituciones, podremos ser capaces, como sociedad, de poder consolidar grandes cambios con visión a largo plazo que sean la insignia de un modelo de nación común y consensuado con todas las fuerzas y expresiones políticas.

Si no se hace de esta manera, la educación en México continuará atrapada en un bache que se ha ido haciendo cada vez más profundo debido a un modelo de país que pondera una visión unipartidista que pone por delante los intereses de ciertos grupos de poder.

Lo he dicho en más de una ocasión, México es un país de oportunidades, no es un país perfecto, pero sí es un país perfectible que lamentablemente hoy atraviesa una crisis política y social grave, pero justamente eso es lo que vuelve este momento tan perfecto para impulsar cambios reales en la manera en la que se diseñan políticas públicas.

Cambiemos el chip y comencemos a impulsar un sistema en el que los acuerdos sean producto de consensos planteados a largo plazo que permitan, principalmente gestionar cambios importantes para la sociedad mediante el aprovechamiento real y efectivo de los beneficios de un rubro tan importante como la educación, que no solo prepara al ciudadano, sino que también lo empodera.

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NACIONALES

El choque Sheinbaum-Zedillo: Pisarse la cola

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Desde los Campos del Poder, por Benjamín Mora Gómez //

Claudia Sheinbaum ha evidenciado que su mente fría ante las amenazas arancelarias de Donald Trump es más retórica que esencia de su carácter al responder con enojo a las críticas de Ernesto Zedillo a los gobiernos y leyes emanados desde Morena y los impulsos de Andrés Manuel López Obrador. La verdadera Claudia Sheinbaum ha explotado.

Ernesto Zedillo escribió sobre lo que millones de mexicanos calificamos como peligros contra la democracia y nuestras libertades políticas, económicas, sociales y de acceso a la información. Zedillo no dijo nada que no hubiésemos leído en otros artículos o escuchado en otras voces; pero nadie antes lo dijo como expresidente.

La presidente Sheinbaum se puso guantes de boxeo sin antes prepararse y medir los alcances de subirse al cuadrilátero. Me recordó a los pleitos entre niños de kínder: “Mi papá es bombero y mojará al tuyo”. Quizá, buscando asustar a Ernesto Zedillo, Claudia Sheinbaum amenazó con abrir el caso Fobaproa. ¡Uy qué miedo! Dijera Chico Che.

Zedillo le acepta el reto y pide investigar los grandes desfalcos y obras sin sentido del gobierno del presidente Andrés Manuel “El Peje” López Obrador. Los congresistas aliados de Morena se subieron al pleito y tomaron al Fobaproa como letra de presión política; estos señores y señoras olvidaron que en derecho hay prescripción.

Aristóteles dijo: “El sabio no dice todo lo que piensa, pero siempre piensa todo lo que dice”; tal parece que los morenistas metidos al pleito, incluida la señora Sheinbaum, dicen muchas cosas sin pensar ni mirar sus consecuencias. En alguna parte de ellos no conectan sus cerebros con sus lenguas; éstas su sujetan a sus hígados.

En el Fobaproa estuvieron involucrados diputados y funcionarios públicos, del tiempo de Zedillo, que hoy están en Morena, y fueron salvados empresarios que hoy se declaran pro-Sheinbaum, como lo es Altagracia Gómez, hija de Raymundo Gómez Flores de Minsa. Altagracia es millonaria gracias a los rescates financieros de Zedillo a don Raymundo.

Me decía mi padre que con la lengua se tropiezan aquellos, hombres y mujeres, con pocas neuronas haciendo bien su trabajo intelectual.

Claudia Sheinbaum parecía de mente fría hasta que se topó con algo inesperado y se sintió obligada a responder de botepronto a un artículo que pudo ignorar y esperar a que el tiempo lo enterrase. Demostró que a sus mañaneras les hace falta serenidad y le sobran arrebatos y mentiras.

Es mentira que a las palabras se las lleva el viento; se quedan en nuestras mentes, y hoy se guardan en los archivos de los medios de comunicación. Las palabras de Claudia Sheinbaum no la nutren y si envenenan. Aun no se abren las carpetas del Fobaproa y ya ensucian a los suyos. Claudia Sheinbaum olvidó que el PRI, viejo y corrupto, hoy está en Morena.

