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OPINIÓN

¡Qué pena presidente¡

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Los Hombres del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac //

Qué difícil es gobernar un país tan complejo y tan grande como México, que sufre las consecuencias de su ubicación geográfica al tener más de 3 mil kilómetros de frontera con el principal consumidor de drogas del mundo, cuyo negocio ha enriquecido a mucha gente, ha generado una descomunal corrupción y que ha convertido al país en un gigantesco cementerio.

Son cerca de 300 mil la pérdida de vidas que se ha registrado en el país (entre homicidios y desaparecidos) durante los últimos 13 años y esa espiral violenta no se advierte que puede tener un freno y disminuir a corto o mediano plazo.

Lo que aconteció en Culiacán la tarde del viernes, donde el Estado Mexicano fue arrodillado por el narcotráfico, es consecuencia de ese gran poder que estas organizaciones han logrado y que se han convertido en el otro gran poder, a tal grado que en el juego de vencidas, un tu a tu con el gobierno, éstos salieron ganando.

El propio Secretario de Seguridad, Alfonso Durazo acepta que aquel operativo realizado en Culiacán fue un desastre que le pega, como nunca antes había sucedido, a México en el exterior:

Afirma Alfonso Durazo: “No hay pactos con criminales, no hay un Estado fallido; lo que hubo fue un operativo fallido”. ¡Qué barbaridad! ¿En manos de quién estamos? Son funcionarios incompetentes que exhiben la incapacidad y torpeza de un gobierno y que deberían de irse, por la crisis que han generado y que vienen a exhibir la falta de estrategia e inteligencia de esta administración para enfrentar a la criminalidad.

La Guardia Nacional es la propuesta del Presidente Andrés Manuel López Obrador para poner orden en el país y que en Culiacán fue completamente rebasada y superada por el grupo criminal que impidió la detención del hijo del Chapo Guzmán.

LA VISIÓN DE CIRO GÓMEZ LEYVA

Escribió el periodista Ciro Gómez Leyva: “Hay que reconocer que el Presidente López Obrador tomó una decisión de estadista. Una decisión tremendamente polémica, pero de estadista ante dos premisas tan malas, pelear en desventaja o ceder, se tomó la opción menos mala”.

¿Usted qué opina? ¿Se equivocó el Gabinete de Seguridad en ceder a las amenazas del cártel de Sinaloa? ¿Debió haberlos enfrentado con los costos que ello hubiera significado, pérdida de vidas inocentes, que bien pudieron ser 1, diez, 20, 30 o 100?

Estoy de acuerdo con Ciro Gómez Leyva. Hubo un error de origen, como se planeó el operativo, sin un previo diagnóstico de lo que representaba una operación como el detener a un personaje e hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán que fue detenido, extraditado y procesado por el Gobierno de los Estados Unidos. ¿Minimizaron el poder que tiene este joven porque su padre está preso en el vecino país?

Es cierto, se comete ese error terrible, pero luego haber caído en una confrontación de proporciones de daños inimaginables, creo que fue lo más pertinente. No tenía porque morir gente inocente.

Pero por la ineptitud, el gobierno de López Obrador ha quedado exhibido y al mismo tiempo se evidencia la ingenuidad cuando pretende acabar con este gran poder que rebasa al Gobierno con consejos a los jóvenes que secuestran y asesinan, que va a hablar con sus madrecitas para que les jalen las orejas.

La verdad es que es una vacilada y lo que va a lograr por ese camino es que tengamos un gobierno mucho más pobre y desdibujado de lo que recibió, y que estos grupos tengan mayor poder, ahuyentando a las inversiones, generando desempleo y mayor pobreza.

REPLANTEAR ESTRATEGIA

Lo de Culiacán ha venido a desnudar la improvisación en el Gabinete de Seguridad y corrobora el escepticismo que habían mostrado diversos sectores de la sociedad de que Alfonso Durazo no tenía el perfil adecuado para encabezar el esfuerzo del Estado Mexicano para recuperar la paz y el orden en México. Su experiencia en este campo había sido nulo, cero, pues, pero el Presidente López Obrador decidió que fuera el civil que coordinara al Ejército, Marina, Armada y lo que quedó de la Policía Federal.

