LOS PELOTEROS
Zelman Jack y Matt Pobereyko: Las muertes trágicas de peloteros de Algodoneros

Al bat, por Jesús Alberto Rubio //
Rodrigo Rodríguez: Maestro Rubio. Parece que Algodoneros de Guasave tuvieran imán para contratar a esos pitchers con nombres y apellidos extravagantes destinados a ser leyendas y me refiero a jugadores como Al Hrabosky, Thor Skogan, Zelman Jack y Matt Pobereyko.
Al Hrabosky y Thor Skogan, el 1-2 en el pitcheo de Algodoneros en aquel campeonato de 1971-72, el único campeonato de Algodoneros. Zelman Jack ídolo de la afición de Guasave murió de conmoción cerebral al caer de un segundo piso y ahora Matt Pobereyco, este formidable pitcher derecho que acaba de tener una temporada excelente.
Que en Paz descanse este competidor lanzador. De Al Hrabosky recordamos aquella forma que tenía de desplazarse del estadio al hotel:
Lo hacía colgado de unas patrullas de la policía de Guasave que todas las noches lo esperaban en las afueras del estadio; recordamos al locutor que decía poco antes de terminar el partido, «ya la patrulla espera a Hrabosky para llevarlo al hotel».
Siempre fue un pitcher extravagante. Saludos Jesús Alberto.
NOS UNIMOS A LAS CONDOLENCIAS
El Salón de la Fama del Beisbol Mexicano, lamenta el sensible fallecimiento de Matt Pobereyko, pitcher de Algodoneros de Guasave. Nos unimos a la pena que embarga a su familia y a todos sus seres queridos…descanse en paz.
Un video de quien fue un estelar Algodonero de Guasave y refuerzo de Cañeros de Los Mochis en la reciente Serie el Caribe: Fue pitcher campeón en K con 73. Y tuvo registro de 6-2 y 2.05 de efectividad.
Iba a reportar a los Saraperos de Saltillo, en la LMB.
Beisbolpuro: Alejandro Kirk finalmente tomó la decisión de no jugar el Clásico Mundial de Beisbol, confirmó John Schneider, manager de los BlueJays Toronto. Fue decisión en conjunto debido a que no ha podido reportar al spring training pues espera el nacimiento de su hijo.
SONDEO POR EL NOMBRE DE UN ESTADIO
Interesante sondeo ayer con la colega Coyito Rodríguez en su programa Poder Noticia de una radio local sobre el nombre del estadio de los Naranjeros de Hermosillo, mencionándose con insistencia que debería llamarse Héctor Espino, otros, Fernando Valenzuela, así como Maximino León, quien por cierto aparece por primera vez como propuesta en este horizonte por todo lo que representa –también—en la historia de la franquicia.
Asimismo, se escuchó a quienes desean continúa como Estadio Sonora, ora pues.
Lo cierto es que ya está publicado un decreto en donde se establece que este año oficialmente se llamará Fernando Valenzuela. Entonces ya veremos y esperemos. Si me pregunta por quién me voy, por supuesto que se lo diré.
EL DUO OHTANI-TRUT
Así es: Clase de 1-2 en Anaheim: Mike Trout y Shohei Ohtani, una súper pareja atómica como solíamos decir en el antaño-hogaño.
Además, persiste la expectativa si veremos si el notable pitcher-bateador representativo del Sol Naciente continúa más allá de este año con la franquicia californiana donde que si sueñan con estar de nuevo presentes en una serie otoñal para repetir lo hecho ante los Gigantes en el 2002.
Imagínese a ambos toleteros juntos en una serie mundial.
Recuerde: Ohtani accedió el año pasado a firmar por 30 millones de dólares con los Angelinos de Los Ángeles en lo que era el último año de elegibilidad del astro al arbitraje salarial antes de la agencia libre.
