OPINIÓN
La educación, eje de la Refundación

Los Hombres del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac //
No creo en la Refundación, lo veo más como slogan político, pero sí creo que es en la educación en la que se puede generar cambios y transformaciones profundas en la sociedad. La educación, si se entiende su utilidad y alcance, puede convertirse en una poderosa herramienta de cambio, pero entender su dimensión se requiere mucho mas que el deseo de pasar a la historia.
Ojalá pudiéramos tener a un hombre reformista y visionario como José Vasconcelos el impulsor de la primera gran reforma educativa en México (de las tres que han valido la pena), que viniera a entender la problemática, las necesidades y el cómo para cambiar la realidad.
En Jalisco el nuevo gobierno nos habla de una Refundación que en el campo educativo nos presenta un plan piloto experimental que denomina “Recrea”, educación para la vida y del cual vemos el entusiasmo que expresa el presidente de Mexicanos Primero Jalisco, Alejandro Gómez Levy al arropar este experimento con dos escuelas, de 50 con las que inician en este primer año, dentro de un universo de 14 mil espacios que hay en el Estado.
Hay que decir que estas escuelas se convertirán en escuelas de tiempo completo de las cuales hay 950 en Jalisco, que cuando fueron anunciadas como un programa tendiente a mejorar la educación, se hablaron maravillas. El problema que se advierte con este tipo de programas experimentales es que buscan inventar el hilo negro, en el entendido que lo que hizo el anterior no sirve y hay que sepultarlo.
Quisiera conocer el diagnóstico se tiene sobre las escuelas de tiempo completo que bien a bien desconocemos el futuro que tendrán, que antes de desaparecerlas, que se haga en razón de un diagnóstico objetivo, porque no sirvieron, dónde estuvo o estuvieron las fallas. ¿Fue un mal diseño del programa educativo? ¿Estuvo mal ejecutado? ¿Se contó con los maestros adecuados? ¿Se les capacitó en forma adecuada? ¿Qué pasó?
Porque viene el gobierno de la refundación y ahora nos presenta otro proyecto, pero que puede ser una moda sexenal y el que viene lo deseche por diversas razones y motivos, una muy poderosa, tener la potestad para determinar que esto no sirve porque yo lo digo, más allá del producto de un estudio fundamentado que así lo determine.
LA EDUCACIÓN EL EJE DE LOS CAMBIOS
Más que asuntos de leyes, de constituciones, se quiere hacer un cambio cualitativo, hay que ir a la educación, donde se puede sembrar en tierra fértil a través de saber formar a los niños de hoy que serán los ciudadanos del mañana.
Para ello se tiene que tener claridad de objetivos, empezando por los graves daños que tiene la sociedad de hoy perdida en los antivalores. No sólo es el tema económico-social, sino el formativo en cuanto a los valores con los cuales se debe imprimir, en el que mucho tiene que ver la familia, el papel de los padres, que es el más importante, mayor que el del propio maestro.
Por otro lado, es también muy importante cómo la educación se convierte en el eje de un cambio y transformación, cuando ésta se encuentra al centro de todo lo que se hace en un país y/o en un estado. Hay un país que hace más de cuatro décadas, llamada Corea del Sur tuvo gobernantes visionarios que estudiaron cómo sacar a su país del subdesarrollo que en aquella época estaba más atrasado que los países de América Latina.
Hicieron un plan a corto, mediano y largo plazo, tomando una determinación fundamental: la educación en el centro del gobierno. Aquello se respetó de gobierno a gobierno, los coreanos tomaron con seriedad el programa, los que estuvieron al frente del gobierno actuaron con sentido de plena responsabilidad, con un verdadero patriotismo y dieron continuidad a los programas, de tal suerte que hoy Corea es una de las 15 economías más importantes del mundo, cuyo beneficio se ha desparramado a la mayor parte de la población.
Quiero compartir el entusiasmo que nos expresa el presidente en Jalisco de Mexicanos Primero, Alejandro Gómez Levy con este proyecto de Recrea, pero veo muchos conflictos en el sector educativo y no advierto la sensibilidad de las autoridades educativas para dar el tratamiento adecuado e inteligente a los problemas, veo más bien expresiones de soberbia, pero les damos el beneficio de la duda.
Dice Gómez Levy que el problema educativo no es de insuficiencia de recursos, el problema es su mala distribución, el 95% se va a gasto corriente, bien, habrá que ver si hay capacidad para realizar una reingeniería de redistribución de los recursos, para que puedan liberarse presupuestos que permitan fortalecer puntos estratégicos que contribuyan a mejorar los contenidos y capacitación de los maestros. Hasta el momento tenemos números duros de los refundadores, lamentos de que la infraestructura se está cayendo y que se requieren más de 30 mil millones para tener escuelas dignas.
