OPINIÓN
Altan Redes: ¡Monumental acierto de AMLO!
Opinión, por Javier X. Hurtado //
El pasado viernes 10 de junio del presente año, en conferencia de prensa desde Oaxaca, el Presidente Andrés Manuel López Obrador dio la confirmación de lo que durante semanas se especuló: el Estado Mexicano, con una inversión de 3,000 millones de pesos (“de los ahorrados”), se convirtió en el socio mayoritario y “salvador” de la empresa Altan Redes que ya acumulaba un adeudo reconocido el ocho de junio por 4 mil 192 millones de UDIS (casi 30 mil millones de pesos).
A este respecto, tres apreciaciones son dignas de comentar:
La primera, sin lugar a dudas tiene que ver la impresionante congruencia con el numeral III de Economía del Plan Nacional de Desarrollo definido como “Cobertura de Internet para todo el país” en el que se establece que: “Mediante la instalación de Internet inalámbrico en todo el país se ofrecerá a toda la población conexión en carreteras, plazas públicas, centros de salud, hospitales, escuelas y espacios comunitarios. Será fundamental para combatir la marginación y la pobreza, y para la integración de zonas deprimidas a las actividades productivas.»
Asimismo, la Estrategia Digital Nacional 2019-2024 (publicada el seis de septiembre de 2021 en el Diario Oficial de la Federación (con una tardanza impresionante con respecto al periodo presidencial que abandera), hizo valer la esencia de lo mencionado en el párrafo anterior en el quinto principio llamado “Principio de Soberanía Tecnológica” que define como: “atribución única de la nación para tomar decisiones sin interferencias externas sobre qué políticas y estrategias se deben de seguir en torno al ámbito digital y tecnológico”.
Del mismo modo, la Coordinación de Estrategia Digital Nacional, en su documento “Proceso de Planeación de la Estrategia Digital Nacional y de la Política Tecnológica”, en su visión y sexto objetivo menciona básicamente lo mismo que el PND y la EDN. Ósea: no fue ocurrencia la inversión en Altan Redes, ya se nos estaba avisado en estos tres documentos.
La segunda, que a mi parecer es de mucha admiración, es la decisión estratégica y planeada de AMLO del “jaque mate” a las empresas de comunicación privadas que han generado a dos de las personas más ricas del mundo (Slim y Salinas Pliego), que aprovechándose del sistema y de que sus estrategias de negocio y enriquecimiento no contemplaban para nada la conectividad de las regiones más marginadas del país, porque no les es redituable.
Por ello, la inversión hecha por nuestro gobierno federal en esta materia de telecomunicaciones, responde al derecho social y humano reconocido en la ONU desde el 2011, así como en la Constitución de nuestro país en su artículo 6º desde el 11 de junio de 2013.
La tercera, tiene que ver con las negritas y cursivas de la decisión de la inversión en esta empresa que desde su creación su principal objetivo es y sigue siendo la “cobertura social” del Internet mediante una red compartida que a la fecha ofrece sus servicios al 71% del país, enfocándose principalmente en crear conexión en esos pueblos y comunidades rurales que Telcel, Telefónica y AT&T, han dejado en el olvido. Insisto: no fue ocurrencia y aplaudo la decisión.
En síntesis, no veamos “monos con tranchetes” en tan atinada decisión que sigue la premisa del principal impulsor del ya reconocido derecho humano de Internet, como lo es Obama, que en 2010 mencionó que «la banda ancha es el gran desafío del siglo XXI en materia de infraestructura» en su propuesta del Plan Nacional de Acceso al Internet al Congreso de su país.
¡En hora buena tan atinada decisión del Gobierno Federal!
OPINIÓN
Especulaciones
Opinión, por Luis Manuel Robles Naya //
La semana anterior, el martes 4 de noviembre, se definieron dos factores de incertidumbre y poco a poco se va definiendo también el perfil de la administración a cargo del Poder Ejecutivo. La elección presidencial en USA confirma el escenario sobre el que habrá de actuar el gobierno mexicano y la resolución de la Suprema Corte sobre la supremacía constitucional, aclara también que para el gobierno federal y su corte legislativa la única ley que les gusta es la de Herodes.