EXPLOSIVAS PAREJAS OFENSIVAS
Otro tema interesante en relación al dúo atómico de Anaheim, Mike Trout y Shohei Ohtani (excelso poder de 1-2), nuestro amigo lector y Búho por siempre, además de entrenador de beisbol infantil, Francisco Javier “Picho” Moreno, nos ofrece una relación de quienes en su momento también han hecho una explosiva pareja a la ofensiva:
De inicio, mencionó, de los NYY, a Babe Ruth-Lou Gehrig y a Mickey Mantle-Roger Maris; enseguida a Johnny Bench-Tany Pérez (Cincy); Kirby Puckett -Ken Hrbek (Mellizos); Ronnie Camacho-Moi Camacho (Puebla); y de nuestros Naranjeros a Héctor Espino-Bob Darwin y de nuevo Espino-Celerino Sánchez. Por supuesto, debe haber muchas otras parejas de gran poder ofensivo bateando uno tras otro. Quizá recuerde a otras.
LUTO EN EL BEISBOL
Luto en el beisbol: Tim McCarver, dos veces ganador de la Serie Mundial y quien luego se hizo un nombre en la industria de la comunicación siendo locutor tanto a nivel nacional de EU, falleció ayer a sus 81 años. La causa de la muerte fue un fallo en el corazón. Descanse en paz el inolvidable recepto.
Jugó 21 años en la Gran Carpa, brillando especialmente doce años con los Cardenales de San Luis y nueve con Filis de Filadelfia.
JETER, YADIER, PIAZZA…
Derek Jeter, Salón de la Fama/Cooperstown, será este año el nuevo analista de beisbol de la cadena Fox Sports; Puerto Rico tendrá a Yadier Molina en el Clásico Mundial de Beisbol como manager…¿y sabe quién dirigirá en el mismo evento a Italia?: exacto: Mike Piazza, órale.
Los Marlins transmitieron un video en el que anunciaron sus planes para celebrar el 30mo aniversario de la franquicia a lo largo de la campaña del 2023.
Esta venidera temporada también se festeja el 20mo aniversario del segundo título de Serie Mundial de los Peces.
Hablando precisamente de la llamada “Ciudad Mágica”: Luego de 33 años Miami volverá a recibir una Serie del Caribe. El IoanDepot park, casa de los Marlins, fue presentado oficialmente como la sede de la edición 66 del torneo caribeño en 2024.
Deportes
La sombra de la lesión de Isaac Paredes amenaza a los Astros

-Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac
La temporada 2025 de los Houston Astros ha recibido un mazazo que resuena más allá del diamante: Isaac Paredes, su tercera base estelar, cayó lesionado el 19 de julio en un duelo contra los Marineros de Seattle.
En un equipo que lidera la División Oeste de la Liga Americana, pero con los Marineros pisándole los talones a seis juegos, la ausencia de Paredes es un golpe que Houston no puede ignorar.
Paredes, adquirido de los Tampa Bay Rays en 2024, ha sido un pilar indiscutible. Con un promedio de bateo de .259, 19 jonrones y 50 carreras impulsadas en 2025, su guante y su bat han sido vitales para los Astros.
Pero esta no es la primera señal de alerta: molestias previas en la misma pierna lo obligaron a renunciar al Juego de Estrellas 2025, un sacrificio que buscaba preservar su salud, pero que ahora parece insuficiente.
La incertidumbre crece mientras el equipo espera evaluaciones médicas definitivas.
¿Podrá Paredes regresar a tiempo para la postemporada, o será este el fin de su campaña?
El panorama se complica con una lista de lesionados que parece un hospital de campaña: Jeremy Peña (parador en corto), Yordan Álvarez (jardinero), Shawn Dubin (relevista) y Luis Guillorme (tercera base) están fuera, todos en listas de 10 o 15 días.
Esta crisis obliga a los Astros a moverse rápido antes de la fecha límite de cambios del 30 de julio de 2025.