El silencio es el mejor regalo que nos poder dar pues hay palabras que maldicen a quién las pronuncia. En política, antes de hablar, hay que preguntarse si es prudente, necesario e inevitable. A Claudia se le olvidó esta regla elemental; tampoco meditó en quienes, de los suyos, pronto podrían ser dañados. Por ello, quienes apoyaron y fueron beneficiados por el Fobaproa, hoy le revolotean, enojados y muy preocupados.

Por razones de edad, hoy, a la inmensa mayoría de los mexicanos no le dice nada el Fobaproa y si el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas, la terminal aérea Felipe Ángeles, Segalmex, la macro farmacia, la casa gris, el huachicol en buques tanque, Mexicana de Aviación vuelta a quebrar… ¡Vaya torpeza! ¿Qué dirá ese pueblo mexicano, bueno y sabio, cuando conozca que los involucrados en aquel Fobaproa que aun todos pagamos, hoy son la cúpula de Morena y responsables de los nuevos desfalcos a la nación?

Quizá la oposición, desdibujada hasta hace unos días, hoy se sienta agradecida con la presidente Sheinbaum. Veamos si lo aprovechan. Cuentan de aquel que se decía rapidísimo en matemáticas y que aceptaría cualquier prueba.

  • Alguien que estaba cerca le preguntó: ¿Cuándo es 4 por 25?

  • Aquel, ufano, le respondió: 73.5.

  • ¡Falso! son 100.

  • El del mal cálculo le aclaró: ¡Dije que era rapidísimo, mas no prometí exactitud!

Algo así sucede con la presidente de las neo mañanera. No nos prometió ser brillante ni veraz, solo que cada mañana nos hablaría de sus ocurrencias.

Como presidente, Claudia Sheinbaum debiera planificar mejor su futuro de gobierno. A Peña Nieto le costó caro la casa blanca de su esposa Angélica Rivera y los crímenes de Ayotzinapa, y de ellos podría haber sido no culpable. Al gobierno del segundo piso de la 4T podría costarle caro el pleito de la presidente con alguien que ya no era enemigo.

Sé que la presidente no es mujer de fe y si mujer que se mofa de nuestra Guadalupana, pero le recomiendo que, al despertar, pedir a Dios le indique qué decir, mostrarle cuándo decirlo y enseñarle cómo decirlo. De inicio lo dirá de mala gana y sin convencimiento, pero cuándo vea que Dios le escucha, quizá cambie. Luego, pedir a Dios que le muestre cómo gobernar bien y para el bien. Esto nos es urgente como pueblo y nación. Aún está a tiempo de ser mejor.

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JALISCO

Caso Teuchitlán: El rancho del silencio y el alcalde que decía no temer

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Crónicas de Pacheco, por Daniel Emilio Pacheco //

El problema con la podredumbre es que rara vez avisa. Huele a tiempo pasado, a complicidad curtida, a pactos hechos entre cafés tibios y palmadas en la espalda. En Teuchitlán, ese pequeño municipio jalisciense de no más de 10 mil almas, la peste salió de un rancho: Izaguirre. Pero la hediondez, ahora nos dicen, ya había contaminado el palacio municipal.

La detención fue discreta y, para algunos, sorprendente. Su nombre es José Ascención Murguía Santiago, dos veces alcalde, dos veces investido por la confianza de Movimiento Ciudadano. Cayó un sábado, como los operativos que buscan el eco en la prensa del lunes.

Cayó por obra de la Agencia de Investigación Criminal de la FGR, trasladado a la capital del país por su presunta vinculación con la operación criminal del CJNG en el Rancho Izaguirre. Delitos: delincuencia organizada y abuso de autoridad.

Ahora, “Chon” es un nombre más en la lista de los que, con el escudo del servicio público en la solapa, nos dicen que terminaron sirviendo al crimen.

Pero lo que cayó el sábado no fue solo un alcalde. Cayó la simulación, el cuento de la «tranquilidad» en los pueblos de Jalisco, esa paz de ataúdes y pactos.

El titular de la FGR, Alejandro Gertz Manero, fue claro el 30 de abril: desde 2021 se sabía lo que pasaba en ese rancho. Reclutamiento, adiestramiento y ejecuciones. Las autoridades locales lo sabían, pero callaron. La Fiscalía de Jalisco lo aseguró en septiembre de 2024, pero después simplemente…se olvidó.

En marzo de este año, un grupo de madres buscadoras lo reabrió. Hallaron ropa, credenciales, huellas de un infierno. Ahí estaban las pruebas que la institución, con todos sus peritos y facultades, no pudo ver.