Claro que esto último es una especulación que solo tiene como base una cita bíblica; Mateo: 7-16 “por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?” Especulación también resulta el pensar que con la elección de Donald Trump la relación entre los dos países se tornará más tormentosa.
La especulación algo tiene de elucubraciones, sobre supuestos que pueden o no darse y en este caso las señales serán claras hasta el 20 de enero de 2025, fecha de la toma de posesión. Señales que darán paso a mayores conjeturas, cuando se vaya conociendo la conformación del nuevo gobierno norteamericano y la influencia que en él tendrán los poderes fácticos alineados con la política del triunfador.
El que se haya resuelto la sucesión en el vecino país no destierra la incertidumbre sobre el futuro de dos aspectos cruciales: el tratado comercial TMEC y la migración, particularmente cuando en nuestro país, las reformas implementadas por el anterior gobierno y confirmadas por el actual, generan puntos de conflicto y desconfianza entre las partes.
La parte mexicana parece convencida de que la codependencia vigente en las relaciones de producción y comerciales obligará a los acuerdos pero eso actualmente es pura conjetura. Lo que ha trascendido es que ante una eventual exigencia de adecuar nuestra legislación a los términos comerciales se responderá con la tesis de la soberanía nacional, y no permitir intromisiones en la vida nacional, lo que reforzará la imagen interna del gobernante pero que augura consecuencias no agradables para la parte mexicana
En el plano nacional se advierte la intención de crear un nuevo régimen, las reformas propuestas que están siendo aprobadas velozmente y sin reflexión, denotan que hay fallas graves en el diseño porque está siendo construido sobre bases retóricas ideologizadas aprovechándose de la inmovilidad o indiferencia de la masa social, convenientemente mediatizada con aportaciones pecuniarias.
El discurso oficial intenta convencernos de que el Poder Judicial es corrupto porque no es electo por el pueblo y que una vez que el pueblo decida la justicia cambiará y eso es falso. Es un paralogismo inaceptable, como lo es en sí todo el proyecto que perfila el nuevo régimen que puede ser víctima de sus propias contradicciones.
La falta de un diseño integral que trascienda las ocurrencias de una mente trasnochada enfrenta a la ideología con la praxis y evidencia la improvisación, propia más del interés político particular que del interés nacional. Se pueden hacer escenarios sobre las consecuencias de someter a decisiones políticas las funciones jurisdiccionales, como también imaginar lo caótico que resulta para el organismo electoral resolver la conjugación de la geografía electoral con la jurisdiccional y como pretenden llevar esto al ámbito local sin lesionar la soberanía de los estados, pero todo esto cae en el terreno de la adivinación, esperando que encuentren la forma de resolverlo con el laberinto de leyes dispersas y confusas que están creando.
A poco más de un mes de haber asumido la presidencia, ya parece no haber duda sobre la continuidad de un proyecto construido sobre la repetición tautológica de conceptos como la corrupción, la desigualdad y la lucha contra la difusa imagen del adversario del jefe carismático. Convirtieron la estadística nacional en materia de debate y de sus propias conclusiones hacen leyes con ligereza, con superficialidad programática que las hace frágiles y sobre todo peligrosas.
A la incertidumbre inicial, aun no del todo resuelta, sigue ahora el momento de las conjeturas, de la especulación sobre el incierto cambio al que nos enfrenta un régimen que, sin un ejercicio dialéctico, impone ideología, genera cambios estructurales que configuran un poder político hegemónico, sin alterar la estructura sociológica del país.
Cambia el poder, no la nación, que tendrá que desarrollarse en los próximos años, entre el caos y el ejercicio soberbio del poder de la mayoría electoral. Los métodos y mañas por la que fue obtenida revelan la naturaleza del régimen y desnudan la verdad detrás de la falacia retórica de la cuarta transformación.
El inmovilismo social, la falta de una oposición articuladora de las disidencias, y el debate que no trasciende de la polémica periodística facilitan que las conjeturas sobrepasen a las certezas en esta realidad confusa que estamos viviendo.
