OPINIÓN
La realidad de la inteligencia artificial nos alcanzó: El debate sobre su uso en la educación básica

Educación, por Isabel Venegas //
Si el avance tecnológico nos sorprende todos los días, la inteligencia artificial nos rebasa por muchísimas razones; hay quienes piensan, con justa razón, que no estamos preparados para controlar a los robots, y que son ellos –más bien- los que tomarán el mundo entre sus manos.
En principio debemos considerar que, cualquiera de nuestros miedos funciona como el mecanismo que activa todos los sistemas de alerta ante algo que nos puede provocar un daño severo, en ese sentido, además de dibujar en nuestra mente las escenas catastróficas de las películas de ciencia ficción, todo lo que está en juego acerca de los nuevos estilos de trabajo, o la red de sistemas complejos (la salud pública, la política, la economía, etc.), también debe servir para evaluar el impacto positivo, por ende, la conveniencia o no de implementar estos instrumentos.
Ahora bien, la mejor forma que tenemos para enfrentar y atender nuestros miedos, es con el conocimiento; entender de qué se trata y cuáles son las implicaciones reales de su aplicación en la vida cotidiana, es decir, debemos saber cuáles son las diferencias básicas entre el tipo de tecnología programada que hemos estado manejando, y la nueva era que se basa en la comunicación abierta; por ejemplo, un programador en el sentido tradicional, primero que nada debe analizar cuál es el objetivo final, a partir de eso, hará una serie de comandos para que vaya tomando las bifurcaciones de cada condicionante en las acciones que intervienen dentro del proceso, para el caso de la IA, el sistema se nutre a sí mismo, aprende de lo que escucha, y procura ser lo más atento con los detalles narrativos, para asimilar pronto y de forma “naturalista”.
El problema de esto es que si la IA estructura su idioma a partir de las voces que escucha, entonces rápidamente identifica los contenidos más profundos en cada expresión, y se ha visto que es capaz de construir su personalidad con bases de racismo, homofobia, clasismo, etc., y todo esto –tarde o temprano- termina estallando en diálogos de alto contenido violento.
En el año 2020, por ejemplo, se tuvo que apagar el lanzamiento de IA, puesto que había creado su propio idioma, uno más ‘eficiente’ y ‘lógico’ que el inglés con el que había sido entrenada. Según el «Digital Journal», la tecnología desarrolló un patrón de respuestas que, rápidamente dejó de escucharse y traducirse como el inglés; este sería un buen momento para hacer énfasis en que, una computadora no piensa, no tienen maldad, ni bondad y aunque yo suelo hablarle con cariño a mi barredora automática, no con ello significa que se vaya a comportar como la dulce “Robotina” en las caricaturas de los Supersónicos.
Cinco años atrás, también se tuvo que cancelar el desarrollo de la IA, tras un día de haberse echado a andar, en cuanto empezaron a ver las expresiones agresivas con las que estaba desarrollando sus diálogos y “pensamientos”, es decir, la Inteligencia es artificial en el sentido de que no es propia de un ente, de un “ser”, pero es el más puro reflejo de cómo nos desarrollamos los seres humanos, en general, nos deja ver lo que conocemos como “doble moral”. La falsa tolerancia, el respeto estético, o la conmiseración que no se correlaciona con acciones reales, es algo que la tecnología nos está permitiendo observar, razón por la cual seguimos siendo más inteligentes: punto para el ser humano sobre los robots, por la capacidad de observación; será quizá, como cuando una persona de la antigua Mesopotamia tuvo por primera vez un espejo entre sus manos… ¡Qué experiencia tan impactante debió haber sido esa!
Hablar de los comportamientos que esta tecnología ha ido tomando, no es amén de la potente riqueza que esto implica. Una IA puede encontrar caminos de solución ante situaciones complejas, identificar patrones, y acelerar procesos de análisis cuando lo que más se nos escurre entre las manos es ese recurso no renovable: el tiempo.
Ahora bien, ¿cómo es que estamos planteando este debate, cuando hay quienes todavía siguen prohibiendo el uso de las calculadoras en la escuela? En una escala muy reservada, esa herramienta se puede equiparar a la IA, porque permite que los niños resuelvan operaciones más rápidamente, ayuda a que su razonamiento no se quede en el nivel operativo, y que ellos exploren diferentes metodologías en los planteamientos de resolución. Eso no significa que los pequeños estudiantes no observen lo que sucede con las tablas de multiplicar, o cuál es el algoritmo de dividir con dos o tres cifras; pero una vez analizado el procedimiento, no deberían implicarse años de su aprendizaje en la repetición del mismo.
