MUNDO
Nueva estrategia antidrogas EEUU- México; fracasa Iniciativa Mérida: ¿De qué va el Entendimiento Bicentenario?

(Cortesía Sputnik Mundo).- Tras concluir la reunión sobre la seguridad regional, los gobiernos de EEUU y México emitieron una postura en la cual se comprometen a realizar acciones para la prevención de los delitos transnacionales, respetando la soberanía de las naciones.
Este viernes 8 de octubre, funcionarios mexicanos y estadounidenses de alto nivel sostuvieron un encuentro en donde se acordó decir adiós a la estrategia conjunta de seguridad llamada Iniciativa Mérida para dar paso a una nueva alianza entre ambas naciones: el Entendimiento Bicentenario.
¿Cuáles son las acciones concretas que México y Estados Unidos pactaron para esta nueva alianza bilateral? Sputnik te cuenta.
Memorándum de Entendimiento para reducir la adicción a las drogas y los daños asociados
Con la finalidad de prevenir el consumo de drogas, Estados Unidos se compromete a identificar, tratar y apoyar a las personas afectadas por los opioides para brindarles asistencia financiera y técnica a los gobiernos locales y estales a través de nuevas subvenciones del Programa Integral de Abuso de Opioides, Estimulantes y otras Sustancias (Comprehensive Opioid, Stimulants, and other Substances Abuse Program, COSSAP).
Asimismo, Estados Unidos proporcionará recursos de la Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias (Substance Abuse and Mental Health Services Administration, SAMHSA) para apoyar su tratamiento.
CREACIÓN DE LA RED PARA LA PREVENCIÓN DEL HOMICIDIO
Dicha red, detalla el comunicado conjunto, será una plataforma para el intercambio de mejores prácticas en la prevención del crimen y la violencia, además de que trabajará con jóvenes en riesgo.
Para ello, se hará un equipo multidisciplinario de fuerza de tarea sobre homicidios para la atención de delitos de alto impacto vinculados a organizaciones criminales transnacionales.
Con esto se busca prevenir los delitos transfronterizos. Para ello, México y la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) tienen la intención de firmar el documento con el que se busca fortalecer el control y la gestión de los envíos entrantes de precursores químicos.
Grupo binacional de trabajo sobre regulación de precursores químicos
Con la finalidad de estandarizar protocolos y la regulación de sustancias de doble uso para prevenir su utilización en la producción de drogas sintéticas.
En el comunicado emitido de forma conjunta entre ambas naciones, se hace énfasis en que todos los trabajos se harán con respeto de la soberanía de las naciones y apostando a la prevención.
«México y Estados Unidos afirmamos nuestro compromiso con los derechos humanos y con el avance de la equidad, los derechos civiles, la justicia racial y la igualdad de oportunidades en cada una de nuestras naciones. En este sentido, ambos países incrementarán sus esfuerzos de cooperación forense para ayudar a resolver los miles de casos de desapariciones en México, en beneficio de las familias de las víctimas y en contra de la impunidad», se lee en el comunicado.
FRACASA INICIATIVA MÉRIDA
México y EEUU han actualizado su acuerdo de seguridad que reemplace al Mérida, firmado en 2008 para combatir el crimen organizado y el narcotráfico. Telescopio dialogó con David Barrios, integrante del Observatorio Latinoamericano de Geopolítica, sobre los desafíos de este nuevo programa.
El 8 de octubre las autoridades de ambas naciones se encontraron en el Diálogo de Seguridad de Alto Nivel, en la Ciudad de México, para delinear el nuevo acuerdo de cooperación en seguridad.
En esta reunión participaron el canciller mexicano Marcelo Ebrard, el secretario de Estado, Antony Blinken; el de Seguridad Interior, Alejandro Mayorkas; y el fiscal general, Merrick Garland.
Este plan viene a reemplazar a la Iniciativa Mérida, vigente desde 2008 y por la cual se dotó de recursos y equipo militar a México, además de intercambiar información y planes de capacitación.
La Iniciativa Mérida se sumó a la «guerra contra el narcotráfico» que el presidente Felipe Calderón lanzó en el año 2006. Sin embargo, luego de más de una década los resultados son opuestos a los esperados.
«De manera simultánea y concordante, ambos gobiernos reconocen que no funcionó, que provocó mayor violencia y la producción y el trasiego de estimulantes ilegales se ha incrementado», recordó a Telescopio David Barrios, doctor en Estudios Latinoamericanos e integrante del Observatorio Latinoamericano de Geopolítica.
Para el experto, es necesario cambiar el enfoque únicamente coercitivo que regía el anterior acuerdo y que empujó a que las organizaciones criminales se multiplicaran por la desarticulación de las estructuras más grandes.
«Se tiene información de que cuando se lanza la guerra contra las drogas había entre seis y ocho grupos grandes. Y ahora hay más de 200 grupos de distintos tamaños», explicó el experto.