NACIONALES
Sin novedad en la corte
Opinión, por Iván Arrazola //
Con la votación en la Suprema Corte de Justicia en la que se desechó el proyecto que proponía declarar inconstitucional una parte de la reforma judicial, se cierra uno de los periodos más críticos en la historia reciente del país. A partir de ahora, para el oficialismo será mucho más sencillo aprobar legislación sin los obstáculos que podría representar una declaración de inconstitucionalidad por parte de la corte.
La percepción general tras los diversos episodios ocurridos desde la victoria de Morena el 2 de junio, es que todos los actores involucrados han sucumbido a las presiones: algunos se alinearon al servicio del régimen, mientras que aquellos que se opusieron vieron como sus esfuerzos resultaron infructuosos.
Primero fue el Instituto Nacional Electoral (INE) y el Tribunal Electoral quienes, a pesar de las ambigüedades en la ley que podrían haber permitido una revisión a fondo, declararon válido el reparto de legisladores. La magistrada Janine Otalora fue la única que votó en contra de la asignación alegando que con ese reparto se distorsionaba la votación real. De hecho, desde hace tiempo, tres magistrados habían buscado destituir a Reyes Rodríguez de la presidencia del Tribunal Electoral, apoyándose en el frágil argumento de una supuesta «pérdida de confianza». En última instancia, estos magistrados parecieron actuar en favor de decisiones alineadas con intereses del régimen.
Por su parte, la mayoría de los consejeros del INE defendieron su posición basándose en el débil argumento de que el reparto de escaños había seguido el mismo esquema en elecciones anteriores, intentando con ello justificar la legalidad de su decisión. Esta postura, sin embargo, generó controversia, pues aparentó ser un esfuerzo por legitimar su decisión sin abordar las posibles inconsistencias legales de fondo.
Luego llegó el turno de las cámaras legislativas. En la Cámara de Diputados era evidente que no habría obstáculos para aprobar la reforma judicial, ya que contaban con la mayoría necesaria. Sin embargo, lo más lamentable ocurrió en el Senado, donde algunos senadores de oposición protagonizaron actuaciones poco creíbles. El senador Yunes Linares, del PAN, inicialmente alegó problemas de salud como excusa para ausentarse, pero luego se unió al bloque oficialista para votar a favor de la reforma judicial, justificando su cambio de postura con el argumento de que, en ejercicio de su libertad, había decidido alinearse al oficialismo, otorgando así el voto 86 que necesitaban para aprobar la reforma.
A este esfuerzo se sumó el senador Daniel Barreda de Movimiento Ciudadano (MC) por Campeche, quien también se ausentó de la sesión argumentando que acompañó a su padre a rendir una declaración. En última instancia, independientemente de las razones alegadas, estos legisladores decidieron apoyar al oficialismo, dejando de lado los principios y la responsabilidad que asumieron con el electorado que votó por ellos rechazando las propuestas de Morena.
Finalmente, en la Suprema Corte, el ministro Alberto Pérez Dayán decidió votar en contra del proyecto de Juan Luis González Alcántara, argumentando: “Resolver en el sentido que propone la propuesta sería… responder a una insensatez llevada irresponsablemente al texto supremo con otra insensatez equivalente al forzar el ejercicio de una facultad que no me fue conferida en el conocimiento de una acción de inconstitucionalidad”.
Sin embargo, la perspectiva reduccionista y centrada exclusivamente en el aspecto legal de Pérez Dayán le impidió reconocer que lo que estaba en juego iba más allá de las atribuciones específicas de un ministro de la corte; se trataba de proteger la división de poderes y los derechos de la ciudadanía. Con su voto en contra, Pérez Dayán cerró la última oportunidad de llevar a cabo una revisión más profunda de la reforma judicial, eliminando la posibilidad de un debate exhaustivo que abordara sus implicaciones constitucionales y su impacto en el sistema de contrapesos democrático del país.