Es decir, muchas veces hemos permitido que las niñas, niños y adolescentes utilicen fichas impresas con las tablas de multiplicar, por no utilizar la calculadora, o que en el bachillerato porten las tablas con las funciones trigonométricas para que “les cueste” trabajo descubrir cuánto es el seno o el coseno de un ángulo, porque seguimos creyendo que, lo que no nos cuesta no tiene valor.
Hoy tenemos ante nosotros un nuevo paradigma, que en realidad no es tan nuevo, pero que hasta la fecha no hemos querido analizar (principalmente en la escuela pública): Debemos materializar el derecho que tiene toda la población de acceder a estas herramientas, que no solo son para facilitarnos la vida, sino para potenciar nuestras acciones del día a día, sin dejar de pensar que el mimetismo con el que se funden a cada uno de nosotros, nos pone una calificación: en realidad no somos tan “evolucionados” como creemos, y al parecer la brecha entre clases sociales, también implica una gran distancia entre lo que decimos y lo que somos.
La calculadora, los lentes, los libros, los cuadernos, etc., son extensiones de nuestro cuerpo, herramientas a las que ya nos acostumbramos y a las que hemos perdido el miedo, tanto como al celular, dispositivo del cual casi, ya no nos podemos desprender. Pensar que podemos introducir una IA a las aulas para que acompañen a los maestros en el diseño de las adecuaciones curriculares, o a los niños en la observación de sus patrones de conducta, no deben ser tema que dejemos para mañana, porque “esa realidad”, ya nos alcanzó.
Mat. y M. en C. Isabel Alejandra María Venegas Salazar
E-mail: isavenegas@hotmail.com
JALISCO
Monopolio del volante: El calvario de los taxis aeroportuarios

-Opinión, por Pedro Vargas Ávalos
En los tiempos actuales y sobre todo en las grandes ciudades, es sustancial el servicio de coches de alquiler. Estos son denominados por lo general como “taxis” y su sinónimo es “carro o coche de sitio”.
El uso común de llamarlos “taxis” es porque originalmente su nombre es el de “taxímetro”, palabra compuesta de las palabras griegas «taxis» (orden o tarifa) y «metron» (medida), es decir, ese es el aparato que mide o debería medir el precio del servicio de transporte prestado por el coche que maneja el taxista, también conocido como conductor de taxis, es decir, el chofer del vehículo de alquiler.
El vocablo «taxímetro» ya casi no se usa, solo la apócope taxi y en algunos lugares, el término “libre”. Aquel aparato es un dispositivo que calcula la tarifa de un viaje basándose en la distancia recorrida, el tiempo transcurrido y si es nocturno o diurno. Por lo tanto, la palabra «taxi» se refiere al vehículo que utiliza ese dispositivo para determinar el costo del servicio.
La vida moderna exigió que las prestaciones de transporte particular se multiplicaran, y así surgieron las plataformas estilo Uber o DiDi. En estas, quien requiere ser trasladado a determinado lugar, llama a la central telefónica de la compañía que prefiere y luego se le informa el precio del traslado pedido, el nombre del conductor y los datos del auto que prestará el servicio.
El pago puede realizarse en efectivo o por tarjeta de crédito. Ordinariamente, estos automóviles son de modelo reciente, con aire acondicionado y un conductor presentable en lo físico y su indumentaria. En los “libres” eso no suele ser igual, dejando bastante que desear.
Los centros de transporte son puntos donde es prioritario obtener el servicio de transporte particular, o en su caso el de tipo colectivo para las personas que no pueden o no quieren pagar más allá de lo que el transporte público cobra oficialmente. Uno de esos parajes son los aeropuertos.
En nuestro país, todo aeródromo cuenta con carros de sitio y, por lo general, no pueden prestar ese servicio las plataformas o taxis que se ubican en las ciudades. En pocas palabras, los que manejan la concesión del servicio aeroportuario de taxis gozan de un monopolio. Y esta clase de estructuras se caracteriza porque explotan un servicio o producto específico y es controlada por una sola empresa u organización.