Nombres como Joey Ortiz (Cerveceros) o el veterano Matt Chapman suenan como posibles refuerzos, mientras Mauricio Dubón y el novato Zach Dezenzo intentan llenar el vacío en la tercera base.
Sin embargo, ninguno iguala el impacto de Paredes, cuya ausencia podría desestabilizar la alineación en un momento crítico
La afición, que ve en Paredes un símbolo del orgullo mexicano en la MLB, contiene el aliento.
En redes sociales los usuarios como claman por su pronta recuperación, mientras advierte que sin Paredes, los Astros podrían perder su ventaja en la división.
La presión recae en Espada y el gerente general Dana Brown para ajustar la estrategia rumbo a octubre, ya sea con refuerzos externos o confiando en la profundidad del roster.
Pero más allá de los números, la lesión de Paredes es un recordatorio de la fragilidad del deporte: un héroe en el diamante puede convertirse en un espectador en un instante.
Un diamante en pausa, pero no rendido
En el béisbol, como en la vida, los golpes inesperados prueban el temple de los campeones. Isaac Paredes, con su garra y talento, ha demostrado ser un guerrero, pero ahora enfrenta una batalla fuera del campo.
Los Astros, mermados pero resilientes, deberán reinventarse para mantener vivo el sueño de octubre. Mientras los fanáticos cruzan los dedos, el diamante espera el regreso del mexicano que, con cada swing, lleva el orgullo de un país. Porque en el juego rey, caer no es el final, sino el preludio de una remontada épica.
Deportes
Se le agota el tiempo a Julio Urías para regresar a la MLB

-Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac
Julio Urías se encuentra en una encrucijada en su carrera, con el Trade Deadline del 31 de julio de 2025 como un punto clave para su futuro en la MLB. Si no logra firmar con un equipo de Grandes Ligas antes de esa fecha, opciones como la LMB, la LMP, NPB o las ligas independientes podrían ser caminos viables para mantenerse activo y preparar un regreso triunfal.
El 31 de julio de 2025 marca un hito para Julio Urías: la Fecha Límite de Cambios de la MLB, una puerta que podría abrirse o cerrarse definitivamente para su regreso a las Grandes Ligas.
Scott Boras, su representante, ha expresado que el sinaloense “todavía tiene toda la intención de continuar su carrera. Se está poniendo en forma; obviamente tendrá opciones que están abiertas para él”.
Boras ha comentado que ha recibido ofertas de varios equipos de Grandes Ligas en Estados Unidos, pero aún no se ha concretado nada. Expresamente, el representante de Julio no ha señalado de qué equipos se trata.
Aquellas soberbias actuaciones
Julio Urías, “El Culichi”, es un nombre que resuena con orgullo en el corazón de México: un zurdo de Culiacán que conquistó la Serie Mundial, lideró la Liga Nacional en victorias y se alzó como heredero de Fernando Valenzuela.
Pero hoy, su historia no se escribe solo en el montículo, sino en los tribunales de la vida, donde el talento no siempre es suficiente para borrar las manchas del pasado.
Suspendido hasta el 17 de julio por violar por segunda vez la política de violencia doméstica de la liga, Urías enfrenta un camino espinoso. No basta con su brazo de élite, que en 2021 logró 20 victorias y en 2022 lideró con un 2.16 de ERA. Los equipos no solo buscan pitchers; buscan historias que no ensombrezcan sus rosters.
Urías, con su talento, pudo ser una figura histórica para el beisbol mexicano, inspiración para las nuevas generaciones que sueñan con llegar a la Gran Carpa y alzar los brazos de triunfo, como lo hizo “El Culichi”. Pero sus errores fuera del diamante —dos incidentes de violencia doméstica, el más reciente en 2023— lo han convertido en un “hombre invisible”, como lo llamó el Los Angeles Times. Su castigo de 36 meses de libertad condicional y consejería es un recordatorio de que el béisbol, como la vida, no perdona fácilmente a quienes traicionan la confianza.
