CULTURA
México aún no está clasificado: El desencanto de la selección mayor

Futbol, por Esteban Trelles //
Existe el adagio que dice “La práctica hace al maestro”. Esta frase denota lo que significa la falta de juego en un equipo de conjunto en el que la inactividad resquebraja todo tipo de funcionamiento y resalta por ende las limitaciones o defectos que se tiene.
Antiguamente existía casi por obligación o consigna el respetar las posiciones de los jugadores en el terreno de juego, fundamentalmente a la defensiva donde hace tiempo los innovadores técnicos rompieron con la regla, donde podemos establecer la revolución y transformación de esquemas tácticos con el estilo de juego de la llamada “Naranja Mecánica”
Así fue bautizado el equipo de Holanda a mediados de los 70’s, donde jugaban en bloques “Todos arriba y todos abajo”, con el esfuerzo físico mayúsculo de enorme condición física lo que redituó en dos subcampeonatos mundiales consecutivos, a saber: Alemania 74 y Argentina 78, sedes locales que por cierto se ciñeron ambos la corona. El equipo sudamericano dio la sensación del “sospechosísimo” al vencer por estrepitosa goleada de 6 a 0 al representativo peruano para poder pasar a la siguiente ronda, que solamente de esa manera podía clasificar, donde el guardameta argentino nacionalizado peruano (Ramón Quiroga), dicen las “malas lenguas”, que traicionó a los incas en una actuación en defensa de su portería que dejó mucho que desear pudiendo evitar la goleada.
Dicho de otra manera “se vendió”, que por supuesto es solamente especulación, que queda para el anecdotario donde en la final los argentinos jugaron de manera extraordinaria bajo el cobijo de su “hinchada”, que aquello fue prácticamente “La caldera del Diablo”, que por supuesto el jugador Número 12 alentó con sus cánticos y ovaciones la proeza de su equipo en el estadio Monumental de River Plate.
Nos extendimos en el comentario del equipo de los países bajos europeos para desarrollar nuestra apreciación en el análisis fundamentado en realidades.
Es así como surge prácticamente en el mundo futbolístico tanto en equipos de clubes como de representativos nacionales, la funcionalidad de los laterales defensivos llamados “carrileros”, que se convierten prácticamente en delanteros (Gordillo del Real Madrid, Roberto Carlos y el propio Marcelo actualmente en 2021), que juegan de la misma manera en sus equipos como en selección nacional, por citar estos ejemplos de jugadores mundialistas.
El ejemplo de Chivas de Guadalajara con los laterales por la izquierda Miguel Ángel Ponce y Alejandro Mayorga que los vemos frecuentemente en el ataque de su equipo incluso, haciendo goles, lo mismo que Jesús “Chapito” Sánchez por su pradera derecha.
La línea defensiva la palabra lo dice es para defender donde en este renglón ocurre todo lo contrario donde los laterales frecuentemente se van alegremente al ataque, dejando de lado el aspecto defensivo que debe ser prioritario.
Al analizar a la selección mayor, empezamos con su guardameta Guillermo Ochoa con un extraordinario papel que lo consagró en el mundial de Brasil 2014, que su promotor lo desperdició en equipos intrascendentes que incluso en España el Málaga descendió por goleadas al mexicano, que nada pudo hacer, al final regresó a México el mencionado arquero tapatío al Club América que lo vio nacer y actualmente el argentino Agustín Marchesín que triunfa en el Oporto de Portugal se le extraña en el equipo de Coapa, que Guillermo no está a la altura, de igual manera en la selección.
Luis “El Chakas” Rodríguez que con el balón en el pie es vertical y ofensivo no lo es tanto en su función de defensa, los centrales no existen sin sobresalir nadie, Jesús Gallardo lateral por izquierda de buena gambeta de zurda educada de igual manera ataca bien, la media cancha con el jugador completo que quita balones y proyecta jugadas Héctor Herrera, Orbelín Pineda que llegarán a la justa mundialista con la incursión de los noveles Sebastián Córdoba y Carlos Rodríguez con posibilidades y la delantera inamovible e indiscutible Jesús “Tecatito” Corona, Raúl Jimenez (recuperado), Hirving “El Chuky” Lozano con los relevos de Alexis Vega y Uriel Antuna que prometen como titulares, dejando a la expectativa a Rodolfo Pizarro que no termina por mostrarse.
En síntesis no existe actualmente en la defensiva un líder indiscutible como en diferentes épocas lo fueron: Guillermo “Tigre” Sepúlveda, Gustavo “Halcón” Peña, Fernando “Sheriffe” Quirarte, Claudio “Emperador” Suarez y el mejor de todos el internacional Rafael Márquez campeón con el Mónaco de Francia y el Barcelona de España, este último ganando todo considerado junto con Hugo Sánchez los mejores futbolistas de todos los tiempos.