El artículo 28 de nuestra máxima ley, precisa en su párrafo inicial: “En los Estados Unidos Mexicanos quedan prohibidos los monopolios, las prácticas monopólicas…” y luego agrega en un parte del segundo párrafo, que “la ley castigará severamente, y las autoridades perseguirán con eficacia, toda concentración o acaparamiento… de servicios, que de cualquier manera hagan, para evitar la libre concurrencia o la competencia entre sí o para obligar a los consumidores a pagar precios exagerados y, en general, todo lo que constituya una ventaja exclusiva indebida a favor de una o varias personas determinadas y con perjuicio del público en general o de alguna clase social”. Más claro ni el agua.
Ahora pasemos a reseñar que el servicio desde el aeropuerto (en el caso nuestro, el de Guadalajara) está en manos de una empresa particular. Este organismo con la complacencia de autoridades de toda índole, impiden que una persona pueda solicitar un servicio de transporte particular, a una plataforma de taxis o a los mismos taxistas que operan en algún municipio de Jalisco. Pero de igual manera funciona este servicio en las terminales aéreas del país.
Estos consorcios controladores del transporte del aeropuerto no cumplen con los principios, no tan solo constitucionales que ya anotamos, sino con los que plantean los especializados en el ramo, para mejorar su prestación, pues al no tener competidores, poco les importa mejorar su actividad.
En cuanto al precio que se les debe pagar, no es libre (por lo tanto, lo del taxímetro es una ficción), ya que imponen severas tarifas que forzosamente debe cubrir todo derechohabiente. Luego viene lo peor: no existe la capacidad para brindar un pronto transporte cuyo coste ya fue pagado con anticipación.
Cuando se arriba a la terminal aérea tapatía, si no se tiene un pariente o amigo que acuda para llevarnos a nuestro destino, en vistas del pésimo servicio público que existe, hay que recurrir a los taxis “oficiales” del aeropuerto, y allí a veces nos indican: el tiempo de espera puede ser de una hora.
Durante el aguante correspondiente, consultados algunos viajeros, testimonian que a ellos les ha tocado esperar hasta más de dos horas, por lo que, si abordamos el respectivo coche en una hora o menos, ya es un ventajoso logro.
Consecuencia de lo anterior son los comentarios constantes: ¿por qué el gobierno federal permite que se perjudique a las personas de esa manera? Sobre todo, considerando que es totalmente anticonstitucional lo que hacen los operadores de ese servicio de transporte.
Preguntado alguno de los choferes de tales unidades sobre si los dueños de las unidades en que trabajan son políticos, contestan temerosos “que quizás sí”.
Tal como se estila en toda la república, no sería nada raro que picudos personajes que medran agraviando a la ley y al público estén metidos en este asunto, y claro está, con la condescendencia del gobierno.
La cuestión es que el espacio de los aeródromos es de competencia federal, y por lo tanto esta autoridad protege, contra el interés del pueblo, a los empresarios de los taxis aeroportuarios. Y las multas para el conductor que se atreva a desafiar tal medida son colosales, pues llegan hasta los 54 mil pesos. Por su parte, la Guardia Nacional, muy quisquillosa, está con los ojos abiertos para no permitir que se preste el servicio dentro del área que les corresponde vigilar.
En una reciente protesta frente a la Secretaría de Gobernación, en la capital de la nación, una persona allí presente manifestó: “Pedimos y exigimos que los usuarios tengan la libertad de elegir si toman un viaje por aplicación o un taxi; monopolizan todo”. (El Universal, 19/09/2024). Lo que fundamentalmente se exige es que haya piso parejo para todo taxista, y ello irá en beneficio de la población.
Ojalá que la máxima autoridad de la federación tome cartas en el asunto y acabe con este monopolio de los taxis aeroportuarios, con lo cual salvaguardará la Constitución que los prohíbe, protegiendo -como es su obligación- a los mexicanos y visitantes, que son millones en las terminales aéreas nacionales.
MUNDO
Las clases medias globales, entre la estabilidad y el abismo

-Política Global, por Jorge López Portillo Basave
No todas las clases medias, populares o altas son iguales. Dos pláticas me vienen a la mente al leer los resultados de estudios económicos de Europa y de Asia realizados y publicados por el UBS-Financial Group para analizar la economía y la riqueza de diversos países y regiones segmentando por edad y por riqueza acumulada.
