LOS PELOTEROS
Mariachis debe ser campeón

Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac //
¡Qué gran temporada ha tenido Mariachis en su primer incursión en la Liga Mexicana de Beisbol!
Con un calendario de 66 juegos, Mariachis quedó de super líder con 46 victorias y 17 derrotas, para ser el primer lugar en la División Norte, donde superó con amplia ventaja a los siempre competitivos Toros de Tijuana, cuyo propietario Alberto Uribe, permanentemente está en la búsqueda de cómo ser el número uno.
Pero Toros fue superado ampliamente por Mariachis de Guadalajara al sacarle ventaja de 7 juegos (40-25) durante el rol regular, mientras que a Saraperos de Saltillo en tercero a 11 juegos (36-30). Y el campeón Monclova con 35-31 a 11 juegos de Mariachis.
Mariachis también superó a Diablos Rojos del México, el líder en la Zona Sur que quedó con maca de 41-23 con Tabasco en segundo lugar a 6 juegos de ventaja.
Mariachis se enfrentó a los mejores equipos y a todos los dobló. Por ejemplo a Toros, en las tres series que se enfrentaron, las tres las ganó el equipo de Guadalajara; igual pasó con Diablos, Saraperos, Acereros, entre otros.
LÍDERES Y ESTADÍSTICAS
Los números no mienten y son indicadores muy claros de lo que es este gran equipo, que armó la directiva con el trabajo que hizo en el que Francisco “Pollo” Mijarez fue el personaje clave y por supuesto la conducción del timonel Benjamín Gil con su equipo técnico que tuvieron la inteligencia para poder articular un equipo nuevo y se pudiera además generar un ambiente de cordialidad y armonía con figuras como Adrián “Titán” González, Jesse Castillo, Leo Heras, Niko Vázquez.
Hacía muchos años que no habíamos sido testigos de ver un equipo tan completo.
Sin duda Mariachis sorprendió a propios y extraños. El liderazgo y buen talante del joven empresario Fayo Tejeda Palacios que hizo mancuerna con Calo Valenzuela, se ha plasmado en resultados al poder integrar un conjunto partiendo de cero que es lo más difícil y es más factible que termine en desastre.
No fue así, Fayo tuvo la inteligencia y sensibilidad de sortear los obstáculos que se fue encontrando en el camino, empezando por la forma como se dio el anuncio del nacimiento de Mariachis que hizo el Presidente López Obrador un día equis desde Palacio Nacional.
La sorpresa fue mayúscula. ¿Cómo que en Jalisco habrá otro equipo de beisbol profesional llamado Mariachis? ¿Y qué pasa con Charros? -se preguntó mucha gente, desconociendo que se trata de dos ligas muy diferentes, la de verano en la que entró Mariachis (Liga Mexicana de Beisbol que este año empezó el 20 de mayo y terminará en septiembre al acortarse el calendario a 66 juegos), y la de la de invierno que es la Liga Mexicana del Pacífico (LMP).
El mayor mérito de directiva y cuerpo técnico es que lograron conjuntar un equipo con las sobras de la Liga, con jugadores que no querían los equipos por algunos venían de alguna lesión, porque les perdieron la fe, así como el tino para las contrataciones de extranjeros.
El nombre de Adrián González “El Titán” que tenía cerca de dos años de estar en reposo después de su últimos dos equipos (Dodgers lo traspasó a Mets de Nueva York con el que vino a culminar en Grandes Ligas sin haber terminado la temporada), fue un acierto que tuvo la directiva. Claro está que la disposición de El Titán fue el factor fundamental, pues él tenía el deseo de jugar en Guadalajara y aquí retirararse, considerando que la familia de su esposa de aquí es originaria.
La contratación de Jesse Castillo, un jugador muy profesional y de entrega total a los equipos con los que se compromete al meterse en el uniforme, fue otro extraordinario acierto, después de ser sometido a una operación, haciendo pensar que había llegado el final de su carrera.
Por fortuna Jesse tiene aún mucho por dar y allí están esos largos estacazos que son la mejor muestra de su poder que sigue conservando.