Y Murguía, el mismo que dijo en entrevista a Canal 13 que andaba sin escolta, que la gente lo conocía y confiaba en él, que estaba dispuesto a ser investigado, se volvió testigo de su propia caída. «Pues que me investiguen», dijo. Y lo hicieron. Y lo hallaron.

El alcalde aseguró no saber nada del rancho. «Es una zona muy alejada», dijo. «Nunca me enteré». Es curioso cómo la ignorancia se vuelve estrategia cuando la verdad comienza a cercar. Teuchitlán no es una megápolis. Es un municipio donde cuatro mil personas viven en la cabecera, donde todo se sabe.

Desde marzo, el Secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, ya había ventilado el modus operandi: falsas ofertas de empleo para enganchar a jóvenes, promesas de salarios de hasta 12 mil pesos semanales, adoctrinamiento criminal. Y cuando alguien se oponía, el castigo era inmediato: tortura, desaparición, muerte.

Gracias a la captura de José Gregorio Lastra Armida, alias «El Comandante Lastra», se supo de la cadena completa de reclutamiento. Una cadena que pasaba por el Rancho Izaguirre y por los silencios del poder local.

Junto con el alcalde, hay al menos catorce detenidos más. Policías municipales de Tala y Teuchitlán, incluyendo un excomisario, acusados de desapariciones forzadas y participación en el mismo esquema de reclutamiento.

La Fiscalía estatal justificó su omisión alegando que el rancho era demasiado grande. Que no se podía procesar todo. Como si la ley tuviera límites topográficos. Como si la justicia se rindiera ante el metraje.

Murguía es parte de la estructura de MC. No es un actor marginal. Dos veces alcalde, dos veces cobijado por las siglas naranjas. Y el partido calla. Ni un posicionamiento, ni una aclaración. La estrategia es el silencio, como si la vergüenza se resolviera con amnesia pública.

El problema no es solo Murguía. Es la tolerancia institucional al poder criminal. Es la normalización del terror como parte de la gobernabilidad. En Teuchitlán, gobernaba un alcalde que hablaba de transparencia mientras un cártel entrenaba sicarios a la vuelta del camino.

No es la primera vez que un municipio pequeño se vuelve epicentro del horror. Pero lo de Teuchitlán es simbólico. Ahí se junta todo: el abandono institucional, la corrupción policiaca, el oportunismo partidista, la simulación ministerial.

El rancho Izaguirre es más que un predio. Es el monumento al fracaso del Estado. Y Murguía, su administrador.

La caída de Murguía no resuelve nada si no se arranca la red entera. Porque el crimen organizado no se instala en un pueblo sin permiso, sin cómplices, sin acuerdos. Porque un rancho no se vuelve cuartel de adiestramiento sin ojos que miren hacia otro lado. Porque un alcalde no cae solo.

Y porque, al final, si el poder no se limpia de fondo, habrá más Teuchitlán. Más ranchos. Más presidentes municipales con cara de inocencia y manos manchadas.

La pregunta no es por qué lo detuvieron. La pregunta es: ¿por qué tardaron tanto?

En X @DEPACHECOS

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Beisbol

Récord de 12 almohadillas estafadas en un juego: Charros de Jalisco hacen historia en una noche épica

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Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac //

Los Charros de Jalisco, bajo la dirección de Benjamín Gil, lograron una hazaña histórica en la Liga Mexicana de Béisbol (LMB) el 3 de mayo de 2025, al establecer un nuevo récord de 12 robos de base en un solo juego contra los Saraperos de Saltillo, superando la marca previa de 9 robos que ellos mismos habían igualado cinco días antes.

Este hito, también incluyó récords adicionales: cinco robos en una sola entrada y un triple robo que incluyó el home, liderado por Johneshwy Fargas.

Para lograr esta hazaña histórica en ese partido del viernes del 3 de mayo de 2025 se tuvieron que superar algunas vicisitudes completamente ajenas a la voluntad de los jugadores de Charros en este juego en el que vencieron 7-3 a los Saraperos en Saltillo, aprovechando condiciones de neblina que dificultaron la visibilidad para el equipo local.

En un juego que significó una verdadera hazaña para Charros, el equipo de Jalisco venció en 6 entradas y media a los Saraperos en Saltillo, estableciendo una marca histórica de bases robadas en la Liga Mexicana de Beisbol (LMB), con 12.