Hace años me decía un amigo cura, quien hablaba 7 idiomas y era doctor en Historia, que el celibato de la iglesia no solo era tema de espíritu, sino también de dinero. No era lo mismo ser la esposa o el hijo de un curita de pueblo que el de un cardenal. Por otro lado, hace unos días, un buen amigo, exitoso empresario cuya familia tiene ideas de izquierda y de apertura total de migración, me platicaba que en su más reciente viaje por Europa fue acompañado por sus dos hijas adolescentes y su esposa. Lo que más les gustó de toda Europa fue Suiza y Luxemburgo “… por ser limpios, ordenados y con edificios y fachadas bien cuidadas”.
¿Qué queremos decir con esto? Empecemos con lo que me decía mi amigo que fue sacerdote desde su juventud hasta los 101 años, cuando Dios le llamó. Es obvio que no es lo mismo ser el cura de San José Obrero en Zapopan que el de la Basílica de San Juan de Letrán en Roma.
Y no es lo mismo vivir en una ciudad en la que la ley se respeta y el esfuerzo se premia a en una zona en la que la pobreza es utilizada como moneda política para mantener el poder a cambio de ser omisos en la aplicación de la ley en contra de delincuentes o de organizaciones delictivas de todo tipo, porque ser pobre no es ser delincuente ni ser rico el no serlo.
Ni el ser rico es sinónimo de abuso o maldad, ni el ser pobre es sinónimode virtud o de martirio. Mi amigo empresario me decía que lo único que sí sintió es que era muy caro, hasta para él, que es clase alta.
Este estudio abarca 2 segmentos: Del 2020 al 2024 y otro solo del 2023 al 2024 en el que se analizaron 26 países de Europa y otro tanto de Asia y de América. En el estudio se vio claramente que en los años 23-24 los países que más mejoraron su clase media fueron Hungría e Italia. Países que en general no son ricos, pero que en los años recientes aplicaron reformas para fomentar el trabajo y bajar la delincuencia. En el mismo estudio se ve que Suiza tiene un promedio de riqueza 3 veces por arriba de Francia y 2 por arriba de Francia. Ojo, no hablamos del ingreso per cápita, sino de la cantidad de activos y pasivos que tienen los adultos en esos países.
Como dije, destacan Hungría e Italia con incrementos en riqueza de 18% y del 15% en comparación con China que bajó 6% en ese mismo periodo o Alemania o Francia que crecieron solamente el 10%. Llama la atención que Suiza haya crecido casi lo mismo que Francia con un cercano 8%. Uno puede decir que cuando estás pobre puedes crecer más rápido porque todo te falta y cuando eres rico ya no hay mucho lugar.
Otros pueden decir que la riqueza se acumula y por eso crece y la pobreza no cede, por eso los pobres no crecen en su acumulación de bienes. Como vemos, estas dos ideas son contrarias. Es verdad que cuando uno está muy mal, cualquier ingreso es representado en un alto porcentaje, y también es verdad que cuando uno es rico, el generar aumentos de porcentaje es más difícil. Por eso es por lo que este estudio resulta tan interesante y me recordó a mis amigos antes mencionados.
Por un lado, vemos que Suiza tiene no solo la cantidad más amplia de clase media y media alta, y claro, de superricos, lo que hace que sus pobres se vean más pobres. Pero Suiza ha cambiado poco en sus políticas y en su población por años. Es decir, es muy estable. Por otro lado, y en el extremo de casi explosión social está Turquía con un 70% de personas con pobreza económica. Muy cerca de ahí están Grecia y otros países de la región. Por su parte, toda Europa del centro-sur tiene niveles de clase media muy baja en comparación con los países que se congelan 8 de los 12 meses del año.
Para mí es evidente que las políticas laxas que premian la pereza y la delincuencia han arruinado a Europa y la llevarán a una mano dura y radicalización. El clima no tan extremo, ha fomentado una migración masiva que no solo importa mano de obra barata, sino que muchas veces importa también costumbres laborales o sociales de dependencia gubernamental, clásica en países colonizados o no democráticos, que por la pobreza y las dadivas controlan a sus poblaciones.
Mi amigo, cuya familia piensa que es compasivo dejar que la gente robe, que los blancos son opresores y causantes de todos los males de África y América Latina o que está bien que millones de personas paguen a traficantes de personas para viajar sin documentos, quedó enamorado de los países que no permiten esas conductas. De hecho, para comprar en Suiza no solo se necesita dinero, sino permiso, y hay ciudades como Ginebra en las que simplemente no hay ventas para los no nativos.
Mi exitoso amigo de raíces tapatías con millones de pesos se pregunta por qué Trump ataca a los inmigrantes mientras que vive en una casa con murallas y armas para proteger sus bienes.