También se debe repensar el diagnóstico de la influencia de estas organizaciones y considerar que en ciertas regiones controlan todo el territorio y la vida cotidiana. En ese sentido «no se pueden instrumentar políticas sociales sin abordar esta situación», dijo el entrevistado.
Según Barrios, otro de los aspectos que el nuevo acuerdo debería contemplar es la cadena y el poder económico que hacen viable la producción de los estimulantes ilegales.
«No se puede dirigir solo sobre los productores o los consumidores sin tocar esos otros ámbitos financieros, que es el gran poder que realmente permite el negocio», concluyó.
JALISCO
Lleva Ballet Folclórico de Guadalajara cultura y tradición a Estados Unidos

– Por Mario Ávila
El Ballet Folclórico de Guadalajara se presentó en el Rosemont Theatre de Chicago, en el evento estelar de la Segunda Ruta de la Gira Internacional 2025, México en el Corazón.
Los bailarines tapatíos compartieron escenario con el Mariachi Estelar de México en el Corazón y la Banda Orquesta Colores, y presentaron estampas, música y canciones de Guanajuato, Yucatán y Jalisco ante los más de 4 mil 400 asistentes.
Este espectáculo se realiza anualmente e incluye al Mariachi Estelar como uno de sus principales artistas, junto con el Ballet Folclórico Guadalajara y la Banda Orquesta Colores.
Participaron en el evento Sergio Suárez, presidente de NAIMA (North American Institute for Mexican Advancement); Ron Serpico, alcalde de Melrose Park; Susana Mendoza de Illinois Comptroller; Reyna Torres, cónsul general de México en Chicago; Andrea Blanco, coordinadora del Gabinete Social del Gobierno de Jalisco; y Manuel Romo, secretario de Gobierno del Gobierno de Guadalajara.
Esta es la segunda parada de la ruta de México en el corazón, la primera fue en la Ciudad de Sioux City, en Iowa en donde se presentó por primera vez, y más de mil personas asistieron a disfrutar de este espectáculo.
La gira continuará por el Medio Oeste, Sur y la Costa Este de los Estados Unidos.
Para fechas y ciudades entrar en este sitio web: http://www.mexicoenelcorazon.org
CARTÓN POLÍTICO
Edición 805: Entrevista a Mirza Flores: «La silla del poder es prestada; no olvidemos de dónde venimos»
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LAS CINCO PRINCIPALES:
Arranca el Sistema Estatal de Participación Ciudadana en Jalisco
La corrupción urbanística: Valle de los Molinos y Colomos III
MUNDO
La tradición del saqueo: Naturaleza depredadora del poder imperial

– Actualidad, por Alberto Gómez R.
(Parte 1) A lo largo de la historia de la humanidad, el poder económico de los grandes imperios se ha construido frecuentemente sobre pilares tan sombríos como la guerra, el saqueo sistemático y el sometimiento de pueblos enteros.
Este patrón de comportamiento, visible desde los primeros imperios de la antigüedad hasta las potencias contemporáneas, revela una lógica de acumulación basada en la extracción violenta de recursos más que en la productividad o la innovación endógena.
El historiador económico Douglas North, citado en uno de los documentos analizados, señalaba que los imperios antiguos establecían sistemas burocráticos sofisticados que permitían la expropiación sistemática de excedentes de las regiones conquistadas.
En el mundo actual, Estados Unidos representa la última encarnación de este impulso imperial, aunque sus métodos hayan evolucionado hacia formas más sofisticadas de dominación económica y militar.
Como se advierte en el panorama actual, esta potencia estaría experimentando un rápido declive relativo en el escenario global, lo que intensificaría sus comportamientos depredadores hacia naciones ricas en recursos que se resisten a someterse a su hegemonía.
Venezuela, con las mayores reservas petroleras certificadas del planeta, se encontraría en la mira de este mecanismo de saqueo contemporáneo, al igual que lo estuvieron Irak, Libia y Siria en las últimas décadas, solo por citar algunos ejemplos.
LOS CIMIENTOS HISTÓRICOS DEL SAQUEO IMPERIAL
Los primeros grandes imperios de la historia establecieron las bases de lo que sería una larga tradición de explotación económica mediante la conquista. En Mesopotamia, Egipto, China y la India, surgieron estructuras estatales centralizadas que «legislaban, impartían justicia y ejecutaban sobre un extenso territorio que agrupaba a muchas ciudades» (eumed.net).
Estos imperios perfeccionaron sistemas de extracción de riqueza mediante tributos, esclavitud y control de las rutas comerciales.
