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OPINIÓN

Por la defensa de la dignidad humana

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Luchas Sociales, por Mónica Ortiz //

El día de los Derechos Humanos se celebra cada 10 de diciembre, el día en que, en 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH); Jalisco celebró y reconoció a las organizaciones, asociaciones, colectivos y luchadores sociales, con la entrega del premio Francisco Tenamaxtli el cual otorga la Comisión Estatal de los Derechos Humanos Jalisco y su Consejo Ciudadano, en el evento realizado en el teatro Diana de esta Ciudad, se congregaron no solo personas con gran espíritu de lucha y defensa por la dignidad humana, sino también se podía sentir cómo se erizaba la piel cada que se entregaba un premio, debido a que no son premios de éxito y ego personal, no, son auténticos reconocimientos a la empatía, al valor humano y sobre todo al respeto por la dignidad de las personas.

En un mundo donde el poder, la política, el materialismo y el control, son ejes rectores de grandes sociedades desarrolladas, el ejercicio pleno y consiente de los derechos humanos de las personas, debe prevalecer sobre cualquier otra realidad; en un país como el nuestro donde el desequilibrio social, la pobreza, la corrupción y la violencia están presentes en cada situación social; Jalisco vive y sobrevive en contexto político, gubernamental y social de abrumante indiferencia en la defensa de los derechos humanos y así se sintió durante este emotivo evento de dignidad y presencia social, ante la sordera de los gobiernos, autoridades y políticos.

Jalisco tiene una deuda con la dignidad de la sociedad, cada vez más grande y dolorosa, los gobiernos que llegan a administrar el Estado, han sido omisos a las luchas sociales y del respeto de los derechos humanos, son constantes reincidentes de violaciones y omisiones, no ven más allá de la politiquería, la simulación y la absurda adquisición de poder, alimentan sus egos falsos y autoritarios de excusas infundadas, para dar la vuelta a su deber de garantizar, vigilar y promocionar la cultura del respeto a las dignidades, en realidad no buscan nada más que ganar posición en sus grupos de poder, no merecemos los gobiernos que tenemos, nos están quedando cortos, para una sociedad jalisciense tan combatiente y empática.

En este sentido, es importante analizar desde la perspectiva social y humana que reconocer y alentar la noble labor de las sociedades civiles organizadas de velan por el respeto, la defensa y la lucha de las causas dignas de las personas y sobre todo por el posicionamiento enérgico contra gobiernos autoritarios, sordos y mudos de su propio deber, con idealismos políticos fuera de la realidad y tiempo en el que vivimos las personas; por lo que indiscutiblemente la cantidad de causas y de luchas, es considerablemente desproporcionada a los discursos del gobierno federal y estatal, igual lo vemos en los poderes fácticos de ambos gobiernos, no se legisla a favor de las personas, sino a favor de partidos políticos, no conseguimos justicia en los tribunales, la corrupción y la impunidad superan la realidad de los derechos humanos y la obligación del estado mexicano, por lo que esa noche de reconocimiento se respiró impotencia, dolor y frustración, lo que claramente indica que las cosas no van bien en Jalisco.

Magnos son todos aquellos seres humanos que dignamente se auto reconocen como luchadores y defensores de los derechos humanos en Jalisco, llevando una agenda de ayuda, atención, solidaridad y respeto a sectores vulnerables. Todas las asociaciones, organizaciones y defensores que la noche del 10 de diciembre recibieron el premio Francisco Tenamaxtli, también se llevaron en lo personal el enorme orgullo de saberse invaluables para la sociedad que representan, contribuir y trabajar en pro de los derechos humanos, siempre será más reconfortante que los aplausos ante un discurso político, más valioso que cualquier cargo público y sobre todo mucho más poderoso que la imagen simulada; vivir luchando por los demás, enarbolar banderas justas y dignas, conseguir el reconocimiento de la sociedad, es sin duda alguna una labor que va más allá de la vida y que abrirá caminos aunque pase el tiempo, a los que la sociedad llamará legados.

Que no se les olvide a los actuales gobiernos y a los que vengan que la sociedad organizada siempre tiene la razón, su lucha es legítima e indica omisión, violación e impunidad; por lo pronto que se escuchen fuerte y alto las consigas de las luchas sociales y de respeto a la dignidad de todas las personas y que gritan: «La Resistencia sigue, Huentitán», «Hasta encontrarles», «Hasta que la dignidad se haga costumbre, ¡nunca más sin nosotras!», «No están solas», «Vivos se los llevaron, vivos los queremos» «Temaca vive, sí se pudo», «Sin libertad sexual no habrá liberación social», «Ustedes respiran sin pensar, ellos piensan en respirar», «No hay quimios»; entre muchas otras protestas legítimas que sin duda son importantísimas en Jalisco; los defensores celebraron el día Internacional de los Derechos Humanos, levantando con orgullo su reconocimiento ante un auditorio colmado de revolucionarios empáticos y altamente responsables de su papel transformador a quiénes, les debemos admirar la valentía con la que elevan la voz por sus comunidades.

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