Como lo hace todo gobierno, el Presidente tendrá que actuar de acuerdo a la circunstancia que se vive y aceptar que se equivocó con Alfonso Durazo, que además hasta mentiroso resultó, cuando se contradijo al declarar ante la opinión pública que no se trataba de un operativo especial, pero el suceso se le salió de control y la verdad del tamaño de Culiacán, alcanzó el mundo entero.

El Presidente López Obrador, si no hace los ajustes necesarios, México saldrá de Guatemala para entrar a Guatepeor. El problema es muy grande, muy grave, bien puede simular, como lo han hecho otros gobiernos y administrar el tema, pero hacerlo es llevar al país a lo que es un estado fallido que en Culiacán así se exhibió cuando a los ojos de todo mundo se deja en libertad a un delincuente, producto de la torpeza de los hombres del Presidente para poner orden en el país y que han traído más desorden.

¡Qué pena Presidente López Obrador!

¡Tumbe cabezas si quiere salvar a país porque de lo contrario, puede pasar a la historia en sentido contrario!

MUNDO

Todo tiene un precio: El nuevo orden mundial, el tablero global ha sido reorganizado

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Por Víctor Hugo Celaya Celaya //

El reciente anuncio de tarifas recíprocas por parte de Estados Unidos representa una estrategia tanto económica como geopolítica. Desde el inicio de su discurso en la Casa Blanca, el presidente estadounidense enfatizó el papel preeminente de su nación en el desarrollo económico mundial, combinando un esquema de fortalecimiento interno con una clara demostración de poder político frente a aliados y competidores. Esta maniobra marca, en cierta forma, el fin de la globalización tradicional y la intermediación de acuerdos comerciales multilaterales e instituciones como la Organización Mundial de Comercio.

Acostumbrado a dominar las negociaciones, el mandatario busca primero consolidar la economía interna mediante ingresos provenientes de estos nuevos aranceles. Estos recursos financiarán programas gubernamentales de apoyo a la industria, desarrollo de infraestructura y sectores estratégicos como seguridad nacional y empleo regional. Los aranceles, que entrarán en vigor entre el 5 y 9 de abril según lo establecido por la Casa Blanca, afectarán principalmente áreas como la industria automotriz, manufacturas y producción de insumos básicos como acero y aluminio.

El anuncio más significativo fue la imposición de un 25% generalizado para todas las exportaciones de automóviles hacia Estados Unidos, independientemente de su origen. Paralelamente, se cobrarán tarifas recíprocas a muchos países en diversas ramas productivas donde, según el análisis comparativo estadounidense, estos imponen aranceles considerables a productos norteamericanos.

La propuesta revela una clara estrategia diferenciada: los países asiáticos, del Sudeste Asiático, África y aquellos considerados competidores en costos de producción, especialmente en manufacturas, enfrentarán tarifas recíprocas mucho mayores. Lo mismo ocurrirá con naciones no alineadas con el proyecto estadounidense. Los impuestos están particularmente enfocados en países con mano de obra barata que, según la perspectiva norteamericana, «se aprovechan» de Estados Unidos.

En contraste, aliados estratégicos reciben un trato preferencial. Reino Unido y Brasil enfrentan tarifas equivalentes (10% y 10%) a las que imponen a exportaciones estadounidenses. Similar consideración reciben países centroamericanos, sudamericanos y caribeños como El Salvador, Honduras, Guatemala, República Dominicana y Argentina, así como naciones de Oriente Medio como Arabia Saudita, Emiratos Árabes e Israel. Esta diferenciación confirma que se trata de un esquema político, económico y estratégico diseñado para reforzar el liderazgo estadounidense en distintas regiones.

La propuesta arancelaria busca claramente mantener como aliados a Reino Unido en Europa, Brasil en Latinoamérica, Egipto en África y los países árabes en Oriente Medio. Simultáneamente, envía un mensaje a la mayoría de los países europeos: el único bloque relevante es el que Estados Unidos construya en sus esferas de influencia, no un nuevo bloque continental independiente que algunos países europeos, aliados con naciones del bloque socialista, pretenden establecer.

El impacto más significativo de esta política se concentra en las tarifas para la exportación de automóviles y autopartes, una medida diseñada para responder a las demandas del electorado estadounidense y especialmente a las empresas armadoras que constantemente denuncian el cierre de plantas y el creciente desempleo en estados anteriormente líderes en este sector.

Esta estrategia geoeconómica y política busca fortalecer el liderazgo estadounidense global, sin abandonar completamente a los países en desarrollo, a quienes responde con tarifas menores y transitorias, condicionadas al cumplimiento de compromisos específicos, como el fortalecimiento democrático en el caso de México.