Urías tiene opciones: la Liga Mexicana del Pacífico, donde los Tomateros de Culiacán lo recibirían con los brazos abiertos, donde su zurda podría brillar en el invierno. La NPB en Japón, con su disciplina y prestigio, también asoma como un destino para resurgir, como lo hizo Trevor Bauer tras su propio exilio. Pero estas no son solo alternativas deportivas; son pruebas de carácter. ¿Podrá Urías, a sus 28 años, demostrar que ha aprendido, que su brazo no es solo un cañón, sino un símbolo de redención?
La afición mexicana, siempre leal, no lo olvida. En X, las voces claman por su regreso, pero también exigen responsabilidad. El “Culichi” no solo debe convencer a los scouts con sesiones de bullpen; debe ganarse de nuevo el respeto de una comunidad que lo vio como un ícono.
En un mundo donde el poder y la arrogancia a menudo opacan la humanidad, como escribimos alguna vez, Urías tiene la oportunidad de mostrar que el amor por el juego y el compromiso con uno mismo pueden prevalecer.
El 31 de julio no es solo una fecha límite; es un espejo para Julio Urías. ¿Será el pitcher que regrese al montículo con la humildad de quien ha caído y se levanta, o quedará atrapado en las sombras de sus errores?
México lo observa, no solo con esperanza, sino con la exigencia de que sus ídolos sean más que talento: sean ejemplo.
Su próximo paso dependerá de su capacidad para aprovechar estas oportunidades y demostrar que sigue siendo el “Culichi” que brilló en la Serie Mundial.
Deportes
Julio Urías: ¿Redención o rechazo en Grandes Ligas?

-Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac
Julio Urías, el talentoso pitcher sinaloense, quedó liberado de la lista de restricciones de la MLB tras cumplir una suspensión por violar la política de violencia doméstica. A sus 29 años, con un récord de 20-3 en 2021 y un anillo de Serie Mundial en 2020 con los Dodgers, Urías es un activo deportivo de primer nivel.
Sin embargo, su historial de dos incidentes de violencia doméstica —en 2019, que le costó una suspensión de 20 juegos, y en 2023, que lo llevó a su salida de los Dodgers— plantea un dilema: ¿merece una nueva oportunidad en las Grandes Ligas?
El caso de Urías trasciende lo deportivo, generando un debate entre quienes abogan por la redención y quienes consideran su historial una barrera insalvable. La pregunta no es solo si un equipo estará dispuesto a firmarlo, sino si puede superar el escrutinio de una sociedad cada vez más sensibilizada ante temas de violencia.
El béisbol, como negocio y espectáculo, no solo evalúa el talento, sino también el impacto social y de imagen que conlleva una contratación.
En el programa de ESPN conducido por Ernesto Jerez, conocido por su icónico “¡A lo profundo… díganle que no a esa pelota!”, se abrió un debate revelador.
Jerez planteó que firmar a Urías no es solo un desafío deportivo, sino un reto de relaciones públicas y responsabilidad social. “Vamos a ver si algún gerente general se atreve a tomar ese riesgo. No se trata solo de firmar a un pitcher; es hacer un trabajo con la comunidad para mitigar el impacto”, afirmó.
Jerez añadió: “Uno cree en las segundas, incluso terceras oportunidades, pero también en que alguien puede cambiar. El problema es que Urías es reincidente”.
Un talento bajo la lupa
Urías ha cumplido con horas de servicio comunitario y, según reportes, está en excelente forma física. Sin embargo, la MLB no solo evalúa el desempeño en el montículo. “Es elegible por las reglas, pero la pregunta es si un gerente general asumirá el desafío”, señaló Jerez.