Habremos de esperar mejores noticias y que sus experimentos en 50 escuelas den buenos resultados. Y que los refundadores le den el valor real que tiene la educación, más allá de la retórica y grandilocuencia de pasar a la historia por obra y gracia del espíritu santo o del mago OZ.
Deportes
Atlas, de la gloria reciente al futuro incierto

-Por Diego Morales Heredia
A punto de cumplir 109 años de existencia, el Atlas es uno de los equipos con más tradición en el futbol mexicano. A lo largo de su historia, el conjunto rojinegro ha sido reconocido por su futbol vistoso y ofensivo, por la formación de talentos en su academia y por su afición, acostumbrada al sufrimiento y la esperanza, conocida con orgullo como “La Fiel”.
Durante más de ocho décadas, el club fue manejado por una Asociación Civil integrada por empresarios destacados de Jalisco. Sin embargo, los problemas financieros, la falta de resultados y decisiones divididas obligaron a que en 2013 el equipo fuera vendido a Grupo Salinas.
Bajo el mando de la televisora, si bien el conjunto del Paradero retomó estabilidad financiera, el Atlas vivió una etapa de altibajos, marcada por constantes cambios de técnico, bajo rendimiento en la cancha y una creciente desconexión con su afición.
Durante la presidencia de Gustavo Guzmán, también se rompió el vínculo histórico con los socios, pues el primer equipo, fuerzas básicas y femenil dejaron de utilizar las sedes tradicionales de Colomos, Chapalita y Country, generando un vacío en la identidad atlista.
Para sorpresa de muchos, en 2019 se anunció un nuevo cambio de administración: Grupo Orlegi, encabezado por Alejandro Irarragorri, tomó el control del club. Con ellos llegó la modernización bajo el lema “infraestructura, estructura y procesos”. Y con ello, también, la gloria: los títulos del Apertura 2021 y Clausura 2022 rompieron una sequía de más de 70 años sin campeonato de liga. Además, se consolidó la Academia AGA en Nextipac como símbolo del nuevo modelo formativo.
Hoy, a solo días de cumplir 109 años, Grupo Orlegi ha iniciado el proceso de venta del club, con el objetivo de cumplir las reglas de la Liga MX que prohíben la multipropiedad. La directiva ha optado por conservar a Santos Laguna, y poner al Atlas en el mercado por una cifra cercana a los 250 millones de dólares.
Y para “La Fiel”, vuelve la incertidumbre. La esperanza de que el legado rojinegro quede en buenas manos, que los colores, el escudo y la esencia del club no sean alterados. Serán meses largos, llenos de especulaciones, anhelos y miedo al cambio. Una vez más, los atlistas tienen su corazón en vilo.
¿Quién compra al Atlas?
Deportes
Edición 798: El drenaje profundo, un paso hacia el futuro en Guadalajara

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JALISCO
Año de la Mujer Indígena: Promesas vs silencio en la Comunidad Indígena de Mezquitán

-Los Juegos del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac
Entre el discurso oficial del gobierno de México, liderado por la presidenta Claudia Sheinbaum, y la cruda realidad de las comunidades indígenas, se abren fisuras que revelan contradicciones inquietantes.
En 2025, declarado «Año de la Mujer Indígena» por el Congreso de la Unión y respaldado por el Ejecutivo, se pretende enaltecer el rol histórico y cultural de estas mujeres, combatir la discriminación y fortalecer sus derechos con políticas inclusivas.
Sin embargo, esta intención noble choca con actos de violencia institucional perpetrados por dependencias del mismo gobierno, como se evidencia en el caso de la Comunidad Indígena de Mezquitán, en Zapopan Jalisco.
Desde 2001, esta comunidad lleva 24 años esperando una indemnización justa por la expropiación de 26.93 hectáreas de sus tierras, utilizadas para la ampliación de la carretera Guadalajara-Ixtlahuacán del Río-Saltillo.
Esta discrepancia plantea una pregunta crucial: ¿es el reconocimiento a las mujeres indígenas un compromiso genuino o un juego de poder simbólico?
UNA INJUSTICIA DE DOS DÉCADAS
El conflicto de Mezquitán comenzó en 2001, cuando la entonces Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), hoy Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), expropió las tierras prometiendo una compensación de aproximadamente 40 millones de pesos. Sin embargo, solo se pagaron 6 millones como anticipo entre 2004 y 2005, dejando un adeudo pendiente que, conforme a la Ley Agraria y sentencias del Tribunal Superior Agrario, debe ajustarse a valor comercial.
