OPINIÓN
La lucha por el poder

Entre Nos, por Alfredo Ponce //
Alito, es el nuevo presidente del PRI, la dinámica de las elecciones internas se dice que fue muy similar a las de antaño, donde imperaban prácticas muy alejadas a la verdadera democracia. Donde los dados, estaban siempre cargados.
En realidad, el ahora líder de los tricolores, no es una personalidad que tenga mucho impacto ante la sociedad, no tiene gran reconocimiento popular, pero ahora, enfrentará el juicio de la historia para ver si puede revivir un partido agonizante.
Ivonne Ortega, parecía que era muy buena opción, carismática, segura, conocedora de los problemas de su partido y del país, mujer destacada, pero sabe que no hay posibilidad de cambiar el panorama y la otrora gobernadora de Yucatán, pasa a ser parte de la larga estadística de verdaderos militantes que, decepcionados, abandonan las filas del partido que parece que se desmorona entre las manos, de los que ahorita tienen la sartén por el mango. Así se sigue haciendo pedazos la unidad que debería haber entre los grupos políticos, porque lo que importa es tener el poder, a costa de lo que sea.
MORENA NO CANTA MALAS RANCHERAS
Morena también tiene una lucha intestina entre grupos para quedarse con las posiciones de poder. En el Senado de la Republica, Batres se quiere quedar los seis años como presidente y lava los trapos sucios en público contra Monreal.
Mientras tanto, en el Comité Ejecutivo Nacional del partido, también sigue la lucha sin cuartel, para ver que grupo se queda con el liderazgo a finales de este año. Imagínense, hay morenistas que impugnaron a uno de los pocos miembros destacados que tienen y que sí sabe hacer bien su trabajo, como Leonel Godoy. En verdad que la política no tiene cuadratura. El discurso es maravilloso. Todos saben cómo arreglar los problemas del país. Pero en la práctica siempre nos dejan la imagen de, primero yo, después yo y al ultimo yo, así parecieran ser las cosas en todos los niveles. Si no saben arreglar sus problemas en el micro cosmos de sus grupos, cómo creer que son capaces de arreglar los problemas de todo el país.
EL CASO JALISCO
También en Jalisco hace aire, no se ve ninguna actividad importante, de los que tenían el poder hace un año, al contrario, pareciera que andan como la avestruz, a excepción de los que sacan la cabeza para buscar a un “amigo” de la infancia, que milite en Morena para que les ayuden a dar el brinco.
El PAN, todos sabemos que no existe, está borrado del mapa, después de las tres administraciones estatales que tuvieron el poder, terminaron tan dañados, que prácticamente desaparecieron.
Mientras tanto, Morena, anda dando tumbos, con un presidente designado a nivel central, para que organice los comicios, que finalmente establezcan el partido en el estado y con el debate entre dos grupos, los que andan pegados a ver que sacan y los que no se sienten representados, ni identificados y no apoyan la gestión de quien dicen que al porvenir de MC y del PRI no los representa.
MC, tiene el poder y eso siempre es una ventaja, pero no se alcanza a ver trabajo de partido y el consabido desgaste que produce ser gobierno, pareciera que no les augura un gran futuro, sobre todo cuando analizamos, que el estado está pasando por momentos críticos en seguridad, salud, transporte, justicia y muchos otros temas.
Ni a cual irle. Bueno, desde nuestra humilde óptica, la única que anda trabajando es la jefa estatal del PT y mas vale que la tomen en serio, porque sí le sabe a su trabajo.
¿DONDE ESTAN LOS PILOTOS?
En medio de todo este panorama, el análisis nos deja claro, que el problema es muy difícil de resolver, pero muy simple de diagnosticar. Ningún partido, ni Estatal, ni Nacional, tiene liderazgos. El ultimo líder importante que hemos visto en México es quien ahora es Presidente, pero él ya hizo lo que tenia que hacer, el ahora tiene otras encomiendas. Los partidos políticos están “agandallados” por los que “comieron más pinole”, no por los que han demostrado su capacidad, para conducir a los grupos. No hay pilotos, no hay gente que verdaderamente sea reconocida por la sociedad, como dignos de recibir la confianza y los que andan por ahí rondando, son oportunistas que ante la crisis quieren ver si se sacan la lotería.
DINERO TIRADO A LA BASURA
Ante esta situación, me vuelvo a cuestionar, que tan válido es que a los partidos políticos se les sigan llenando las arcas de dinero del pueblo. Es momento que los partidos y las instituciones que dirigen la supuesta democracia, se amarren también los cinturones y entiendan que no pueden tener lo que no se merecen. Que salgan a la calle los partidos, busquen a sus afiliados y trabajen en lo político y en lo económico para mantenerse con la vida de reyes que quieren tener.