Por último la selección mayor necesita encuentros constantes para mantener ritmo y ser competitivo donde le espera la clasificación de su zona de CONCACAF cada vez más disputada en el que no será tarea fácil lograr un boleto que en el peor de los casos, puede ser el repechaje como ya sucedió frente a Nueva Zelanda que gracias al técnico brasileño Ricardo “El Tuca” Ferreti se logró el boleto al mundial de Brasil 2014 que al final entró al relevo el técnico Miguel “El Piojo” Herrera que en nuestra opinión realizó estupendo papel con la frase contra Holanda “No fue penal”.
Para los que piensen que se clasificará caminando están equivocados, principalmente los comentaristas promotores de la selección y algunos aficionados, ya que se enfrentará con equipos difíciles como: USA, Costa Rica, Panamá, Honduras, Canadá entre otros, que por su puesto México está “obligado”.
CARTÓN POLÍTICO
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LAS NOTICIAS PRINCIPALES:
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CULTURA
Premios Ariel, la magia del cine mexicano: Jalisco es epicentro del evento

– Conciencia en la Cultura, por Luis Ignacio Arias
Los Premios Ariel, máximo reconocimiento de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC) se entregarán el 20 de septiembre. Por tercer año consecutivo, Jalisco ha sido la sede de los Premios Ariel, en esta ocasión se celebran en Puerto Vallarta.
La AMACC impulsa una política de itinerancia para que los Ariel dejen de celebrarse exclusivamente en la Ciudad de México, buscando y fortalecer la conexión entre la industria cinematográfica nacional y los diversos estados. Jalisco ha mostrado una receptividad notable a esta política, ofreciendo no solo capacidad logística e infraestructura adecuada, sino también apoyo institucional y económico.
A través de la Secretaría de Turismo y FILMA Jalisco, el estado ha otorgado incentivos para atraer producciones, políticas públicas de cine y recursos concretos para la realización de la ceremonia, como los más de 10 millones de pesos destinados a la producción del evento 2025. Además, la elección de Puerto Vallarta como sede se vincula con un interés estratégico por consolidar un polo cinematográfico dentro del estado.
Con apoyos como el “cash rebate”, la comisión de filmaciones y la existencia de festivales de cine consolidados como el Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG), demuestra que puede ofrecer garantías logísticas y técnicas para eventos de gran magnitud, al mismo tiempo que refuerza su visibilidad cultural y turística.
El gobierno del estado ha buscado que los Ariel sirvan también como plataforma de promoción turística, vinculando cine, cultura y visitantes; la cobertura mediática que genera el evento, junto con los atractivos turísticos de Puerto Vallarta, amplifica la proyección del estado en el ámbito nacional e internacional.
Esta política contempla además la diversificación dentro del propio territorio jalisciense: si bien los premios se han celebrado en Guadalajara y ahora en Puerto Vallarta, la intención es rotar la sede dentro del estado en futuras ediciones, mostrando así la variedad de escenarios y consolidando a Jalisco como un punto neurálgico del cine mexicano contemporáneo.
Entre las películas nominadas, Pedro Páramo de Rodrigo Prieto se consolidó como una de las favoritas, obteniendo 17 nominaciones. La ópera prima de Prieto es una adaptación de la emblemática novela de Juan Rulfo que fusiona el realismo mágico con una estética cinematográfica contemporánea, aprovechando la experiencia del director como director de fotografía.
Su propuesta visual busca capturar la atmósfera surrealista de la obra literaria, y cada encuadre, cada composición lumínica, remite a la memoria de un México lleno de fantasmas y ecos del pasado. Prieto logra, con sorprendente soltura para un debut en la dirección, trasladar la intensidad emocional y la ambigüedad de los personajes a la pantalla, mostrando un cine que dialoga tanto con la tradición literaria como con el lenguaje cinematográfico moderno.
La Cocina, dirigida por Alonso Ruizpalacios, también acaparó la atención de la crítica y del público, con 15 nominaciones en diversas categorías. Ruizpalacios, conocido por su capacidad de mezclar humor, crítica social y frescura narrativa, invita a explorar las dinámicas de poder y género en un contexto culinario, donde la cocina se convierte en un microcosmos de tensiones, aspiraciones y secretos.
La dirección de Ruizpalacios se distingue por su ritmo ágil, su atención al detalle y la manera en que los personajes se despliegan en un espacio aparentemente cotidiano, transformando lo familiar en un escenario de reflexión sobre la sociedad contemporánea mexicana.
Sujo, codirigida por Fernanda Valadez y Astrid Rondero, recibió 13 nominaciones y ofrece una mirada íntima y profunda a la búsqueda de identidad de una joven que enfrenta los retos de la migración y la pertenencia. Valadez y Rondero despliegan un estilo cinematográfico sensible, que combina la narrativa íntima con un fuerte compromiso social.
La película se mueve entre el drama personal y la denuncia de condiciones sociales, logrando un equilibrio entre emoción y reflexión, mientras invita al espectador a contemplar los dilemas humanos y la construcción de la identidad frente a contextos adversos.