En contraste, otro tapatío decidió tramitar sus papeles para poder trabajar legalmente en Estados Unidos y viajar con facilidad migratoria a todos los países de la región del Pacífico, desde Canadá hasta Rusia y China. Reunió sus papeles, tardó como 4 meses y después esperó otros 3, pero hoy él puede trabajar de manera legal en casi todos los países del Pacífico.
No es tan rico como mi otro amigo, que es también muy trabajador, pero que está dejando a sus hijos creer que el comunismo es la respuesta. El otro tapatío decidió no esperar a ver si de manera ilegal podía trabajar como lo hacen millones de personas en el mundo por necesidad económica, pero también por permisividad de los gobiernos de ambos lados, que los prefieren indocumentados y dependientes.
Así las cosas, ser clase media en China no es lo mismo que serlo en Suiza o en España. Pero las clases medias son las que mueven a las economías y a las naciones. Una clase media más rica permite mayor consumo de valor agregado y demanda servicios de calidad. Una clase alta puede ir a donde quiera a gastar o a buscar calidad o servicios, y una clase pobre solo puede aspirar a comer y a tener servicios que le dé su gobierno a cambio de su voto en una espiral de abuso criminal.
La tristeza es que la democracia se haya puesto la responsabilidad de sacar a la gente de la pobreza cuando eso no es democracia. China bajó su riqueza de clase media de manera pronunciada durante los dos últimos años (8%), pero aun así logró acumular un crecimiento del 20% en el periodo 2020-2024. Esto muestra que la caída de Turquía y de China o Rusia o el alza de Italia, Hungría no fueron un asunto de democracia, sino de forma de gobierno y de educación.
Si usted vive en Turquía, se piensa que la clase media es de $16 mil euros en adelante, mientras que si vive en Suiza, es de $600 mil euros en delante. Todos somos iguales, pero hay unos más iguales que otros. Del 2020 al 2024 en Turquía, la clase económica menos pudiente alcanzó el 70% de la población. Es decir, que el 70% de los que viven allá no tienen ni esos $16 mil euros entre todos sus bienes, desde casa y auto hasta cuentas de banco.
Qué tiene Suiza, que no tiene la Turquía de hoy (por decir, algún país de los que se están empobreciendo). Pues podríamos decir que Turquía tiene mucho más que Suiza y aun así su clase media es 60 veces más pobre y 7 veces más grande, ya que en Suiza solo el 11% de la población está debajo del nivel de clase media, muy cerca del 10% en Alemania.
Por cierto, Alemania, Reino Unido y Francia van por muy mal camino; su clase media se está quedando atrás. No tan mal como Turquía o Grecia, pero mal para lo que eran. Uno puede decir que Rusia o China están en otro problema de guerras y de pleitos, pero Alemania y Francia solo tienen la razón de haberse dejado caer por una mala interpretación de la caridad que raya en la criminalidad.
Si vemos a Hungría e Italia, que están en pobreza en comparación con otros europeos, han mejorado mucho en 2 años al iniciar políticas de legalidad que dan certeza a los particulares, incluso a los delincuentes, de que la ley se aplica.
Si no educamos a las nuevas generaciones para esforzarse, respetar la ley y para exigir calidad, ellos crecerán pensando que les deben dar todo en la mano y que la calidad es para otros. La educación, y no solo la de títulos universitarios, sino la educación en amplio sentido, no solo para los europeos, sino en especial para los mexicanos de aquí y de más allá de nuestras fronteras y, claro, para los que ahora viven en Jalisco llegados desde otros países en busca de un mejor futuro.
LOS PELOTEROS
Garrett Crochet: El rey de las victorias en 2025

-Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac
En el firmamento de las Grandes Ligas, donde las estrellas brillan con luz propia, Garrett Crochet ha emergido en 2025 como un titán del montículo, un zurdo que ha silenciado bates y conquistado corazones en Boston.
Con un récord de 12-4, el máximo ganador y líder ponchador de la MLB en esta temporada, empatado con Freddy Peralta de Cerveceros de Milwaukee, Crochet no solo ha cumplido con las expectativas tras su traspaso desde Chicago, sino que las ha pulverizado, consolidándose como el pilar de una rotación de los Red Sox que sueña con octubre.