Necesitamos mas líderes que verdaderamente quieran a México, no solo que anden dando discursos mentirosos. Que sean congruentes. La política no puede ser mas el arte del engaño, que nos ha manejado en los últimos cien años.
Hasta la próxima.
Deportes
Atlas, de la gloria reciente al futuro incierto

-Por Diego Morales Heredia
A punto de cumplir 109 años de existencia, el Atlas es uno de los equipos con más tradición en el futbol mexicano. A lo largo de su historia, el conjunto rojinegro ha sido reconocido por su futbol vistoso y ofensivo, por la formación de talentos en su academia y por su afición, acostumbrada al sufrimiento y la esperanza, conocida con orgullo como “La Fiel”.
Durante más de ocho décadas, el club fue manejado por una Asociación Civil integrada por empresarios destacados de Jalisco. Sin embargo, los problemas financieros, la falta de resultados y decisiones divididas obligaron a que en 2013 el equipo fuera vendido a Grupo Salinas.
Bajo el mando de la televisora, si bien el conjunto del Paradero retomó estabilidad financiera, el Atlas vivió una etapa de altibajos, marcada por constantes cambios de técnico, bajo rendimiento en la cancha y una creciente desconexión con su afición.
Durante la presidencia de Gustavo Guzmán, también se rompió el vínculo histórico con los socios, pues el primer equipo, fuerzas básicas y femenil dejaron de utilizar las sedes tradicionales de Colomos, Chapalita y Country, generando un vacío en la identidad atlista.
Para sorpresa de muchos, en 2019 se anunció un nuevo cambio de administración: Grupo Orlegi, encabezado por Alejandro Irarragorri, tomó el control del club. Con ellos llegó la modernización bajo el lema “infraestructura, estructura y procesos”. Y con ello, también, la gloria: los títulos del Apertura 2021 y Clausura 2022 rompieron una sequía de más de 70 años sin campeonato de liga. Además, se consolidó la Academia AGA en Nextipac como símbolo del nuevo modelo formativo.
Hoy, a solo días de cumplir 109 años, Grupo Orlegi ha iniciado el proceso de venta del club, con el objetivo de cumplir las reglas de la Liga MX que prohíben la multipropiedad. La directiva ha optado por conservar a Santos Laguna, y poner al Atlas en el mercado por una cifra cercana a los 250 millones de dólares.
Y para “La Fiel”, vuelve la incertidumbre. La esperanza de que el legado rojinegro quede en buenas manos, que los colores, el escudo y la esencia del club no sean alterados. Serán meses largos, llenos de especulaciones, anhelos y miedo al cambio. Una vez más, los atlistas tienen su corazón en vilo.
¿Quién compra al Atlas?
Deportes
Edición 798: El drenaje profundo, un paso hacia el futuro en Guadalajara

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JALISCO
Año de la Mujer Indígena: Promesas vs silencio en la Comunidad Indígena de Mezquitán

-Los Juegos del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac
Entre el discurso oficial del gobierno de México, liderado por la presidenta Claudia Sheinbaum, y la cruda realidad de las comunidades indígenas, se abren fisuras que revelan contradicciones inquietantes.
En 2025, declarado «Año de la Mujer Indígena» por el Congreso de la Unión y respaldado por el Ejecutivo, se pretende enaltecer el rol histórico y cultural de estas mujeres, combatir la discriminación y fortalecer sus derechos con políticas inclusivas.
Sin embargo, esta intención noble choca con actos de violencia institucional perpetrados por dependencias del mismo gobierno, como se evidencia en el caso de la Comunidad Indígena de Mezquitán, en Zapopan Jalisco.
Desde 2001, esta comunidad lleva 24 años esperando una indemnización justa por la expropiación de 26.93 hectáreas de sus tierras, utilizadas para la ampliación de la carretera Guadalajara-Ixtlahuacán del Río-Saltillo.
Esta discrepancia plantea una pregunta crucial: ¿es el reconocimiento a las mujeres indígenas un compromiso genuino o un juego de poder simbólico?
UNA INJUSTICIA DE DOS DÉCADAS
El conflicto de Mezquitán comenzó en 2001, cuando la entonces Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), hoy Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), expropió las tierras prometiendo una compensación de aproximadamente 40 millones de pesos. Sin embargo, solo se pagaron 6 millones como anticipo entre 2004 y 2005, dejando un adeudo pendiente que, conforme a la Ley Agraria y sentencias del Tribunal Superior Agrario, debe ajustarse a valor comercial.