El Imperio de Alejandro Magno ofrece un ejemplo temprano de cómo la conquista militar servía como vehículo para la acumulación de riqueza. Como se describe en los documentos, Alejandro y sus falanges macedonias conquistaron todo el Imperio persa en tan sólo ocho años, apoderándose de inmensos tesoros y estableciendo un sistema de control sobre territorios que se extendían hasta la India. Patrón similar exhibiría el Imperio Romano, que transformó el Mediterráneo en su «Mare nostrum» y extrajo recursos de todos los territorios conquistados, desde las minas de plata hispanas hasta los graneros egipcios.
Con la era de los descubrimientos, las potencias europeas perfeccionaron el arte del saqueo imperial a escala global. España y Portugal inauguraron lo que podría considerarse el primer «imperio global» de la historia: «por primera vez un imperio abarcaba posesiones en todos los continentes del mundo» (eumed.net).
El flujo de metales preciosos desde América hacia Europa financió las guerras y el desarrollo económico europeo durante siglos, a costa del exterminio y la explotación de poblaciones indígenas.
El Imperio británico llevaría este modelo a su máxima expresión, estableciendo una red global de colonias y territorios controlados que proveían de recursos naturales y mercados cautivos a la metrópoli. El comercio de esclavos, la extracción de recursos en condiciones de cuasi-esclavitud y la destrucción de industrias locales competitivas fueron algunas de las estrategias empleadas para consolidar su hegemonía económica.
ESTADOS UNIDOS, LA SUPERPOTENCIA DEPREDADORA
Estados Unidos emergió como potencia global practicando una versión modernizada del juego imperial tradicional. Bajo la Doctrina Monroe y su corolario Roosevelt, se autoproclamó potencia hegemónica en América Latina y el Caribe, interviniendo militarmente en múltiples ocasiones para proteger sus intereses económicos. La diplomacia de las cañoneras y las intervenciones directas aseguraban el acceso a mercados, recursos y rutas comerciales estratégicas.
Tras la Segunda Guerra Mundial, con las potencias europeas debilitadas, Estados Unidos ascendió a la condición de superpotencia global, rol que se consolidaría tras el colapso de la Unión Soviética.
Como se señala en uno de los documentos, «después de que se desintegrase la Unión Soviética a principios de 1990, Estados Unidos quedó como la única superpotencia restante de la Guerra Fría». Esta posición hegemónica le permitió moldear las instituciones internacionales a su medida y establecer un sistema económico global que privilegiara sus intereses.
La economía estadounidense se ha vuelto profundamente dependiente de lo que el presidente Eisenhower denominó el «complejo militar-industrial». Con un presupuesto militar que supera al de los siguientes diez países combinados, Estados Unidos ha convertido la guerra en un negocio extraordinariamente lucrativo para sus corporaciones de defensa.
Como se documenta en uno de los artículos revisados, la administración Biden ha solicitado al Congreso «842 mil millones de dólares para el Pentágono en el año presupuestario 2024», lo que representa «la solicitud más grande desde el pico de las guerras de Irak y Afganistán» (france24.com).
Este apetito insaciable por el gasto militar requiere enemigos externos y conflictos perpetuos, creando un círculo vicioso de intervencionismo que justifique tales desembolsos. Los resultados son visibles en las sucesivas guerras e intervenciones que han marcado las últimas décadas, desde Vietnam hasta Afganistán, pasando por Irak, Libia y Siria.
EL SAQUEO CONTEMPORÁNEO
La invasión de Panamá en 1989 constituye un ejemplo paradigmático de cómo Estados Unidos utiliza pretextos para justificar intervenciones militares que persiguen objetivos geoeconómicos estratégicos. Como se documenta extensamente en varios de los materiales consultados, la llamada «Operación Causa Justa» fue oficialmente justificada como una medida necesaria para detener el narcotráfico y defender la democracia.
El general Manuel Antonio Noriega, quien había sido durante años un aliado útil para Washington y colaborador de la CIA, fue convertido de pronto en enemigo público número uno. Como se describe en los documentos, Noriega «había sido aliado clave de Estados Unidos durante el final de la Guerra Fría, trabajando como agente de la CIA, al tiempo que tejía vínculos con el narcotráfico» (elnacional.com). Cuando dejó de ser funcional a los intereses estadounidenses, fue acusado de narcotráfico y derrocado mediante una invasión militar que causó entre 500 y 4 mil víctimas panameñas, según distintas fuentes.
El verdadero objetivo de la invasión, sin embargo, habría sido asegurar el control estratégico del Canal de Panamá en vísperas de su traspaso completo a soberanía panameña, previsto para el año 2000 según los Tratados Torrijos-Carter de 1977. Como se señala en uno de los documentos, estos tratados «condicionaba la defensa del canal de manera conjunta, a través de un tratado adicional, dando la posibilidad de intervenir militarmente en Panamá si la operación del canal se viese comprometida».
La invasión aseguró que, aunque panameño en papel, el canal permaneciera bajo control efectivo estadounidense.
Continuará…