Después de la votación en la corte, la presidenta Claudia Sheinbaum declaró: “Triunfan el pueblo de México, la Constitución y el estado de derecho, pero también imperan la razón frente a la sinrazón, la cordura frente a la locura”. Estas palabras quedarán marcadas en la historia del país, no por el triunfo de la justicia, sino como un reflejo del deterioro de los principios democráticos y la imparcialidad en el ejercicio del poder.
Este momento será recordado como uno en el que el desprecio por el estado de derecho y la obstinación por concentrar el poder llevaron a México a una situación preocupante, en la que el equilibrio y la justicia quedan en riesgo.
La falta de imparcialidad y la politización de las instituciones crean un panorama en el que las decisiones legales y de justicia estarán más sujetas a los intereses del régimen que a los principios constitucionales, lo cual aumenta la posibilidad de injusticias y abusos de poder. Este será el ominoso legado de Claudia Sheinbaum a la endeble justicia en México.
MUNDO
Kamala Harris atenta a 2028: Trump ganó voto popular y hace historia con las minorías
Política Global, por Jorge López Portillo Basave //
Ya sabemos que Trump ganó. Pero hay detalles que usted debe saber y posibilidades que debe tener encuentra para que no juzguemos a la ligera lo que sucedió allá en EUA la semana pasada.
Primero me gustaría recordar que en nuestro país hay gente que lo admira y otros que lo detestan. Me llama la atención que en algunos círculos políticos y de medios utilicen la elección como un presagio de problemas para la actual presidenta. Eso dependerá mucho de nosotros o más bien de ellos los que están en el poder y no solamente de él.
Como se demostró cuando Trump fue presidente, es muy rudo y grosero, pero llega a acuerdos, no solo reformó el TLC, sino que logró los acuerdos más importantes en 50 años en Oriente entre judíos y musulmanes. Mi comentario va más enfocado en los críticos de la 4T que incluso en el 2016, 2020 y 2024 pidieron apoyar a Hillary, Biden y a Kamala y ahora festejan que al ganar Trump será rudo con la actual administración.
Como ejemplo de civilidad Biden recibe a Trump quien será el 47º presidente de EUA el miércoles y Kamala, aunque con la normal molestia, ha dicho que ayudará en la transición, ambos con una actitud pública diferente a la de Trump en el 2020, claro en privado seguro será como fue en el 2016 cuando le dejaron esqueletos que después salieron a la luz. Trump será el segundo hombre en la historia de EUA en ser recibido por el presidente saliente para darle la bienvenida como expresidente y futuro presidente.
Como lo he dicho aquí desde el 2020, Stephen Grover Cleveland fue el otro presidente en 1885, quien perdió la reelección y 4 años después ganó nuevamente en 1893. Lo curioso es que en el 2020 Trump tenía una foto de ese presidente en la oficina de la Casa Blanca ya que ese presidente fue también empresario de los bienes raíces como lo es Donald y como dato histórico adicional, Cleveland fue el primer presidente de EUA que provenía del Partido Demócrata años después de la guerra civil. Como usted sabe la guerra civil fue encabezada por los sureños del Partido Demócrata y del Ku-Klux-Klan en contra de los norteños del Partido Republicano encabezados por el presidente Abraham Lincoln.
Pero yo lo he dicho antes, creo que ninguno merecía ganar por la cadena de errores que ambos cometieron. Lo evidente es que la mayoría de los ciudadanos de EUA prefirieron al monstruo naranja que logró avances económicos muy importantes del 2016-2020 y que no inició ninguna guerra durante su periodo o permitió que los pleitos regionales se llevaran a las armas como ahora es en Ucrania e Israel, que a la continuidad del modelo económico y diplomático demócrata que representa la Vicepresidente Kamala Harris quien nunca quiso decir qué habría hecho distinto si hubiera estado en los zapatos de Biden del 2020 al 2024.
Esto último es el eje por la que Trump ganó, no solo su buen antecedente económico y diplomático del 2016-2020, sino que la gente de EUA está muy molesta por la situación económica de la clase media y media baja.
Los demócratas encabezados por Kamala y 100 días antes por Joe Biden perdieron esta elección. A continuación, daremos algunos datos que tal vez nos recuerden que la propaganda o la fama tienen límites tanto a favor como en contra, pero lo que la gente no tolera es morirse de hambre.