Después de siete años de litigios contra la SICT (desde 2017) el Tribunal Agrario 16, y en noviembre de 2023, el Tribunal Superior Agrario les dio la razón a la Comunidad Indígena de Mezquitán, ordenando un avalúo por el INDAABIN para calcular el pago a valor comercial. Sin embargo, la SICT siguió interponiendo amparos frívolos, el último resuelto en diciembre de 2024, para retrasar lo inevitable.
Ahora lo que procede es que se ejecute la sentencia y que la SICT proceda al pago correspondiente, pero para ello se requiere el avaluó actualizado que debe realizar INDAABIN, donde ahora está el atorón con el tortuguismo de la dependencia.
Habrá que señalar que la Consejería Jurídica Federal del gobierno de la Presidenta Claudia Sheinbaum, coincide y recomienda, que lo que sigue es el cumplimiento de la sentencia y darle seguimiento hasta su conclusión, es decir, el pago en favor de la Comunidad.
Fue el 18 de junio pasado en el que mediante acuerdo, el Tribunal Agrario ordenó al Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales (INDAABIN) que, en un plazo de 10 días, informe sobre el trámite del avalúo solicitado por la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), con apercibimiento de multa en caso de incumplimiento, pero a la fecha no tenemos conocimiento de que INDAABIN haya cumplido ese requerimiento.
Todos estos obstáculos del poder de la burocracia, de diversas formas, ha enfrentado la Comunidad Indígena de Mezquitán, diversas formas para retrasar el proceso de pago; ahora es el «tortuguismo» de INDAABIN, que ha ignorado plazos como el de 10 días establecido el 18 de junio de 2024, bajo amenaza de multa.
Esta demora impacta directamente a 333 familias, muchas lideradas por mujeres indígenas que enfrentan pobreza y marginación como resultado de esta injusticia prolongada.
Saúl Rodríguez Barajas, presidente del Comisariado de Bienes Comunales, expresó su frustración: “Llevamos 24 años luchando por nuestros derechos, mientras el gobierno promete justicia, pero no actúa”.
Esta situación no solo contradice el espíritu del «Año de la Mujer Indígena», sino que también desvirtúa la reforma constitucional de 2024, que reconoce a los pueblos indígenas como sujetos de derecho público y obliga a consultar y compensar por proyectos que afecten sus territorios.
CONTRADICCIÓN ENTRE DISCURSO Y REALIDAD
El gobierno de Sheinbaum ha desplegado iniciativas ambiciosas para apoyar a los pueblos indígenas. En su informe de 100 días, anunció un presupuesto de 221 mil millones de pesos para 2025 destinados al desarrollo de comunidades indígenas y afromexicanas, que incluye 17 planes de justicia ya en marcha y el inicio de 13 más.
Además, lanzó el programa Apoyo Financiero a Mujeres Indígenas y Afromexicanas Artesanas (MIAA) con 500 millones de pesos, y en diciembre de 2024 restituyó 2,178 hectáreas a comunidades rarámuris en la Sierra Tarahumara.
Estas acciones, combinadas con la designación de figuras históricas como Tecuichpo, Tz’ak-b’u Aha, Señora 6 Mono y Xiuhtlaltzin como emblemas del año, buscan visibilizar el legado de las mujeres indígenas.
No obstante, el caso de Mezquitán revela una desconexión alarmante. Mientras se celebran avances simbólicos, la SICT se resiste a pagar y INDAABIN incumple sentencias judiciales, dejando a las mujeres de esta comunidad sin la indemnización que les corresponde.
Esta contradicción no es un incidente aislado, sino un síntoma de un problema estructural: las políticas públicas, aunque bien intencionadas, a menudo no se traducen en justicia tangible. La reforma constitucional de 2024, que manda consultar y compensar, debería haber agilizado casos como este, pero la inacción gubernamental lo contradice, erosionando la confianza en las promesas de inclusión.
MÁS ALLÁ DE LOS JUEGOS DE PODER
La negativa de la SICT y el «tortuguismo» de INDAABIN en el caso de Mezquitán contradicen el espíritu del «Año de la Mujer Indígena». Esta comunidad, con sus 333 familias —muchas lideradas por mujeres que encarnan los valores que el gobierno dice proteger—, merece una resolución que trascienda la retórica.
Aunque Sheinbaum no ha abordado directamente el caso, su compromiso con la justicia social indica que, con información clara, podría impulsar una solución para que 2025 no sea un ejercicio vacío. El gobierno debe actuar con urgencia, asegurando el cumplimiento de las sentencias del Tribunal Agrario.
Solo así el discurso de reconocimiento a las mujeres indígenas se convertirá en hechos concretos, dejando atrás los juegos de poder y demostrando que la justicia no es negociable. La responsabilidad recae en Sheinbaum y sus dependencias: el tiempo apremia para alinear palabras con acciones.