LOS PELOTEROS
El estadio de los Yankees; la despedida de Lou Gehrig

Estrellas del Beisbol, por Héctor Barrios Fernández //
Ningún estadio en la historia del béisbol ha estado tan estrechamente relacionado con un jugador como en el caso del estadio de los Yankees con Babe Ruth.
Aunque el estadio ha dado testimonio de extraordinarias hazañas de Lou Gehrig, Joe DiMaggio, Mickey Mantle, Derek Jeter, Mariano Rivera y otras leyendas, es conocido como “la casa que Ruth construyó.”
Esto es algo irónico dado que Ruth había tenido sus mejores temporadas mientras jugaba en el Fenway Park de Boston en 1918 y en el Polo Grounds en 1920 y 1921.
Pero las necesidades de un lugar para exhibir adecuadamente las explosiones del Bambino, condujeron directamente a la construcción del Yankee Stadium y ningún otro jugador en la historia ha influido tanto en la construcción de un estadio como lo hizo Ruth.
Los Yankees fueron inquilinos de los Gigantes en el Polo Grounds de 1913 a 1922.
Durante gran parte de la segunda década del siglo XX, los Yankees fueron un equipo perdedor y los Gigantes estaban felices de aceptar los 65,000 dólares por el pago anual de la renta por jugar en el Polo Grounds.
Pero Ruth llegó en 1920 y los Yankees comenzaron a atraer a las grandes audiencias.
Los Gigantes pronto los desalojaron de su estadio.
Para comenzar los Gigantes estaban molestos por lo ruidoso y de no muy buenos modales que eran los seguidores de los Yankees.
En 1922 el dueño de los Yankees Jacob Ruppert compró un aserradero de la familia Astor en el Bronx por la cantidad de 675,000 dólares.
La propiedad no solamente ofrecía un gran lugar para un estadio, sino también una oportunidad para fastidiar a su rival los Gigantes, puesto que el Polo Grounds estaba al otro lado del Río Harlem.
Ruppert contrató a la compañía Osborn de Cleveland para diseñar el estadio.
En un período de nueve meses, 3 millones de pies de madera, 20,000 toneladas de concreto y 3,100 toneladas de acero fueron puestos para construir lo que fue en ese tiempo el estadio deportivo más grande jamás edificado.
De hecho, el estadio de los Yankees fue la primera instalación para béisbol en ser llamada “estadio,” una palabra tomada de los grandes palacios deportivos de la antigua Grecia y Roma.
Entre las características únicas del estadio de los Yankees, estaba una bóveda subterránea de 15 pies de profundidad justo debajo de la segunda base.
Este salón escondido se usaba como local para el telégrafo, teléfono y cables eléctricos que permitieron que el estadio fuera fácilmente reacondicionado para otro tipo de eventos como peleas de box.
El exterior del estadio de los Yankees presentaba varios diseños en terracota, incluyendo un sello de un águila tomando algunos bats.
En el interior, el elemento visual fue un friso decorativo de 15 pies de alto, incorrectamente llamado “fachada” que abarcaba el techo de las tribunas desde uno de los postes de “foul” hasta el poste del lado contrario.
El friso de cobre, el que desafortunadamente pronto se puso de color verde al poco tiempo de ser construido, parecía evocar el pasado griego y romano.
Los trabajadores estaban poniendo los toques finales al estadio cuando se desarrolló el primer juego el 23 de abril de 1923 ante 74,200 aficionados, entonces un record de asistencia en la Ligas Mayores.
EL PRIMER JUEGO
Los trabajadores estaban poniendo los toques finales al estadio cuando se desarrolló el primer juego el 23 de abril de 1923 ante 74,200 aficionados, entonces un record de asistencia en las Ligas Mayores.
El primer cuadrangular en el estadio, muy oportunamente fue conectado por Babe Ruth, un batazo que produjo tres carreras que ayudó a que los Yankees se alzaran con la victoria sobre los Medias Rojas de Boston.
Después de una docena de temporadas con los Yankees, Ruth había bateado para .349 con 259 cuadrangulares en la casa que precisamente Ruth construyó.
Entre el home plate y el poste de foul del jardín derecho había a solamente 295 pies de distancia.