Los pesares de la izquierda y de sus aliados no dejan de asombrar, algunos profesores de la gloriosas y antes respetadas Universidades de Harvard, George Washington y Princeton dieron el día libre a los estudiantes molestos por la victoria de Trump, extendieron fechas para entregar tareas o exámenes y tomaron otras medidas como abrir centros para atención emocional con galletas, leche y bebidas gratuitas, para consolar a los alumnos que se sentían mal por el resultado de la elección.
Algunos estudiantes judíos dijeron que las universidades de élite tenían un doble estándar, argumentando que esas acciones no ayudaban a que los estudiantes enfrentaran la realidad, recordando que cuando Israel fue atacado por Hamas en el 2023 nadie dio días de ajuste para los estudiantes de esa fe o nacionalidad. Esto muestra que muchos jóvenes o profesores están acostumbrados a recibir trato de víctimas en algo que es un proceso democrático.
Pero el fondo de la elección puede resumirse en números de economía, confianza, minorías cambiando de bando y de edades. Esto nos ayudará a ver si Trump ganó por racismo o porque la gente no quiso más del actual modelo. Primero veamos los temas menores pero que dieron fuerza al tema obvio que es la economía. Hace 8 días comenté en este espacio que el 75% de los electores decían que el país estaba en el rumbo incorrecto. Se dio a conocer que el 8% de los electores no estaban contentos con ninguno de los dos candidatos pero que de ese 8% dos de cada tres decidieron votar por Trump. Esa es la casi exacta cantidad de los votos que Trump tiene por arriba de los que tiene Kamala.
Los números también indican que la diferencia de mujeres a favor de Kamala fue de 9% es decir menos que la de Hilary o Biden, mientras que la diferencia de hombres a favor de Trump fue de 13%. En ese sentido de ver a los electores por raza, sexo o religión encontramos que en varios estados o zonas latinas Trump ganó con más de un 50% de los votos, de hecho, en la región fronteriza hay zonas con el 75% de latinos en las que desde hace 120 años no había ganado un republicano y Kamala perdió varias de esas en Nuevo México, California, Texas, Arizona y Nevada.
Trump llegará a los mismos votos que en el 2020 pero Kamala tendrá casi 13 millones de votos menos que Joe Biden, pero también tuvo menos votos que Obama en 2008.
En Nueva York y Nueva Jersey la diferencia de Kamala fue la mitad de la diferencia de Biden Vs Trump. En el voto judío y musulmán también se vio como los demócratas perdieron porcentajes importantes de los electores. Pero ya entrando en materia que es la economía y la inseguridad habrá que decir que la ventaja de Trump pudo ser mucho mayor de no ser por sus propios errores que al parecer fueron menores a los del otro lado.
Los electores que ganan menos de $50 mil dólares anuales, es decir clase baja, votaron por Trump más que por Kamala, los que ganan menos de $100 mil y más de $50 votaron por Trump 52-46. En los que ganaban más de $100 mil al año es decir clase alta votaron 55% a favor de Kamala y 40% por Trump. Es decir que fue la clase media la que no quiso más del modelo económico y de seguridad pública de Kamala.
Recordemos que en el 2020 la inflación estaba en menos de un 2% y en los últimos tres años alcanzó un 30% acumulado. Recordemos que Kamala apoyó la propuesta 47 cuando fue abogada general de California antes de ser senadora hace 8 años. Esa propuesta llamada “comunidades seguras” permitía que robos menores a $999. dólares fueran tratados con menos severidad que saltarse un semáforo. Esa política fue copiada en otras ciudades y estados demócratas lo que desató del 2020 a la fecha una ola de robo hormiga que según estadísticas llega a los $14 mil millones de dólares anuales.