Y la gran sorpresa es Leo Heras que llegó a Mariachis, junto con su hermano Bernardo, que tampoco canta mal las rancheras. Leo se convirtió en el gran caballo de Mariachis al quedar como líder de bateo con .401 de porcentaje, pero por no sumar el número mínimo de veces al bat, no pudo calificar para llevarse la corona, pero que quedó en casa con el rendimiento de otro extraordinario veterano que tuvo una campaña de ensueño como el Mexico-americano, Niko Vázquez que pasa a la historia como champion bat con .387 de porcentaje.
MÁS NÚMEROS
En una temporada compactada a 66 partidos, la escuadra tapatía disputó 63 juegos y estableció un nuevo récord de la LMB en porcentaje de ganados y perdidos, con .730, al registrar 46 victorias a cambio de 17 derrotas.
Guadalajara finalizó con el más alto porcentaje de bateo por equipos, al compilar .338. También obtuvo el lugar de honor en slugging, con .531, porcentaje de embasado (OBP) con .411, así como el porcentaje en posición anotadora, con .942.
Otros renglones en los que los tapatíos terminaron en la cima fueron en el de hits conectados, con 735; carreras anotadas, con 500; carreras producidas, con 460, y robos de base, con 69.
Mariachis tiene en sus filas al campeón de bateo y al campeón de pitcheo en ganados y perdidos: Niko Vázquez y Masaru Nakamura.
Beau Amaral, primero en el orden al bat de los Mariachis, se llevó la corona de carreras anotadas, con 65.
El japonés Masaru Nakamura no sólo se convirtió en un puntal en el staff de lanzadores de Guadalajara, sino que se convirtió en el máximo ganador de la Liga y además el pitcher campeón en ganados y perdidos, con récord de 8-0.
Nakamura también figuró como el cuarto mejor serpentinero en porcentaje de carreras limpias admitidas, con 3.25.
En juegos salvados, el puertorriqueño Fernando Cruz cumplió una destacada actuación en la temporada regular y terminó en el segundo sitio, con 14, abajo de Fernando Rodney, de Tijuana, quien sumó 16.
Nada más por todo esto, Mariachis merece ser campeón. En la primera ronda del play-off se enfrenta a Algodoneros de Unión Laguna, al vencerlos en los primeros dos juegos que fueron en casa.
LOS PELOTEROS
Charros vs. Diablos: ¿Habrá de nuevo jarabe tapatío como en Monterrey?

– Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac
En una final de la Serie del Rey, cualquiera puede ganar. Cuando los Charros de Jalisco enfrenten a los Diablos Rojos del México a partir de este miércoles, el diamante será un campo de batalla donde el corazón, la estrategia y la pasión decidirán al campeón de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB).
Este duelo es inédito en la historia de las finales de la LMB, un choque de titanes que promete emociones al límite. Los Diablos Rojos llegan como favoritos. Campeones en 2024 y bicampeones de la Zona Sur, buscan su título 18 y el primer bicampeonato de la LMB en 15 años.
Con un récord arrollador de 63-25 en la temporada regular, liderados por figuras como Robinson Canó, Río Ruiz, José Marmolejos y el tapatío Julián Ornelas, los escarlatas, bajo la dirección del experimentado Lorenzo Bundy, son una máquina ofensiva.
Su fortaleza en el Estadio Alfredo Harp Helú, donde abrirán los juegos 1 y 2 (10 y 11 de septiembre, 19:00 horas), los respalda. Pero, como diría un viejo aficionado, “en el béisbol, la grandeza no basta si el corazón no late”.
Los Charros de Jalisco, en cambio, son la sorpresa de 2025. Con un récord modesto de 46-46, se colaron al playoff con el sexto boleto tras vencer a Saraperos de Saltillo. Nadie apostaba por ellos.
“Charros no tiene nada que hacer ante Monterrey”, decían.
Pero, liderados por Benjamín Gil, considerado el mejor timonel del béisbol mexicano, dieron la campanada. Con cinco banderines en la Liga Mexicana del Pacífico (cuatro con Tomateros y uno con Charros en 2024-2025), Gil transformó un equipo inconsistente en una fuerza imparable.