Durante la primera temporada del estadio, el equipo llevó más de un millón de aficionados.
Los Yankees ya tenían una considerable ventaja financiera sobre sus competidores, además ésta creció al jugar en ese fabuloso estadio y el equipo construiría también una larga dinastía al invertir en salarios para sus jugadores y un sólido sistema de granjas.
MOMENTOS INOLVIDABLES
Las diferentes áreas que componían el estadio fueron testigos de incontables momentos inolvidables en la historia del béisbol.
Sobre el pasto en las profundidades del jardín central, Al Gionfrido en un famoso robo, se quedó con una pelota a batazo de Joe DiMaggio que se iba de cuadrangular en la Serie Mundial de 1947.
Por la esquina en el jardín izquierdo, Sandy Amorós realizó una extraordinaria atrapada en 1955 para que los Dodgers de Brooklyn conquistaran su primer y único campeonato en esa ciudad.
En el graderío atrás del jardín derecho, un jovencito atrapó la pelota con la que Roger Maris conectó su cuadrangular 61 en 1961, rompiendo el record de 60 de Babe Ruth.
INSTALAN RING
En la parte media del infield, un ring para peleas de box fue instalado, en donde se dieron peleas para la historia, incluyendo una histórica entre Joe Louis y Max Schmeling llevada a cabo en 1936 y su revancha en 1938.
El amplio territorio de foul atrás del home, fue donde Babe Ruth en 1947 ofreció una emotiva despedida a los aficionados Yankees, su voz muy debilitada debido al cáncer en la garganta que pronto le quitaría la vida.
Por supuesto en la loma de los disparos fue en donde Don Larsen en 1956 lanzó el único juego perfecto en la historia de las Series Mundiales.
HONRAR A LOU GEHRIG
Ningún evento en el estadio de los Yankees fue tan emocionante como la ceremonia para honrar a Lou Gehrig en el receso de un doble juego en 1939.
Dos meses antes de eso, con sus habilidades motrices muy debilitadas, Lou Gehrig se había borrado de la alineación después de haber jugado 2,130 juegos consecutivamente.
Pronto moriría de una rara enfermedad que hasta hoy lleva su nombre. Aunque en ese tiempo los aficionados no estaban completamente conscientes de las dimensiones de la enfermedad de Gehrig.
Por esa razón el mismo Gehrig, su esposa y los doctores se mantuvieron prácticamente en la oscuridad con respecto a su muerte inminente.
Pero Gehrig pudo leer entre líneas y sabía que algo terrible estaba pasando cuando se paró frente al micrófono ese 4 de julio, leyendo de manera precipitada un discurso garabateado atrás de un sobre. “Ustedes han estado leyendo acerca de un mal momento” dijo ant 61,000 aficionados que asistieron al estadio de los Yankees.
“Pero ahora, me considero el hombre con más suerte en la faz de la tierra.
He estado en los parques de pelota por 17 años y nunca he recibido nada más que muestras de amabilidad y ánimo de parte de Ustedes los aficionados… podría haberme dado un descanso, pero tengo mucho por lo cual vivir.”
Un mes después de su muerte, los Yankees colocaron un monumento a Gehrig en el campo de juego, exactamente en lo profundo del jardín central, el lugar en el que llegó a ser parte del Parque a los Monumentos, un jardín del recuerdo de grandes celebridades Yankees del pasado.
Espero sus amables comentarios en: info@beisboldelosbarrios.com
LOS PELOTEROS
Íñigo González Covarrubias: “Charros de Jalisco: Forjando un legado con afición y ambición”

– Por Gabriel Ibarra Bourjac
En el vibrante Estadio Panamericano, los Charros de Jalisco han encendido la pasión de su afición, que con más de 10,000 gargantas llenando las gradas en días laborales, impulsa al equipo hacia la gloria en la Serie de Campeonato 2025 de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB).
Con una ventaja de 2-0 sobre los Sultanes de Monterrey, el equipo dirigido por Benjamín Gil se prepara para los duelos en el Palacio Sultán.
En entrevista con Iñigo González Covarrubias, presidente de Charros, se revela el motor detrás de este proyecto: una visión audaz, una afición entregada y un compromiso con el béisbol de calidad.