Con lo que se ha convertido en el sello de la casa, el robo de base, los dirigidos por Benjamín Gil se consagraron como los “ladrones” de por vida en el circuito veraniego, un récord que apenas el pasado 26 de abril habían igualado; en esa ocasión le robaron 9 a los Rieleros, como lo señalamos en líneas anteriores.

En la segunda entrada se consumó una triple estafa, situación que sólo se había presentado en un par de ocasiones en los 100 años de historia de la LMB: en la temporada de 1977 (Córdoba a Durango) y en la de 1979 (Córdoba a Coatzacoalcos).

Todos los Charros que iniciaron en el line up se estafaron al menos una almohadilla; Johneshwy Fargas, Edwin Díaz y Mateo Gil lo lograron dos veces, incluido el asalto del home por parte de Fargas en la segunda entrada, que colocaba el 3-1 parcial en favor de los caporales.

Muy notable que Jalisco también estableció el récord más bases robadas por un club en un solo inning, con 5, logro que antes habían conseguido los Piratas de Campeche (en contra de Minatitlán, en 2011) y Generales de Durango (vs. Tigres de Quintana Roo, en 2017)

En ese segundo episodio de locura, José Juan Aguilar inició la seguidilla con el hurto de la antesala, seguido de Fargas quien se estafó la intermedia, y posteriormente, con el triple robo que consumaron el propio Fargas, a la par de Allen Córdoba y Michael Wielansky.

Y en el tercer inning –cuando el juego aún no era legal y el marcador favorecía 6-1 a los caporales–, los ampáyeres indicaron la suspensión del duelo debido a la presencia de una densa neblina en el parque; sin embargo, en el cierre de la séptima vino una segunda suspensión por niebla, que derivó en la finalización del encuentro y en una memorable victoria para la novena de Jalisco.

SE REANUDA EL JUEGO

Vino la reanudación, y luego de un cuarto episodio sin anotaciones, apareció Donny Sands con un imparable al jardín derecho para impulsar la séptima carrera en favor de los zapopanos, en los spikes del “Hijo del Papá”. Ya eran 6 de ventaja para los albiazules sobre Saraperos.

Los saltillenses intentaron armar la remontada y con jonrones de Álex Mejía –cuyo festejo provocó el vaciado de las bancas y más tarde la expulsión del “Matador” Gil y su coach de banca, Noe Muñoz– y de Rubers Estrada se acercaron 7-3.

Jugadores destacados: Mateo Gil, hijo de Benjamín Gil, fue crucial en el juego, contribuyendo con robos clave, como el que igualó la marca de 9 y el que alcanzó los 10 robos en el encuentro. Otros elementos como Jerry Sands y Johneshwy Fargas también sumaron estafas importantes.

Cinco días antes, el 28 de abril de 2025, los Charros habían igualado el récord de 9 robos en un juego, demostrando su agresividad en las bases como parte de la estrategia característica de Gil.

EL ESTILO DE JUEGO AGRESIVO DE EL MATADOR

Benjamín Gil “El Matador”, es un mánager reconocido por su estilo de juego agresivo y dinámico, que prioriza la velocidad y la presión constante sobre los rivales. Este enfoque se reflejó en la preparación del roster para la temporada 2025 de la LMB, donde se incorporaron jugadores rápidos como Billy Hamilton, Allen Córdoba, Johneshwy Fargas y Edwin Díaz, diseñados para maximizar el robo de bases y un juego ofensivo explosivo.

FILOSOFÍA DE GIL

Según Miguel Solís Jr., gerente deportivo de los Charros, el equipo se construyó siguiendo la visión de Gil de buscar el campeonato con un estilo de juego intenso. Esta estrategia se trabajó desde la pretemporada.

Hay que recordar que Benjamín Gil fue nombrado manager del Año de la Liga Mexicana del Pacífico (LMP) por segunda vez consecutiva en la temporada 2024-2025 al llevar a los Charros al título de la LMP y al subcampeonato de la Serie del Caribe. Su capacidad para implementar un juego agresivo ha sido clave en los logros recientes del equipo.

La hazaña de los 12 robos no solo es un récord estadístico, sino que refleja la identidad del equipo bajo el mando de Gil: un conjunto que combina talento joven, como Mateo Gil, con refuerzos estratégicos y una mentalidad competitiva. La prensa y aficionados destacaron el espectáculo de esta actuación, que aprovechó errores defensivos de los Saraperos y condiciones climáticas para marcar una noche histórica en Saltillo.

 

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