En los playoffs, con 19 juegos (12 victorias, 7 derrotas), vencieron a Unión Laguna en un séptimo juego épico y humillaron a los Sultanes de Monterrey, líderes de la temporada con 55-37, en dos rondas (4-3 y 4-1). “El béisbol no miente: premia al que lucha”, diría Gil.
La hazaña de los Charros trasciende los números. Rompen una sequía de 54 años sin llegar a la Serie del Rey (desde 1971), su tercera final en la LMB (1950, 1971, 2025).
Son el único equipo que este año disputó la final de la Liga Mexicana del Pacífico, la Serie del Caribe y ahora la Serie del Rey, un logro histórico que los consagra como élite.
“Jalisco no juega solo por un trofeo; juega por su gente, por los que llenan el Panamericano con cánticos y banderas”, escribiría un cronista tapatío.
La serie, que continuará en el Estadio Panamericano de Zapopan (13 y 14 de septiembre, 18:00 y 17:00 horas, con un posible juego 5 el 15) y podría regresar a la capital (17 y 18 de septiembre), será una batalla épica.
Esta final es una fiesta nacional. El duelo enfrenta dos estilos: la solidez de Bundy, con su experiencia, contra el ímpetu de Gil, un motivador que levanta la autoestima de sus jugadores. En el diamante, como en la vida, gana quien entiende el alma de su equipo.
Este choque es más que deportivo; es una metáfora de México. Los Diablos representan la tradición y el poderío de la capital, un equipo que no admite derrotas. Los Charros encarnan la rebeldía tapatía, un conjunto que desafía pronósticos con garra.
La afición será clave. En Guadalajara, el Panamericano roza el lleno, respondiendo al llamado de Gil para hacer del estadio un volcán.
En la CDMX, los Diablos cuentan con un público leal que llena el Harp Helú. El béisbol es el pulso de un pueblo que se juega la gloria en cada lanzamiento. Los Charros necesitan consistencia en pitcheo y bateo oportuno para superar la historia de los Diablos. Los escarlatas deben evitar la complacencia ante un rival que crece bajo presión.
Cada juego será un capítulo de esta narrativa, donde el orgullo regional de Jalisco choca con la hegemonía capitalina. En esta Serie del Rey, el centenario de la LMB se celebra con un duelo que trasciende el marcador. Charros y Diablos nos regalan un espectáculo donde la estrategia, la pasión y el coraje decidirán al rey.
Diablos llega como favorito, como lo fue Monterrey ante Charros en los playoffs. “Sultanes no tiene rival”, decían, pero Jalisco bailó el jarabe tapatío en el Palacio Sultán. Con Gil al frente, Charros juega inspirado.
¿Lograrán los Diablos su corona 18 o veremos nacer a un nuevo titán de la LMB, como ya lo es Charros en el Pacífico?
El béisbol no tiene guion escrito; es un juego de valientes donde cada batazo escribe la historia.
Este miércoles es el primer juego, comienza esta leyenda. Que el diamante hable y que el corazón tapatío, con su afición rugiendo, deje una huella imborrable en esta batalla por la eternidad.
LOS PELOTEROS
Charros vs. Diablos: Viviremos la Serie del Rey soñada

– Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac
¡Qué manera de pelear la de los Charros de Jalisco en los playoffs de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) 2025!
Su campeonato en la Zona Norte, bajo la dirección de Benjamín Gil, marca un hito histórico que enciende el orgullo tapatío.
Nadie daba un peso por ellos. Entraron al playoff de panzazo, con el sexto boleto tras vencer a Saraperos de Saltillo, y un récord regular de 46-46 frente al imponente 55-37 de los Sultanes de Monterrey.
“Charros no tiene nada que hacer”, sentenciaban los escépticos. Pero Guadalajara, como su mariachi, no se rinde: canta hasta el amanecer.
Con 19 juegos en tres series (12 victorias, 7 derrotas), los Charros desafiaron todos los pronósticos. Remontaron contra Unión Laguna en un séptimo juego cardiaco y vencieron a los Sultanes en dos rondas, mostrando temple y estrategia.