Estados Unidos ejerce un papel hegemónico pero estratégico, aprovechando su posición como el mercado más grande del mundo. El mensaje es claro: «Ustedes también pongan su parte y ayúdenme a fortalecerme internamente para seguir siendo aliados». Esta visión político-empresarial refleja la formación y experiencia del mandatario como empresario, político y gobernante.

En este tablero global, China y Rusia representan los principales competidores, particularmente China en el ámbito comercial, donde los aranceles recíprocos son mayores. La estrategia estadounidense busca un equilibrio geopolítico en seguridad universal mientras reconoce la necesidad de modernizar sus procesos productivos, incluyendo los automotrices y manufactureros, para competir con los países asiáticos en costos de producción y mano de obra.

EL CASO DE MÉXICO

Para México, estas medidas afectarán inicialmente a la industria maquiladora, pero preservan las inversiones y el comercio amparados por el Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC). México y Canadá quedaron exentos del arancel general del 10% impuesto por Estados Unidos, aunque ambos países siguen sujetos a aranceles del 25% para productos fuera del T-MEC, mientras mantienen la exención para productos dentro del tratado, que representan el 50.2% de las exportaciones mexicanas.

Según información oficial de la Casa Blanca, México y Canadá no estarán sujetos al arancel global del 10% anunciado por el presidente Donald Trump, y los productos que cumplan con las reglas del T-MEC mantendrán el trato preferencial de arancel cero. Mientras muchos países enfrentarán aranceles adicionales entre el 10% y el 50%, México y Canadá estarán exentos de la tasa arancelaria base.

La Casa Blanca ha especificado que «para Canadá y México, las órdenes vigentes sobre fentanilo/migración siguen vigentes y no se ven afectadas por esta orden», lo que significa que los productos que cumplen con el T-MEC seguirán sujetos a un arancel del 0%, mientras que los que no lo cumplen tendrán un arancel del 25%, y los productos energéticos y de potasa no conformes tendrán un arancel del 10%. En caso de rescindirse las órdenes sobre fentanilo/migración, los productos conformes con el T-MEC mantendrán su trato preferencial, mientras que los no conformes estarían sujetos a un arancel recíproco del 12%.

UN NUEVO ORDEN COMERCIAL

La estrategia arancelaria estadounidense representa mucho más que una simple política comercial; constituye una redefinición del orden económico global. En este nuevo paradigma, las relaciones bilaterales y las alianzas estratégicas prevalecen sobre los acuerdos multilaterales que caracterizaron la era de la globalización.

Para países como México, el desafío consiste en navegar hábilmente este complejo escenario, aprovechando su posición privilegiada en el T-MEC mientras diversifica sus relaciones comerciales. El tablero global ha sido reorganizado y las reglas reescritas. Aquellas naciones que comprendan la naturaleza dual —económica y geopolítica— de esta estrategia estarán mejor posicionadas para adaptarse a esta nueva realidad comercial donde Estados Unidos busca recuperar su hegemonía industrial mientras redefine sus alianzas estratégicas en un mundo cada vez más multipolar.

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OPINIÓN

El príncipe y Maquiavelo

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Conciencia con Texto, por José Carlos Legaspi Íñiguez //

Nicolás Maquiavelo (3 mayo 1469 – 21 junio 1527) logró pasar a la historia merced a su libro “El príncipe”, que escribió en su granja de retiro en 1513, y fue publicado luego de su muerte en 1532. El título original de la obra fue “De principatibus” que quiere decir “De los gobiernos de príncipes”.

La influencia de su tratado práctico de política es tan extensa que personajes como Napoleón Bonaparte, Carlos V, Henry Kissinger y una legión de “fans” le elogiaron y siguieron sus ideas.

Spinoza y Bacon defendieron sus afanes de libertad y la crudeza de términos, respectivamente. Voltaire lo vomitaba y, ya en el siglo XIX, Fichte y Hegel lo justifican y disculpan de las acusaciones de inmoralidad y poca ética en su obra.

Para saber un poco más sobre la “sucia política” (vox populi) recordaremos algunas frases e ideas de este controvertido, pero siempre nombrado, florentino.

“Un líder que hereda su reino encontrará menos problemas para gobernar y conserva el poder”.

“La gente acepta y respeta su poder porque viene de una larga tradición de liderazgo”.