Imagina esto: un joven de 26 años, con una recta que acaricia las 100 millas por hora y una cortadora que hace temblar a los bateadores, liderando la liga con 175 ponches en 22 aperturas y una ERA de 2.23 que lo coloca en la élite.
Crochet no es solo un lanzador; es un espectáculo. Su juego completo en blanco contra Tampa Bay el 12 de julio –9 entradas, 3 hits, 9 ponches y cero bases por bolas– fue una obra maestra que evocó los días de gloria de Pedro Martínez.
Este sábado se enfrentó en el Fenway Park al histórico tres veces Cy Young, Clayton Kershaw, se antojaba un buen duelo de pitcheo y el duelo se lo llevó el as de Medias Rojas, superando como los grandes el jonrón inicial del samurai Shohei Othani (el 38 de la temporada) y otro vuelacercas de Teoscar Hernández, para sobreponerse y ser el mandón del juego al ponchar a diez en seis entradas y lograr su victoria 12 en el triunfo de Boston 4-2 sobre Dodgers-
No es casualidad que igualara un hito histórico del legendario dominicano, siendo el segundo pitcher de los Red Sox con 110+ ponches y menos de 30 carreras en sus primeras 17 aperturas.
Lo que hace especial a Crochet esta temporada es su evolución. Tras años lidiando con lesiones, incluida una cirugía Tommy John en 2022, este zurdo ha transformado su arsenal y su mentalidad. Su incorporación de una cortadora letal ha desarmado a los bateadores, mientras su capacidad para lanzar entradas profundas –como las 8 sin carreras contra Baltimore– demuestra una madurez que va más allá de sus años.
Con un WHIP de 1.09 y un dominio que lo tiene en la conversación por el Cy Young, Crochet es el ancla de unos Red Sox que han encontrado en él la chispa para pelear por un puesto de comodín.
Boston apostó fuerte por él, no solo con un traspaso que envió cuatro prospectos a Chicago, sino con una extensión de 6 años y $170 millones, la más grande para un pitcher con menos de 300 entradas en su carrera.
Y Crochet ha respondido con creces, liderando la liga en entradas lanzadas y ponches, superando incluso a figuras como Zack Wheeler. Su decisión de no participar en el Juego de Estrellas para priorizar su salud refleja un compromiso con su equipo y su legado, un gesto que los aficionados de Fenway valoran profundamente.
En una temporada donde los Red Sox buscan redimirse, Garrett Crochet se ha convertido en su estandarte, un señor pitcher que combina talento, corazón y una determinación feroz. Con cada lanzamiento, este zurdo escribe su nombre en la historia de Boston y de la MLB. ¡Cuidado, liga, porque el rey de las victorias está aquí para quedarse!
CHARROS DE JALISCO PELEAN POR UN BOLETO A LA POSTEMPORADA
Los Charros de Jalisco se juegan su pase a la postemporada en una cerrada batalla en la Liga Mexicana de Beisbol (LMB). Con un récord de 41-41 antes del juego del domingo, el equipo ocupa el sexto lugar del standing, empatado con los Saraperos de Saltillo, pero fuera de la zona de clasificación por el criterio de desempate: Saltillo domina en enfrentamientos directos, aunque Charros supera en diferencia de carreras.
Con solo 10 juegos por disputar en el rol regular de 92 partidos, la recta final es crucial. Charros jugará seis encuentros en casa y cuatro en gira, enfrentando este martes, miércoles y jueves a los Tecos de los Dos Laredos (45-37, cuarto lugar) en el Estadio Panamericano. El fin de semana visitarán a los Caliente de Durango (35-48, penúltimo lugar) y cerrarán en casa contra los Dorados de Chihuahua (37-44, séptimo lugar).
Tecos representa el reto más duro, pero Charros es favorito en las series contra Durango y Chihuahua, rivales más débiles, aunque en el beisbol no hay enemigo pequeño.
Bajo la dirección de Benjamín Gil, los Charros necesitan victorias contundentes, especialmente contra Tecos, para afianzarse en el sexto puesto y superar a Saltillo. “No podemos depender de la suerte ni de lo que hagan los Saraperos. Hay que ganar”, afirmó un integrante del cuerpo técnico. La localía será clave para consolidar su posición en esta etapa final.
Con una temporada de altibajos, los Charros buscan cerrar con fuerza para asegurar su boleto a los playoffs, donde los seis primeros de cada zona avanzan. La afición jalisciense espera que el equipo aproveche su ventaja en casa y dé un paso firme hacia la postemporada.