Esta política, sumada a la inflación, hacia muy difícil a los dueños de pequeños negocios poder mantenerse en pie porque esos negocios no podían soportar robos diarios de miles de dólares en mercancía. Esos negocios en la mayoría de los casos son propiedad de minorías negros, hispanos, árabes, judíos y mujeres solteras. Digamos que en varias ciudades de EUA como San Francisco, Los Ángeles, NY, Chicago, Seattle y otras el robo fue legalizado y a las víctimas incluso transeúntes se les dijo que ese robo era aceptable como parte de una reparación por los abusos en contra de los pobres. Para quedar claros se volvió un estilo México en donde uno sale y no sabe con cuánto regresará y si la tiendita de la esquina tendrá lo que queremos o habrá cerrado por tantos asaltos.
En ese sentido, según los datos el 60% de los empleos de EUA son creados por mini empresarios, esos de los que Kamala decía iba a subir los impuestos del 20% al 30%. Según los datos estadísticos esos mini negocios y su índice de confianza se encuentran en los niveles más bajos solo similares a los del 2020 a mediados de la pandemia. Por cierto, ese mismo índice de confianza de los microempresarios estaba en el 2019 en el nivel más alto desde su creación allá por el año 1950.
Ese nivel de positivismo solo fue tan alto con Ronald Reagan y el punto más bajo se dio en octubre de este 2024 cuando llegó a un 15% de confianza. De hecho, el mensaje de Regan y de Bill y ahora de Trump es un mensaje pro pequeña empresa y desregulación lo que contrasta con el mensaje del partido demócrata.
Hablando de dinero las campañas de EUA costaron $16 billones de dólares. Una locura de dinero de la que Kamala gastó $1 mil millones de dólares vs Trump que gastó como $600 millones. A pesar de esa gran diferencia, desde hace más de 20 años un republicano no ganaba el voto popular. Por cierto, me llama la atención que la derecha en México que incluso pidió campaña en contra de Trump celebre que, en la victoria de Trump, Morena enfrentará una presión por arreglar temas como el narcotráfico.
Ya hablaremos de los primeros pasos que Trump ha prometido llevar en su segunda administración como la eliminación de impuestos al retiro, a las propinas y bajar los impuestos a los negocios del 20% al 15% algo similar a lo que hizo en el 2018 cuando los bajo del 30% al 20%. Por lo pronto otro dato histórico como el del índice de confianza de los pequeños empresarios, es el dato de la bolsa de valores -Dow Jones- que alcanzó su alza más grande en un día de elecciones, récord que llevaba 140 años. Un alza similar solo de vio en los días en los que se concluyó la segunda guerra mundial. Así es, en números Trump parece ser muy bueno, pero ya veremos si lo logra.
Finalicemos con lo que parece ser natural. Trump no es el primer político que al perder una elección lo intenta de nuevo. Es uno de los dos que gano, luego perdió y luego gano de nuevo la Casa Blanca, pero ha habido otros que se lanzaron y perdieron y luego se lanzaron y ganaron. El caso más claro es en los 60s Nixon vs Kennedy, Reagan y claro Biden 3 veces perdedor. De hecho, Kamala perdió las internas en el 2020 vs Biden. Pero ahora Kamala tiene ya fama, poder y claro capacidad para generar dinero en cantidades monumentales.
Obama decía allá en el 2012 … “las elecciones tienen consecuencias” pero algunos gobernadores demócratas dicen que serán un frente contra las políticas del Trump. Digamos que suenan poco democráticos. Pero puede ser que esos políticos estén buscando posicionarse para el 2028.
Así las cosas, Kamala estará atenta a Trump para ver si regresa en el 2028 pasando por la gubernatura de California en el 2026. Otros la han propuesto como ministro de la Suprema Corte de EUA, para esto último tendrían que pasar dos cosas. Uno, la ministro Sotomayor quien ya es grande debería renunciar en estos días para que Biden en menos de 30 días proponga a Kamala y dos, que logre que el Senado la vote antes de que el Senado pase a manos de los Republicanos el 6 de enero o claro de que Trump entre el 20 de enero.
Ya veremos si Kamala se lanza por California, pero obviamente es una mujer con futuro si decide utilizar su capital político cosa que Hillary no hizo. La derrota es huérfana y hoy todos evaden sus responsabilidades por la derrota, pero en la derrota también se puede aprender, como pasó a Trump en el 2020.
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