“Un oponente estaría en desventaja, pues tendría que recurrir a la crueldad para ganarse el respeto, perdiendo el apoyo de la gente”.

Maquiavelo no era un improvisado. Sucedió al legendario Savonarola en la conducción política de Florencia. Nícolo medió o negoció con el Vaticano y las Cortes Italianas, francesas y alemanas, de 1499 a 1512.

Al caer la República de Florencia ante España, los Médici regresan al poder y torturan a Maquiavelo por considerarlo conspirador.

Se retiró a su granja donde escribió su famosa y ya citada obra, además de “El Arte de la Guerra e historia florentina”.

No hay político, en el mundo, que no haya siquiera sabido por interpósitas personas, lo que Maquiavelo escribió sobre los gobernantes, el poder y la política. Sus controversiales conceptos muestran y demuestran que el ser humano necesita siempre del poder. En escalas diferentes. Con escenarios distintos. Desde tiempos inmemoriales y por todos los rumbos del planeta.

“La conducta práctica del político se ha de desarrollar al margen de consideraciones teóricas fuera de la realidad; la obsesiva persecución del poder y prestigio -cueste lo que cueste- deberá ser con independencia de consideraciones éticas que se posponen a ese fin”.

Aunque en su obra no figura la famosa frase “el fin justifica los medios” se infiere en algunos de sus textos.

Maquiavelo, oriundo de Florencia, donde nace el Renacimiento, concibe a la política como “el arte que no está sometido a reglas éticas; rompe así con la tradición griega donde se consideraba a la política como una gran ética y a la ética como una mini política”.

El hombre es malvado por naturaleza, sostiene Maquiavelo. Afirma que no responde a los altos ideales de la moral y que, por el contrario, actúa impulsado por los apetitos insaciables que dan como resultado la violencia. Esos “apetitos insaciables”, son, indudablemente, la ambición, la codicia y la ejercer la violencia, porque generalmente “los hombres son ingratos, volubles, simuladores, mentirosos, cobardes y ávidos de lucro”.

Afirma que “los hombres se apresuran a cambiar de gobernante cuando creen que pueden mejorar su suerte; nuestras vidas están marcadas por abismos de hipocresía; dado que el cumplimiento de la ley, a menudo, resulta inadecuado, tiene sentido recurrir al uso de la fuerza; un gobernante exitoso debe ser capaz de explorar tanto al hombre como a su lado bestial, puesto que nunca se reconocerá la autoridad de los Estados si las leyes no se respaldan con la demostración de poder que obligue a la obediencia”.

Cuando el objetivo es muy importante para el gobernante, no importa transgredir conceptos éticos o morales para conseguirlo.

El Top ten de las frases de Maquiavelo:1) El vulgo se deja cautivar siempre por la apariencia y el éxito; 2) Un príncipe jamás carece de legitimidad para, incluso, romper sus promesas; 3) De vez en cuando las palabras sirven para ocultar los hechos; 4) La política no tiene relación con la moral; 5) Todo mundo ve lo que se aparenta ser, pocos lo que realmente se es; 6) El odio se gana igual por las buenas que por las malas obras; 7) El que engaña encontrará siempre quien se deje engañar; 8) Los hombres ofenden primero al que aman que al que le temen; 9) Un hombre que quiere ser bueno entre los que no lo son… labra su propia ruina; 10) Las minorías no tienen sitio cuando las mayorías tienen dónde apoyarse.

Maquiavelo sostenía que el ser humano se debate entre su condición humana y el animal, porque la naturaleza humana es, predominantemente, instintiva. Afirma también que los gobernantes tienen una ética de responsabilidad y los gobernados la ética de la convicción.

Los especialistas en Maquiavelismos aseguran que la frase “el fin justifica los medios” no es de Nicolás, sino de la obra “Medulla theologiae moralis” (El núcleo de la teología moral) publicado en 1650 donde se indica “Cum finis est licitus, etiam media sunt licita” (Cuando el fin es lícito, también lo son los medios).

Algunos de nuestros ilustres políticos, confunden a El Príncipe, con El principito y- en palabras de Maquiavelo- son aquellos que no comprenden las cosas ni con explicaciones ajenas, porque no las entienden sin ayuda ni cuando otros se las muestran.