Después de siete años de litigios contra la SICT (desde 2017) el Tribunal Agrario 16, y en noviembre de 2023, el Tribunal Superior Agrario les dio la razón a la Comunidad Indígena de Mezquitán, ordenando un avalúo por el INDAABIN para calcular el pago a valor comercial. Sin embargo, la SICT siguió interponiendo amparos frívolos, el último resuelto en diciembre de 2024, para retrasar lo inevitable.
Ahora lo que procede es que se ejecute la sentencia y que la SICT proceda al pago correspondiente, pero para ello se requiere el avaluó actualizado que debe realizar INDAABIN, donde ahora está el atorón con el tortuguismo de la dependencia.
Habrá que señalar que la Consejería Jurídica Federal del gobierno de la Presidenta Claudia Sheinbaum, coincide y recomienda, que lo que sigue es el cumplimiento de la sentencia y darle seguimiento hasta su conclusión, es decir, el pago en favor de la Comunidad.
Fue el 18 de junio pasado en el que mediante acuerdo, el Tribunal Agrario ordenó al Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales (INDAABIN) que, en un plazo de 10 días, informe sobre el trámite del avalúo solicitado por la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), con apercibimiento de multa en caso de incumplimiento, pero a la fecha no tenemos conocimiento de que INDAABIN haya cumplido ese requerimiento.
Todos estos obstáculos del poder de la burocracia, de diversas formas, ha enfrentado la Comunidad Indígena de Mezquitán, diversas formas para retrasar el proceso de pago; ahora es el «tortuguismo» de INDAABIN, que ha ignorado plazos como el de 10 días establecido el 18 de junio de 2024, bajo amenaza de multa.
Esta demora impacta directamente a 333 familias, muchas lideradas por mujeres indígenas que enfrentan pobreza y marginación como resultado de esta injusticia prolongada.
Saúl Rodríguez Barajas, presidente del Comisariado de Bienes Comunales, expresó su frustración: “Llevamos 24 años luchando por nuestros derechos, mientras el gobierno promete justicia, pero no actúa”.
Esta situación no solo contradice el espíritu del «Año de la Mujer Indígena», sino que también desvirtúa la reforma constitucional de 2024, que reconoce a los pueblos indígenas como sujetos de derecho público y obliga a consultar y compensar por proyectos que afecten sus territorios.
CONTRADICCIÓN ENTRE DISCURSO Y REALIDAD
El gobierno de Sheinbaum ha desplegado iniciativas ambiciosas para apoyar a los pueblos indígenas. En su informe de 100 días, anunció un presupuesto de 221 mil millones de pesos para 2025 destinados al desarrollo de comunidades indígenas y afromexicanas, que incluye 17 planes de justicia ya en marcha y el inicio de 13 más.
Además, lanzó el programa Apoyo Financiero a Mujeres Indígenas y Afromexicanas Artesanas (MIAA) con 500 millones de pesos, y en diciembre de 2024 restituyó 2,178 hectáreas a comunidades rarámuris en la Sierra Tarahumara.
Estas acciones, combinadas con la designación de figuras históricas como Tecuichpo, Tz’ak-b’u Aha, Señora 6 Mono y Xiuhtlaltzin como emblemas del año, buscan visibilizar el legado de las mujeres indígenas.
No obstante, el caso de Mezquitán revela una desconexión alarmante. Mientras se celebran avances simbólicos, la SICT se resiste a pagar y INDAABIN incumple sentencias judiciales, dejando a las mujeres de esta comunidad sin la indemnización que les corresponde.
Esta contradicción no es un incidente aislado, sino un síntoma de un problema estructural: las políticas públicas, aunque bien intencionadas, a menudo no se traducen en justicia tangible. La reforma constitucional de 2024, que manda consultar y compensar, debería haber agilizado casos como este, pero la inacción gubernamental lo contradice, erosionando la confianza en las promesas de inclusión.
MÁS ALLÁ DE LOS JUEGOS DE PODER
La negativa de la SICT y el «tortuguismo» de INDAABIN en el caso de Mezquitán contradicen el espíritu del «Año de la Mujer Indígena». Esta comunidad, con sus 333 familias —muchas lideradas por mujeres que encarnan los valores que el gobierno dice proteger—, merece una resolución que trascienda la retórica.
Aunque Sheinbaum no ha abordado directamente el caso, su compromiso con la justicia social indica que, con información clara, podría impulsar una solución para que 2025 no sea un ejercicio vacío. El gobierno debe actuar con urgencia, asegurando el cumplimiento de las sentencias del Tribunal Agrario.
Solo así el discurso de reconocimiento a las mujeres indígenas se convertirá en hechos concretos, dejando atrás los juegos de poder y demostrando que la justicia no es negociable. La responsabilidad recae en Sheinbaum y sus dependencias: el tiempo apremia para alinear palabras con acciones.