Incluso tras desperdiciar una ventaja de 3-0 en la Serie de Campeonato, cerraron con fuerza en el Juego 5 (6-4, con un out polémico en la décima entrada).
La dirección de Gil forjada en la Liga Mexicana del Pacífico con cinco campeonatos, fue clave. Su enfoque táctico y motivacional transformó un equipo con altibajos en una máquina aceitada. “El béisbol es corazón y cabeza; Charros tiene ambos”, escribiría un cronista apasionado.
Este 2025, los Charros rompen una sequía de 54 años sin llegar a la Serie del Rey, su tercera final en la LMB (1950, 1971, 2025). Son el único equipo que este año disputó la final de la Liga Mexicana del Pacífico, la Serie del Caribe y ahora la Serie del Rey, un logro sin precedentes que los consagra como élite del béisbol mexicano.
Guadalajara no juega solo por un título; juega por su gente, por los que llenan el Estadio Panamericano con banderas y cánticos, respondiendo al llamado de “El Matador” Gil, quien pidió a la afición convertir el estadio en un volcán de apoyo.
Enfrentan a los Diablos Rojos del México, bicampeones de la Zona Sur y campeones vigentes, que buscan su título 18 y el primer bicampeonato de la LMB en 15 años. Con una ofensiva explosiva liderada por Robinson Canó, Río Ruiz (autor de un jonrón clave contra Campeche), José Marmolejos y el tijuanense Julián Ornelas, los Diablos salen como favoritos.
Su fortaleza en el Estadio Alfredo Harp Helú, donde abrirán los juegos 1 y 2 (10 y 11 de septiembre, de ser necesario), los respalda. La serie continuará en Zapopan (13 y 14 de septiembre de 2025, el 5 el 15) y, si es necesario, regresará a la capital (17 y 18 de septiembre).
Los Charros encarnan la rebeldía tapatía, un equipo que desafía las probabilidades con garra y corazón. Los Diablos, dirigidos por Lorenzo Bundy, representan la solidez de un equipo que no admite derrotas. “El béisbol, como la vida, no perdona a quien confía solo en su grandeza”, reflexionaría un observador.
El Matador, con su ímpetu, choca contra la experiencia de Bundy. La clave para los Charros será la consistencia en el pitcheo y el bateo oportuno; para los Diablos, evitar la complacencia ante un rival que crece bajo presión.
La afición es el alma de esta serie. En Guadalajara, el Panamericano roza el lleno, con una afición que ha respondido al llamado de Gil, convirtiendo cada juego en una celebración de la identidad jalisciense.
En la capital, los Diablos cuentan con un público leal que llena el Harp Helú. “El béisbol no es solo un juego; es el pulso de un pueblo que se juega la gloria en cada lanzamiento”, diría un cronista.
Esta Serie del Rey es una metáfora de México: la lucha entre lo regional y lo centralista, entre la ilusión de un equipo que resurge y la tradición de un gigante.
Los Charros, con su hazaña, han reavivado la pasión beisbolera en Jalisco. Su camino, lleno de remontadas y momentos épicos, los convierte en un símbolo de resiliencia. Los Diablos, con su historial, cargan el peso de la expectativa.
Los Charros vienen a hacer historia, ya lo dijo José Luis González Iñigo, el objetivo es convertir a Guadalajara en la capital del beisbol nacional.
La Serie del Rey 2025 no es solo béisbol; es el latir de un país que vibra con cada jugada. Charros y Diablos nos ofrecen un espectáculo donde el orgullo, la estrategia y la pasión decidirán al rey.
La afición de Charros de Jalisco, con su enjundia y espíritu indomable, impulsa al equipo en la LMB, creando una base leal que llena el Estadio Panamericano, según Íñigo González Covarrubias. A diferencia de la LMP, donde muchos apoyan a Naranjeros, Tomateros o Venados, los Charros han forjado una afición firme que vibra con el equipo local, llevando a Jalisco hacia adelante en la Serie del Rey 2025.
A disfrutar de una serie de platillos exquisitos de beisbol y nuestro deseo es que ganen los Charros y hagan historia, con dos campeonatos en un mismo año en las dos ligas mexicanas de beisbol.
Prepárense, porque esta batalla será leyenda.
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