 

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JALISCO

Humanización, el gran reto

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Opinión, por Miguel Anaya //

Vivimos tiempos de extraordinario avance tecnológico. La inteligencia artificial, el internet y los algoritmos que dominan nuestra vida diaria nos han permitido logros impensables hace apenas unas décadas. Sin embargo, junto con estas conquistas, enfrentamos una paradoja inquietante: cuánto más conectados estamos digitalmente, más desconectados parecemos estar como seres humanos.

La deshumanización no es un concepto abstracto. Se manifiesta en la superficialidad de nuestras interacciones, en la pérdida de empatía y en la creciente dependencia de máquinas para tareas que antes exigían juicio, criterio y sensibilidad. En un entorno donde el dolor ajeno se consume como contenido viral, y donde un “Me gusta” sustituye la acción, la compasión se diluye.

La tecnología, sin duda, es una aliada poderosa. Pero no podemos permitir que sustituya nuestras capacidades más humanas: Pensar críticamente, sentir con profundidad y actuar con responsabilidad. El peligro no radica en la inteligencia de las máquinas, sino en nuestra renuncia silenciosa a cultivar la nuestra.

Ante esta realidad, la educación emerge como el principal contrapeso. Es desde la formación académica —y sobre todo desde la formación en valores— que podemos recuperar lo esencial. La familia y la escuela son los espacios donde se siembran las raíces del respeto, la empatía y la solidaridad. Pero es en las universidades donde estas cualidades deben madurar y traducirse en acciones transformadoras.

En Jalisco, la Universidad de Guadalajara atraviesa un momento histórico. La reciente toma de protesta de la maestra, Karla Planter, como la primera rectora en la historia de la institución no solo representa un avance en términos de igualdad de género, sino también una oportunidad para renovar la visión de la educación superior.

El rector saliente, Ricardo Villanueva, deja una gestión con avances relevantes en cobertura y calidad educativa. Ahora, el reto será consolidar una comunidad universitaria que no solo sea académicamente competente, sino también profundamente humana.

Las universidades deben ser espacios de pensamiento crítico, pero también de encuentro humano. Necesitamos aulas donde se debata el impacto de las redes sociales, donde se cuestione el uso de la tecnología, se propongan políticas públicas que impacten a la realidad actual, fomentando la vida más allá de las pantallas. Promover actividades culturales, deportivas y al aire libre no es un lujo, sino una necesidad para formar individuos completos.

La deshumanización ha transformado profundamente la forma en que como sociedad enfrentamos el dolor, la tragedia y la violencia. Casos recientes, como el de Teuchitlán, o los homicidios qué se dieron en Chalco, Estado de México, donde una persona mayor, en busca de recuperar su propiedad, actuó violentamente por cuenta personal después de recibir nula respuesta de las autoridades, son muestra dolorosa de cómo el sufrimiento se ha convertido en una forma más de consumo mediático.

Ambos eventos, que deberían ser detonantes de reflexión profunda y de urgentes propuestas de transformación social, terminaron rápidamente reducidos a titulares sensacionalistas, a clips virales y a reacciones superficiales en redes sociales. Nos indignamos unos minutos, compartimos una imagen, escribimos un hashtag, y luego pasamos a la siguiente noticia, al siguiente escándalo, al siguiente meme.

Este ciclo de consumo rápido del dolor ajeno es uno de los síntomas más alarmantes de nuestra deshumanización. La violencia, al volverse cotidiana, deja de doler como debería. Las desapariciones, los feminicidios, las agresiones brutales se han normalizado a tal punto que ya no sacuden la conciencia, sino que se consumen como parte del espectáculo digital. Hemos llegado al punto en que el morbo se impone sobre la compasión, y la banalidad sobre la exigencia de justicia.

La indignación no puede durar un solo post. Debe transformarse en conciencia, en organización y en acción. Porque mientras sigamos consumiendo el dolor ajeno como entretenimiento, seguiremos perpetuando un sistema donde la violencia no solo ocurre, sino que deja de importar. Si desde la educación fomentamos una ética del cuidado, del pensamiento reflexivo y del compromiso social, aún hay esperanza.

Los estudiantes no son solo el futuro. Son el presente que puede cambiar las cosas. Por eso, urge repensar el rumbo, reconstruir comunidad y trabajar por un modelo educativo que no solo produzca profesionistas, sino ciudadanos con conciencia y corazón.

El progreso real no vendrá solo de la tecnología, sino de nuestra capacidad para seguir siendo, ante todo, humanos.

 

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Tendencias

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