Corina, de Úrsula Barba Hopfner, con 9 nominaciones, centra su historia en las complejidades de las relaciones humanas y la búsqueda de la verdad en la interacción entre sus personajes. Hopfner demuestra un manejo refinado de la introspección dramática y una capacidad notable para capturar la esencia de cada individuo, explorando cómo los deseos, miedos y secretos moldean las decisiones y la convivencia. Su dirección, delicada y precisa, pone en primer plano la psicología de los personajes y transforma la narrativa en un examen de la condición humana contemporánea.
Finalmente, Un actor malo, que obtuvo 5 nominaciones, se destaca por su reflexión sobre la identidad, la percepción pública y los conflictos entre la vida personal y la fama. La película combina elementos de comedia y drama con un estilo original y arriesgado, mostrando cómo la construcción de la imagen propia y la exposición ante los demás pueden convertirse en territorio de exploración artística y social. Su dirección, creativa y audaz, logra mantener la tensión entre humor, ironía y crítica, permitiendo al espectador identificarse con los dilemas del protagonista y reflexionar sobre el espectáculo de la vida pública.
El conjunto de estas películas refleja la diversidad y riqueza del cine mexicano contemporáneo. Cada una de ellas ofrece una perspectiva única sobre temas universales como la identidad, el poder, la migración y las relaciones humanas, evidenciando la capacidad del cine nacional para dialogar con su contexto histórico y social. La crítica y la audiencia han reconocido que, más allá de la técnica y la narrativa, estas producciones invitan a la reflexión y al cuestionamiento, ofreciendo miradas que son tanto íntimas como colectivas, particulares y universales.
Los nominados a los Premios Ariel ponen de manifiesto la evolución y el dinamismo de la industria mexicana. Las películas y sus directores son la muestra de que el cine mexicano continúa siendo un espacio de innovación, reflexión y expresión artística que resuena dentro y fuera del país, consolidando su relevancia en el panorama global.
CULTURA
México celebra el Día Nacional del Charro: tradición, deporte y orgullo patrio

– Por Redacción Conciencia Pública
Cada 14 de septiembre México rinde homenaje a una de sus tradiciones más representativas: la charrería.
El Día Nacional del Charro fue instaurado en 1934 como una manera de reconocer al charro como figura central de la identidad mexicana y al mismo tiempo consolidar este deporte ecuestre como una práctica cultural de enorme arraigo.
Esta celebración se vive en todo el país, desde los lienzos charros hasta las plazas públicas, con un ambiente que enlaza historia, destreza y orgullo patrio.
En redes sociales, la fecha adquiere una fuerza particular. Hashtags como #DíaDelCharro y #DíaNacionalDelCharro agrupan miles de publicaciones en X, Facebook, TikTok e Instagram.
Usuarios comparten fotos de trajes bordados, sombreros de ala ancha, montas de caballos y suertes espectaculares como manganas, coleaderos o el paso de la muerte.
También abundan los mensajes de autoridades, artistas y asociaciones que felicitan a los charros y escaramuzas, exaltando el valor de mantener vivas las costumbres.
La Federación Mexicana de Charrería y la Asociación Nacional de Charros son protagonistas en la promoción de actividades conmemorativas.
Desde sus cuentas oficiales en internet se difunden la agenda de charreadas, congresos y campeonatos que se desarrollan en distintos estados del país.
Las escaramuzas, grupos femeninos que ejecutan rutinas a caballo con precisión y estética, se han vuelto además un símbolo de inclusión y disciplina dentro de esta disciplina reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial desde 2016.
En municipios y capitales estatales (Guadalajara no es la excepción), el Día del Charro se acompaña de desfiles, exhibiciones y actos solemnes. No faltarán hoy los honores a la bandera ni los espectáculos ecuestres que refuerzan el vínculo entre tradición y mexicanidad.
La fecha, además, se sitúa estratégicamente en la antesala de las Fiestas Patrias, lo que le otorga un carácter doblemente simbólico: recordar el legado charro y enmarcar la conmemoración de la Independencia.
En la esfera digital, las publicaciones destacan tanto la herencia familiar como la profesionalización del deporte.
Muchos jóvenes charros y escaramuzas utilizan hoy en día redes TikTok e Instagram para mostrar rutinas, vestimentas y entrenamientos, contribuyendo a que nuevas generaciones se acerquen a la charrería.
Esa combinación entre tradición e innovación ha hecho que la conversación en línea sea particularmente activa, alcanzando públicos que van más allá de los asistentes habituales a los lienzos.
Así, el Día Nacional del Charro se mantiene como una de las celebraciones más singulares del calendario mexicano: una fusión de historia, arte ecuestre y pasión comunitaria.
La charrería no solo sigue viva, sino que se adapta a los tiempos modernos sin perder su esencia.
En cada suerte, en cada traje de gala y en cada caballo brioso, resuena el eco de una tradición que México reconoce como suya y que proyecta al mundo como parte de su identidad.