P: ¿Cómo percibes el desempeño de Charros y la respuesta de la afición en esta serie contra Monterrey, con ventaja de 2-0?
Iñigo González: Estoy muy contento. La afición es única, llenando el estadio con más de 10,000 personas, incluso entre semana. Comparada con la Liga del Pacífico, nuestra afición es apasionada y está creciendo, consolidando una base sólida de seguidores en Guadalajara que vive el béisbol con un cariño excepcional.
P: ¿Qué significa para la directiva mantener dos equipos de béisbol en Jalisco, algo único en México?
Iñigo González: Es un reto que abrazamos con pasión. Mi familia y yo pensamos en grande, ofreciendo más de 100 juegos al año entre temporada regular y playoffs, que ya son tradición. No es nuestra primera aventura, pero este proyecto refleja un equipo de trabajo sólido, comprometido con llevar béisbol de élite a Jalisco.
P: ¿Cómo se materializa el compromiso de Charros con la afición y la ciudad?
Iñigo González: Buscamos una organización profesional que inspire. Desde el primer día, soñamos con una comunidad donde los jugadores vean a Guadalajara como su hogar, para ellos y sus familias. Queremos béisbol de calidad con equipos competitivos que enorgullezcan a Jalisco en ambas ligas, fortaleciendo la identidad de la ciudad.
P: Con la serie trasladándose a Monterrey, ¿qué esperas de los próximos juegos?
Iñigo González: Vamos con todo. Queremos ganar en Monterrey, empezando este miércoles. El equipo está fuerte, competitivo y listo para avanzar. Confiamos en nuestro proyecto y en la afición que nos respalda para seguir haciendo historia.
Un proyecto con raíces profundas
La visión de González trasciende el terreno de juego. Charros no solo busca victorias, sino construir un legado en Guadalajara. Con más de 100 juegos al año, el equipo se ha convertido en un referente nacional, siendo la única ciudad con dos escuadras de béisbol profesional.
Este esfuerzo, respaldado por una directiva apasionada y una afición inquebrantable, posiciona a Charros como un símbolo de orgullo jalisciense, listo para conquistar la Serie del Rey.
CARTÓN POLÍTICO
Edición 805: Entrevista a Mirza Flores: «La silla del poder es prestada; no olvidemos de dónde venimos»
Si prefiere descargar el PDF en lugar de leer online: CLICK AQUÍ
Lectores en teléfono celular: Para una mejor lectura online, girar a la posición horizontal.
LAS CINCO PRINCIPALES:
Arranca el Sistema Estatal de Participación Ciudadana en Jalisco
La corrupción urbanística: Valle de los Molinos y Colomos III
LOS PELOTEROS
Hacia el título de la Zona Norte de la LMB: ¡Qué forma de pelear de Charros!

– Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac
En un vibrante arranque de la Serie por el Campeonato de la Zona Norte de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB), los Charros de Jalisco se impusieron 11-9 a los Sultanes de Monterrey en un duelo cargado de adrenalina en el estadio Panamericano.
Bajo la dirección de Benjamín Gil, los caporales demostraron su garra, superando momentos críticos para tomar la ventaja en esta final. Este triunfo consolida a Charros como un equipo “irrespetuoso” en la postemporada, tras eliminar a Algodoneros de Unión Laguna y ahora desafiar al líder de la temporada regular, Monterrey, en un juego que mantuvo a más de 10 mil aficionados al borde de sus asientos.
UN JUEGO DE EMOCIONES EXTREMAS
El encuentro del domingo en Zapopan fue un auténtico carrusel de emociones. Charros tomó una ventaja temprana, liderando 7-1 tras tres entradas y 8-2 en la cuarta, gracias a una ofensiva explosiva.
Sin embargo, el beisbol, donde nada está escrito, mostró su imprevisibilidad cuando Sultanes respondió con un rally de seis carreras en la quinta entrada, empatando el marcador 8-8.
La tensión en el estadio Panamericano era palpable, con la afición jalisciense conteniendo el aliento ante un juego que parecía escaparse. Pero la magia llegó en la séptima entrada con un jonrón de dos carreras de Josh Fuentes, con Kyle Garlick en base, que desató el júbilo y marcó el camino al triunfo.