El precedente de Roberto Osuna, ex cerrador de los Blue Jays, ilustra los riesgos. En 2018, los Astros firmaron a Osuna durante su suspensión por violencia doméstica, y aunque ayudó a llegar a la Serie de Campeonato, el ex gerente general Jeff Luhnow admitió recientemente que fue “la peor decisión” de su carrera. “Pensé solo en ganar juegos, pero el daño a la imagen del equipo fue mayor. No lo haría de nuevo”, confesó.
Este testimonio complica el panorama para Urías. “Es un recordatorio de que el impacto reputacional puede superar los beneficios deportivos”, comentó.
Una tercera oportunidad en un mundo escéptico
El debate en ESPN giró en torno a la posibilidad de redención. “Urías está pidiendo una tercera oportunidad, no una segunda”, señaló Jerez, destacando la reincidencia del pitcher.
Aunque algunos equipos han mostrado interés, la percepción pública es un obstáculo significativo. “No se trata solo de lanzar strikes; es lo que representa para el equipo y la ciudad”, afirmó.
La sociedad actual exige pruebas contundentes de cambio, y como señaló un panelista, “eso no se logra en seis meses; requiere años”.
A pesar del escepticismo, hay voces a favor de Urías. “Todo ser humano merece una segunda oportunidad, incluso una tercera”, argumentó Hugo Castillo en redes sociales, destacando el valor deportivo del pitcher.
A sus 29 años, Urías podría firmar por un salario mucho menor que los 200 millones que exigen otros pitchers estrella. “Deportivamente, es el robo del siglo para un equipo dispuesto a arriesgarse”, opinó Enrique Rojas.
Sin embargo, el consenso es que el “control de daños” es crucial. “Los equipos buscan ser políticamente correctos. Firmar a Urías implica un riesgo de imagen que pocos están dispuestos a asumir”, señaló Ismael “Rocket” Valdez, ex lanzador de Grandes Ligas.
Comparaciones y contextos
El caso de Urías se compara frecuentemente con el de Osuna, pero con matices. “Osuna no mostró cambios tras su suspensión, y eso pesó en Houston. El caso de Urías es más mediático”, explicó Carolina Guillén, panelista de ESPN.
Otros casos, como los de Wander Franco y Trevor Bauer, son menos comparables debido a la gravedad de las acusaciones contra ellos. Aunque Urías está fuera de la lista de restringidos, su desafío no es solo convencer a los equipos, sino a una opinión pública cada vez más exigente.
“Está en buena forma física, pero el problema es social, no deportivo”, comentó un usuario en redes.
Un dilema ético y estratégico
Firmar a Urías plantea un dilema que combina ética y estrategia. “Un equipo que lo fiche debe invertir en una campaña de relaciones públicas para mitigar el impacto”, sugirió Guillermo Celis.
La experiencia de Luhnow con Osuna propone que el costo reputacional puede superar las victorias. “La sociedad no perdona fácilmente, y los equipos lo saben”, afirmó Carolina Guillén.
Para Valdez, el panorama es sombrío: “No creo que lo firmen este año. Necesita demostrar un cambio profundo, y eso toma tiempo”.
Urías enfrenta un camino cuesta arriba. Su talento es innegable, pero su historial lo pone bajo un escrutinio intenso. Un equipo que apueste por él no solo deberá justificar su decisión ante los fanáticos, sino demostrar que el pitcher ha tomado pasos concretos hacia la rehabilitación. Esto podría incluir participación en programas de reeducación, disculpas públicas creíbles y un compromiso visible con causas sociales.
Sin embargo, el tiempo juega en su contra: la percepción pública requiere pruebas de cambio sostenido, no gestos a corto plazo.
Un futuro incierto
En conclusión, el futuro de Julio Urías en las Grandes Ligas depende de un delicado equilibrio. Su talento lo hace atractivo, pero su historial exige un esfuerzo extraordinario para demostrar cambio. Mientras los equipos evalúan riesgos y beneficios, la sociedad observa, esperando no solo strikes, sino pruebas de redención. El camino hacia una tercera oportunidad será largo y complejo, pero no imposible.