Una carrera adicional de Mateo Gil en la octava dio calma, y Trevor Clifton cerró la novena con el out 27, asegurando el 11-9.
CHARROS PEGA PRIMERO
Desde el inicio, Charros mostró su poder ofensivo. En la primera entrada, Sultanes se adelantó con un sencillo de Ramiro Peña que permitió a Gustavo Nuñez anotar.
Jalisco respondió en la segunda con un doble de Kyle Garlick, empujando a Willie Calhoun, y un wild pitch de Nolan Kingham que Mateo Gil capitalizó para el 2-1.
La tercera entrada fue clave: un rally de cinco carreras liderado por Calhoun, cuyo contacto permitió a Johneshwy Fargas anotar, seguido de un imparable de Gil que remolcó a Michael Wielansky, un extrabase de Dwight Smith Jr. que impulsó a Calhoun y Gil, y un hit de Carlos Mendivil que llevó a Smith al home, colocando el 7-1.
En la cuarta, Monterrey descontó con un jonrón solitario de Josh Lester (7-2), pero Charros recuperó la ventaja con un doble de Mateo Gil que envió a Wielansky a la registradora, marcando el 8-2.
UN VUELCO INESPERADO
El juego dio un giro dramático en la quinta entrada. Sultanes fabricó seis carreras, aprovechando errores defensivos de Charros. Un sencillo productor de Cristopher Escárrega, un error en primera base, un imparable de Lester y un jonrón de tres carreras de Víctor Mendoza igualaron el marcador 8-8.
La afición, que había celebrado la ventaja inicial, sintió la presión de un “juego nuevo”. El sexto inning transcurrió sin anotaciones, aumentando la incertidumbre, hasta que Fuentes rompió el empate con su jonrón en la séptima, desatando la euforia en Zapopan.
En la octava, Monterrey volvió a apretar con un hit de Núñez que acercó el marcador a 10-9, pero el fly de sacrificio de Gil en el cierre aseguró la carrera 11, dando margen al pitcheo albiazul.
EL CARÁCTER DE CHARROS
Esta victoria refleja el espíritu combativo de Charros en la postemporada. En el séptimo juego contra Algodoneros, con dos outs y un marcador adverso de 4-3, Willie Calhoun conectó un jonrón milagroso con Mateo Gil en base, asegurando el pase a la final de la Zona Norte.
Ese carácter “irrespetuoso”, como lo describe Gil, les permitió superar a Monterrey en la primera ronda (4-3) y ahora pegar primero en la serie final. La capacidad de remontar, combinada con una afición apasionada, hace de Charros un equipo que emociona y desafía expectativas.
PITCHEO BAJO PRESIÓN
Zac Grotz abrió con solidez, pero errores defensivos en la quinta lo sacaron tras cuatro entradas, permitiendo siete hits y seis carreras, con tres ponches y un ERA de 3.46. El relevo fue crucial: Stephen Gonsalves, Jake Jewell, Miguel Aguilar, Rafael Córdova y Sasagi Sánchez (ganador) contuvieron a Sultanes, mientras Trevor Clifton se apuntó el rescate al cerrar la novena.
Este bullpen resiliente fue clave para apagar la ofensiva regiomontana en los momentos decisivos.
HACIA EL TÍTULO DE LA ZONA NORTE
Este primer juego marca el tono de una serie intensa contra Sultanes, un rival formidable que lideró la temporada regular. Charros, con figuras como Calhoun, Fuentes y Gil, y un pitcheo oportuno, se perfila como un contendiente serio.
La afición jalisciense, que llenó el Panamericano, espera más capítulos épicos en esta postemporada, donde el equipo albiazul busca consolidarse como el orgullo del “deporte rey”.
EPÍLOGO
Los Charros de Jalisco iniciaron la Serie por el Campeonato de la Zona Norte con una victoria épica que refleja su espíritu indomable. En un estadio vibrante, demostraron que en el beisbol nada está escrito, y con batazos clave de Josh Fuentes y un pitcheo sólido, están listos para pelear por el título. Jalisco vive la pasión del beisbol, y Charros promete seguir emocionando en su camino al campeonato.